Reportaje

2013, Año Iberoamericano de la Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad

La discapacidad, un activo en el impulso de Iberoamérica

21/11/2012

José Manuel González Huesa/Blanca Abella

La XXII Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz recientemente, ha dejado un testigo importante para la discapacidad, la declaración de 2013 como Año Iberoamericano de la Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad. En un encuentro informativo organizado por el CERMI, se analizaron los principales desafíos de esta declaración. La inclusión es fundamental para la cohesión social, y por eso es necesario liberal el talento de la discapacidad, activar a todas las personas.

Por primera vez, de forma explícita, la discapacidad protagoniza una cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica. Así lo expone Enrique Iglesias, secretario general Iberoamericano, en el encuentro del CERMI celebrado en Servimedia. "Nosotros ya veníamos ocupándonos de temas generales vinculados con distintos tipos de problemas de las personas con discapacidad en la región, pero no habíamos tratado nunca un problema específico, como es la inclusión en el mercado laboral", explica Iglesias.

Según expone el representante iberoamericano, los Jefes de Estado reunidos en Cádiz tuvieron en cuenta una serie de datos que se ofrecieron en 2011 sobre el mundo de la discapacidad. Según los mismos, en el año 2011 se estimaba que el 15 por ciento de la población mundial, es decir, mil millones de personas, vive con algún tipo de discapacidad, 90 millones en Iberoamérica. Además, se estima que la prevalencia de la discapacidad es mayor en los países de bajos ingresos y que la población femenina presenta mayor prevalencia de discapacidad. También se reconoce que en muchos países, las personas con discapacidad viven en condiciones de extrema pobreza y accesos muy limitados a servicios públicos, como la propia educación.

Y como dato definitivo, el 80 por ciento de las personas con discapacidad en edad de trabajar de Iberoamérica está desempleada. Todo ello conforma un panorama que funciona como argumentario, que aporta las razones de la declaración, y es que, como asegura Iglesias, "el tema de la discapacidad muerde, prende mucho en las personas en peor situación social y de exclusión en la región".

Desarrollo económico e igualdad

La de Cádiz ha sido una cumbre muy centrada en el crecimiento económico, pero también ha tenido un protagonismo destacado el papel de las pequeñas y medianas empresas y su desarrollo. "La red de pymes deben tomar ahora el relevo de las grandes multinacionales, que han tenido mucho éxito en el espacio iberoamericano de creación de empleo", asegura Antonio Sánchez-Benedicto, Embajador y asesor del secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica.

A juicio de este experto, nos encontramos en un momento muy oportuno, de desarrollo, y hay que contar con la discapacidad: "En ese momento de despegue hay que contar con todos, no se puede marginar ni excluir a ningún colectivo, por una razón obvia de defensa de derechos y de solidaridad, pero sobre todo por coherencia política y porque tiene todo el sentido económico contar con esas capacidades". Además, añadió: "Iberoamérica, América Latina, está creciendo pero sigue teniendo desafíos importantes en desigualdad y exclusión, y compromisos como la declaración de este año 2013, creo que son muy relevantes".

El mismo argumento expone Andrés Ramos, presidente de la FOAL (Fundación ONCE para América Latina): "Es el momento de aprovechar la situación de bonanza en estos países. Ahora en España tenemos una recesión y hay todas las excusas que se quieran para recortar en lo social; pues vamos a darle la vuelta, ahora hay no hay excusas en Latinoamérica para aprovechar un momento de bonanza económica para un crecimiento en lo social. Tenemos que luchar para que, realmente, ese sector importante del 15 por ciento no sea invisible y quede al margen de todos estos desarrollos".

El presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, considera que la declaración del año 2013 es un mensaje muy relevante para toda la ciudadanía: "Por primera vez o una de las primeras veces, la discapacidad entra con fuerza, con carta de naturaleza por sí misma en la agenda política iberoamericana, ya no es un tema menor, colateral que sólo se presta a retóricas, sino que hay decisiones políticas que figuran entre los acuerdos importantes, junto con otros, y eso es lo que queremos, que la discapacidad participe del curso político general".

Para Pérez bueno, al igual que el resto de los participantes en el encuentro, es prioritario contar con el activo de las personas con discapacidad: "la discapacidad no es algo que deba abordarse desde la asistencia y lo meramente pasivo, las personas con discapacidad tienen talento, tienen potencial, y hay que liberarlo; y ese talento está al servicio de la comunidad; es muy importante favorecer el empleo, digno y de calidad, un empleo que no excluya, que da autonomía personal, una vida independiente, da decisión y control sobre la propia vida de uno y hace que se genere más riqueza, que las personas con discapacidad no estén obligadas a vivir en situaciones de dependencia". Y reclama así el compromiso definitivo que se ha adquirido con la declaración de este año: "Es el momento de diseñar políticas en países que no tienen una gran tradición de políticas de discapacidad".

Puesta en marcha

Una vez expuestas las razones para la declaración del Año 2013 como Año Iberoamericano de la Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad, comienzan a ponerse sobre la mesa las decisiones que deben adoptarse, hay que pasar a la acción. Así lo expone el presidente del CERMI: "lo importante es no se quede en una declaración retórica, y con la OISS, con otros agentes importantes, con muchas empresas, y con los tejidos asociativos, dar respuestas concretas para que esas políticas y esos programas permitan que la tasa de empleo de discapacidad, si no en un año, en varios, sea ascendente".

Andrés Ramos, por su parte, también reclama una puesta en marcha y el compromiso de los Gobiernos: "Estamos esperanzados; no puede quedarse sólo en la declaración, es el momento de hacer un plan ejecutivo, operativo sobre papel y poner sobre la mesa acciones, aprovechando este momento de complicidad de Gobiernos, y cuando pase este año, que podamos decir, “Cádiz le ha sentado muy bien a ese 15 por ciento de la población invisible con discapacidad”".

Enrique Iglesias respalda ambas intervenciones con el recuerdo de una experiencia similar: "Este tipo de actividades tienen dividendos interesantes; yo estaba en Naciones Unidas cuando se hizo el año de la discapacidad, en los 90, fue una movilización espectacular, y la verdad es que hay muchas cosas que se consiguieron como consecuencia de aquel año, muchas adaptaciones de calles, carreteras, servicios públicos…".

Formando la sociedad civil

Por su parte, Antonio Sánchez apuesta por el trabajo en varios frentes, pero sobre todo incide en la importancia de la colaboración de las entidades de la discapacidad, como el CERMI y la ONCE: "No solamente es el Gobierno el que tiene que crear esos marcos normativos y esas políticas públicas, sino también, por supuesto, la sociedad civil, en ese sentido contamos con el CERMI y la ONCE, pioneras, muy activas y líderes, modelos para otros países".

Luis Cayo Pérez Bueno asegura que el CERMI no pretende ser un modelo o referente, pero sí puede contribuir con su experiencia a mejorar la participación de la sociedad civil en otros países: "Quizá de lo que carece en general la sociedad iberoamericana en discapacidad es de una articulación, una cohesión de la sociedad civil en torno a movimientos asociativos unidos, y eso sí entendemos que es favorable como motor de políticas públicas. Hay que hacer presión, hay que hacer incidencia, hay que poner en los responsables públicos la conciencia y la toma de conciencia sobre la discapacidad en todos sus ámbitos, y eso lo hace mejor un movimiento unido, un movimiento cohesionado, respetando la pluralidad y la diversidad, que muchos intentos aislados o fragmentados. En ese sentido sí podemos ofrecer nuestra experiencia".

En ese sentido, el presidente del CERMI anuncia que, desde sus posibilidades, promoverán entre las empresas el compromiso por la inclusión: "España tiene grandes empresas con presencia importante en Iberoamérica, empresas que vienen haciendo cosas ya a través de sus fundaciones y su responsabilidad social, y con las que tenemos una relación directa, porque no todo tiene que pasar por los Estados, también la sociedad civil y el tejido empresarial pueden y deben hacer cosas juntos".

Así, estas empresas pueden participar también de este año: "con objetivos concretos, en sus políticas, en aquellos países que tengan estrategias de inclusión laboral, que cumplan las cuotas de reserva, si las hay, y si no que sean proactivos a la hora de contratar a personas con discapacidad, que adopten una perspectiva inclusiva, no es sólo el empleo, está la accesibilidad, el diseño universal… hay muchas cosas que hacer y no queremos que esto pase como algo festivo, que todos nos saludamos, sino que tenga una concreción real".

Andrés Ramos apuesta también por el impulso del tejido asociativo y el cambio cultural necesario en algunos países: "En los 15 años de existencia de FOAL hemos aprendido muchas cosas y tenemos que tener en cuenta la realidad de Latinoamerica, es injusto hablar de una realidad latinoamericana, no existe, hay desarrollos muy desiguales y es necesario un cambio cultural fundamental (pone como ejemplo algunas familias que aún entienden la discapacidad como un castigo divino); los Gobiernos, las autoridades, los lobbies deben adoptar este discurso de la discapacidad también dentro de lo social. Y tenemos que intentar hacer un desarrollo del mundo asociativo, que es muy desigual también, hay regiones donde prácticamente no hay asociaciones de ningún tipo".