Activistas
Álex Miró. Director de Cocemfe Catalunya
"Nos vienen años de dificultad económica en los que tendremos la necesidad de adaptarnos y transformarnos"
04/09/2020
Rafael Olea
Àlex Miró emprendió en 2006, con solo 27 años, una comprometida trayectoria personal y profesional en el ámbito sociosanitario que, tras un azaroso paso por la administración y empresas de consultoría, ha acabado desembocando en la discapacidad. Actualmente, como director de Cocemfe Catalunya, advierte que “nos vienen años de dificultad económica en los que tendremos la necesidad de adaptarnos y transformarnos” y reclama que “tenemos que ser parte de la solución” para garantizar “la sostenibilidad de las asociaciones y que esta no dependa del capricho y voluntad de la administración”.
Sociólogo de formación, hace 14 años tuvo la oportunidad de
comenzar a trabajar en una consultoría con un claro objetivo social: desarrollar un proyecto de emergencias en el ámbito sanitario. Ese fue el comienzo para Àlex Miró de una amplia trayectoria en los ámbitos sociosanitario y de la discapacidad.
“Qué equivocados estábamos entonces”, recuerda Miró, “pues existía la impresión de que si no se aplicara la Ley de Dependencia no sería por cuestiones económicas, sino por falta de personal cualificado u otros problemas técnicos, pero nunca por falta de dinero”.
En esa época de aparentes ‘vacas gordas’, Miró comenzó su carrera profesional como consultor en “un plan que iba a suponer una revolución en los servicios sociales”, pues pretendía mejorar la gestión de las emergencias sanitarias de Catalunya, tras la integración de las distintas plataformas existentes en un modelo unificado, además de contribuir a evaluar las necesidades de sistemas de información en diversos hospitales comarcales.
“También ayudé, ante el nuevo marco que se abría por la Ley de Dependencia, a diversas corporaciones locales y comarcales a adaptarse a los requerimientos de la nueva Ley en materia de evaluación de necesidades de su población, gestión de recursos y prestación de servicios sociales”, recuerda Miró.
Esos proyectos, empero, fueron barridos por un colosal tsunami: la crisis iniciada en 2008 y que tuvo como primeras víctimas las prestaciones y servicios sociosanitarios. Miró, con cierto sarcasmo, afirma que “de golpe, pasamos de ser millonarios a no tener un céntimo. No se puede entender mucho, pero me recuerda a la imagen del supermillonario que va a la caja y, al abrirla, descubre sorprendido que está vacía”.
“El cliente principal de consultoría, que era la Generalitat, de repente se convirtió en cliente cero, sin recursos”. Además, en aquella época Miró recuerda que se hicieron públicos “algunos estudios de dudosa utilidad” que sirvieron a la administración como excusa para justificar los recortes sobre el total de los estudios, acciones y proyectos de consultoría. Es decir, pagaron justos por pecadores.
Paso a la Administración
En 2009, en plena época de ‘vacas flacas’, Miró aceptó un nuevo reto en su carrera: abandonar las empresas de consultoría y pasar a formar parte de la administración, en este caso la autonómica. De esta forma, se convirtió en técnico del Plan Director de Inmigración en el ámbito de la salud de Catalunya.
“El principal objetivo en esta etapa fue tratar de adecuar el sistema sanitario catalán a las nuevas necesidades planteadas tras el aumento demográfico de la primera década del siglo XXI y a la complejidad de una población culturalmente más diversa. Es importante destacar que se produjo un fuerte aumento de la población en los años previos, por la inmigración, que motivó que la población de Catalunya creciera de 6’5 a 7,5 millones de personas”, precisa.
“Mi principal reto en esa etapa”, explica Miró, “fue consolidar una red de un centenar de mediadores interculturales sanitarios en toda Catalunya. Se trataba de personas con conocimientos de ambas culturas, con conocimiento del idioma y muchos de ellos nacidos en España, que colaboraron y ayudaron tanto a los migrantes como a nuestros profesionales sanitarios”.
Sin embargo, este loable proyecto social sucumbió, como tantos otros, ahogado en el tsunami de recortes. Tras dos años de existencia, el Servei Català de la Salut y la Fundación “la Caixa”, entidad que lo apoyó financieramente, decidieron ponerle fin.
Adaptarse a los recortes
Miró no oculta cierta decepción porque este proyecto intercultural sanitario no se mantuviera en el tiempo: “En época de recortes, la administración no es capaz de incorporar nuevas acciones ni se consolidan los nuevos proyectos”. Sin embargo, recuerda con orgullo que “en algunos centros sí se mantuvo esa labor de intercambio cultural” que permitió a muchos migrantes disponer de una mejor atención, y a muchos sanitarios entender a pacientes con una cultura diferente.
Tras dejar la Generalitat, Miró retomó su labor como consultor de marketing sanitario y social, y tomó contacto con numerosas organizaciones de la discapacidad. “Desde la crisis de 2008 comenzó una época de recortes, en la cual vivimos hasta hoy. De hecho, desde entonces toda mi vida profesional ha girado en adaptarse a esos recortes”, explica.
Esta adaptación consistió en tratar de “aportar valor” a numerosas organizaciones: de pacientes, del sector de la discapacidad… “Colaboré en proyectos orientados a la mejora de procesos asistenciales de diversas patologías, así como en el diseño de soluciones de alto valor añadido para el sistema sanitario y con foco en el paciente”. En enero de 2017 asumió la dirección de una agencia de marketing digital en la que diseñó y ejecutó “estrategias de comunicación online y creación de contenidos para pacientes, profesionales de la salud, de la atención social, entidades sociales y población general”.
Cocemfe y vinculación con la discapacidad
Àlex Miró, además de por su trayectoria profesional, mantiene una estrecha relación vital con la discapacidad. “Mi familia”, explica, “siempre ha estado muy vinculada con las asociaciones de la discapacidad. Mi madre fue una de las primeras personas valoradas en dependencia en Catalunya y formó parte de varias asociaciones y mi tío materno nació con una discapacidad severa”.
Su cercana relación con la discapacidad, junto con su trabajo en proyectos sociosanitarios en consultoras y en la administración, motivó que
Cocemfe confiara en él en enero de 2019 y se incorporase como director de esta Confederación, primero en
Barcelona y después en
Catalunya. Entidades presididas por Montserrat Pallarès y Roser Roigé, respectivamente.
Uno de sus principales objetivos que se marcó como director de Cocemfe Catalunya fue “consolidar la Confederación a todo el territorio de Catalunya. Por ejemplo, no teníamos representación en Lleida, pues se creó a finales de 2019 y en Girona se ha reactivado este año”.
“Época marcada por el Covid-19”
Miró plantea la necesidad de “priorizar los proyectos de subvenciones, visibilizar la labor que se hace con ellas, y permitir que las entidades de Cocemfe Catalunya sean viables y puedan mantener su actividad y, con ello, garantizar las prestaciones a todos sus usuarios y familiares”. “Sobre todo”, advierte, “en esta nueva época marcada por el Covid-19”.
El director de Cocemfe Catalunya lamenta que la pandemia “haya afectado especialmente a las personas con menos recursos”. Además, pronostica una importante reducción de las ayudas económicas,” aparte de por posibles recortes futuros desde las administraciones, debido a que los vendedores de la ONCE no pudieron realizar su labor social durante cerca de 100 días, con toda la repercusión que eso ocasiona para todo el sector de la discapacidad, así como por la disminución en la recaudación de impuestos y del 0,7% del IRPF que presumiblemente se producirá este año.
“Nos vienen años de dificultad económica en los que tendremos la necesidad de adaptarnos y transformarnos. Tenemos que buscar la sostenibilidad de las asociaciones y que esta no dependa del capricho y voluntad de la administración. Esta crisis va a poner en evidencia los deberes pendientes que tenemos que realizar. Es necesario mirar cada entidad de manera más autocrítica, para no depender casi exclusivamente de caridad de la administración de turno”, advierte.
Entre las soluciones que propone, muchas basadas en su trayectoria como consultor sociosanitario, destacan acciones como una explorar una mayor relación con todas las administraciones y en todos sus ámbitos, incrementar los contactos con las empresas del ámbito social o sanitario, con la industrias farmacéutica, de tecnología sanitaria, etc. Asimismo, subraya la necesidad de compensar adecuadamente “a las entidades por los sobrecostes que ha generado el confinamiento”.
Ante este incierto futuro, Miró precisa que “de nada vale sólo quejarnos, tenemos que ser parte de la solución. La crisis ha puesto de manifiesto las carencias del sistema, y ahora es época de buscar soluciones”.
En esta búsqueda de soluciones, Àlex Miró destaca la importancia del
CERMI a nivel estatal y del
COCARMI en Catalunya, “al ser las mesas de diálogo donde estamos representadas todas las entidades de la discapacidad”.