Activistas

Antonio Ruescas, presidente de COCEMFE Alicante

“Lo que menos me gusta son los intereses políticos”

17/11/2011

Mario García

Antonio Ruescas afronta desde hace pocos meses su segundo mandato de cuatro años como presidente de COCEMFE Alicante y tiene en su mente proyectos ambiciosos como la puesta en marcha, al fin, de una residencia y centro de día en la localidad alicantina de Petrer, con capacidad para 70 personas.

Casi 25 años atrás, el 26 de noviembre de 1986, Ruescas tenía 19 años y llevaba tres trabajando en una cooperativa familiar de envasado en bandejas de frutas y verduras, “Un proyecto bastante ilusionante e innovador en aquel momento”, apunta. Ese día, de madrugada, se reventó una rueda de la furgoneta de reparto que él conducía, sin cinturón de seguridad, por la carretera que une Villena con Caudete (Albacete). Salió despedido del vehículo y quedó tendido en un descampado más de dos horas, hasta que llegaron los servicios sanitarios. Su vida cambió para siempre, con una lesión medular por tener seccionada completa la dorsal 12.

Ruescas, que ahora tiene 44 años, recuerda que aquellos momentos sintió “mucha incertidumbre” porque “no sabía lo que iba a pasar” con su vida, cuando “aparentemente no tenía nada, ni una gota de sangre”. Tras unas primeras revisiones en el Hospital General de Elda, ingresó en el Hospital General de Alicante, desde donde viaja hasta el Hospital Puerta del Hierro (Madrid), después de que su novia, ahora mujer y madre de sus dos hijos, que realizaba prácticas de enfermería en el centro alicantino, preguntara a algunos médicos sobre su situación.

En el Hospital Puerta del Hierro, los facultativos le confirmaron que tenía una lesión medular “completa e irreversible” y le aconsejaron que se traslade hasta el Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo. Allí permaneció cerca de un año.

De vuelta a casa, en Villena, regresó al almacén de frutas y verduras, “un proyecto que al final no cuaja”. Tras un tiempo de inactividad laboral, que no personal, puesto que entonces nacieron sus dos hijos, Ruescas inició su dedicación en favor de las personas con discapacidad, que aún dura con “bastantes ganas e ilusión”.

Un estilo de vida

Corría el año 1997 y Ruescas empieza a dar forma a, junto con un reducido grupo de personas, la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Villena y Comarca (AMIF), que echa a rodar dos años después y ahora cuenta con más de 500 socios, gestiona un centro especial de empleo y da trabajo a 33 personas con discapacidad.

Entonces, cuenta que en Villena “se estaban haciendo aceras y rehabilitando espacios sin contar con unas medidas mínimas de accesibilidad”. Ahora, la entidad abarca a todas las discapacidades y trabaja de forma transversal sobre cualquier asunto que afecta a este grupo social.

En 2000, ADIF solicita integrarse en COCEMFE Alicante y, poco después, Ruescas entra en la junta directiva. Primero como vocal y luego secretario, vicepresidente y, desde 2007, presidente.

Ruescas, gran aficionado a la cultura, sobre todo la música, el cine y el teatro, y que hace sus “escapadas” para ver algún partido de fútbol o de baloncesto, ha convertido su dedicación al mundo de la discapacidad en un modo de vida no remunerado, puesto que tiene “una pensión más o menos digna”.

“Cuando entré, me lié de tal manera que me llena prácticamente todo mi tiempo. Salgo a las ocho de la mañana de mi casa para llevar a mis hijos al colegio. A partir de entonces empieza mi actividad en el movimiento asociativo y hay días en que son las diez y media o las once de la noche y todavía estoy de reuniones o visitando alguna de las asociaciones de COCEMFE Alicante. Afortunadamente, la familia lo entiende”, detalla.

Antonio Ruescas confiesa que lo que más le ha disgustado en este tiempo son “los intereses políticos”. “Cuando te necesitan, tiran de ti y cuando tú los necesitas, no los encuentras, salvando honrosas excepciones porque en todos los grupos políticos hay personas muy comprometidas. Pero lo que menos me gusta es cuando haces algo, los políticos te lo tumban por el simple hecho de que lo has hecho tú, pero es algo con lo que estamos acostumbrados a convivir”.

En el otro lado de la balanza, se enorgullece de que AMIF sea “hoy en día un referente dentro del mundo de la discapacidad no solamente en Villena, sino también en toda la comarca”, en el Alto Vilanopó, y que haya sido capaz de dar trabajo a más de 30 personas con discapacidad. “Estamos convencidos de que la plena integración de las personas con discapacidad pasa por tener un empleo normalizado”, recalca.

"Futuro incierto"

No obstante, reconoce que “no nos vamos a engañar: el futuro es bastante incierto”. Aún así, aboga por “estar esperanzado y ser optimista” con los resultados que salgan de las urnas de las elecciones generales de este 20 de noviembre.

Aun siendo borroso y vago el porvenir, Ruescas exhorta “a los políticos” a que cumplan con las leyes, puesto que, según añade, “tenemos suficiente normativa tanto en empleo como en accesibilidad, la Ley de Dependencia…”.

“Para hacernos una idea, hay un estudio del año 2003 sobre la obligatoriedad de las empresas que tienen más de 50 trabajadores de cumplir con la ley que dice que solamente entre el 25 y el 30% de las empresas cumple (con la cuota de reserva de empleo para personas con discapacidad). Pero la Administración tampoco está cumpliendo”, subraya.

Esa bandera que pide a los demás también la enarbola él mismo. Sin ir más lejos, y en otro ámbito, asegura que va a “seguir peleando” para que la residencia y centro de día para personas con discapacidad física de gran dependencia de Petrer sea al fin una realidad después de diez años. “Tengo un sueño, y es que ese centro se ponga en marcha”, reconoce.