“En CERMI Mujeres hemos querido secundar la huelga convocada para hoy, y además, hemos salido también a la calle para denunciar un año más la discriminación múltiple que sufren las mujeres y niñas con discapacidad en muchos ámbitos de la vida, por el simple hecho de tener una discapacidad y ser mujeres”, ha explicado la coordinadora de la FCM, Isabel Caballero.

 

Una discriminación que, como ha expuesto, se ve agravada cuando confluyen otros factores como es el entorno rural, la etnia, la orientación sexual e identidad de género o la pluridiscapacidad.

 

Durante la protesta de Madrid, las manifestantes que han participado con CERMI Mujeres han portado pancartas con lemas como ‘No es no’; ‘Por un empleo digno para las mujeres con discapacidad’; ‘Dueñas de nuestros cuerpos, dueñas de nuestra sexualidad’; ‘No nos dejan parir, no nos dejan decidir’, y ‘Las mujeres con discapacidad, invisibles en las estadísticas’.

 

‘El talento no tiene género’; ‘Feminismo interseccional’; ‘Juntas y libres’, y ‘No más violencia contra las mujeres con discapacidad’ son otros de los mensajes que  ha llevado a la calle el grupo de mujeres con discapacidad en la manifestación.

 

Con mensajes como estos, la FCM quiere denunciar prácticas vigentes como las esterilizaciones forzadas, los abortos coercitivos, los internamientos involuntarios, la mayor exposición a las diferentes formas de violencia machista o las enormes barreras de acceso al mercado laboral, entre otras cuestiones.

 

Precisamente, CERMI Mujeres ha dedicado su manifiesto de este año con motivo del Día Internacional de la Mujer al derecho al empleo digno y de calidad de las mujeres con discapacidad, puesto que se trata de un sector que sufre una tasa de paro superior a la de la población sin discapacidad y a la de los hombres con discapacidad, al igual que sucede con la tasa de inactividad, la contratación a tiempo parcial o la brecha salarial.

 

“Las mujeres con discapacidad seguimos siendo una parte de la población más pobre y excluida debido a la falta de formación profesional competitiva, la brecha digital de género, la alta tasa de inactividad laboral, la falta de acceso al mercado de trabajo, el desarrollo de actividades no mercantilizadas, las diferencias de sueldo existentes entre hombres y mujeres, los obstáculos creados por la ausencia de conciliación de la vida familiar y laboral, la mayor esperanza de vida de las mujeres y, en general, las distintas formas de discriminación por razón de género y discapacidad”, recoge el manifiesto.