Para el CERMI y la industria naciente alrededor de los drones este subsector puede a corto y medio plazo constituir un yacimiento relevante de empleo para personas con discapacidad, siempre que se atenúen las restricciones actualmente vigentes respecto de las personas con discapacidad en los aspectos médicos, todo ello sin desmedro por supuesto de la seguridad aeronáutica.

 

La aplicación al pilotaje de drones de las mismas o similares exigencias médicas que se requieren a los pilotos de aeronaves comerciales, en cuanto a condiciones de aptitud piscofísica, está impidiendo que muchas personas con discapacidad puedan acceder al título de piloto de estas aeronaves, produciéndose por tanto una pérdida de posibilidades laborales en este creciente sector de actividad económica.

 

La petición que CERMI dirige a Fomento es que para el pilotaje de drones no se apliquen los mismos requisitos médicos que para el resto de aeronaves, sino que se establezca una regulación médica específica, ad hoc, dado que son realidades objetivamente distintas, que permitan que las personas con discapacidad pudieran acceder a este desempeño profesional, ampliando sus oportunidades de empleo de modo notable, sin las restricciones casi totales con las que se enfrentan en estos momentos.   

 

A fin de resolver este cuestión, el CERMI pide a Fomento entablar un diálogo constructivo para buscar soluciones a este problema social y laboral.