Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (2011), solo el 34,8 % de los jóvenes con discapacidad están en situación de actividad laboral (lo que significa que casi dos de cada tres jóvenes con discapacidad se pueden considerar inactivos, es decir ni trabajan ni buscan empleo).  Sin embargo, la tasa de actividad en el caso de las y los jóvenes sin discapacidad es casi 11 puntos más elevada (45,4 %).

 

Solo 14 de cada 100 jóvenes con discapacidad tienen empleo (10 puntos menos que en el caso de los jóvenes sin discapacidad, entre quienes tienen un empleo 24 de cada 100). Continuando con los estadísticas, hay que señalar finalmente que el 58 % de los jóvenes con discapacidad activos estarían en paro (46,3% en el caso de los jóvenes sin discapacidad).

 

Estos datos evidencian claramente la brecha que soportan los jóvenes con discapacidad en su acceso al empleo, que forman parte del núcleo más duro de la exclusión laboral de nuestro mercado de trabajo.

 

Ante ello, y con vistas a las nuevas estrategias y planes de empleo juvenil que el Gobierno español va a poner en marcha en el marco de los compromisos con la Unión Europea, el CERMI exige acciones positivas específicas que promuevan la inclusión laboral de los jóvenes con discapacidad, que han de ser considerados un grupo prioritario de actuación.