"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
CERMIS Autonómicos
El COCARMI reclama un trato humano y digno para los refugiados
18/09/2015
El movimiento asociativo catalán de la discapacidad, representado por el COCARMI (Comité Catalán de Representantes de personas con Discapacidad), reclama a las instituciones un trato humano y digno para las personas con discapacidad refugiadas y sus familias que huyen de los conflictos armados de Oriente Próximo.
En situaciones de conflicto armado y emergencias humanitarias, las personas con discapacidad son excepcionalmente vulnerables a causa de las barreras físicas y comunicativas, así como por las actitudes negativas. Siendo invisibles en el mejor de los casos, las personas con discapacidad se encuentran entre las más abandonadas durante la huida, los desplazamientos y el retorno a sus hogares, enfrentándose a muchos obstáculos para acceder a la asistencia y protección necesarias. Además, también puede aumentar su discapacidad durante el desplazamiento como consecuencia de los cambios en su entorno o por la falta de servicios y atención apropiados.
Las personas refugiadas y desplazadas con discapacidad son, entre el conjunto de personas desplazadas, las más ocultas, excluidas y desatendidas, por lo que no suelen ser identificadas ni se las cuenta en los procesos de registro o recogida de datos y son excluidas o no pueden acceder a los principales programas de ayuda. Suelen estar más expuestas a riesgos de protección, incluida la violencia física y sexual, la explotación, el acoso y la discriminación. Además, la pérdida de familiares o cuidadores durante el desplazamiento puede comportar que las personas con discapacidad queden más aisladas y sean más vulnerables de lo que ya estaban en sus comunidades de origen.
Dado que algunas personas refugiadas y desplazadas han vivido desde siempre con alguna discapacidad, mientras otros la han adquirido durante el conflicto que les ha obligado a huir, el COCARMI pide que los recursos y servicios que se diseñen para los refugiados que sean acogidos en nuestro país tengan en cuenta y se adecuen a las necesidades de atención de las personas refugiadas con discapacidad y sus familias.
En el contexto actual es importante reconocer que algunos grupos de población pueden necesitar atención específica y, por tanto, el conocimiento de estas necesidades es crucial tanto a corto como a largo plazo.