"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
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“Cuando hablamos de delitos de odio estamos hablando, de forma genérica, de intolerancia al diferente”
Así lo manifiesta director de la Oficina de Lucha Contra los Delitos de Odio (Ondod), Tomás Fernández Villazala, en una entrevista publicada en el número 500 del boletín cermi.es semanal
24/10/2022
El director de la Oficina de la Lucha Contra los Delitos de Odio (Ondod), Tomás Fernández Villazala, ha declarado en una entrevista publicada en el número 500 del boletín cermi.es semanal que “cuando hablamos de delitos de odio estamos hablando de forma genérica, de intolerancia al diferente”.
En cuanto al origen del problema en la razón por la que se cometen delitos de odio contra personas con discapacidad, ha afirmado que “el origen, si recurrimos al ámbito de la psicología, está en los prejuicios que tenemos todas las personas” y en relación con este aspecto advierte de la dificultad de demostrar esa motivación al tratarse de un asunto subjetivo, que “está dentro de la persona y hay que objetivar algo que es subjetivo”.
El director de la Ondod también hace un análisis sobre la cuestión de la infradenuncia y el por qué cuesta tanto denunciar un delito de odio. Entre las causas, identifica la dificultad de la propia persona para identificar ese delito o que las personas lo normalicen como ocurre, según advierte Fernández Villazala, “en muchos casos de personas con discapacidad o con aporofobia, que no lo ven como un delito”.
“En cualquier caso, las encuestan nos muestran que tan solo denuncian una o dos personas de cada diez, una cifra muy similar a la que existe a nivel europeo” ha lamentado.
En el caso de los delitos de odio a personas con discapacidad, este año ha habido nueve menores. “Es una cifra importante y hay que valorarlo. Lo que no podemos extraer a menudo es la razón de ese delito de odio, muchas veces por protección de datos, pero intentamos investigar para saber cómo revertir esa situación” ha denunciado.
Respecto a los delitos de odio en el ámbito virtual, Fernández Villazala tiene claro que uno de los problemas es “que ese discurso de odio, en las redes, pueda dar lugar a un paso del on line al off line, al mundo físico” y aclara que “aunque no pase al mundo físico, ese discurso de odio, incluso sin ser delictivo, puede provocar ansiedad en la víctima y problemas que no quedan recogidos como algo delictivo”.
En este sentido, y para intentar trabajar en cómo atajarlo, el director de Ondod reclama la implicación de toda la sociedad para combatir los delitos de odio. “Ahí no tenemos que estar solas las instituciones, la oficina de delitos de odio, las fuerzas y cuerpos de seguridad, tenemos que ser toda la sociedad, tenemos que utilizar lo que se llama contranarrativa, es muy importante; cualquiera que vea o reconozca un discurso de odio, tiene que hacer contranarrativa, denunciarlo en la plataforma, que esa persona sepa que no todo el mundo está de acuerdo con ella...” ha declarado.
Ante la cuestión de cómo distinguir o establecer una clara frontera entre libertad de expresión y el delito de odio, Fernández Villazala, ha respondido que “es complicado porque chocan dos trenes, la libertad de expresión, un derecho fundamental, con otro, que es un derecho humano, la dignidad. Hay que intentar respetar esos dos derechos, pero es muy difícil, por eso los órganos judiciales son los que tienen que dirimir cuál es el que prima o prevalece”.
Otro de los puntos a tratar durante la entrevista ha sido las líneas de trabajo para prevenir los delitos de odio con los que cuenta la oficina. “Las herramientas principales son la formación, la concienciación y la sensibilización, y el procedimiento adecuado, al menos en redes sociales, es la contranarrativa” ha defendido.
También Fernández Villazala ha agradecido a CERMI su ayuda para entender esa problemática existente en personas con discapacidad.
