El presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, considera que cuando este hecho se produzca, “nuestra acción habrá alcanzado la mayoría de edad en cuanto a considerar y respetar la discapacidad”. En España, la tasa de emprendimiento autónomo entre las personas con discapacidad se sitúa en torno al 11%. Todavía muy lejos de la tasa de emprendimiento entre la población en general, que es de un 16,3%.

 

Pérez Bueno ha defendido, por otra parte, que las personas con discapacidad sean realmente consideradas y percibidas como un grupo relevante en términos de política pública y de regulación en el fomento del emprendimiento, algo que etiqueta de “todavía marginal”.

 

 

Entre las dificultades con las que se encuentran los trabajadores autónomos con discapacidad se encuentran la falta de políticas públicas, algo de lo que Pérez Bueno considera principal consecuencia del menor espíritu emprendedor entre este colectivo.

 

“Las medidas vigentes de apoyo al emprendimiento de personas con discapacidad no son suficientes, y son poco conocidas por sus potenciales destinatarios”. Explica el presidente del CERMI.

 

Además, ha pedido que se tenga en cuenta a las organizaciones de la discapacidad y que las organizaciones profesionales de autónomos incluyan en su agenda política la cuestión de los autónomos con discapacidad como punto relevante.

 

A pesar de todas las dificultades, Pérez Bueno también ha querido poner en valor el esfuerzo y el arrojo de las personas con discapacidad que deciden emprender. “No están solos, hay instancias públicas y privadas que ayudan, acompañan y apoyan a los emprendedores con discapacidad.

 

Fuente: Cinco días