Así se dijo en la tarde-noche del martes en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) donde se entregaron los premios Dependencia y Sociedad en tres categorías: Excelencia, I+D+i y Comunicación, según informe El diario montañés. La serie de reportajes promovida por el CERMI Cantabria y publicada por El Diario Montañés se hizo con el accésit de Comunicación, modalidad a la que concurrieron 143 trabajos de toda España. El premio fue para Gilbert Arroyo, director y guionista del programa de televisión 'Con mis ojos', de RTVE.

 

El acto de entrega de galardones fue presidido por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, quien subrayó que estos, que cumplen su sexta edición, son ya "extremadamente relevantes" y han adquirido un "extraordinario prestigio" en el panorama nacional. El ministro se declaró "verdaderamente impresionado" por el alto nivel de los proyectos premiados e invitó a todos a seguir mirando "hacia adelante con optimismo".

 

 

La presidenta del CERMI Cantabria, Mar Arruti, recogió el diploma, dotado con 1.000 euros. Esta cantidad será destinada por la organización a seguir avanzando en su labor de concienciación social sobre lo que significa hoy en día la discapacidad. Arruti agradeció en días pasados a todos los participantes en 'No solo discapacidad' su valiosa aportación al proyecto, pionero en España, porque es la primera vez que se reúnen para hacer frente común 40 periodistas de distintos medios de comunicación de un mismo territorio.  

 

Aunque, en total, colaboraron alrededor de un centenar de personas. A los periodistas de radios, medios digitales, agencias de prensa, agencias de publicidad, revistas y prensa diaria y fotógrafos hay que añadir a los miembros del CERMI, al equipo directivo de El Diario Montañés, dirigentes de la Asociación de la Prensa, y personas con discapacidad y sus familiares. Poner de acuerdo a todos supuso un gran esfuerzo organizativo que se concretó en 25 reportajes que mostraron las muy diferentes caras de la discapacidad y la capacidad.

 

 

Las 25 piezas periodísticas se publicaron a lo largo del año 2014 y constituyen un catálogo de relatos sobre cómo viven las personas con disfunciones físicas, psíquicas o intelectuales, sus inquietudes y sus reivindicaciones: sirvieron para hacer reflexionar sobre los estereotipos y los tabúes que rodean a las personas "con otras capacidades", como dicen en el sector. En la actualidad, el CERMI está buscando un patrocinador para reunir en una publicación todas las historias.

 

Estas se plantearon con sencillos pero ambiciosos objetivos. Primero, se trataba de hacer visible la discapacidad, para normalizarla, para hacerla llegar a los lectores de El Diario Montañés con claridad, sin dramatismos, sin paternalismos y con el lenguaje adecuado. A los profesionales de la comunicación se les pidió que no cayeran en lugares comunes ni en estereotipos. Y, más importante, se les solicitó que se fijaran en las personas que se iban a encontrar y, solo después, en sus discapacidades.

 

Arruti señala que la sociedad suele ver a estas personas con una connotación negativa, como una carga, "a veces como a héroes y a veces como a víctimas y, generalmente, con un poco de paternalismo". Superar estos conceptos ya antiguos era otra meta de 'No solo discapacidad', proyecto al que El Diario Montañés se sumó desde la génesis porque su director, José Miguel Santamaría, consideró muy interesante una idea que "nos permitiría conocer la realidad de la discapacidad y, también, que las personas con discapacidad nos conocieran un poco más a nosotros".

 

Santamaría está "muy orgulloso" de haber podido reunir en torno a El Diario Montañés a 25 profesionales de otros medios (otros 15 fueron trabajadores del rotativo) "lo que ha permitido alcanzar a la serie la categoría que tiene".

 

Rocío Fernández, de la agencia Europa Press, es una de las profesionales que se apuntaron al proyecto "por convicción personal". A Fernández le tocó contar la vida de Sara Crespo, una cántabra pionera en proyectos de cooperación con niños sordos en la India: Sara es una profesora también sorda y con graves problemas de visión y relatar su peripecia como cooperante supuso para la periodista "todo un reto, en lo personal y lo profesional". Fernández cree cumplido el objetivo del proyecto porque "nos ha servido para acercarnos a personas diferentes, para conocer sus dificultades y sus enormes capacidades y, sobre todo, para enfrentar con más sensiblidad las noticias, cuidando cada palabra, cada expresión que utilizábamos".

 

 

Con otros medios, también tuvieron que hacer ese ejercicio los fotoperiodistas. Javier Rosendo, uno de los 12 participantes, señaló que los fotógrafos "nos planteamos muchas situaciones" a la hora de dar información con una imagen. "Y a mí, esta oportunidad me supuso poder comunicar poniéndole ojos a los que no ven y pasos a los que no pueden andar".

 

Todo tiene que ver con los nuevos conceptos sobre la discapacidad. La presidenta del CERMI aspira a que "se comprenda que son los entornos, sus barreras, y ciertas actitudes, lo que nos limita". Su discurso está totalmente en línea con lo establecido en la Convención Internacional sobre Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que se firmó en 2006, fue ratificado por España en 2008 y que está en proceso de ser asumido por las leyes cántabras.

 

Esta visión transformadora invita a potenciar las capacidades de las personas y a favorecer en la medida de lo posible su autonomía personal, lo que significa un incremento de los apoyos vitales. También invita a desterrar el lenguaje limitante que ha rodeado a la discapacidad desde siempre. Y para empezar a superar estas viejas ideas establecidas es fundamental encontrar aliados dentro de los medios de comunicación, importantes como correa de transmisión social. En este contexto nació el proyecto ahora premiado.

 

 

Pero, para conseguir el cambio social, el CERMI trabaja en muchos frentes. Por ejemplo, el año pasado, un informe de la Universidad de Cantabria (elaborado por José Ignacio Solar y Olga Sánchez) determinó que en 21 leyes autonómicas se han detectado 90 puntos susceptibles de ser mejorados para adecuar las normativas regionales a los nuevos postulados internacionales.

 

Introducir estas modificaciones sería importante para las alrededor de 40.000 personas con alguna discapacidad que residen en la región, quienes al tiempo que ven crecer ligeramente la conciencia social sobre sus problemas, han visto ir para atrás derechos ya adquiridos (en forma de recorte de prestaciones) en los años que dura la crisis económica.

 

Según asegura Mar Arruti, en esta última legislatura se había trabajado "mucho y bien" con el equipo de la consejera María José Sáenz de Buruaga.

 

El CERMI tiene que esperar ahora a que se consume el cambio de Gobierno para saber si todo lo avanzado con el último Ejecutivo será igualmente válido para el entrante. La espera, tras este reconocimiento, es más llevadera.