"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Acceso universal
El Gobierno constata carencias en la accesibilidad de teatros y espacios culturales de Madrid
21/04/2021
La Oficina de Atención a la Discapacidad (Oadis), dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha constatado en un informe la falta de accesibilidad en teatros y otros espacios culturales de Madrid, y que provoca que muchas personas con discapacidad vean limitado su acceso a la cultura.
“Estamos hablando de un derecho de acceso a la cultura, al ocio y al recreo. Si a las personas se les impide o se les cercena ese derecho, se les imposibilita buena parte de su actividad humana”, denunció en declaraciones a Servimedia el presidente del CERMI de la Comunidad de Madrid, Óscar Moral.
Este informe tiene lugar tras una denuncia del CERMI en la que recogía posibles vulneraciones de la Ley de Accesibilidad Universal, que, desde el 4 de diciembre de 2017, obliga a que todos los edificios y espacios sean accesibles a las personas con discapacidad o movilidad reducida en aquellas edificaciones existentes antes del 4 de diciembre de 2010.
Esto incluye a teatros, cines, salas de conciertos y otros espacios analizados en el informe como la plaza de toros de Las Ventas. Tal es el escaso compromiso con la accesibilidad, que muchas de las cartas enviadas a las instituciones culturales para recabar información fueron devueltas, con varios teatros e instituciones que obviaron una respuesta.
Los espacios que ni tan siquiera contestaron a la petición del informe sobre accesibilidad fueron el Teatro Alfil, el Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach, el Teatro Nuevo Alcalá, el Teatro Nuevo Apolo, el Teatro Príncipe Gran Vía, el Teatro Reina Victoria, la Plaza de Toros de las Ventas y la Sala Riviera.
Entre quienes sí aportaron información sobre su accesibilidad, se han detectado carencias como que muchas taquillas no cumplen las condiciones de accesibilidad previstas en el Código Técnico de Edificación o la ausencia de un itinerario accesible para entrar en el edificio de forma que personas con discapacidad puedan acceder fácilmente.
Además, como recoge el informe de la Oadis, “se utilizan rampas móviles cuando puede ser posible la ejecución de obras de accesibilidad”, mientras que se detecta la “ausencia de barandillas en escaleras anchas”.
Asimismo, muchos aseos siguen sin ser accesibles y, en ocasiones, los teatros no cuentan con bucle de inducción para que las personas con discapacidad auditiva puedan recibir información y comunicarse, mientras que el número de plazas en las gradas para personas con discapacidad es “insuficiente”.
POSIBLES SANCIONES
Para Óscar Moral, “se está impidiendo a las personas con discapacidad y a sus familias, porque muchos acudimos con otras personas a los conciertos o al teatro, acceder a la cultura. Se está cercenando una parte importante de la vida a una parte de la población, y eso no es baladí”.
Según la información recabada por la Oficina de Atención a la Discapacidad del Ministerio, “en general, hay disposición a solucionar los problemas de accesibilidad” entre los teatros, mientras que hay casos en los que se escudan en “la existencia de dificultades por tratarse de edificios protegidos o con una construcción muy antigua” que impide realizar reformas de accesibilidad.
Algunos espacios culturales como los cines del Palacio de la Prensa y la Sala Galileo Galilei están tramitando un proyecto de reforma que se ajustará a la normativa de accesibilidad, por lo que el Ministerio de Derechos Sociales se ha comprometido a “realizar un seguimiento de este expediente en el plazo de cuatro meses”.
En otros se plantean problemas de carácter técnico que se derivarán al Ayuntamiento de Madrid, que tiene la competencia para valorar las condiciones de accesibilidad de estos edificios y de comprobar “si procede requerir las medidas o ajustes razonables” e, incluso, “el inicio de un procedimiento de infracciones y sanciones”.
Para el presidente de CERMI en la Comunidad de Madrid, todo esto “pone en evidencia que, lógicamente, la situación de estos espacios no es lo suficientemente adecuada” y tienen “una clara falta de accesibilidad”, cuando “hay medios suficientes para que todas las personas puedan acudir en igualdad de condiciones a estos espectáculos”.