Pero esto no son matemáticas. Los mensajes criptográficos de intenciones o voluntades, unas veces fríos, otras vehementes, contrastan con las importantes consecuencias humanas que su puesta en práctica conllevaría.

 

Debemos evitar errores cometidos en el pasado, en momentos concretos y al albur de prejuicios inadmisibles, incompatibles con una conciencia nacional y de política de defensa seria, y no dejarnos llevar por la remoción de conciencias oportunistas mediáticamente que, con asiduidad, se diluyen en cortos espacios de tiempo. Estamos acostumbrados a que determinados temas, que la sociedad percibe como cuestiones de Estado, sean utilizadas de manera partidista y se conviertan, con el paso de los años, en un tobogán de decisiones que socavan la importancia y credibilidad del propio Estado.

 

Un país, como así lo ha defendido siempre ACIME (Asociación Española de Militares y Guardias Civiles con discapacidad), no se puede permitir dejar de lado a unos ciudadanos de uniforme cuyas capacidades han cambiado para acciones muy concretas y limitadas y no aprovechar sus múltiples valores y competencias. No nos lo podemos permitir. Demos opción, al menos, de elegir. Son formas sencillas de generar esperanzas y sinergias positivas con aquellos que no demandan, que tratan de cumplir su misión personal y profesional de la forma más honesta pero convencidos de que no les dejarán en la estacada.

 

Muchos de los que ahora, después de las palabras del nuevo ministro, se sorprenden de la pasividad de nuestra sociedad -pero no de nuestra institución-, ante aquéllos que pierden parte de sí mismos cumpliendo las misiones que les son encomendadas, tenían responsabilidades en esos años y eran ajenos a la aflicción que sacudía a esas personas. Se han necesitado lamentos y quejas en voz alta y clara, y la acción de ACIME y del CERMI, pertinaz y constante a lo largo de los años, para que se plantee el problema con el compromiso y clamor del “tenemos que hacer algo”.

 

¿Cuántos heridos del Servicio Militar Obligatorio se fueron a casa con una discapacidad? ¿Alguien que no haya sido ACIME les ha acogido y apoyado?, ¿alguien les ha recordado y homenajeado en los fastos del 10 aniversario celebrados en 2011? ¿Cuántos heridos han adquirido una discapacidad, tanto dentro o fuera de España, en más de veinte años que llevamos participando en misiones internacionales?

 

Podría dar muchos ejemplos a día de hoy, coetáneos con las llamadas de la conciencia, en que se siguen adoptando decisiones y resoluciones totalmente contrarias a lo que se manifiesta. Temas denunciados hasta por cuestión de derechos humanos como el tema de los suboficiales y la escala auxiliar del Ejército de Tierra. Temas como ascender a un cabo a cabo 1º sin coste económico para el Estado y que solo supone una satisfacción al militar herido. Cuestiones como la existencia del TEPT y sus consecuencias, con la que algunos, afortunadamente los menos, llegarán a adquirir una discapacidad permanente. Palabras contrapuestas a la realidad cotidiana que nos mantienen recelosos en espera de ver cumplidas las promesas. ¿Quién no siente envidia sana al ver, en países que a todos nos vienen a la mente, el trato a sus mutilados, a sus militares con discapacidad? ¿Qué grupo social, qué movimiento, no les apoya y protege? 

 

Sería inaceptable que cayéramos en soluciones fáciles y perecederas. Enfoquemos el tema desde una perspectiva integral, con visión de futuro, como cuestión nacional, como cuestión de principios y valores de nuestra sociedad, como Cultura de Defensa. 

 

ACIME y el CERMI, como representación de la discapacidad organizada, lo vienen reclamando desde hace años. Apostamos por un modelo que desarrolle el progreso individual de esas personas heridas sin más condicionantes que sus propias decisiones individuales en términos de igualdad de oportunidades con sus compañeros y contemplando una verdadera integración social y laboral. De otra forma volveremos al pasado sin haber aprendido la lección e ignorando de nuevo los “dolores del alma” de esas personas que en la actualidad se vuelven a sentir ilusionadas. 

 

Son de agradecer las palabras de S.M. El Rey y del Ministro durante la Pascua Militar y posteriormente durante la comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso al igual que los compromisos esperanzadores de solución que nos trasladó la Subsecretaria de Defensa. Quedamos a la espera.

 

Y segun Terencio, …………… cuanto mas que ya se va dando orden como se entretengan y remedien los soldados viejos y estropeados, porque no es bien que se haga con ellos lo que suelen hacer los que ahorran y dan libertad á sus negros cuando ya son viejos, y no pueden servir, y echándolos de casa con título de libres, los hacen esclavos de la hambre, de quien no piensan ahorrarse sino con la muerte. (Don Quijote de la Mancha)