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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 22 de mayo de 2020cermi.es semanal Nº 392

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

Ignacio Fernández. Presidente de CERMI Cantabria

"Nuestra voz, la de la discapacidad, es imprescindible e incuestionable que esté presente en la reconstrucción"

22/05/2020

Rafael Olea

Tras una dilatada trayectoria en la discapacidad (Salud Mental), Ignacio Fernández accedió el pasado mes de febrero, justo antes del inicio de la pandemia, a la presidencia de CERMI Cantabria. Aunque esta comunidad autónoma es una de las menos afectadas, precisa que las entidades “han tenido que reinventarse en un periodo extraordinariamente corto para seguir prestando servicio a través de teleasistencia y otras acciones”. De cara al futuro, sus dos grandes prioridades son garantizar la salud y los derechos de las personas con discapacidad. Además, anuncia, “aunque se avecine una época difícil”, una intensa actividad de interlocución con el Gobierno de Cantabria porque "nuestra voz, la de la discapacidad, es imprescindible e incuestionable que esté presente en la reconstrucción"

El presidente del CERMI Cantabria, Ignacio Fernández Allende.Cantabria es una de las comunidades autónomas con menor afectación por el coronavirus. ¿A qué se debe esta positiva situación?
 
Así es. Afortunadamente, Cantabria no ha sido de las comunidades autónomas con una mayor incidencia con el coronavirus. Además, posiblemente muchos de los casos fueron importados porque mucha gente vino a sus segundas residencias cuando se anunció el confinamiento. Incluso hubo atascos en la autopista que nos une con el País Vasco.
 
Lo cierto es que apenas ha habido contagios, y no tenemos constancia dentro del colectivo de personas con discapacidad. En la mayoría de las entidades y residencias de discapacidad no hubo ninguno, aunque sí mucho temor.
 
Esta situación se debe, básicamente, al compromiso que tenemos en las entidades de la discapacidad y nuestra gran cercanía con estas personas y sus familiares, lo cual motiva que cualquier problema enseguida se detecte. También, debido a que, al más mínimo contacto o sospecha, se han tomado medidas. Todo esto, debido a la baja tasa de contagio en Cantabria, ha motivado que tengamos esta buena situación en las residencias de la discapacidad y los centros de día, en los cuales acabó la asistencia presencial el 14 de marzo.
 
Tras acabar la asistencia presencial por el confinamiento, ¿qué medidas han tomado en las residencias de la discapacidad y los centros de día para poder continuar su labor?
 
Lo cierto es que nuestras entidades han tenido que reinventarse y, además, en un periodo extraordinariamente corto. Todo, para seguir prestando servicio a las personas con discapacidad a través de teleasistencia y otras acciones. Además, se han rediseñado algunos de los programas que se estaban prestando.
 
Todas estas nuevas acciones han contado con un seguimiento que se realizaba diariamente. Lo cierto es que ha sido más arduo el trabajo que se ha estado realizando en estos días, que el que se llevaba a cabo en los centros presencialmente antes del confinamiento. Gracias a todo este esfuerzo, se han conseguido estos resultados. Un aspecto a destacar es que nos ha sorprendido el extraordinario comportamiento en este periodo tanto de los usuarios y familiares como de los profesionales.
 
No obstante, también hay que señalar que, pese a las medidas implementadas, en algunos casos se ha detectado deterioro cognitivo en algunas personas durante el confinamiento, y esto se notará cuando se reincorporen a los centros de día. De todos modos, considero que, si no se hubieran desarrollado estos servicios de teleasistencia por parte de las asociaciones, seguramente los resultados serían mucho peores.
 
¿Cómo está siendo el nivel de interacción con el Gobierno de Cantabria? 
 
Lo cierto es que la Consejería de Sanidad ha estado bastante ausente. No se ha puesto en contacto con el movimiento del CERMI Cantabria. En cambio, con la Consejería de Empleo y Políticas Sociales el contacto ha sido permanente, hay muy buena interacción y contacto asiduo, casi diario, con las entidades de la discapacidad. 
 
Con Políticas Sociales hay buena sintonía. Eso no quiere decir que no discrepemos en la forma en que se pretende abordar el pago de las plazas concertadas que por la vía de la indemnización está ocasionando graves perjuicios económicos a las entidades.
 
En la actualidad estamos trabajando en la reapertura de los centros de día y hemos mantenido reuniones para diseñar la desescalada, donde se nos ha otorgado autonomía para que cada centro proponga un protocolo para su vuelta a la actividad, propuesta que deberemos consensuar con ellos y con Salud Pública. 
 
Por ejemplo, tendremos que estudiar cómo alternar los servicios presenciales y de teleasistencia y asistencia domiciliaria que prestan los centros cuando puedan abrir, porque estos no tienen la superficie suficiente para que se reincorporen a la vez todos sus usuarios manteniendo las distancias de seguridad. Está por ver si la reincorporación se produce de forma escalonada o alternando la atención presencial y a distancia. Además, habrá que mantener la teleasistencia para quienes no puedan acudir, además de flexibilizar el trasporte.
 
Ha dedicado gran parte de su vida a trabajar a favor de las personas con discapacidad. ¿Cómo y por qué decidió formar parte activa de las organizaciones de la discapacidad?
 
Como muchas personas que estamos en este movimiento, ha sido un familiar el que nos ha llevado a él. En mi caso, comencé como asociado de Salud Mental Cantabria porque solo estaba los fines de semana en Santander, ya que mi trabajo me mantenía alejado de Cantabria
 
Desde 2012, pude dedicar más tiempo a esta labor e ingresé en la Junta Directiva de esta asociación como vocal. En 2015, accedí a la presidencia de Salud Mental Cantabria, cuando cesó en su labor el anterior presidente. Hicimos una transición muy fluida y en 2019 renové el mandato.
Ignacio Fernández Allende, presidente de CERMI Cantabria.
En CERMI Cantabria estaba dentro del Comité Ejecutivo y cuando la anterior presidenta decidió no seguir en el cargo, el resto de compañeros pidieron que diera un paso adelante. Al final, lo hice, en esta época convulsa, para avanzar y trabajar para el CERMI y toda la discapacidad organizada.
 
¿Cuáles son sus las principales líneas de actuación que quiere desarrollar como presidente de CERMI Cantabria?
 
La prioridad en esta época es, primero, la salud de todas las personas que componen el movimiento asociativo, pero con especial incidencia en nuestros centros, profesionales, usuarios y familias. En segundo lugar, destaco la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, pues como hemos visto, ha habido serios intentos de cercenarlos. 
 
Por ejemplo, todos sabemos lo que ha pasado en las UCI, como bien describió el director general de discapacidad, Jesús Celada
 
Una vez solventadas estas prioridades, la sostenibilidad no debe verse perjudicada por el aumento del gasto y la disminución de ingresos y se debe avanzar en el resto de prioridades y objetivos.
 
¿Y cuáles son estas prioridades y objetivos a conseguir tras garantizar la salud y los derechos de las personas con discapacidad?
 
La primera sería desarrollar un modelo específico de servicios sociales para personas con discapacidad, que este sea sostenible y centrado en la persona con el objeto de promover su autonomía, ejercicio de derechos y participación en la comunidad. Para ello, hay que aprobar una normativa coherente con esta finalidad y que sea sostenible. En este sentido, hay una normativa que tenemos impugnada en el juzgado porque de mantenerse en vigor significaría la práctica desaparición de las organizaciones. El compromiso con el Gobierno de Cantabria era el de consensuar un nuevo marco legal antes del 30 de junio, pero se ha postergado por la pandemia y no esperamos que entre a vigor hasta finales del año 2020.
 
Además, hay que diseñar un plan de acción de acceso a nuevas vías de financiación, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad y las vías de ingresos del CERMI Cantabria y de todas las organizaciones de la discapacidad cántabras.
 
El CERMI Cantabria forma parte del Consejo Económico y Social de esta comunidad autónoma desde febrero. ¿Qué importancia tendrá esto en las políticas de reconstrucción?
 
Lo cierto es que veo con optimismo el futuro por una razón, porque desde el CERMI Cantabria tenemos mucho que decir en los asuntos económicos y sociales que se proyecten y aprueben en nuestra comunidad. 
 
Efectivamente, desde febrero hemos pasado a formar parte del Consejo Económico y Social de Cantabria. Esto motivará que se cuente con nosotros y, aunque se avecine una época difícil, nuestra voz, la de la discapacidad, es imprescindible e incuestionable que esté presente en la reconstrucción.
 
¿Qué otros asuntos plantea abordar el CERMI Cantabria?
 
Quedan por materializar asuntos importantes que todavía no se han impulsado, como la implantación de forma efectiva de las medidas incluidas en la Ley de Garantía de Derechos de las Personas con Discapacidad de Cantabria, así como materializar el Consejo Autonómico de la Discapacidad como órgano de seguimiento. Este, que es una prioridad, tenía que estar aprobado en junio de 2019, pero no se ha desarrollado todavía. 
 
Además, desde el CERMI reclamamos constituir la Comisión Permanente y Legislativa de Discapacidad. Esta, que ya existe con carácter permanente algunas comunidades autónomas, es un importante objetivo que, sin ninguna duda, tenemos que lograr esta legislatura en Cantabria. 
 
En materia de accesibilidad universal necesariamente tenemos que exigir su implantación en plazos inmediatos en todos los estamentos, con especial incidencia en la información y comunicación dando impulso a formatos de lectura fácil, braille, lengua de signos, subtitulado o adaptados a las nuevas tecnologías. Aunque se han producido grandes avances, tenemos que estar pendientes de seguir avanzando en los derechos de las personas con discapacidad.
 
En materia laboral, un problema que debemos afrontar es garantizar la sostenibilidad de los Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social (CEEIS). Nos preocupa porque hay demasiados empleos en juego en estos momentos. Otro aspecto que queremos abordar es un Plan de Acceso a la Justicia y al Ejercicio de la Capacidad Jurídica, con un modelo específico de apoyos.
 
También tenemos que garantizar con recursos el apoyo a los centros educativos, para que puedan trabajar con plena operatividad y materializar la inclusión; así como tener en cuenta a la discapacidad de manera trasversal en las políticas de apoyo a la mujer.
 
Finalmente, estamos en el buen camino, pero todavía queda. Como punto final, considero prioritario continuar con el despliegue de marca, imagen e incidencia política y social de CERMI Cantabria. La sociedad de nuestra comunidad autónoma reconoce nuestra labor y valora lo que hacemos, pero la voz de la discapacidad tiene que llegar todavía a más gente, hasta el último rincón.
 
Son muchos e importantes los objetivos que se marca como metas.
 
Así es, encima en época no fácil. Precisamente porque estamos seguros que hemos demostrado a la sociedad lo que es capaz de realizar el movimiento de las personas con discapacidad, es el momento de que podamos tener mayor trascendencia. Ganas no nos faltan.
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