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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 13 de junio de 2014cermi.es semanal Nº 127

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

Jesús Flores, director gerente de la Fundación Carlos Martín

“Tenemos la obligación legal, y desde luego ética, de hacer lo que sea para que nuestra gente trabaje”

09/06/2014

Blanca Abella

Son ya 39 años de lucha, pero Jesús no se agota, no desiste ni se rinde. Todo lo contrario, si cabe pone más fuerza y énfasis en su declaración de intenciones y de principios. La ética va por delante, o debería ir, pero a falta de ésta, reclama la ley y el derecho. “No lo vemos así, pero cada vez que no hacemos un esfuerzo para que una persona con discapacidad intelectual que puede trabajar, lo haga, estamos atentando contra sus derechos”.

Jesús Flores, director gerente de la Fundación Carlos Martín¿Qué vías o caminos hay para el empleo de personas con discapacidad intelectual actualmente?
 
Realmente, para las personas con discapacidad intelectual entendemos que habría que hacer una reformulación seria y profunda de lo que son los Centros Ocupacionales y del papel que tienen que jugar en las carreras profesionales de las personas. En la Fundación Carlos Martín ahora estamos con Fundación ONCE en un estudio de un proyecto que se llama “uno a uno”. Este proyecto busca poner en práctica lo que hacemos en muchos Centros Ocupacionales, que es preparar perfiles profesionales que demanda el mercado según un programa de entrenamiento y unos apoyos personal y familiares para dar el salto al empleo, al menos al empleo en CEE. Hace tiempo que se propuso este programa a Fundación ONCE y los resultados están siendo espectaculares. 
"Trabajamos bajo la filosofía y la práctica de los itinerarios personalizados de inclusión, que es como hay que trabajar"
 
¿Cómo se llegó hasta ahí?
 
Primero se hizo un análisis del sector, en el que nos llevamos una gran sorpresa al comprobar que apenas hay tránsito de los Centros Ocupacionales al empleo. Lo que hoy ofrece esta fundación es un abanico de posibilidades en el que intentamos que la persona encuentre su camino. De hecho trabajamos bajo la filosofía y la práctica de los itinerarios personalizados de inclusión, que es como hay que trabajar. Lo que intentamos es tener desde lo más básico, que es el Centro Ocupacional, con formaciones absolutamente básicas de cara al empleo, pasando por la búsqueda activa de empleo, trabajando en Internet y en redes sociales la búsqueda activa de empleo... Tiene que haber este abanico de posibilidades, pero sobre todo tiene que haber voluntad, que es lo que falta.
 
¿Cree que la falta de voluntad es el principal obstáculo para el empleo?
 
Sí. Y las familias y las propias organizaciones, que a veces se acomodan. Nosotros creamos el Centro de Intermediación Laboral y nos hemos calificado como agencia de colocación. Dirigimos nuestro trabajo fundamentalmente a personas con discapacidad intelectual pero también a otro tipo de discapacidades, como enfermedad mental o parálisis cerebral.
 
La agencia busca candidatos para el CEE o para la propia fundación pero también para empresas del mercado abierto. En 2013 hemos colocado unas 50 personas en el mercado abierto. Parece que no son muchas pero para una organización pequeña como la nuestra, no está mal.
 
"Las empresas, y los CEE, contratan al mejor de entre los candidatos, y muchas veces nuestra gente no es la mejor o no es inicialmente la mejor, o la que inicialmente es más competente"
 
Según los datos de los últimos años, en plena crisis, se crea empleo para personas con discapacidad.
 
Los CEE son los que tiran de eso y las bonificaciones, son las que tiran de esta contratación. En estos tiempos de crisis las bonificaciones vienen fenomenal. Pero me gustaría conocer bien las cifras de esos empleos, porque tengo mis dudas de que realmente esto afecte a los grupos con especiales dificultades de acceso al empleo (discapacidad intelectual, enfermedad mental, parálisis cerebral, discapacidades físicas o sensoriales con más del 65% y mujer con discapacidad), porque obviamente las empresas, y los CEE, contratan al mejor de entre los candidatos, y muchas veces nuestra gente no es la mejor o no es inicialmente la mejor, o la que inicialmente es más competente. 
 
En la agencia de colocación, a menudo, nos dice que no quieren discapacidad intelectual ni enfermedad mental. 
 
"Ahora está muy de moda la autonomía y autodeterminación de las personas con discapacidad intelectual, pero no hay autodeterminación sin dinero"
 
¿Cómo reacciona una persona, una organización o un sistema, ante una respuesta semejante?
 
Un derecho es un derecho y por lo tanto no es algo alienable y más el derecho al trabajo, que es un derecho fundamental. Entonces, no estamos legitimados para no hacerlo, tenemos la obligación legal, ética desde luego, de hacer lo que sea para que nuestra gente trabaje y no lo hacemos. Ahora está muy de moda la autonomía y autodeterminación de las personas con discapacidad intelectual, pero no hay autodeterminación sin dinero. 
 
"Lograr la discriminación positiva, que luego se llamó acción positiva, fue un hito, y es un elemento absolutamente fundamental para que nuestra gente trabaje"
 
¿Y cómo se puede solucionar o al menos seguir intentándolo?
 
Llevo 39 años en el sector, desde los 16 años trabajo con personas con discapacidad intelectual y el problema siempre es el mismo, porque los problemas de fondo no se atajan. 
 
Gracias a Luis Cayo Pérez Bueno en el Segundo Plan Nacional de Acción para el Empleo se incluye la discriminación positiva, que luego se llama acción positiva, y esto es un hito. Y eso se queda en nada porque muchas comunidades autónomas, como la de Madrid, sacaron durante dos años la convocatoria de unidades de apoyo, que era una gran unidad de discriminación positiva y la han retirado. Y no pasa nada. Y no nos preocupa. Y es un elemento absolutamente fundamental para que nuestra gente trabaje. Está en Galicia, Cataluña, País Vasco, Navarra, Castilla y León... cada uno con su formato, pero todos siguen financiando en mayor o menor medida la unidad de apoyo. 
 
Entonces siguen faltando algunas voluntades.
 
Cuando el CERMI se armó con eso, que lo hizo muy bien, aquello se abrió. Y los enclaves laborales son un elemento que luego no se ha utilizado mayoritariamente pero es una herramienta para la empresa y para el CEE fantástica. Y las empresas con las que esta casa trabajó a nivel de enclaves laborales, que hoy siguen vivos, todos los enclaves que se crearon hace ya 12 años siguen vivos porque son útiles para las personas, para la empresa y para el CEE. Era una medida de discriminación que estaba bien planteada. Es una lástima porque aquello fue el germen de lo que podían haber sido las medidas de acción positiva, que tenían que haberse seguido desarrollando y haberse exigido de manera radical por el sector. Es un atentado contra los derechos de las personas con discapacidad intelectual. No lo vemos así, pero cada vez que no hacemos un esfuerzo para que una persona con discapacidad intelectual que puede trabajar, trabaje, estamos atentando contra sus derechos. 
 
Y todo esto es lo que hay cambiar de manera significativa. 
 
"Buscamos una fórmula adecuada para cada persona"
 
¿Cuántas modalidades de empleo hay?, ¿no son demasiadas?
 
Cada persona es un mundo e intentamos tener el máximo de oportunidades. Hay gente a la que el empleo con apoyo le va bien y hay gente que nunca saldrá de un CEE. Nosotros tenemos un CEE y hacemos empleo con apoyo. El año pasado colocamos a siete personas con síndrome de Down en una cooperativa educativa a través del empleo con apoyo y en colaboración con otras organizaciones.
 
Buscamos una fórmula adecuada para cada persona, según dónde pueda encajar cada uno o según lo que pida una empresa. En el proyecto “uno a uno” que tenemos con Fundación ONCE intentamos generar una herramienta de trabajo, basada en un proceso elaborado, muy analizado y muy definido, de tal manera que la persona tenga éxito. 
 
¿Están las empresas más sensibilizadas con la inclusión laboral, o se sienten más obligadas legalmente?
 
Hay muchas empresas preocupadas por cumplir el dos por ciento, pero no creo que estén ahora más sensibilizadas. Y la presión de algunas administraciones es lo que ha hecho que se cumpla más con ese dos por ciento. Y me parece muy bien. 
 
Según algunas grandes empresas que contratan servicios con CEE, se ha logrado mejorar mucho en calidad y profesionalidad. Los CEE, ¿son más competitivos ahora? 
 
Se ha invertido en formación y en equipamiento. Es más importante invertir en tecnología y en procesos que en cobertura de salarios. Eso es lo que ha hecho que muchos CEE estén donde están y sean competitivos. 
 
"Que las empresas no cumplan con el 2, sino con un 4 por ciento, y ahí sí que estarían entrando en una responsabilidad social"
 
También parece favorable para al empleo la colaboración de las administraciones públicas con la contratación socialmente responsable, ¿no es así?
 
Por la vía del derecho, o de los hechos, pero que la persona trabaje. Por supuesto. Pero se puede ir más allá, que las empresas no cumplan con el 2, sino con un 4 por ciento, y ahí sí que estarían entrando en una responsabilidad social, ya no es el cumplimiento de la ley. Lo podrían hacer todos. Aunque es verdad que todavía el colectivo de personas con discapacidad adolece de base formativa en términos globales, pero hoy por hoy... nosotros tenemos una base de 1.400 personas y hay gente con estudios superiores y otros que no tienen nada. En todas las empresas hacen falta personas con mucha cualificación y con cualificación muy básica, y entre medias, un montón de personas. Es un tema de voluntad. 
 
"La economía tendría que estructurarse como economía social en todos los ámbitos y ya nos cantaría otro gallo"
 
En este mundo hipercapitalista, hipercompetitivo, cruel en términos de empleo, los débiles tienen todas las de perder. A pesar de todo, hay que seguir trabajando. La economía tendría que estructurarse como economía social en todos los ámbitos y ya nos cantaría otro gallo a todos los niveles. Pero mientras tanto, si hay que colaborar con multinacionales, sería tontería no hacerlo.
 
¿Todo ha empeorado con la crisis? No solo son problemas económicos.
 
En el mundo de la discapacidad nunca se llegó a tener todos los derechos y hemos ido marcha atrás en ese camino. El panorama ahora es muy oscuro para las personas con discapacidad.
 
¿Qué caminos hay que seguir ahora?
 
Tenemos que ser creativos. Creo que se está tendiendo a una yanquización en nuestras organizaciones, donde tenemos que meternos en temas de captación de donaciones privadas y demás. Esto de las donaciones y las subvenciones de empresas lo que hacen es subjetivizar mucho la selección de la gente. 
 
Y percibimos que en ese nivel de captación del mundo empresarial está reservado casi para las grandes organizaciones, por eso somos partidarios de la fusión de entidades del colectivo de la discapacidad. No puede haber casi 800 organizaciones. Tendría que haber 100. Es una barbaridad.  Si aglutinásemos más, si hiciésemos más economía de escala nos iría mucho mejor. Además esto ya está inventado, el mundo empresarial lo sabe al dedillo y es lo que hace. 
 
Nosotros lo vamos a intentar de nuevo en nuestro nuevo plan estratégico de este año, como línea estratégica la búsqueda de aliados para fusionarnos. 
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