25 Aniversario del CERMI

José Julián Barriga. Primer dircom del CERMI

"En la actualidad resulta difícil distinguir el periodismo de las ideologías"

07/01/2022

Rafael Olea

“La España actual, en muchos aspectos, poco tiene que ver, para bien y para mal, con aquella otra de finales del siglo XX” que dio origen al CERMI, precisa Julián Barriga, ex director general de Servimedia y primer director de Comunicación (dircom) del CERMI. Periodista con una dilatada e intensa trayectoria, destaca cómo ha cambiado –para bien– la visibilidad de la discapacidad en los medios, aunque –para mal– señala la evolución de la Prensa: “Los periodistas éramos más libres e independientes de que lo somos ahora. Podíamos ejercer nuestro oficio sin las injerencias políticas y sociales que se sufren actualmente”.

El CERMI cumple 25 años. ¿Cómo recuerda aquella etapa?

La recuerdo lógicamente con agrado, con la satisfacción de haber colaborado modestamente a potenciar la imagen de las personas con discapacidad en la sociedad y, sobre todo, a crear entre mis compañeros de los medios de comunicación el interés hacia un sector al que sólo trataban esporádicamente y no siempre con el debido respeto. Recuerdo también aquellos años porque me permitieron descubrir instituciones y personas que, al frente de las organizaciones de la discapacidad, realizaban una tarea espléndida y maravillosa. De aquellos años conservo la amistad con algunos de ellos que me enseñaron, no sólo a apreciar a las personas con discapacidad, sino a ejercer mi oficio con visión de solidaridad y de responsabilidad social. Permíteme que nombre a dos de ellos: Antonio Millán Moya y Rafael de Lorenzo García, pero podría engrosar mucho más la nómina de otros muchos que estuvieron en la avanzadilla de la creación del CERMI.

¿En qué hemos cambiado actualmente con respecto a aquella España de 1997?

La España actual, en muchos aspectos, poco tiene que ver, para bien y para mal, con aquella otra de finales del siglo XX. Los que procedemos de la generación de la Transición, a pesar de sus defectos -que los tuvo y los tiene- hemos cumplido con nuestra responsabilidad de colaborar a crear una sociedad más avanzada y solidaria. El CERMI es buena prueba de lo que trato de expresar. En aquellos tiempos era más fácil que ahora fabricar consensos y acuerdos. O al menos fueron personas con más habilitad para entenderse y respetarse.

¿Han cambiado el periodismo y los medios de comunicación actuales con respecto a aquel 1997 en el que se fundó el CERMI?

Lo siento por lo que voy a decir porque tengo un enorme aprecio a la gente joven. EL periodismo y los medios de comunicación eran no solo distintos, sino mejores que los actuales. Los periodistas éramos más libres e independientes de que lo somos ahora. Podíamos ejercer nuestro oficio sin las injerencias políticas y sociales que se sufren actualmente. Incluso teníamos un código de valores y una autoestima superiores. Teníamos un cierto rubor en confesar y sobre en todo en comportarnos como si fuéramos miembros de partido.  Existía un rechazo profesional a quien se manifestaran al servicio de intereses políticos. Periodismo y política no eran mundos compatibles. Y nuestros patronos, los editores, no estaban sometidos en tan alto grado como lo están ahora a las veleidades de los dirigentes políticos. En la actualidad resulta difícil distinguir el periodismo de las ideologías. En cierto modo, los medios de comunicación actuales recuerdan a aquellos periódicos del XIX que no eran otra cosa que instrumentos de los Partidos. Por eso valoro tanto a quienes siguen ejerciendo con independencia. Y creo que sé de lo que hablo. Me tocó estar en los años de la Transición “al otro lado de la mesa” …

¿Cuáles fueron los principales objetivos de Comunicación del CERMI en aquella etapa inicial?

Lo primero era demostrar que las personas con discapacidad existían, que representaban, ellos y sus familiares, una comunidad social muy numerosa e importante. Lo segundo fue tratar de que los medios de comunicación más influyentes conocieran a las personas que gobernaban las diferentes entidades del sector de la discapacidad y facilitarles un trato de confianza mutua. Organizamos encuentros con los medios de comunicación, jornadas de formación de portavoces, desayunos de trabajo, creación de revistas o Boletines, congresos, etc. No sé si en Servimedia conservarán la nominilla que le pagamos a una joven y brillante periodista de televisión por haber participado en una de aquellas jornadas de formación de portavoces. Aquella joven periodista de llamaba Letizia Ortiz Rocasolano. Hoy, creo que se llama reina de España. No teníamos “mal ojo” en aquellos tiempos…Recuerdo también una mañana paseando por el barrio madrileño de las galerías de arte hasta encontrar una escultura que nos sirviera para dar valor y prestigio a los Premios CERMI. Pero lo más importante de aquella etapa fue el apoyo del CERMI para formar e incorporar a la plantilla de Servimedia a alumnos con discapacidad. Hoy, son profesionales cotizados y de prestigio.

¿Ha cambiado la percepción de la discapacidad por parte de los medios de comunicación en estos 25 años?

Hombre sí, ¡vaya si han cambiado! Cuando comenzamos a dar soporte de comunicación a las entidades del sector en 1992, hacíamos a diario una especie de dossier con todo aquello que se publicaba en materia de discapacidad. Era un cuadernillo de unas cuantas páginas…Años después nos vimos obligados a suprimirlo y a extractarlo porque aquello parecía a diario un tomo de la antigua guía telefónica. El capítulo de fotocopias a poco que nos arruina…

¿Y de qué manera considera que ha evolucionado la comunicación de las entidades de la discapacidad?

Antes me refería a la frecuencia con la que ahora se abordan los temas de la discapacidad en los medios de comunicación. Pero no me olvido de la calidad y del respeto con los que, en líneas generales, se tratan. Y todo ello es fruto de la evolución que han tenido las organizaciones representativas del sector y especialmente de la labor de representación que ejerce el CERMI.

A nivel general, ¿se han cumplido los principales objetivos que llevaron a la creación del CERMI hace 25 años?

Valoro mucho la obra de los pioneros, de quienes fueron los primeros en proponer y dar solución a muchos problemas que arrastraba la sociedad durante siglos. Si no me fallara la memoria, me gustaría dar sus nombres, pero temo olvidarme de algunos, de aquel grupo de personas que fueron capaces de coordinarse para crear una de las plataformas representativas más potentes y eficaces de cuantas existen en España. E imagino, y en parte me constan, las dificultades que han tenido que superar para cohesionarse y presentar un frente unido al servicio de las personas con discapacidad. Yo creo que sí; que se han cumplido los objetivos de aquellos pioneros del CERMI. La prueba del éxito es la fortaleza de sus estructuras actuales y el prestigio del que goza en las institucionales del Estado. Creo, incluso, que en alguna de las conquistas que la discapacidad ha conseguido a nivel internacional, el CERMI ha tenido un papel destacado. Por supuesto que falta mucho por hacer. Pero el balance es espectacular

Tras una intensa e incansable carrera periodística, ¿sigue vinculado con el periodismo y con la discapacidad?

Veo los toros desde la barrera…Recuerdo que cuando, en 1992, comencé a explicar a mis colegas de los medios de comunicación el proyecto de potenciar un medio de comunicación especializado en información social, me decían a “qué cosas más raras te dedicas…”. Ahora me dedico a otras “cosas raras”, por ejemplo, a colaborar a potenciar la sociedad civil en la Comunidad Autónoma que más necesita desarrollo económico y social, a poner en valor el patrimonio cultural/histórico de un pueblo extremeño con extraordinarios recursos artísticos y monumentales. Conserva uno de los órganos más antiguos y valiosos de Europa, tiene una de las plazas porticadas rurales más bellas de España y tiene un legado histórico en América y en Filipinas prodigioso. Está en medio de esa España vaciada y en riesgo de convertirse en un lugar donde los viejos esperan que el tiempo vaya cumpliendo su designio. La pandemia me ha privado de seguir asistiendo semanalmente a las reuniones de un club de periodistas que durante más de cuarenta años nos hemos venido reuniendo con los protagonistas de la política y de la vida social de España. Sobre el mantel del Grupo Crónica la España real y política del último medio siglo ha estado abierta en canal… Atiendo, por supuesto, cuantos requerimientos me hacen desde el sector de la discapacidad. Pero soy consciente y feliz de confesarlo: mi tiempo ya ha pasado, aunque siga conservando la curiosidad de cuando me examiné de ingreso en la Escuela de Periodismo, una tarde de otoño de 1962.

Cuando echa la vista atrás, ¿cuáles son los principales éxitos que ha conquistado la discapacidad en estos 25 años?

Sin duda, la visibilidad. Todavía me admira y me reconforta cuando veo en las grandes superficies comerciales, en los grandes espacios de las ciudades, personas en sillas de ruedas, a personas ciegas caminando autónomamente, a intérpretes de lengua de signos en las televisiones. Y todo ello normalizado. Eso que hoy día nos parece tan normal, es fruto del esfuerzo que otros, al frente de las entidades representativas, han venido realizando en estos años. Yo he tenido el privilegio de ser testigo, y modestamente participado, en aquellas tareas pioneras y en mi estantería conservo, con orgullo y agradecimiento, una de aquellas esculturas que encontramos en una galería de la calle Claudio Coello. De los fundadores del CERMI yo aprendí cuanto sé de solidaridad y de compromiso social. Y de ello he ido viviendo.