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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 07 de octubre de 2016cermi.es semanal Nº 229

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Unión Europea

Convocatoria 'Hablamos de Europa' del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación

Refugiados y discapacidad ante una Unión Europea blindada

30/09/2016

Blanca Abella

Millones de refugiados buscan un hogar en el mundo, huyen de guerras y situaciones aterradoras, muchos pierden sus vidas en las aguas del Mediterráneo o el Mar Egeo, y muchos permanecen aislados, rechazados, en fronteras que levantan los países de este ‘primer’ mundo, de la Unión Europea. En esta mesa, ‘La atención a las personas refugiadas desde la visión de la discapacidad’, se hace una llamada a la solidaridad, los derechos humanos y a ese proyecto social que se supone que era esta Unión. Si la situación general es devastadora, apenas se puede imaginar cómo viven esta realidad las personas con discapacidad, o cuántos refugiados adquieren una discapacidad en este largo camino hacia ningún lugar. Faltan datos y faltan acciones, porque normas ya hay, y muy garantistas. Es hora de actuar.

Pilar Villarino, directora ejecutiva del CERMI y moderadora de esta mesa de debatePilar Villarino, directora ejecutiva del CERMI y moderadora de esta mesa de debate, explica que este encuentro, enmarcado en la convocatoria de programas ‘Hablamos de Europa’, financiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC), “está incluido en un programa que pretender acercar la UE a la ciudadanía y también conocer mejor cuáles son las políticas qué realiza cada una de  las organizaciones aquí representadas y qué le pedimos a la UE que haga para mejorar esa situación de atención a las personas refugiadas, que es una cuestión de vital trascendencia para todas las personas públicas y privadas y desde luego para el tercer sector de acción social, en el que se encuentra el CERMI”.
 
El CERMI ya hizo público su posicionamiento ante esta crisis y reclamó en primer lugar que se tuviera en cuenta la perspectiva de la discapacidad y las medidas de acción positiva que permitan atender esta realidad. Además, como explica Villarino, considera fundamental que las administraciones cuenten con las organizaciones representativas del sector.  
 
Las primeras cifras que se ponen sobre la mesa hablan de auténtica crisis, de escasa solidaridad, de hundimiento del proyecto social europeo… Según Juan Antonio Segura, director de la Fundación CEPAIM, “estamos asistiendo a la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y la estamos gestionando inadecuadamente”, y añade: “según el compromiso adquirido en la UE, teníamos que acoger en dos años en torno a las 17.300 personas y en este momento, casi cumplido un año, estamos atendiendo a unas 600 personas; el objetivo de la UE en su programa de reubicación y reasentamiento era acoger a unas 180.000 personas, solo llevamos 13.000 y esas 180.000 ya era una cifra claramente insuficiente”.
 
“Cuando miramos a la población con discapacidad entre esa población tan grande, no tenemos datos”, afirma An-Sofie Leenknecht, responsable de Derechos Humanos del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF, por sus siglas en inglés). “Tampoco tenemos idea sobre las personas con discapacidad que tuvieron que quedarse en Siria”, continúa, “sabemos que muchas personas refugiadas adquirieron una discapacidad a lo largo de la ruta, muchos refugiados adquieren un problema de salud mental a consecuencia de la guerra, del miedo, de la incertidumbre, de la ruta, y para nosotros es muy preocupante. Tenemos que hacer este debate en el ámbito jurídico internacional, que es la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad”.
 
Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación CERMI MujeresEn ese sentido, la preocupación de Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres, se acentúa aún más, ya que si no tenemos datos de la población con discapacidad en general, ¿qué podemos saber de las mujeres y niñas con discapacidad? “No tenemos demasiada información sobre cómo viven las mujeres y niñas con discapacidad esta situación. Hay unos 75 millones de personas refugiadas en el mundo en la actualidad, y se estima que el 60 por ciento son mujeres y niños y, según la OMS, el quince por ciento de estas personas tiene discapacidad, a los que hay que unir los que adquieren una discapacidad como consecuencia de esta situación”.
 
A lo largo de la historia se ha escrito y se ha hablado mucho sobre la experiencia de los hombres en estos estados de emergencia, “de cómo los hombres viven estas situaciones en asentamientos o en tránsito, cómo pierden sus funciones, se quedan sin mandato de género y algunos caen en situación de depresión, sin embargo no tenemos análisis de cómo lo viven las mujeres, aunque sí se ha detectado que en las situaciones de tránsito, en estos viajes, muchas mujeres son sometidas a agresiones de todo tipo, sobre todo a maltrato psicológico y físico, también agresiones sexuales, y las que presentan una mayor vulnerabilidad son las mujeres con discapacidad, principalmente la discapacidad intelectual y discapacidad psicosocial”, explica Caballero. 
 

Legislación garantista

 
La mesa reclama atender a las normas, cumplir con la legislación, incluso con el proyecto europeo. Así lo expresa Isabel Caballero: “Contamos con una legislación muy garantista en relación a las personas refugiadas, contamos con una Convención internacional de personas con discapacidad que directamente viene a reconocer que, en crisis humanitarias, hay que tener en cuenta cuál es la situación concreta de las personas con discapacidad, y hay que hacerlo con un enfoque de género, por lo tanto en la Fundación CERMI Mujeres estamos intentando dar visibilidad a esta situación y siendo conscientes de que estamos en una región del mundo que históricamente se ha vanagloriado de ser abanderado de los derechos humanos, de unos valores que han fundamentado la creación de una unión como la UE, sin embargo en esta situación los Estados se tiran la pelota unos a otros y se invierte mucho en crear murallas”. 
 
María Soledad Cisternas, presidenta del Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con DiscapacidadNaciones Unidas ha estado atenta desde hace tiempo a la cuestión de los refugiados con discapacidad, según relata María Soledad Cisternas, presidenta del Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “Naciones Unidas, ya desde 1951, cuenta con un Convenio o Convención sobre refugiados, que precisamente da sustento posterior al mandato del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados. Ya en declaraciones del año 2010 se refiere precisamente a la protección de derechos de refugiados y mencionan entre otras, a las personas con discapacidad. Con esto quiero decir que el sistema de Naciones Unidas ha estado atento desde hace tiempo al tema de refugiados y refugiadas con discapacidad y esto se ve reiterado por una declaración realizada ahora, el 19 de septiembre de 2016, en una reunión de Nueva York sobre la situación de refugiados y migrantes donde también se hace referencia a la situación y el especial cuidado que hay que tener hacia las personas con discapacidad en su condición de refugiados. En este contexto, la Convención de Discapacidad, que entró en vigor en 2008, entrega un sustrato jurídico más nuevo como tratado internacional donde un artículo específico se refiere a las situaciones de riesgo y emergencia humanitaria donde dice que debe aplicarse absolutamente el derecho humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos en este tipo de situaciones”.
 
“Sobre todo, que se cumpla la legislación vigente”. Así de contundente interviene de nuevo Juan Antonio Segura. “Si cumpliéramos la legislación tan garantista de personas refugiadas estaríamos en otra situación. En la Fundación CEPAIM planteamos fundamentalmente una propuesta, que se cumplan los acuerdos, en el ámbito de la UE no se está cumpliendo un programa de reasentamiento o reubicación. Necesitamos sustituir las palabras por hechos concretos, medidas, estamos saturados de buenas intenciones y de palabras que no se cumplen ni se aplican. No puede ser que países como Kenya, Uganda o Líbano o Jordania tengan más capacidad de acogida que la UE. Y también es necesario hablar de garantizar vías seguras que permitan que las personas que huyen de un conflicto bélico, de una situación límite, que buscan seguridad, acogida, solo buscan eso, tengan la posibilidad de hacerlo por una vía segura, con un visado humanitario, intentando evitar las muertes en el Egeo, las muertes en el Mediterráneo. Es absolutamente intolerable, desde un punto de vista de derechos humanos, que en este año 2016 sigan muriendo personas en el Mediterráneo y en el Egeo. Algunas de estas medidas evitarían además que familias o personas se vean obligadas a someterse a las mafias para poder entrar en la UE”.
 
En la distancia, interviene Elena Valenciano, eurodiputada socialista y presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos de la UE, que no ha podido asistir a la mesa de debate pero sí ha enviado un mensaje para aportar su opinión y conocimientos: “De entre las distintas instituciones que componen la UE, el Parlamento Europeo ha mantenido sin duda la posición más crítica y exigente en relación a la respuesta europea a esta -mal llamada- crisis de refugiados. Creo que esta posición se ha mantenido más cerca del sentir mayoritario de una ciudadanía europea que no entiende que imágenes como las que nos han golpeado en el último año puedan producirse en nuestras costas y territorio”.
 
Imagen de la mesa del CERMI ‘La atención a las personas refugiadas desde la visión de la discapacidad’Y continúa: “Hay que explicar que, en este caso, hay un responsable muy claro de que la Unión no haya estado a la altura de lo que todos esperábamos: el Consejo de la Unión, es decir, los Gobiernos de los Estados miembros. Tras incontables reuniones y cumbres, a duras penas han sido capaces de acordar medidas y acciones (casi siempre mínimas, insuficientes dada la dimensión de esta tragedia humana) y posteriormente en muchas ocasiones estas medidas no se han cumplido”.
 

Incumplimientos continuados

 
Ante esta situación, la postura del EDF está muy clara, solictan a la UE que tenga en cuenta los derechos humanos de las personas con discapacidad refugiados, que revisen su política de migración y asilo y que los Estados miembros lo implementen, además, que se priorice el apoyo a las personas con discapacidad y sus familias y especialmente a las mujeres y niñas. 
 
Y así lo explica An-Sofie Leenknecht; “La UE tiene una política común de asilo desde 1999 y adoptó varios instrumentos, sobre procedimientos de asilo, condiciones de recepción y cómo decidir qué personas reciben la protección internacional y aún hay directivas que no han sido incorporadas por los Estados miembro. Por ejemplo, la directiva de procedimientos de asilo que obliga a los Estados miembro a identificar a las personas con discapacidad antes de tomar cualquier otra decisión, en ese momento de emergencia, ese procedimiento se está simplificando y muchas personas con discapacidad no están identificadas. Los centros de recepción no son accesibles ni se adaptan”. Sin embargo, según la representante del Foro Europeo de Discapacidad, muchos Estados miembro tienen un amplio margen de aplicación para poner en práctica esa obligación de apoyar a la persona con discapacidad…
 
Juan Antonio Segura, director de la Fundación CEPAIMHay que reformar el sistema europeo común de asilo, primero porque no se está cumpliendo, ningún Estado lo cumple, pero quizás no sea ahora el momento, como explica Juan Antonio Segura: “En momentos de emergencia no se deben reformar las políticas estructurales, ahora no es un buen momento, ejemplo de eso son los acuerdos que se están adoptando, como el de Turquía, no podemos externalizar desde Europa la acogida hacia terceros países, ese acuerdo es un claro ejemplo de que los momentos de emergencias no son buenos momentos para reformar las políticas. Pedimos a la UE que se cumplan directivas que están sin trasponer y sin aplicar, por ejemplo la directiva de protección temporal para situaciones de emergencia. Y necesitamos urgentemente cumplir los acuerdos de reubicación, reasentamiento y ampliarlos, y en esa ampliación incluir a los refugiados con discapacidad, de manera que se considere también un colectivo vulnerable y pueda incorporarse a los programas de reasentamiento. La UE no puede naufragar, el naufragio de las personas, de los sueños, de los anhelos, de las esperanzas de tantas personas que huyen de situaciones de conflicto de sus países de origen y la muerte en el Mediterráneo y en el Egeo, está siendo también la muerte y el naufragio del proyecto social europeo”.
 

¿Una Unión Europea social?

 
Entonces se plantea de nuevo, como ocurre a menudo en los últimos tiempos, incluso años, la necesidad de recuperar el espíritu constituyente de la UE. Elena Valenciano lo avanza en su escrito: “La Unión ha demostrado una clara falta de eficiencia, una enorme descoordinación, e incluso hemos sido testigos de ejemplos de deslealtad entre socios europeos. Lo grave es que no está claro siquiera que seamos capaces de cumplir con nuestra propia palabra. Esta gestión errática ha significado en muchos casos un mayor sufrimiento y dificultades para miles de personas que precisamente huyen del horror, de la guerra, de la desesperación... poniendo además en entredicho que Europa siga siendo un proyecto basado en valores. Éstos han quedado demasiado a menudo apartados, en favor de intereses casi siempre egoístas y cortoplacistas. Esta situación nos ha colocado en una posición de enorme debilidad en la escena internacional porque supone un duro golpe a nuestra credibilidad en el mundo”.
 
An-Sofie Leenknecht, responsable de Derechos Humanos del Foro Europeo de la DiscapacidadY responde firme a esta intervención An-Sofie Leenknecht: “Tenemos que llamar la atención a la UE para que tome decisiones con enfoque de derechos humanos, que no están haciendo hasta ahora”.
 
Todos los participantes en la mesa reconocen la crisis que se observa de fondo, tras la terrible realidad de los refugiados, es la crisis de la Europa social. Según el representante de Cepaim: “El proyecto común europeo está en una profunda crisis y tenemos que reforzarlo recordando los valores y los principios constituyentes. Europa no puede ser solo un proyecto económico. Necesitamos ese pilar social. La solidaridad es uno de los principios y los valores constituyentes de este proyecto común europeo. Los objetivos de solidaridad también hay que cumplirlos y no podemos ser tan duros con los objetivos de déficit y ser tan flexible con los objetivos de solidaridad”.
 
La representante de la Fundación CERMI Mujeres entiende que la realidad podría ser otra, ya que el origen de la UE es la unión económica, y ahí parece que se quedó: “Europa es una unión económica y así nació, lo vemos en todas las directivas que se han aprobado sobre igualdad de género, todas están relacionadas con aspectos laborales o económicos. Tenemos un Instituto Europeo para la Igualdad de Género que realmente no tiene funcionalidad”. 
 
La UE nunca ha abandonado el sesgo económico, asegura Caballero, que afirma que incluso ocurre en el caso de la discapacidad, ya que desde la Unión siempre se ha fomentado la perspectiva de la discapacidad en un sentido productivo, “por supuesto que el trabajo es fundamental, pero pareciera que solo eres útil para una sociedad en la medida en la que puedes producir para esa sociedad”. Y concluye contundente, sobre la UE: “El mercado es la centralidad de sus políticas”.
 

Coordinación de la sociedad civil

 
Pero todas estas personas, comprometidas en esta causa, no se limitan a reivindicar y realizar análisis críticos, su labor fundamental es trabajar, y así lo hacen. En el EDF la actividad es intensa, han iniciado ya discusiones internas, han invitado a la agencia Acnur para discutir esta realidad y planificar actividades para el año que viene y han enviado cartas al presidente del Consejo Europeo, se han reunido con el Comisario europeo de ayuda humanitaria y harán una misión a Grecia para visitar centros de recepción y atención para ver cómo se atiende a las personas con discapacidad. En diciembre se presentan todos estos resultados en un evento. 
 
Foto de familia de la mesa del CERMI ‘La atención a las personas refugiadas desde la visión de la discapacidad’En Cepaim también destacan la importancia de la coordinación: “Estamos muy necesitados de la coordinación, el trabajo en red, y tenemos que mejorar el sistema de acogida a través del aprendizaje de las buenas prácticas, tenemos que tener espacios de formación compartida y ámbitos de coordinación con las entidades de la discapacidad, con el CERMI, y ya estamos articulando una mejor coordinación con la Plataforma del Tercer Sector, que es muy importante. Necesitamos un marco de coordinación con el CERMI porque efectivamente nuestro sistema de acogida necesita adaptarse a estas necesidades de las personas con discapacidad que estamos recibiendo, en ocasiones con discapacidad desde origen, en otras ocasiones con una discapacidad adquirida en el trayecto, secuelas de guerra o del trayecto, si se suma además los factores de vulnerabilidad de ser mujer o ser menor, se aumenta el nivel de riesgo. Necesitamos un protocolo de coordinación con el CERMI, tenemos que incorporar una formación a los dispositivos de acogida de manera que los profesionales aprendan a atender a las personas que llegan con discapacidad. Tenemos que adaptar los pisos o residencias de acogida…”
 
Isabel Caballero recoge el guante, aunque ya se han trazado anteriormente muchas conexiones entre ONG: “La coordinación con otras ONG en materia de formación es algo que podemos ofrecer la Fundación CERMI Mujeres. En Médicos sin Fronteras, por ejmeplo, tienen un protocolo muy interesante y bueno sobre atención a personas con trastornos de salud mental que llegan refugiados… y desde la Plataforma del Tercer Sector debemos tomar en consideración la necesidad de estas colaboraciones y presionar al Gobierno para que den una respuesta y así cuando lleguen las personas refugiadas con discapacidad sepamos cuál es la manera más idónea de recibirlos; y en ese sentido tenemos que destacar los casos de buenas prácticas. Hay muchas cosas que podemos aprender de la praxis”.
 
Quizás entre todos los que intervienen en la mesa, el principal conocedor de la realidad de los refugiados sea Juan Antonio Segura, por la actividad que realiza en la Fundación Cepaim y por eso es importante ponerse en su mirada: “Cuando hemos recibido a familias de refugiados en nuestros centros, es impresionante las sensaciones, la mezcla de sentimientos y de emociones que te puede transmitir un rostro humano, la mezcla de alegría, miedo, preocupación, es una mezcla de sensaciones… llevan en sus vidas recorridos de largos meses, en algunas ocasiones de años, con verdaderos traumas, necesitamos trabajar el aspecto psicosocial de manera inmediata y hacerlo con calidad y para ello tenemos que reforzar los dispositivos de atención psicológica que ya tiene el sistema, por eso es esencial trabajar en coordinación”. 
 
Y finalmente queda patente la necesidad común, entre los asistentes y en la propia Unión Europa, de entender y atender la diversidad humana, la interculturaldiad, de enriquecerse con la mirada del otro, sea de otro país, otra cultura, tenga discapacidad o venga huyendo de una guerra. “La sociedad es diversa por sí, no por la llegada de inmigrantes. No hagamos que el otro se parezca a nosotros, respetemos y conozcamos la diversidad del otro en el marco constitucional y de los derechos humanos. La diversidad es el gran patrimonio de la humanidad. La llegada de refugiados e inmigrantes no es un problema, es una oportunidad”, concluye el representante de Cepaim.
 
Vídeo de la mesa
 
Mesa de debate del CERMI
 

 

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