"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
Modesto Díez, presidente de CERMI Extremadura
"El sector de la discapacidad no está en primera línea de unos auténticos derechos sociales"
10/04/2020
Rafael Olea
El presidente de CERMI Extremadura, Modesto Díez, lamenta la "falta de planificación y de previsión" mostradas ante la pandemia y precisa que se tendría que "haber actuado con más premura". Asimismo, denuncia que "no se está dando un lugar prioritario de atención sanitaria" a las personas con discapacidad "debido a sus patologías o afecciones", lo cual "deja bien claro que todavía el sector no está en primera línea de unos auténticos derechos sociales". Cuando esta crisis acabe, aspira a "un mundo más justo, menos egoísta, menos consumista, menos contaminante, donde apreciemos el dolor de las personas independientemente de su origen".
Aunque es verdad que Extremadura actualmente es la comunidad autónoma con menos tasa de infección, eso no significa que estemos relajados, pues nos encontramos con los mismos problemas que el resto de nuestros compañeros de la discapacidad en otras comunidades autónomas: escasez de material de protección tanto para las personas con discapacidad como para sus cuidadores o asistentes domiciliarios, por no hablar de que no se les está dando un lugar prioritario de atención sanitaria debido a su patologías o afecciones problemáticas, que dejan bien claro que todavía el sector de la discapacidad no está en primera línea de unos auténticos derechos sociales.
¿Qué acciones están desarrollando desde el CERMI Extremadura tratar de mejorar su situación?
Por un lado, seguimos realizando nuestra labor de incidencia política de interlocución con la Junta de Extremadura en todas aquellas cuestiones que no sitúan a las personas con discapacidad conforme al enfoque de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Por otro lado, quiero recalcar la labor que están haciendo nuestras entidades en sus centros residenciales y reinventándose con dinamismo de sus profesionales en el resto de servicios que han tenido que cerrar debido a la Covid-19. Eso no ha hecho mella, a pesar de todo, para que las personas pueden seguir realizando sus terapias ya que nuestros profesionales siguen muy en contacto con ellos desde sus casas. Eso ha hecho que esos servicios no se resientan.
¿Mantienen diálogo con la Junta de Extremadura? ¿Han implementado conjuntamente medidas para mejorar la situación de las personas con discapacidad?
Nuestro diálogo de interlocución con la Junta de Extremadura es constante, por ello es que el pasado 13 de marzo se celebró el Consejo Regional de Personas con Discapacidad, en el que pudimos manifestarle al Consejero de Sanidad nuestras inquietudes con respecto a la Covid-19 y lo que ello iba a aceptar a las personas con discapacidad y a los servicios de atención. Ello ha hecho que todas las medidas que se han adoptado a partir de ese día han tenido siempre una comunicación bidireccional.
En otro orden de cosas, comunicamos a la Consejería de Sanidad y a la Delegación del Gobierno en Extremadura la necesidad de salidas terapéuticas para personas con trastorno del espectro autista, ya que para ellos y sus familias estamos suponiendo trastornos graves de difícil contención. Medida que rápidamente fue apoyada por la Delegación del Gobierno en Extremadura y por el Gobierno de Extremadura. Así como conseguir, aunque sea a cuenta gotas, material de protección personal para usuarios de centros residenciales y personal que trabaja en primera línea de los mismos.
¿Cuál es la situación en las residencias y centros asistenciales de la discapacidad en Extremadura?
Como en los Centros residenciales se trabaja habitualmente con personas gran dependientes que padecen diversas patologías, se está acostumbrado a extremar medidas de seguridad y atención. Eso no quita que ahora se tenga la dificultad añadida de no contar con los equipos de protección personal suficiente para hacer frente de una mejor manera a este virus. Ello hace que exista un factor de riesgo, que espero que en estos días podamos ir paliando con la llegada de nuevo material de protección.
¿Qué acciones han desarrollado para ayudar a la población con discapacidad en las áreas rurales, teniendo en cuenta la baja densidad de población y la dispersión geográfica?
Siempre hemos tenido muy presente en nuestras políticas de actuación las necesidades de las personas con discapacidad en el entorno rural, por ello junto a la Consejería de Sanidad elaboramos y pusimos en marcha un plan de acción de las Personas con Discapacidad en el medio rural. Gracias a esto, siguen recibiendo la atención domiciliaria además de la solidaridad que como se puede imaginar por cercanía funciona mejor en el ámbito rural.
Hay quienes afirman que ahora, ante la falta de recursos contra la pandemia, afloran los recortes en sanidad y dependencia efectuados en la anterior crisis. ¿Cuál es su opinión al respecto?
A mi entender mirar al pasado no es solución para la situación actual, pues los nuevos gobiernos se eligen precisamente para corregir errores anteriores. Es, por tanto, un problema de falta de planificación y de previsión ante esta pandemia que se avecinaba y que podríamos haber actuado con más premura para conseguir con más rapidez equipos de protección individual (EPI), respiradores, reordenación de hospitales, etc…
¿Qué debemos aprender de la situación que vivimos o, al menos, para no volver a tropezar dos veces con la misma piedra?
Que es fundamental reordenar nuestra sanidad dando prioridad a la prevención, utilizar más fondos para la investigación, actuar con más diligencia ante la posibilidad de que se presente un nuevo foco de infección en cualquier lugar del mundo, pues la globalización no va a impedir su rápida propagación, y, por último, cambiar nuestro modelo de vida haciéndolo más solidario.
Cuando acabe esta situación, ¿Cómo ve el futuro?
Tenemos que plantearnos un mundo más justo, menos egoísta, menos consumista, menos contaminante, donde apreciemos el dolor de las personas independientemente de su origen. Que todo el mundo tenga derecho a la sanidad y esta sanidad sea fundamentalmente pública para que llegue a las personas más vulnerables. En definitiva aplicar los principios de la Agenda 2030 que nos encaminen a una nueva vida en igualdad de oportunidades.
