¿Por qué se reclama un apartado específico sobre discapacidad en el Estatuto del Trabajo Autónomo?

 

Porque la discapacidad, la iniciativa económica de las personas con discapacidad a través del autoempleo, no tiene una dimensión legal, regulatoria, apropiada. En el Estatuto vigente se menciona a la discapacidad, sí, se la tiene presente en ciertos aspectos, pero no tiene la centralidad, la consistencia, la integralidad y amplitud necesarias para que esta vía se expanda. No hay nada sistemático, ambicioso, ni siquiera hay un eje identificable que permita la visibilidad de los trabajadores autónomos con discapacidad. Un título consagrado a la discapacidad emprendedora sería un aliciente, hasta un revulsivo, por eso lo reclamamos.

 

¿Qué se pretende conseguir con ello?

 

El propósito es que exista de una vez un auténtico marco público de incentivos, tanto regulatorio como de apoyos, al trabajo autónomo de personas con discapacidad amplio, vigoroso, socialmente útil, a la altura de las demandas sociales. Ahora solo hay conatos, medidas aisladas, inconexas, discontinuas, frágiles. Que desde la política oficial se respalde de veras la vena emprendedora que albergan muchas personas con discapacidad, y que se incrementaría ese número, si hubiera apoyos consistentes.

 

¿Qué debe incluir este apartado? ¿Qué medidas concretas?

 

Tendría vocación de regulación integral. Desde qué se entiende oficialmente por trabajador con discapacidad a efectos de trabajo autónomo, pasando por un cuadro ordenado y sistematizado de apoyos y ayudas generoso, que como mínimo gozara de la misma intensidad del existente para las empresas que contratan a trabajadores con discapacidad (por cuenta ajena), hasta una serie de medidas de carácter social y de Seguridad Social, que comporte un estímulo genuino para que más personas con discapacidad transiten al empleo autónomo. El CERMI lo tiene muy trabajado. Materias no faltan, solo voluntad política.

 

¿Hay alguna asociación o grupo político o sector que esté mostrando su apoyo ante esta iniciativa?

 

Hemos encontrado apoyo en las organizaciones representativas del trabajo autónomo, ATA y UPTA, fundamentalmente, que progresivamente están incorporando las cuestiones de discapacidad a su agenda global. No así, en los partidos políticos, que están lejos y apenas muestran interés por algo tan circunscrito como el empleo autónomo de personas con discapacidad. Hemos sido insistentes para que fueran receptivos a nuestras demandas, pero más bien prevalece la ignorancia o la indiferencia.