Día de las Personas con Discapacidad
Presentado el estudio Greuge econòmic de les persones amb discapacitat de la ciutat de Barcelona, impulsado por el ayuntamiento y el Cocarmi
04/12/2019
Un estudio impulsado por el ayuntamiento de Barcelona y el Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad (Cocarmi) revela que las personas con discapacidad sufren un agravio económico que se sitúa, de media, entre los 17.700 y los 41.200 euros anuales. Estas cantidades pueden aumentar notablemente en función de la necesidad de apoyo de la persona y de la consideración de los costes indirectos o costes de oportunidad de esta situación.
a cifra varía bastante según la edad o el tipo de discapacidad, y pone sobre la mesa la necesidad de que las administraciones públicas tomen medidas específicas para paliar este agravio, dado que puede llegar a ser una causa de exclusión social.
El estudio se presentó ayer en el ayuntamiento de Barcelona, coincidiendo con el Dia Internacional de las Personas con Discapacidad, en un acto presidido por la concejal de Infancia, Juventud y Gente Mayor del consistorio barcelonés y por el presidente del
Cocarmi, Antonio Guillén.
El estudio, hecho con datos de 2017, revisa el anterior estudio, con información de 2006, y cuantifica el sobreesfuerzo económico que asumen las personas con discapacidad y sus familias con el fin de mantener los estándares de vida de su entorno inmediato.
Se trata de un estudio referente a nivel de Cataluña y el Estado, elaborado por la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universidad Pompeu Fabra (ESCI-UPF). También han sido consultados expertos de entidades como la Federación ECOM, la Federación Catalana de Discapacidad Intelectual (DINCAT), la Federación Salud Mental Catalunya y la ONCE, entre otros.
Las cifras suponen una rigurosa aproximación a la realidad actual. Para poder cuantificar el agravio económico se han tenido en cuenta los costes directos de todos los recursos necesarios para satisfacer las necesidades concretas de cada persona, así como los costes indirectos sobre qué representa económicamente la pérdida de oportunidades de la persona y su entorno. Así, se han analizado aspectos como el laboral o el tiempo y la calidad de vida del entorno de la persona con discapacidad. En cuanto a los ingresos, se han medido deducciones, prestaciones y/o ayudas existentes.
Adicionalmente, se han tenido en cuenta hasta trece perfiles diferentes de discapacidad para incluir todos los tipos y necesidades de apoyo: tres niveles de discapacidad física, tres más de discapacidad intelectual, tres de trastornos mentales, dos de discapacidad visual y dos más de discapacidad auditiva.
Finalmente, y con el objetivo de hacerlo aún más exacto, se ha ponderado el importe del agravio económico según el peso de la población con cada una de las determinadas necesidades de apoyo.
Más allá de cifrar el agravio económico, el estudio constata la necesidad de que se articulen políticas públicas efectivas para compensar esta situación y reducir las situaciones de exclusión social que se puedan derivar.