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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 07 de noviembre de 2014cermi.es semanal Nº 143

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Activistas

Valentín Sola, presidente de la FAAM - Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad

Trabajar en la FAAM y ser polivalente

03/11/2014

Blanca Abella

Yo sí que vengo de París, afirma Valentín entre risas. Nació en esa bella ciudad hace unos pocos años, 42 aproximadamente. Sus padres eran emigrantes, fueron a trabajar allí gracias a un familiar que encontró un trabajo para su padre. Su madre trabajó en una fábrica y su padre con una máquina excavadora, sacando tierra del río Sena. Allí nacieron Valentín y su hermano mellizo, que tristemente fallecería en España, cinco años después a causa de un problema de corazón. “Mi madre siempre cuenta que ella lloró muchísimo cuando vio que a mí me faltaba un dedo, sin embargo luego eso no ha sido nada, ha sido algo anecdótico porque todo lo demás fue mucho peor”. Valentín nació sin dedo pulgar en la mano derecha y algunos problemas de movilidad en el mismo brazo, además de una fuerte escoliosis que le ha condicionado durante muchos años de su vida.

Valentín Sola, presidente de la FAAMPocos años después del triste acontecimiento familiar, nació la hermana de Valentín, “fue como si se abriera una ventana y entrara luz y un poco de aire, fue una alegría para la familia”. Ya estaban viviendo en España, en la localidad almeriense de Albox, donde Valentín inició la escuela y una difícil infancia. “Fue difícil, complicado, y más viviendo en el campo, al no poder moverme como el resto de niños tenía más dificultades de integración; llevaba un corsé para que la columna no se desviara más en la etapa de crecimiento, era como el niño robot, con un montón de hierros por todos lados, en el colegio era el niño robot, era distinto a los demás”. 
 
Aunque lo relata con cierta resignación, asegura que fue una etapa de aprendizaje, de superación. “Me ha ayudado muchísimo después, me ha hecho más fuerte, es verdad que no puedo decir que tuve la infancia más feliz del mundo, primero por el fallecimiento de mi hermano, mi mellizo, y superar eso y el hecho de ser el único que tenía un aparato en el cuerpo y era distinto al resto... porque desde la inocencia de los niños, que a veces puede ser cruel, sufrí en cierta manera la burla y el sentirme de vez en cuando apartado, porque para jugar al fútbol era un desastre, o a otros juegos en los que me costaba moverme y los niños, que son muy competitivos, nunca querían que fuera en su equipo”.
 
Al mismo tiempo, contaba con el apoyo de su familia y de los vecinos, uno de ellos será una persona fundamental a lo largo de su vida, hasta estos días. Su madre fue también uno de los grandes apoyos en su infancia y adolescencia, “mi madre estaba obsesionada con que estudiara y mi padre, pero mi madre ha sido la que más me ha reforzado, y mis vecinos me reforzaban muchísimo”. Y con ese impulso, y por supuesto sus propias ganas, Valentín se fue a Granada a estudiar Derecho.
 

Primeros pasos en el voluntariado

 
Antes de eso, en el Instituto, le quitaron el corsé, “es lo que me hacía verme distinto y a partir de ahí, aunque he tenido reconocida una discapacidad, no he tenido muchas dificultades”. Además, fue la época en la que Valentín se interesó por la solidaridad y la discapacidad y acudió con frecuencia a colaborar a la Asociación El Saliente, que presidía su vecino Matías García, una asociación de personas con discapacidad física y orgánica. 
 
Valentín Sola, presidente de la FAAMEse primer contacto con el voluntariado le dejó una buena huella y le empujó a continuar esa labor en Granada, mientras estudiaba la carrera. “Durante toda mi etapa de estudiante estuve muy vinculado al voluntariado, me llenaba muchísimo, iba a una asociación en la que acompañaban a niños que estaban en casas de acogida, íbamos  con ellos a pasar la tarde del sábado y salíamos al cine, al parque... me encantaba”.
 
Granada fue tan maravillosa para Valentín como lo es para cualquier turista que se acerca a esa ciudad, o más: “Mi etapa de estudiante fue maravillosa, estupenda, conocí a mucha gente y me abrió la mente muchísimo, allí es donde superé todos mis complejos, mis traumas y todas mis cosas”. Vivió con gente distinta, de sitios muy diferentes y aprendió grandes cosas, además de una carrera que luego ha sabido aprovechar, a su favor y al de muchas personas, cientos o miles de ellas. 
 

Con Matías a la FAAM

 
“De la mano de Matías, mi vecino y mi amigo, el que me ha dado las grandes oportunidades de  mi vida, y a nivel profesional también, entré en la FAAM. Empecé a trabajar como técnico, me dedicaba principalmente a temas de reclamación del grado de discapacidad, entonces los criterios de valoración se habían endurecido y nosotros hacíamos muchas reclamaciones de este tipo y otras gestiones a favor de las personas con discapacidad, que muchas veces tienen menos recursos económicos y a la hora de hacer reclamaciones tienen más dificultad”.
Valentín Sola, presidente de la FAAM
LA FAAM está integrada por 18 asociaciones y en esa época puso en marcha un servicio jurídico que gestionada las reclamaciones del grado de discapacidad y cualquier otra que pudiera presentar algún asociado. Además, Valentín hizo de todo en FAAM, como él mismo dice: “Temas de accesibilidad y proyectos de todo tipo porque trabajar en una ONG como FAAM significa ser muy polivalente y hacer de todo”. 
 
Y a lo largo de todos estos años, Valentín ha seguido formándose: “ahora soy experto en ‘coaching’, he hecho un montón de cursos, de expertos, de máster… y siempre vinculado a la FAAM y a la asociación El Saliente”. Desde 2005, además, es el presidente de la FAAM, de nuevo de la mano del antiguo presidente, su amigo Matías. Además, hace pocos días, ha sido elegido presidente de la nueva Confederación Andaluza de Entidades de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, que pretende representar a las federaciones provinciales y entidades regionales en Andalucía y que en pocos meses entrará a formar parte de Cocemfe. 
 

Sus grandes temas

 
Y como es joven y ya está más que preparado, aunque uno nunca termina de aprender, Valentín asume una gran cantidad de trabajo por el profundo deseo de mejorar las vidas de muchas personas, de ayudar y de alcanzar algo más de justicia, de inclusión sobre todo. 
 
La accesibilidad es una de sus obsesiones: “Aunque se ha avanzado mucho, aún queda muchísimo y, curiosamente, últimamente se están abriendo una gran cantidad de establecimientos que no son accesibles, porque un pequeño escalón es un detalle, una discriminación que casi no se ve, pero impide que muchas personas puedan integrarse realmente, es muy excluyente”.
 
Todos los días, cada día, muchas personas con movilidad reducida no pueden acceder a un montón de sitios y eso apenas se sabe, “es una discriminación muy sutil pero que está ahí y es muy complicado luchar contra eso, aunque hay algo que se podría hacer y que es muy eficaz, es muy importante concienciar pero lo más importante es que las normas que existen se apliquen, hay normativa para todo, está todo inventado, lo que pasa es que las normas que reglan el tema de la accesibilidad no llevan acompañadas sanciones. Eso ayudaría muchísimo a lograr que nuestras ciudades y nuestros pueblos fueran realmente accesibles”. 
Valentín Sola, presidente de la FAAM
Otra de las grandes batallas es la aplicación de la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, “casi paralizada” según sus propias palabras, y sin llegar a desarrollar lo más importante de la misma, “la autonomía personal”.
 
Y finalmente, el empleo surge en la conversación y acapara una gran parte de la misma, porque el empleo es la puerta de entrada a casi todo: “Es una de las mejores maneras para integrarse socialmente”. 
 
“La FAAM está calificada como CEE y damos trabajo a más de 250 personas y seguimos creciendo, eso es un ejemplo de lo importantes que son los CEE y nos preocupa muchísimo que no se siga apoyando esta actividad. En Andalucía, la orden que regula los incentivos se derogó en marzo de este año y aún no ha vuelto a salir, y nos preocupa muchísimo, porque el empleo, además de la salud, la accesibilidad, la dependencia, es fundamental para la verdadera inclusión, sentirte útil tú mismo y para la sociedad”.
 
Termina el año y la solución no ha llegado, por eso Valentín insiste en la importancia de este tema: “Estamos intentando visualizar lo que son los CEE, porque si no se aprueba la orden que regula los incentivos a estos centros, se ponen en peligro muchísimos puestos de trabajo, solo en Andalucía hay más de 10.000 personas contratadas en CEE. A raíz de todo esto hemos iniciado una campaña para que se conozca qué son los CEE, su labor. Además, hay un estudio nacional que dice que de cada euro que se invierte en los CEE, retornan más de dos euros a la sociedad, y en Almería, según un informe de la Junta de Andalucía, de más de 600 contratos a personas con discapacidad en lo que va de año, el 80% se hizo en CEE”.
 
Sin embargo, añade Valentín con tristeza: “Aquí están un poco en cuestión los CEE y aunque la Junta intenta darnos tranquilidad y asegura que darán esa orden, estamos en noviembre y no ha llegado”.
 
Queda seguir trabajando, seguir luchando y esperar que la sociedad lo entienda y lo comparta, y que las instituciones y los poderes públicos lo apoyen, que faciliten algo tan importante como el ejercicio de un derecho, de muchos derechos, al empleo, a la educación, a la cultura, a la sanidad... incluso a entrar y salir del propio hogar, o a salvar de alguna manera unos escalones, una barrera. “Es la sociedad la que se tiene que adaptar a las distintas formas de caminar o de andar, o de discapacidad, y quizás lo que más falta es que esa sociedad sea realmente inclusiva”.
 
Valentín Sola cree que aquí también entra en juego el papel de las entidades de la discapacidad: “Se ha avanzado en muchísimos ámbitos gracias al tejido asociativo y a que el colectivo esté tan bien organizado pero es muy importante que las organizaciones estén unidas y bien estructuradas, hay que continuar trabajando y reivindicando, lograr que la gente pueda al menos elegir”.
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