"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Próxima estación: Europa
Entrevista
“Mi objetivo es conseguir en 2020 una Europa realmente libre de barreras para las personas con discapacidad”
Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía
23/07/2013
Blanca Abella/Paz Hernández
Reclama más Europa para superar la crisis y entiende que son los ciudadanos los que conforman esta unión, todos ellos, incluidas las personas con discapacidad. Asegura que la igualdad de oportunidades es vital para el desarrollo económico de la Unión y que la Estrategia Europea sobre Discapacidad complementa y apoya la acción de los Estados miembro, que son los que tienen la mayor responsabilidad respecto a las políticas sobre discapacidad.
La Unión Europea tiene la determinación de eliminar barreras para las personas con discapacidad. Garantizar la igualdad de oportunidades es vital para el desarrollo económico de la Unión. La crisis actual puede proporcionar oportunidades para las soluciones innovadoras, como la accesibilidad para las personas con discapacidad, ofreciendo nuevas oportunidades de negocio y promoción de la inclusión. Por eso es por lo que la accesibilidad está en el núcleo de la Estrategia Europea sobre Discapacidad. La Comisión Europea está, además, preparando un Acta Europea sobre Accesibilidad para eliminar las barreras económicas y sociales que impiden a las personas con discapacidad hacer efectivos sus derechos y participar de forma plena en todos los ámbitos de la vida.
¿Cree que esta crisis y la escasa respuesta de la UE está provocando también una sensación de lejanía entre las instituciones europeas y la ciudadanía?
En estos momentos, la mayor preocupación de los ciudadanos es la crisis económica. Para nueve de cada diez europeos, los principales problemas a los que se enfrenta la UE son el paro o la situación económica. Y, de acuerdo con un reciente estudio del Eurobarómetro, lo que esperan los ciudadanos europeos de la UE es que combata la crisis, respuesta en la que coinciden más de la mitad de los encuestados.
Entiendo el sentimiento de frustración de la población porque ha sufrido las consecuencias de decisiones nacionales con derivaciones internacionales. Los ciudadanos ven cómo las dificultades económicas de algunos Estados miembro se extienden a los países vecinos, pero también saben que los problemas europeos necesitan respuestas europeas.
La UE lleva tiempo actuando. Hemos dado pasos sin precedentes para dar esas 'respuestas europeas' que nuestro continente, nuestros países y regiones necesitan desesperadamente, y juntos hemos logrado un gran acuerdo.
Otro dato importante que se desprende del último Eurobarómetro, publicado justo antes de las pasadas navidades, es que estamos haciendo lo adecuado para superar la crisis: el 41 por ciento de los europeos creen que la UE es el actor más efectivo, muy por encima de los Gobiernos nacionales, para abordar los efectos de la crisis económica. La confianza de los ciudadanos en la Comisión Europea ha aumentado de un 36 a un 40 por ciento, y, además, confían más en las instituciones europeas (un 33 por ciento) que en las nacionales (27-28 por ciento).
Estamos en el buen camino para salir de la crisis y seguir avanzando en el fortalecimiento de la posición de la UE en el mundo. Lo que necesitamos ahora es transformar nuestra unión económica y monetaria en una federación política europea con unión monetaria, fiscal y bancaria.
Y queremos hacer esto con el apoyo de los ciudadanos. 20 años después de la creación de la ciudadanía europea en Maastricht es preciso reactivar el proyecto europeo, y en este proceso tienen un papel clave las ciudades y las regiones, que son el nivel administrativo más cercano a los ciudadanos. Por eso, la Comisión Europea ha organizado los Diálogos Ciudadanos en la Unión Europea como parte del Año Europeo de los Ciudadanos, para que la gente pueda compartir su punto de vista sobre el futuro de Europa con quienes toman las decisiones.
"Las leyes europeas garantizan la igualdad de derechos y trato para las personas con discapacidad"
Veinte años después de establecerse la ciudadanía europea en el Tratado de Maastricht, ¿en qué cree que debe incidirse para que los ciudadanos sean plenamente conscientes de cuáles son sus derechos?
Desde que en 1993 se incluyó por primera vez en los Tratados, la ciudadanía europea ha ido evolucionando. La ciudadanía europea es la joya de la corona de la integración europea; es respecto a la Unión Política lo que el euro es respecto a la Unión Económica y Monetaria. Pero precisa de una acción concertada para que sea una realidad para los 500 millones de habitantes de la UE. Durante el último año hemos recibido un millón de consultas de ciudadanos europeos sobre sus derechos y realizado encuestas del Eurobarómetro. Aunque dos tercios de los habitantes de la UE se sienten europeos, sólo uno de cada tres (36 por ciento) dice estar bien informado sobre sus derechos. Ésa es la razón por la que hemos actuado para reforzar los derechos de los ciudadanos.
Hace tres años adoptamos el primer Informe de ciudadanía de la UE, que incluye un plan de acción de 25 medidas para mejorar los derechos de los ciudadanos y hacer su día a día más fácil. Hemos hecho los deberes. Hemos cumplido con esas 25 medidas, y ahora es el momento de dar un nuevo impulso para reforzar los derechos de los ciudadanos. Por eso, el pasado 8 de mayo la Comisión presentó el Informe de ciudadanía de 2013, que contiene 12 formas concretas de ayudar a los europeos a hacer un mejor uso de sus derechos. Por ejemplo, les facilitaremos las cosas para trabajar o hacer prácticas en otros países de la Unión o reduciremos el excesivo papeleo para vivir o viajar en la UE.
¿Cuándo cree que verá la luz la Directiva de Igualdad de Trato y qué importancia cree que tiene esta directiva?
Para las personas con discapacidad, esta Directiva puede ser un hito importante en la protección de sus derechos. Pero, como usted seguramente sabe, ésta es una Directiva que requiere la unanimidad en el Consejo, en el que varios países miembro han bloqueado la propuesta de la Comisión. La aprobación de la Directiva está, pues, en manos de los colegisladores de la UE, es decir, el Parlamento Europeo y el Consejo.
Sí. La Directiva prohíbe directa e indirectamente la discriminación, así como el abuso y el acoso.
La discriminación basada en la discapacidad es la tercera más extendida en la UE, sólo por detrás del origen étnico y de la edad, según una encuesta del Eurobarómetro difundida en 2009. ¿Qué opina de esta realidad?
Las personas con discapacidad tienen el derecho a participar de forma plena y en condiciones de igualdad en todos los ámbitos de la vida. Sabemos que se enfrentan a barreras en su día a día, tanto físicas como de actitud. La Comisión Europea se ha propuesto derribar esas barreras por medio de la Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020. Para participar plenamente en los ámbitos social y económico, las personas con discapacidad necesitar tener fácil acceso a los edificios y transportes públicos, así como a los servicios digitales.
Además, tenemos que asegurarnos de que la gente no tenga problemas adicionales cuando cruza una frontera: una persona con una discapacidad reconocida que decide trasladarse a otro país de la Unión debería poder disfrutar de los mismos beneficios que en su país de origen, como, por ejemplo, transporte público gratuito o con tarifas reducidas. Mi objetivo es conseguir en 2020 una Europa realmente libre de barreras para las personas con discapacidad.
¿Qué opina de las políticas y medidas tomadas por los gobiernos españoles contra la violencia de género y qué se puede hacer desde Europa en este tema? Desde el movimiento de la discapacidad se reclama una estrategia europea sobre este asunto para lograr un mayor compromiso de la Administración.
La UE lleva muchos años trabajando para combatir las diversas formas de violencia contra las mujeres, sobre todo en aspectos como el tráfico de personas, el abuso sexual y la explotación infantil, los derechos del niño, la igualdad de género, así como en políticas sociales y derechos humanos en nuestras relaciones exteriores. La Orden de Protección Europea adoptada en junio nos ayudará a proteger a las víctimas de delitos y violencia, estén donde estén dentro de la UE. Se trata de un enorme paso para acabar con las grietas que existen en la protección de las víctimas de la violencia doméstica que quieren ejercer su derecho a la libre circulación en la Unión Europea.
¿En qué medida está afectando la crisis económica a la aplicación de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en los diferentes países de la UE y cómo se impulsa esta aplicación desde las instituciones europeas?
La Estrategia Europea sobre Discapacidad incluye un listado de acciones concretas y un calendario. Con ella, la UE ha renovado su compromiso de mejorar la situación de los europeos con discapacidad. Complementa y apoya la acción de los Estados miembro, que son los que tienen la mayor responsabilidad respecto a las políticas sobre discapacidad. La Comisión informará periódicamente sobre los logros y el progreso de la Estrategia, cumpliendo así con los compromisos que adquirió la UE al ratificar la Convención de la ONU sobre Discapacidad.
"El punto de partida y la brújula para dar forma a la Europa del futuro"
La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea alude al derecho de las personas con discapacidad a beneficiarse de medidas que garanticen su autonomía, su inclusión social y profesional y su participación en la vida de la comunidad. ¿Se podría decir que las personas con discapacidad están plenamente integradas en la sociedad y disfrutan de todos sus derechos?
El preámbulo de la Carta lo deja claro: la UE “sitúa a la persona en el centro de su actuación” estableciendo la ciudadanía europea. Los derechos que se derivan de la ciudadanía europea son aplicables a todas los ciudadanos, incluidos aquellos que tienen alguna discapacidad. Éste debería ser el punto de partida y la brújula para dar forma a la Europa del futuro. Como dije anteriormente, las leyes europeas garantizan la igualdad de derechos y trato para las personas con discapacidad. Y, más allá, la Estrategia Europea sobre Discapacidad incluye un listado de acciones concretas y un calendario que aseguran que esos derechos serán efectivos en la práctica para mejorar la vida diaria de las personas con discapacidad.
¿Cuál sería el balance de su mandato?
Soy la primera comisaria de Justicia, ya que esta cartera no existía antes de 2010, así que ha sido muy interesante poder construir algo de lo que no existía más que un boceto. Estoy en la mitad de mi mandato, pero ya hemos presentado más de 50 iniciativas, con lo que hemos puesto las bases en el área de la Justicia europea. La Justicia se presenta como un nuevo campo de actividad a nivel europeo, comparable al elevado nivel de actividad que se dio en el campo del mercado interior en 1990.
Por un lado, hemos avanzado mucho en iniciativas que apoyan el crecimiento económico, como la propuesta de reforma de las normas de protección de datos o una única Ley Europea de Ventas. Por otra parte, estamos estableciendo nuevos estándares de derechos ciudadanos. Por ejemplo, ahora tenemos unos mínimos derechos procesales comunes y esto es muy importante porque un ciudadano europeo puede ser juzgado en cualquier país, y necesitamos unos estándares comunes, como por ejemplo, el derecho a intérprete o traductor, o el derecho a tener acceso a un abogado.
Así es como las políticas judiciales a nivel europeo estarán realmente al servicio de los ciudadanos. Intentamos dar soluciones prácticas a los problemas que plantea cruzar una frontera, de manera que los europeos se sientan cómodos cuando se desplazan por el territorio de la UE y que las empresas puedan hacer un uso pleno del Mercado Único.
En definitiva, Europa es la gente que vive en ella. Y en eso centro mi trabajo. Por supuesto, queda mucho por hacer y me preocupa que, en estos tiempos de crisis, los europeos no aprecien todo lo que la UE puede hacer y está haciendo para mejorar su día a día. Mi convicción es que necesitamos más Europa, no menos Europa, para superar la crisis. Y, para ello, necesitamos a los ciudadanos porque Europa son sus derechos, sus intereses y su futuro. Los ciudadanos deben guiarnos en todo lo que hacemos y, por eso, espero que participen en las próximas elecciones para decirnos claramente qué dirección desean que tome la UE.
