"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Activistas
Jesús Gumiel, presidente de Cocemfe Badajoz
Un hombre de su tierra y sus gentes
14/07/2017
Blanca Abella
Lo suyo es tan normal como lo tuyo y lo mío, lo de cualquiera. Jesús Gumiel no siente que haga algo especial, es su trabajo y tiene que hacerlo bien. Su certificado de discapacidad le llevó a recorrer los pueblos de su comunidad, puerta a puerta, y ‘reclutar’ a todas aquellas personas que no sabían mucho de su propia discapacidad. Lideró una forma de hacer las cosas, basada en la solución, en no presentar problemas sin solución, y logró arrastrar consigo todo tipo de voluntades, incluso a funcionarios y altos responsables de administraciones. En cualquier caso, reconoce con auténtica pasión que su tarea es siempre la misma, “gobierne quien gobierne, trabajamos por nuestra gente”.
En cuanto termina la escuela, el bachiller superior, y logra su certificado de discapacidad, se acerca a una asociación para colaborar con ellos de manera altruista y consultar sus posibilidades en el empleo. Apamex (Asociación para la Atención y la Integración Social de las personas con Discapacidad Física de Extremadura) era entonces, en los años 80, “un grupo de padres que se habían organizado para defender los intereses de sus hijos pero que al final solo organizaban encuentros donde se contaban problemas y no se acometían sus soluciones”, explica Gumiel.
Jesús acude a la asociación un día tras otro, se va implicando cada vez más y entonces se da cuenta de que difícilmente pueden ayudarle a él, sin embargo, él podía ayudarles con facilidad: “Había muchísimo que hacer y era relativamente fácil resolver ciertos problemas, por ejemplo tramitar el reconocimiento de la discapacidad y, en los casos que hubiera problemas, ayudarles en los trámites y otras gestiones básicas”. Era una cuestión de tiempo, de dedicación e implicación, así lo entiende él.
Puerta a puerta
Fueron varios meses, un grupo de personas con mucha ilusión recorrieron numerosas localidades en zonas donde todavía las gentes eran reacias a reconocerse como personas con discapacidad, por lo que suponía en cuanto a prejuicios y estereotipos. “Descubrimos una situación muy lamentable pero pudimos ayudar a que estas personas conocieran sus derechos y las prestaciones o servicios de los que podían disponer, las ayudas, becas…”.
En cada municipio, tras una batida o recorrido inicial, invitaban a todo el mundo a que acudieran a una reunión, podía ser en la casa de cultura o en un restaurante, el espacio que estuviera disponible, “y ahí se formaban auténticas colas de personas que solicitaban nuestra ayuda, íbamos con los propios impresos para solicitar la discapacidad y nos acompañaba un trabajador social”.
La solución como carta de presentación
Apamex ha logrado convertirse en una organización de referencia en toda la comunidad autónoma, “tiene servicios de ámbito regional, como la Otaex (Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura), o el departamento para la adaptación de puestos de trabajo, que se crea a partir de nuestras reuniones con representantes de las instituciones públicas, donde les decimos que existen problemas pero conocemos las soluciones, y se las ofrecemos junto con nuestra gestión”, explica Jesús.
Y así se ha ido creando escuela y agrupando esfuerzos bajo una misma filosofía: “Nosotros lo que defendemos es que cuando al político le pones delante la solución, le ofreces gestionarla y le das 
resultados, lógicamente colaboran. Ofrecemos la solución y asumimos la responsabilidad de esas soluciones”. De esta manera, lideraron la puesta en marcha de otras organizaciones y así se fue creando una importante red de entidades que siguen creciendo bajo esa filosofía. “Ponemos en marcha lo que la gente nos dice que necesita, donde tienen más dificultades, eso es lo que nos va marcando, por ejemplo el departamento de adaptación de puestos de trabajo surgió porque había personas que no querían dejar su trabajo tras una discapacidad sobrevenida, y había que adaptar ese puesto”, explica Gumiel.
El compromiso, la implicación constante, la escucha permanente han favorecido una dinámica de trabajo que se ha extendido y contagiado a todos los ámbitos. Ahora, Jesús Gumiel valora la actitud de los poderes públicos y las autoridades, acostumbrados a consultarles y contar con ellos ante cualquier norma, ley o cuestión que les afecta. “Incluso en algunos casos llevamos las riendas, de hecho en ciertas normas hemos liderado su impulso al detectar que son necesarias”. Para él la relación cercana es necesaria y debe ser positiva, siempre a favor de los suyos: “Ven que somos eficaces y damos resultados en los programas y no somos radicales, pero lo más importante es que somos apolíticos, gobierne quien gobierne trabajamos por nuestra gente y pactamos con quien sea necesario, esa es una de nuestra baza fuerte”.
Inclusión pura y dura
Además de Apamex y Cocemfe Badajoz, Jesús preside también la Plataforma del Voluntariado de Extremadura, formada por 136 ONG: “Será porque me implico mucho o por esa forma de dirigirme al político, con esa filosofía de abordar los problemas un poco singular, muy insistente”.
“El día a día nos desborda, los múltiples proyectos en los que estamos embarcados, trabajar con la Administración, son muchos temas”, afirma con seriedad. Pero tiene claro que lo suyo no es especial: “Esto me lo tomo como un trabajo normal, tiene el mismo valor que el trabajo de alguien que limpia una calle o hace arreglos de fontanería. Hay que hacer el trabajo bien y punto”. Y mientras, sigue aprendiendo siempre que le dejen: “Tengo un gran amigo que me nutre mucho, Luis Cayo, es un referente, funciona con la misma filosofía, dar soluciones, y es capaz de decirle a los políticos que lo están haciendo mal, que lo están haciendo muy mal, pero lo dice con datos, contundente, y se lo dice a todos; muchas veces le digo que he oído en una conferencia suya algo que me gusta y que le voy a copiar, se ríe, y me deja”.
