Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) en Extremadura un total de 111.000 personas cuentan con algún tipo de discapacidad, un 10,90% de la población. Aproximadamente el 60% de esta cifra son personas con discapacidades físicas y orgánicas. Le siguen las discapacidades sensoriales y las enfermedades mentales, las discapacidades intelectuales y otras.

 

En relación a los porcentajes de discapacidad indicar que del total de 111.000 personas con discapacidad, el 41% tienen entre el 33% y el 65% de discapacidad ( discapacidad moderada) aprox 45.500 personas, el 31% tienen entre el 65% y el 75% de discapacidad (discapacidad severa) aprox 34.400 personas,  y el 28% tienen más de 75% de discapacidad (discapacidad grave) aprox 31.100 personas.

 

También apuntar que el 66% son mujeres, 73.200 personas; y el 34% son hombres, 37.800 personas.

 

Por provincias el 63% viven en la provincia de Badajoz, 69.900 personas, y el 37% viven en la provincia de Cáceres, 41.100 personas.

 

La atención a los colectivos de personas con discapacidad está perfectamente coordinada desde las entidades que trabajan en este sector y que vienen desarrollando servicios y programas en beneficio de los usuarios y sus familias. 

 

En cuanto a precisar una intervención especial, más que por colectivos prefiero destacar las dificultades generales que en mayor o menor medidas nos afectan a todos, en este sentido resaltar la accesibilidad, la educación, y evidentemente el empleo. Entiendo que son cuestiones que precisan mayores inversiones económicas y sobre todo mucha confianza en nuestras posibilidades de intermediación y asesoramiento como conocedores de la situación.

 

 

Un total de 5.860 personas con discapacidad están inscritas como desempleados con discapacidad en las oficinas del SEXPE (Servicio Extremeño Público de Empleo) de las diferentes localidades de nuestra región, aunque sabemos que existe un número mayor, sobre todo de personas con discapacidades orgánicas. En algunos casos son reacios a manifestar su discapacidad al inscribirse como desempleados.

 

Añadir que contamos con más de 140 Centros Especiales de Empleo, en los que trabajan más de 1.900 personas con discapacidad, y que están insertadas laboralmente más de 6.300 personas ( función pública, centros especiales de empleo, empresas ordinarias, empleo autónomo, etc).

 

Desde nuestras entidades gestionamos diversos programas y servicios de inserción laboral, así como Servicios de Intermediación Laboral a través de programas experimentales de empleo, servicios de asesoramiento y gestión laboral, etc etc, desde los que se vienen logrando cerca de 280 inserciones al año. De esta cifra aproximadamente 150 inserciones lo son en empresas ordinarias, y aproximadamente un 12% de empleo indefinido.

 

Es bueno reseñar que las cifras de desempleados con discapacidad han aumentado en los dos últimos años debido a que las personas con discapacidad ven mayores posibilidades de integrarse, siendo más proclives a manifestar su discapacidad.

 

También en los últimos años el trabajo consensuado está dando sus frutos. Nuestras entidades junto con las instituciones públicas y el sector privado (principalmente el empresarial) han dado un importante vuelco a la grave situación que veníamos padeciendo. Al desarrollar programas y ofrecer servicios directamente al colectivo, vía conciertos y subvenciones,  hemos podido poner en práctica proyectos que inciden directamente en la raíz de las dificultades de las personas con discapacidad, logrando importantes resultados, aunque queda mucho trabajo por hacer. 

 

También destacar la excelente colaboración que mantenemos con la administración autonómica que ha permitido modificar el Decreto de acceso al empleo público de las personas con discapacidad, incorporando medidas sumamente satisfactorias y en algunos casos pioneras en el ámbito nacional.

 

 

Todos tenemos claro que el ocio, la cultura y el deporte son elementos de desarrollo personal, de autentica inserción social y determinantes para nuestra calidad de vida. Y es desde esa premisa de la que partimos aquellos que tenemos como base fundamental de nuestro quehacer diario el lograr la integración social del colectivo de personas con discapacidad.

 

Para una persona con algún tipo de discapacidad y su familia, cada propuesta de realizar o participar en una de estas actividades, autenticas salidas de lo cotidiano, supone un problema a resolver. Sin embargo, pocos se resignan a quedarse recluidos en su domicilio sin posibilidad de acceder, como mínimo, a la oferta de ocio, deporte o cultura de su entorno. Entonces, las preguntas son obvias ¿Dónde radica el problema? ¿Qué impide que un colectivo tan amplio fomente su integración? 

 

Vayamos por partes: La posibilidad de que las propias personas con discapacidad, con el oportuno respaldo, organicemos y desarrollemos las acciones necesarias para llevar a cabo las actividades de ocio, cultura y deporte, nos ayuda a detectar preferencias, habilidades y lagunas y nos encamina al mismo tiempo hacia la asunción del estatus de persona con derechos y deberes. En otras palabras, nos abre las puertas a la verdadera incorporación a la sociedad. Las respuestas que hay que ofrecer deben tener en cuenta los beneficios de estas actividades como mediador de experiencias que potencian el desarrollo personal, y que la Organización Mundial de la Salud define como: «La capacidad de desarrollar el propio potencial personal y responder de manera positiva a los desafíos del entorno.» 

 

Pero la realidad es que viajar, visitar un museo, ir al teatro o a un partido de fútbol, practicar un deporte, no son actividades tan sencillas de realizar. La accesibilidad a bienes y servicios culturales, deportivos, turísticos y de ocio sigue siendo muy escasa. La garantía de accesibilidad no puede entenderse como una cuestión de sensibilidad o de buena voluntad de los gestores; es una cuestión de derechos fundamentales e inversiones económicas.

 

Desde nuestras entidades tenemos muy claro que la cultura "inclusiva" significa también equiparar oportunidades y promover la participación de las propias personas con discapacidad, de forma que incluso, seamos nosotros los protagonistas de las mismas. Ha llegado la hora de que sectores como el turístico se planteen cuestiones como la accesibilidad, y que esta vaya ligada a calidad, para que todos los ciudadanos tengan un alto nivel de disfrute y los servicios y productos turísticos, y estén adecuados a la sensación de satisfacción de todos los clientes. 

 

Si bien ya existen iniciativas que reúnen información sobre hoteles, turismo rural, deportes, museos y centros culturales, para las personas con discapacidad, lo cierto es que todavía hay poca preparación específica de los profesionales y es todavía muy escasa la oferta que hacen desde empresas especializadas, las agencias, las oficinas de turismo, y operadores de ocio y cultura, para que la ilusión y las ganas de “participar y realizarse” no se conviertan en una carrera de obstáculos plagada de decepciones. Las personas con discapacidad reivindicamos más accesibilidad. Nos va en ello nuestra integración.

 

Es bueno quedar patente que en materia educativa los avances que venimos demandando para lograr unos niveles de integración óptimos pasan por que se aborden tres aspectos: destinar mayores recursos a reformas en materia de accesibilidad de los centros educativos, incremento de los profesionales de apoyo, y ofrecer una buena red de transporte adaptado.

 

 

En materia de accesibilidad llevamos unos años trabajando mano a mano con los políticos, llevando a cabo actuaciones desde las demandas que presentamos y prácticamente liderando desde el movimiento asociativo el mensaje más adecuado. Esto nos lleva a que ya se empiece a reconocer que la accesibilidad tiene que ser considerada como un parámetro más de bienestar social, al igual que la lucha contra la contaminación, la planificación del tráfico o los sistemas de limpieza, por constituir calidad de vida y posibilitar el uso y disfrute de las ciudades.

 

Por otro lado es difícil encontrar una familia en la que alguno de sus miembros no se vea afectado por la problemática de la accesibilidad. Ello nos lleva a que nuestras demandas estén siempre respaldadas por la ciudadanía. Podemos decir con rotundidad que a nivel social la necesidad de llevar a cabo actuaciones en materia de accesibilidad es sobradamente conocida. 

 

Destacar que desde una de nuestras entidades que trabaja más de lleno el tema de la accesibilidad, APAMEX, se han realizado fuertes campañas solicitando que los ayuntamientos extremeños inviertan los recursos de todos aquellos fondos y programas que permitan inversiones locales en accesibilidad.

 

En este sentido se han organizado anualmente reuniones con los alcaldes de las dos provincias de Extremadura, Cáceres y Badajoz, insistiéndoles sobre este tema, recordándoles además que de esta forma pueden cumplir lo recogido en la Ley de Accesibilidad de Extremadura y el Decreto que la desarrolla, y que se puede concretar en actuaciones como vados peatonales, calles en plataforma única, rampas y adecuación de dependencias y aseos en edificios municipales. Todas estas obras generan muchos puestos de trabajo y servirán para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

 

Además numerosos ayuntamientos de nuestra Comunidad Autónoma tienen elaborados sus planes de accesibilidad, en muchos casos elaborados con fondos de la Diputación de Badajoz, lo que permite tener ya los borradores de los proyectos en materia de accesibilidad en urbanismo y edificación.

 

Además, destacar que desde hace tres años nuestra Comunidad Autónoma ofrece a las administraciones locales, empresarios y particulares los servicios gratuitos de la OTAEX (Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura) , fruto del convenio entre APAMEX y la Consejería de Fomento de la Junta de Extremadura y formada por un equipo profesional experto en la materia , con arquitectos y aparejadores. 

 

 

El medio rural condiciona a todos los niveles, pero principalmente en los ámbitos del empleo, la formación, y la accesibilidad. Estamos en una comunidad autónoma con falta de transporte interurbano accesible y la escasez de vehículos adaptados en las autoescuelas, etc.

 

También nuestro colectivo tiene dificultades para encontrar una oferta formativa adecuada, en centros accesibles, sobre todo en los municipios de menos de 5.000 habitantes. En cuanto al empleo viene muy condicionado por la existencia o no de empresas en el entorno de la persona con discapacidad, teniendo en muchos casos que optar por desplazarse a otras localidades de mayor población, con las dificultades que ello supone.

 

El medio rural condiciona a todos los niveles, pero principalmente en los ámbitos del empleo, la formación, y la accesibilidad. Estamos en una comunidad autónoma con falta de transporte interurbano accesible. También nuestro colectivo tiene dificultades para encontrar una oferta formativa adecuada, en centros accesibles, sobre todo en los municipios de menos de 5.000 habitantes. En cuanto al empleo viene muy condicionado por la existencia o no de empresas en el entorno de la persona con discapacidad, teniendo en muchos casos que optar por desplazarse a otras localidades de mayor población, con las dificultades que ello supone.

 

 

Es bueno resaltar que se cuenta con COCEMFE Badajoz y nuestras entidades para conocer nuestras inquietudes y escuchar nuestras propuestas, todo ello desde el convencimiento de que somos los interlocutores adecuados. Podemos afirmar que las administraciones públicas valoran nuestro riguroso trabajo y son conscientes de que nuestro objetivo es el de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad física y orgánica.

 

En cuanto a las dificultades, que son indudablemente muchas, destacaría las problemáticas de accesibilidad, la educación, y evidentemente el empleo. Entiendo que son cuestiones que precisan mayores inversiones económicas y sobre todo mucha confianza en nuestras posibilidades de intermediación y asesoramiento como conocedores de la situación.

 

Es bueno quedar patente que además de nuestra labor habitual, estamos muy volcados en lograr hacer llegar a la sociedad extremeña un mensaje positivo de nuestro colectivo, resaltando el esfuerzo de las personas con discapacidad por integrarse y el de nuestras entidades por trabajar desde el dialogo y la rigurosidad. Entendemos que no podemos quedarnos en únicamente identificar los problemas. Es preciso asumir nuestro grado de compromiso e implicarnos en las soluciones. Por ello, solemos presentar siempre propuestas e incluso formulas de cofinanciación para desarrollarlas, e incluso plateamos abiertamente la ejecución de los proyectos desde nuestras entidades si ello es posible.

 

Nuestro futuro tiene que depender de nosotros y de nuestro trabajo, y sobre todo del nivel de compromiso y unidad que seamos capaces de demostrar y sobre todo de transmitir.

 

Tenemos muchos retos y un enorme trabajo por delante en las diversas materias que nos afectan, con la realidad de que todavía numerosos extremeños con discapacidad viven y sufren una situación gravísima de incomprensión y desigualdad. Pero solo llegaremos a convertir la utopía en realidad si logramos conseguir que la sociedad extremeña asuma que la falta de integración de las personas con discapacidad es un déficit de ciudadanía. El cambiar esta situación es responsabilidad de todos.