Este conversatorio, que modera José Manuel González Huesa, director de cermi.es y director general de Servimedia, se encuadra en esa batería de acciones. Según el presidente de dicha comisión del CERMI, “necesitamos que la discapacidad sea más visible en todos sus aspectos, que no nos quedemos solo en el tema de las capacidades, que realmente estemos en todos los ámbitos”, y para ello considera fundamental que las propias organizaciones de la discapacidad cuenten con agrupaciones, espacios de confluencia, contacto o iniciativas que favorezcan esa visibilidad LGTBI desde las personas con discapacidad. 

 

 

Como presidente de la comisión, Jesús G. Amago tiene en proyecto la apertura de un repositorio en la web del CERMI donde quede alojado todo lo que se ha escrito y publicado sobre LGTBI-Discapacidad. Y es que es de vital importancia el conocimiento y la visibilidad de la realidad de las personas LGTBI con discapacidad, de ahí que destaquen en este conversatorio la necesidad de impulsar un estudio sobre dicha realidad que trabajan desde CERMI, Fundación ONCE y la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (Felgtb). “El estudio promete muchísimo y confiamos en que sea una herramienta para tener siempre presente”, afirma G. Amago. 

 

Alfonso Lara, responsable del Área de atención psicosocial y educativa de Felgtb afirma que tras el año y medio de pandemia es un “éxito absoluto” reivindicar de nuevo en la calle, en la manifestación del orgullo: “No se va a parecer en nada a las anteriores, pero nos interesa estar ahí”. Afirma también que “dentro de los ejes vertebradores de la federación está la reivindicación de la igualdad legal, el respeto asociado a la diversidad afectivo-sexual”, y en el caso de las personas con discapacidad “el proyecto se enmarca en la defensa de los derechos humanos y especialmente en la Convención de la ONU sobre discapacidad; para nosotros es una prioridad, cada vez que hacemos cualquier tipo de material o pensamos en una determinada investigación, queda manifiesto el interés por reivindicar esa igualdad frente a la doble y triple discriminación que comenta Jesús”. 

 

La manifestación del orgullo es muy importante, a juicio de Martu Pericas, de la Comisión de la Juventud Sorda de la CNSE, pues sirve para ganar en visibilidad, “hay que asistir a estos eventos para que se sepa que estamos y se conozca la realidad de las personas sordas LGTBI y, en nuestro caso, la falta de accesibilidad, que se traduce en barreras a la comunicación que produce un aislamiento doble”. 

 

Desde la Confederación Autismo España, Cristina Hernández explica que entre las personas con diagnóstico TEA la realidad LGTBI es muy emergente y el desconocimiento es importante: “Las personas que dan apoyo al colectivo desde distintos ámbitos están viendo cada vez mayor demanda de las propias personas con diagnóstico de autismo y diversidad de identidad de género y demandan mayor conocimiento y formación en este ámbito pues muchas veces las personas LGTBI con un diagnóstico de TEA pueden experimentar miedo al rechazo, a la discriminación, incluso en el entorno cercano”. Además de incrementar el conocimiento y la sensibilización, considera prioritario “desarrollar servicios y recursos que den apoyo a sus necesidades específicas”. 

 

Iván López, de Predif, afirma que la comisión del CERMI facilitará la acción de visibilizar a las personas con discapacidad LGTBI y que el ejercicio de manifestarse y reivindicar, propio del día del orgullo, “debería hacerse durante todo el año y que todo el mundo pueda expresarse en el día a día y se vea lo más normal posible; lo de hoy está muy bien y hay que dar el apoyo a esa manifestación, aunque este año no es lo más recomendable que salgamos todos a la calle, pero sí coger fuerzas, nuevas ideas, proyectos para el año que viene y trabajar todo el año”.

 

David Bernardo, de ONCE, valora también la importancia de una comisión del CERMI con este cometido y la necesidad de hacer más visible la realidad LGTBI en el sector, entre otras cosas por evitar discriminaciones como las que relata: “Estas últimas semanas en Barcelona se están dando otra vez agresiones a personas LGTBI, imaginaos si esto se produce con una persona con una discapacidad visual, se complica mucho más y no se puede defender en ese momento”.

 

 

“El riesgo de exclusión social, marginalización y discriminación es mucho mayor para las personas con discapacidad cuando presentan una orientación sexual no heterosexual o con una identidad de género no normativa”, afirma Cristina Hernández, que considera necesario trabajar en la investigación y en la demanda de políticas públicas, pero sobre todo con las propias personas con discapacidad y sus familias, “para que aprendan a conocerse, quererse y aceptar su sexualidad y luego tengan los apoyos adecuados y adaptados a cada persona teniendo en cuenta sus necesidades individuales para promover su calidad de vida”. 

 

Es por eso que en el conversatorio se hace hincapié en la importancia de la legislación, y así lo entiende Alfonso Lara, que destaca la trascendencia de la llamada ‘Ley Trans’, el Anteproyecto para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, y en concreto el artículo 71, que hace referencia específica a las personas con discapacidad. Entre otras cosas, esa norma hace referencia a la necesidad de esa sensibilización y formación también en el sector de la discapacidad.

 

A pesar del consenso en la importancia de la normativa, varias voces hacen referencia al exceso de incumplimiento en muchas leyes en el entorno de la discapacidad. Martu Pericas afirma que “hay otras legislaciones de discapacidad que no se cumplen, mucha legislación que no se materializa” y añade que “la ley trans tiene espacio de mejora, pues no cubre a todos los colectivos”. Algo similar expresa David Bernardo, que regresa de nuevo a su tierra y explica que “en Cataluña tenemos desde diciembre una Ley de igualdad de trato y no discriminación que es fantástica, pero es como todo, al final el papel lo soporta todo, podemos escribir lo que nos de la gana, pero si finalmente no se aplica la ley y no se le da ese empuje que necesita…”

 

 

El resto del conversatorio transcurre entre dos cuestiones trascendentales, una de ellas es la necesidad de referentes, como explica Jesús G. Amago: “Es fundamental que encontremos referentes a nivel mediático, personas con rostro, con notoriedad, que pasemos de la ficción a la realidad y tener la notoriedad que no tenemos”. Explica que algunos influencers LGTBI tienen que dar a conocer su discapacidad porque “pueden ayudar a muchísimas personas con discapacidad que todavía no quiere afrontar esa doble o triple discriminación”. Así lo entiende también Iván López que afirma: “Hay que tirar de gente mediática porque es una buena carta de presentación y genera confianza para que nos conozcan”. Para David Bernardo, “esos referentes ayudarían a las personas con discapacidad a coger más fuerza”.

 

En cuanto al empleo, Alfonso Lara afirma que en la Felgtb es un tema que les preocupa especialmente, y de esa preocupación nacieron dos proyectos, ‘yes we trans’ y ‘emidis’. “Siempre ha sido un espacio que hemos querido potenciar y cada vez hay más empresas interesadas, de hecho, ha aumentado la formación que hacemos a través de la federación y la sensibilización crece y crece hasta tal punto que ambos programas han tenido una incidencia bastante importante”, explica Lara. Esta actividad ha estado dirigida a grandes empresas, precisamente porque “la incidencia que tienen en el resto es fundamental, son referentes”. 

 

Para Martu Pericas no queda claro si la discriminación laboral en estos casos se debe a la discapacidad, a la condición LGTBI o a ambas, “pero se empieza a notar en el mundo de las empresas esta preocupación por no etiquetar o encasillar a la gente, porque al final todos queremos estar en la misma situación que el resto”. Apunta además la especial atención que merecen los jóvenes, que “reconocen vivir discriminación por una de ellas o por ambas, en el ámbito laboral”. En todo caso, afirma: “Tanto CERMI como la Felgtb sois entidades de referencia para ayudar al resto”.

 

En el caso de las personas con diagnóstico TEA el empleo es ya de por sí una cuestión complicada pues presentan una tasa de desempleo de entre el 70 y el 90 %. A pesar de todo, afirma Cristina Hernández: “Las personas con discapacidad son perfectamente capaces de desarrollar un trabajo siempre que tengan los ajustes y apoyos necesarios y el tener una determinada orientación sexual no dentro de la norma no tendría que influir en la consecución de un trabajo”.