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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 24 de septiembre de 2021cermi.es semanal Nº 451

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

25º aniversario del CERMI

Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMI

“Gracias al CERMI, la sociedad es más plural”

24/09/2021

Blanca Abella - Fotos Jorge Villa

Paulino Azúa recuerda que a finales de los años 70 ya empezó a actuar un grupo conformado por algunas asociaciones de la discapacidad, en una comisión auspiciada por el Real Patronato de Educación Especial. No era, ni mucho menos, el CERMI que hoy conocemos. Asegura que “el detonante fue la incorporación de la Fundación ONCE y la habilidad y competencia de Rafael de Lorenzo para lograr consensos”. Además, para poder tener voz en Europa se requería la constitución formal de una organización que incorporara a las organizaciones de personas con discapacidad y de sus familias. Así fueron los comienzos de una historia de éxito, relatada por un forofo, como se define este hombre, que asegura que el CERMI ha hecho una gran contribución al enriquecimiento de la sociedad española.

Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMILos 25 años nos sitúan a las personas en plena juventud, ¿qué son para una entidad como el CERMI?
 
Un espacio de tiempo muy amplio, porque hay que situarlo en el contexto de la vida social y política española. Y podría destacar muchos aspectos  del CERMI, pero si tuviera que poner de relieve alguno señalaría su  capacidad de adaptación  y de actuación en la sociedad civil y en los operadores políticos.  El ámbito político ha cambiado una barbaridad y el medio social también, no hay más que observar los foros y los ámbitos en los que interviene el CERMI. Sigue siendo una formación joven, pero es una plataforma de acción política y social, no es como una federación u otras entidades, que tienen otros parámetros de actuación. No interviene en la vida de las organizaciones y, a su vez, todas las organizaciones, con sus más y sus menos, confluyen en un objetivo común, que es el del CERMI.
 
Esa capacidad de adaptación al medio, ha sido a su vez una adaptación para cambiar ese medio o esa sociedad, para avanzar y lograr que la discapacidad ocupe el sitio que le corresponde.
 
Sin duda. Es evidente que la tarea de la Fundación ONCE ha sido esencial en ese sentido, porque parte de los recursos que ha puesto a disposición de las organizaciones han permitido que la discapacidad en su conjunto esté en la calle. Pero eso no habría servido de nada si luego no hay una palanca que lo ponga en valor, que es el CERMI. 
 
El avance que ha proporcionado el CERMI al sector de la discapacidad es innegable, ¿cuál crees que ha sido la aportación más valiosa del CERMI a la sociedad?
 
Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMIHa contribuido a un enriquecimiento social que me parece fundamental, que es el considerar a las personas con discapacidad como personas en las que la discapacidad es una circunstancia, no algo esencial en su vida, aunque en muchos casos la condicione. Me parece que eso enriquece una sociedad, que también tiene que abordar otro tipo de problemas sociales a los que dar solución o, al menos, intentarlo. Es una sociedad más plural, donde se pretende que estén incluidos todos los ciudadanos. 
 
Hace muchos años, cuando paseaba por la calle con mi primo, con síndrome de Down, me daba cuenta de que le miraban como si fuera un bicho raro. Esto era en los años sesenta, cuando incluso la terminología recogía una visión marginadora hacia quienes muchos llamaban subnormales, anormales, etc. Que la ciudadanía haya pasado página de todo eso, me parece un enriquecimiento tremendo, no solo para el conjunto de la sociedad, sino también para cada uno de sus componentes.
 
Aunque hablamos de una historia de éxito, ¿cambiarías algo de esos comienzos del CERMI o de alguna de sus decisiones en estos 25 años?
 
Globalmente no, porque incluso las dificultades iniciales han servido para compactar más a las organizaciones en torno a un proyecto común y darse cuenta de que, aunque sea un tópico, la unión hace la fuerza. Ocurre que, en la vida de las organizaciones muchas veces se avanza dos o tres pasos, y reculas uno, no se está avanzando permanentemente. Los cambios políticos y los cambios de mayorías políticas condicionan mucho las relaciones con sus responsables, tanto en el CERMI Estatal como en los CERMIS Autonómicos. Pero ahora, poco a poco, los CERMIS Autonómicos van teniendo cada vez más presencia y más fuerza, aunque a veces hay más tensiones internas de las que serían razonables. Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMI
 
Pero la estructura sigue funcionando, ¿el CERMI y la red de CERMIS Autonómicos son también un hallazgo?
 
Sí, es fundamental. Hay que tener en cuenta que los CERMIS Autonómicos son mucho más jóvenes, tienen menos experiencia, el nivel de la política autonómica no es el mismo que el estatal, y se actúa sobre situaciones mucho más concretas, porque los problemas económicos acucian y hay que dar soluciones a muchos asuntos aun no resueltos. A pesar de las dificultades, incluso podría decir de los conflictos internos, los CERMIS autonómicos son insustituibles; si no existieran, habría que crearlos otra vez. 
 
De todas las reivindicaciones y reclamaciones que planteaba el CERMI en sus comienzos, ¿cuál ha quedado pendiente y consideras más urgente?
 
Hay una reclamación operativa. Pepe Alba, el que fue presidente de Cemfe (Consejo Estatal de Minusválidos Físicos de España, germen del actual Cocemfe), que participó en los momentos iniciales del CERMI, decía algo que parece una bobada, pero que es cierto, y es que “en España hacen falta leyes de obligado cumplimiento”.  
 
A su vez, me parece necesario y urgente revisar el concepto de accesibilidad. La accesibilidad durante mucho tiempo la hemos entendido como accesibilidad solo arquitectónica, pero es un concepto muchísimo más amplio: El acceso a la cultura que requiere muchas adaptaciones en sus instalaciones, la accesibilidad cognitiva que favorezca la vida independiente, la creación de entornos amigables, etc.
 
Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMIPero también la garantía de los derechos, el acceso al empleo, la equiparación salarial, o la no discriminación de la mujer con discapacidad, son solo una pequeña muestra de lo mucho que queda por hacer. 
 
Recientemente se han logrado grandes avances, como por ejemplo la reforma de la legislación civil y procesal, ¿se trata de otra gran conquista del CERMI?
 
Se ha hecho un cambio fundamental en el Código Civil en el que el CERMI ha tenido un papel básico, aunque me temo que va a costar bastante que empiece a funcionar. Hay que conseguir que los operadores jurídicos crean en ello y se impliquen. Algunos dicen que nos hemos pasado, pero no nos hemos pasado, en todo caso, ¡Ya era hora!
 
Afortunadamente, organizaciones como la Fundación Aequitas, o el Foro de Justicia y Discapacidad, están desde hace tiempo trabajando bien estas cuestiones. El CERMI ha colaborado  y colabora activamente con ambas y, sin duda, van a resultar importantes para la puesta en práctica de esta modificación legislativa tan importante.  
 
¿Tienes algún recuerdo especial y/o trascendente de tu participación en estos 25 años de historia?
 
Paulino Azúa, presidente de la Comisión de Cooperación e Innovación Asociativa del CERMITengo muchos recuerdos pero ninguno específico. Si acaso la sensación de haber colaborado con muchas otras personas y organizaciones en procurar que se produzcan condiciones para la mejora de la calidad de vida de quienes tienen algún tipo de discapacidad.
 
¿Qué necesita el CERMI hoy, a sus 25 años?
 
Soy un “forofo” del CERMI, por razones obvias, pero me gustaría que hubiera más forofos, internamente también. Creo que el CERMI requiere una mayor intensidad en la sensación de pertenencia de sus miembros. 
 
Haciendo un esfuerzo de imaginación, ¿cómo cree que serán las bodas de oro del CERMI?, ¿quizás retirándose tras lograr el objetivo marcado?
 
25 aniversario de CERMIEsa es una vieja aspiración, pero creo que nunca se alcanzarán los objetivos en su plenitud  porque surgirán nuevos retos y nuevas necesidades que ahora no nos imaginamos. Recuerdo cuando se hablaba de las personas con discapacidad intelectual viviendo en pareja, trabajando, casándose o teniendo hijos… Parecía una utopía que el paso de los años está convirtiendo en realidad. 
 
Siempre habrá retos, será el CERMI o se llamará de otra manera, pero seguirá existiendo un movimiento global de promoción de las personas con discapacidad y de defensa de sus derechos. Se necesitarán medios materiales y personales, financiación adecuada, buena formación de profesionales, creación de servicios orientados a la persona, y no al revés, mayor compromiso de las administraciones públicas, mayor compromiso social… Por eso seguirán desarrollándose movimientos sociales, seguirán actuando, espero y confío, organizaciones y federaciones que se han demostrado tan eficaces con el paso de los años.  En definitiva, la sociedad civil seguirá organizada en torno a plataformas que defiendan a colectivos desfavorecidos. Y el CERMI y las organizaciones que lo integran seguirán estando en primera línea. 
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