"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
25º aniversario del CERMI
Pilar Morales, ex presidenta de CERMI Región de Murcia
“Lo que más me llamó la atención del CERMI fue el mirar para todos y la capacidad de negociación”
01/04/2022
Blanca Abella
Cuando llegó al mundo de la discapacidad, Pilar Morales conoció a personas maravillosas y se embarcó en un trabajo que todavía le apasiona. Ahora ha decidido quedarse en su localidad, Águilas, donde mantiene un contacto directo con las personas y un compromiso firme con toda la Región de Murcia. Asegura que el CERMI ha logrado una mirada nueva sobre la discapacidad y una interlocución con las autoridades que abre todas las puertas, “esa capacidad de negociación y de tocar puertas, esa oportunidad para hablar la teníamos solo con poner la palabra CERMI delante”.
No sabía nada del mundo de la discapacidad hasta el año 2009, cuando por un tema familiar empecé a colaborar con una asociación en Águilas (Murcia). Poco después me impliqué también en la federación de Murcia y enseguida me pidieron ser representante de la federación en el CERMI Región de Murcia (CERMI RM). En pocos meses, al ayudar en la actualización de los estatutos de CERMI RM, empecé a conocer mejor el funcionamiento y el mundo de la discapacidad y cuando dimitió el presidente me pidieron que le sustituyera, era el 4 de octubre de 2013.
Una rápida inmersión en este mundo asociativo, ¿cómo fueron esos comienzos en el CERMI?
En un viaje a Murcia que hizo el presidente del CERMI, Luis Cayo, hablé con él y me dejé engañar, jajajaja. A partir de ahí, me puse a trabajar y fueron 4 años muy intensos. Empecé un periodo de hablar con todo el mundo, puesto que pensaba que la discapacidad no era una cuestión política, no nos casamos con ningún partido, y en esos primeros meses estrechamos lazos con el PSOE, con Ciudadanos y con Podemos, porque con el PP ya existían, incluso después también hablamos con Vox.
El presidente del CERMI dice que somos un lobby, aunque la gente siempre lo entiende como algo malo, pienso que lleva razón, nosotros peleamos por nuestra gente, somos un grupo de poder que luchamos por los derechos y las necesidades de las personas con discapacidad. Somos un lobby y eso no quiere decir que nos vayamos a llevar dinero.
¿Qué balance hace de ese periodo y de lo que ha supuesto el CERMI para Murcia y para el resto de comunidades autónomas?
Lo que más me llamó la atención fue el mirar para todos y la capacidad de negociación. Se abría el abanico para buscar soluciones al problema de cada uno, y esa capacidad de negociación y de tocar puertas. Gracias a eso, con el CERMI ahora se abre cualquier puerta. Se paran, hablan contigo, se consigue o no, a veces, pero esa oportunidad para hablar la teníamos solo con poner la palabra CERMI delante.
El CERMI ha logrado unificar y dar visibilidad a todas las discapacidades, antes se hablaba de la discapacidad solo cuando se veía por las calles a los ciegos, por ejemplo, o a algunas personas que iban en silla de ruedas, a los chavales con síndrome de Down… pero se les veía de manera aislada y desenfocada. El CERMI ha servido para unir a las discapacidades, darles un nombre y que se les vea como personas con capacidad de hacer cosas y de empujar.
¿Qué sería lo más importante que ha logrado el CERMI a su juicio?
Con la ayuda del CERMI se han hecho tantas cosas que me siento incapaz de señalar una, pero algo importantísimo es el empuje que se le ha dado a la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, eso ha servido de guía y ha ayudado a empujar a todas las entidades y federaciones y de ahí han salido tantas cosas últimamente, que tiene que ser nuestra Biblia.
Y, ¿qué le quedaría al CERMI entre las principales cuestiones que todavía quedan pendientes para que las personas con discapacidad logren una verdadera inclusión?
Luchas quedan todas las del mundo, pero por destacar alguna, ahora la mismo sería el tema del empleo, que afecta a todas las discapacidades, aunque también me parece muy importante el derecho al ocio, que quizás no lo reclamamos demasiado porque podría parecer algo secundario, pero creo que es muy importante para las personas con discapacidad.
Y, desde luego, todo pasa al final por tener una accesibilidad universal real, aunque me gusta más hablar de diseño para todos, porque es un acceso para personas con discapacidad, pero también para una persona mayor, o para mí si me rompo una pierna… Y algo que me enerva es que estamos haciendo ciudades invivibles, debemos centrarnos más en las necesidades reales de las personas y debemos diseñar según esas necesidades, las calles tienen que ser transitables, no podemos empedrarlas.
La cuestión del acceso universal o del diseño para todos es una de las prioridades del sector de la discapacidad, ¿cree que es también un asunto de interés general?
Es un cambio que tiene que hacer la sociedad, aunque creo que la gente se va sensibilizando porque al final todo el mundo tiene una persona con discapacidad cercana y cuando hablas con ellos y les explicas lo que es la accesibilidad universal, de pronto abren los ojos y descubren algo maravilloso.
Esos cambios sociales también los favorecen las plataformas como el CERMI, con su acción e incidencia política, ¿qué más crees que le ha dado el CERMI a la sociedad en nuestro país?
El CERMI ha proyectado una fotografía sobre la discapacidad ante el resto de las personas que ha sido importantísima, pero además ha aportado educación sobre discapacidad a los políticos. En los cuatro años que presidí el CERMI RM, hubo cinco gobiernos diferentes y cada vez que íbamos a ver al presidente o a cualquier consejero, empezábamos de cero, y eso es formación pura y dura en discapacidad y el CERMI Estatal es la punta de lanza en esa formación.
¿De qué manera han contribuido el CERMI RM y el resto de CERMIS Autonómicos a lograr esa gran tarea de la plataforma de la discapacidad en favor de la inclusión de las personas con discapacidad?
La red de CERMI Autonómicos fue una idea estupenda y un CERMI como el de la Región de Murcia no hubiera tenido ningún peso si no hubiera habido una dirección clara desde Madrid y un apoyo real. Nosotros no tenemos capacidad de empujar ante una legislación a nivel nacional si no hay nadie por delante que nos apoya, y viceversa, el CERMI también ha podido hacer algo porque hay unas estructuras en las comunidades que son las que realmente tienen a la gente…
En CERMI RM tenemos ahora a Teresa Lajarín que organiza muy bien y conoce a mucha gente y empuja muy bien, sobre todo en temas de mujer, que es muy importante, porque hay que dar esa visibilidad a la mujer con discapacidad, y también hay mucho que hacer en temas de empleo, que es la clave para conseguir una vida normalizada, que te sientas útil.
Para mí el CERMI fue un antes y un después, una revolución en mi vida. Intenté ayudar en la medida de mis posibilidades y el CERMI me enseñó sobre organización, sobre discapacidad y conocí a un montón de gente maravillosa, aunque también aprendí algo malo, y es que en este sector hay mucha estrella, por eso hay que dejar que entre sangre nueva en algunos sectores. Es algo que tengo claro en la empresa privada, llega un tiempo que, si has hecho bien tu trabajo, te puedes ir tranquilamente, si no lo has hecho, debes quedarte ahí.
A pesar de todo el trabajo que tuve en esos cuatro años, fue una época muy feliz de mi vida, lo disfruté muchísimo, con lo cual el CERMI también me dio mucho y he conocido a gente que merece la pena, se pueden decir nombres, pero no quiero … Aunque si me gustaría agradecer a Luis Cayo toda la ayuda que me dio en su momento y me sigue dando después.
