Entrevista
Ana Lucía Arellano, presidenta de Alianza Internacional de Discapacidad (IDA)
“Nuestros líderes con discapacidad están más que empoderados, preparados y dispuestos para sentarse con los representantes de los gobiernos”
12/04/2019
Beatriz Sancho - Fotos: Jorge Villa
La ecuatoriana Ana Lucía Arellano, presidenta de la Alianza Internacional de Discapacidad (IDA) desde julio, tiene muy claro que su mandato tiene que servir para que el mundo se entere de las necesidades de las personas con discapacidad en el Sur global, y de que allí urge el apoyo y la financiación para convertirse en una región inclusiva. El hecho de negarle a su hijo la posibilidad de “ser parte de este mundo por tener síndrome de Down”, la ha convertido en una activista incansable que ha trocado dolor por amor, ese de ofrecer la esperanza y la fe en que las desigualdades se pueden “equilibrar”.
¿Por qué Madrid para celebrar este Comité de Programas de la Alianza Internacional de Discapacidad (IDA, en sus siglas en inglés) que, además, coincide con el vigésimo aniversario de la entidad?
Siempre nos damos un momento para celebrar, pero actualmente nuestra organización está tan ocupada movilizándose alrededor del mundo, que hemos decidido que lo vamos a celebrar trabajando. Esto es lo que hemos hecho durante todos estos días en Madrid con una agenda incansable, movidos por la pasión.
IDA se reúne dos veces al año en el pleno de la junta directiva. Siempre escogemos un lugar del mundo donde, primero, tengamos una oportunidad para apoyar a los miembros de ese país y, segundo, podamos provocar allí algún cambio importante.
En realidad, para IDA es importante apoyar al movimiento nacional del país donde nos reunimos. Y España tiene un significado muy grande para la organización por el
CERMI y por la
Fundación ONCE.
Cuando nació IDA, lo hizo como una organización de hecho y no de derecho, y para que se volviera de derecho, para poder registrarla en la
ONU, para que fuera legalmente incorporada, la Fundación ONCE y el CERMI fueron quienes nos apoyaron, inclusive financieramente.
Nuestro director ejecutivo, en ese entonces, estaba financiado por España, y ahora que cumplimos 20 años, para IDA significa mucho demostrar ese agradecimiento personal al movimiento asociativo español de la discapacidad, así como brindar a estas dos entidades el máximo reconocimiento.
“Cuando nació IDA, para poderla registrar en la ONU, la Fundación ONCE y el CERMI fueron quienes nos apoyaron, inclusive financieramente”
¿Podrías explicarnos en qué ha consistido la cuarta reunión del Comité de Programas que la IDA ha celebrado en Madrid estos días de abril?
La manera cómo IDA ahora toma sus decisiones e impacta al mundo es a través de los directores ejecutivos que conforman este comité. Estos llevan las decisiones políticas de la junta directiva y las convierte en decisiones operacionales o en proyectos.
Las decisiones políticas que hemos tomado en Madrid entre todos tienen que ver con proyectos como, por ejemplo, la elaboración de informes regionales sobre el nivel de implementación de la
Agenda 2030. También estamos abordando acciones puntuales mundiales sobre nuestra iniciativa bandera: “mujeres y niñas con discapacidad”.
Háblanos del posicionamiento de IDA respecto a las mujeres y niñas con discapacidad, por favor.
Acabamos de firmar un memorándum de entendimiento con
ONU Mujeres para llevar el tema de mujeres y niñas con discapacidad al más alto nivel, para lograr que la misma agencia se vuelque, sea inclusiva y esté alineada a todo lo que IDA ha recogido respecto a sus necesidades y urgencias. Lo haremos mediante un entrenamiento o formación a los ejecutivos claves de ONU Mujeres. Se realizará durante dos semanas en El Cairo y hemos pedido apoyo a Ana Peláez que, a su vez, recibe todo el apoyo de IDA en el desarrollo de sus funciones dentro del Comité de la Cedaw.
También queremos reunir informes para que, según sean revisados los países, nuestros miembros y, sobre todo, nuestras mujeres con discapacidad de esos países, puedan llegar preparadas para incidir en las decisiones que está tomando el comité.
¿Cuáles son los objetivos más destacables que os habéis propuesto para la Estrategia 2020-2030 de la organización que presides durante esta estancia en Madrid?
El enfoque de la junta directiva estos días ha sido revisar, reflexionar y decidir hacia dónde vamos a llevar nuestro movimiento y, más precisamente, qué vamos a hacer del 2020 al 2024.
Dentro del apartado de cómo vamos a seguir gobernando la alianza, queremos preparar a los jóvenes con discapacidad para que pueda nutrir a toda la junta sobre cómo piensan, ya que los jóvenes y los niños serán nuestros próximos líderes. Y vamos a crear un nuevo comité con ellos para que nutran nuestras decisiones.
“Queremos preparar a los jóvenes con discapacidad para que pueda nutrir a toda la junta sobre cómo piensan, ya que los jóvenes y los niños serán nuestros próximos líderes”
Por otro lado, nos estamos enfocando fuertemente en la educación inclusiva; en la gestión de riesgos; desastres y acción humanitaria; estamos trabajando mucho en la disponibilidad sobre tecnología asistida; discutiendo sobre empleo y protección social, y seguimos insistiendo en el tema de las niñas y mujeres con discapacidad porque para todos nosotros es muy, muy importante, como he dicho, nuestra iniciativa bandera.
“Seguimos insistiendo en el tema de las niñas y mujeres con discapacidad porque para todos nosotros es muy, muy importante, nuestra iniciativa bandera”
También estamos elaborando un documento que será una política de IDA para apoyar la desinstitucionalización de los niños y niñas con discapacidad para hablar de la verdadera inclusión en el mundo.
Alineado con todo esto tenemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Precisamente, ¿cómo de importantes son los ODS 2030 para IDA y cómo estáis planeando vincularos con estos como representantes del movimiento asociativo de la discapacidad a nivel mundial?
Hemos realizado una fase de información y entrenamiento para que el movimiento adopte la Agenda 2030, y puede estar interactuando muy activamente dado que el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (
FPAN) está tomando en cuenta los informes voluntarios de cada país.
No tenemos el mismo mecanismo que tenemos montado para la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, pero estamos formando con un curso llamado ‘Bridge’ a nuestros líderes para darles una herramienta sobre los ODS.
Para IDA, ahora mismo, lo más importante es realizar estas formaciones en todas las regiones del mundo para que las personas que las cursen se vuelvan expertos en el manejo de la Agenda 2030 alineada con la Convención, y para que puedan incidir políticamente y de forma muy práctica para trasladar las políticas públicas inclusivas en cualquier parte del mundo, en cualquier país.
Tanto es así que, en las próximas semanas, realizaremos una formación relativa esta vez a la acción humanitaria y la gestión de riesgos. Incluso estamos invitando a estos cursos a organizaciones internacionales y entidades que financian el desarrollo inclusivo para involucrarles.
Sería bueno que forméis en estos aspectos también a los periodistas.
El 6 de junio comenzará la
Cumbre Mundial de Discapacidad que organizamos en Argentina. En realidad, se trata de un seguimiento a la Cumbre Mundial de Discapacidad de Reino Unido del pasado verano, porque la voz de América Latina no estuvo presente debido a que el área de interés del sur global, inicialmente, era África.
Ahora nos estamos moviendo a América Latina y parte de mi compromiso, durante este mandado, es provocar un cambio importante en la región, y hacer un llamamiento de que en América Latina hay temas muy urgentes.
Esto viene al caso porque, en Londres, coincidiendo con el día del periodista, el 7 u 8 de junio, haremos un evento paralelo para hablar de comunicación también al más alto nivel, y explicaremos que la información tiene que ser accesible, inclusiva y enseñaremos cómo armonizar el lenguaje que los periodistas manejáis. Tenemos que dejar de hablar del “minusválido”, del “discapacitado”, y defender los derechos también desde el lenguaje.
El número 17 de los ODS apela a las alianzas para lograr objetivos, y durante estos días os habéis encontrado también con miembros del Consorcio Internacional de Desarrollo y Discapacidad (IDDC), así como de la Disability Rights Foundation para revisar y discutir sobre estrategias de colaboración para alcanzar los ODS para todas las personas con discapacidad. ¿Por qué son cruciales las alianzas y qué conclusiones habéis sacado con las reuniones con estas dos entidades?
Las alianzas son importantes porque desde IDA defendemos el lema de “Nada de nosotros sin nosotros”, y los cooperantes internacionales ahora están trabajando con nosotros, mediante un convenio, para optimizar recursos, para aunar esfuerzos y para que ese “Nada de nosotros sin nosotros” sea puesto en práctica, y se cumpla lo que inspira la Agenda 2030: “que nadie se quede atrás”. Para nosotros ninguna región ni ninguna persona con discapacidad puede quedarse atrás.
Los criterios de algunos organismos internacionales solo financian ciertos ODS y en ciertos países, en ciertas regiones. Por eso IDA está motivando a estos socios para revertir esta situación. Nos encontramos con que, a veces, hay voluntad de hacer cosas por las personas con discapacidad, pero cuando esa voluntad no está alineada con la convención y con la Agenda 2030 se diluye el esfuerzo y se malgastan los recursos.
Por eso son importantes las alianzas: para remar hacia una misma dirección y estar en una misma página convencidos de que podemos hacer este mundo mejor.
“A veces, hay voluntad de hacer cosas por las personas con discapacidad, pero cuando esa voluntad no está alineada con la convención y con la Agenda 2030 se diluye el esfuerzo y se malgastan los recursos”
Volviendo a la Cumbre Mundial de Discapacidad que organizáis en Argentina a partir del 6 de julio, ¿qué oportunidades representa para las personas con discapacidad y qué expectativas tiene la IDA puestas en este evento global?
Es una oportunidad para que la voz de la sociedad civil con discapacidad y la de las organizaciones de personas con discapacidad sea escuchada, sea tomada en cuenta, que su participación asegure más compromisos, más firmas y más adhesiones de la Carta por el Cambio que, en Londres, logró 170 compromisos.
Aspiramos a seguir movilizando a la sociedad civil y especialmente ahora a la de América Latina para atraer a los gobiernos para que rindan cuentas, y para trascender ese lamento de la falta de recursos, de la falta de avance a pesar de que la voluntad política exista.
Queremos conseguir ese compromiso de empezar a proponer juntos porque nuestros líderes con discapacidad están más que empoderados, preparados y dispuestos para sentarse con los representantes de los gobiernos y fortalecer esos canales de comunicación, que apenas existen en muchos países.
“Nuestros líderes con discapacidad están más que empoderados, preparados y dispuestos para sentarse con los representantes de los gobiernos y fortalecer esos canales de comunicación, que apenas existen en muchos países”
Siendo también la presidenta de la Red Iberoamericana de Organizaciones de Personas con Discapacidad y sus Familiares (Riadis), ¿sería positivo, enriquecedor, por los vínculos culturales con España, que la entidad que presides trabajara de forma conjunta con el CERMI para avanzar unidos en la inclusión plena de las personas con discapacidad en Iberoamérica y en España?
En realidad, con el CERMI tenemos una historia. CERMI era parte de Riadis, aunque no lo es en la actualidad. Pero desde mi mandato hemos empezado a acercarnos a CERMI y hemos dialogado con su presidente, Luis Cayo, sobre la posibilidad de estrechar lazos para trabajar conjuntamente.
Estamos creando nuestro propio laboratorio latinoamericano sobre los derechos de las personas con discapacidad, y CERMI ha manifestado su voluntad de apoyarnos. Además, Riadis quiere aprender del movimiento de la discapacidad en España. Estamos más que felices de que estos lazos puedan comenzar a estrecharse porque vemos al CERMI como un aliado muy fuerte.
“Estamos más que felices de que estos lazos puedan comenzar a estrecharse porque vemos al CERMI como un aliado muy fuerte”
De hecho, sería otro espacio, como esperamos que sea el EDF, que se abriría para que todos los esfuerzos que estamos haciendo para que el mundo tome conciencia de que en América Latina tenemos temas urgentes y necesitamos apoyo se logre, así como que se den cuenta de que también nosotros queremos construir una región más inclusiva. El apoyo del CERMI podría incluso ayudarnos a conseguir esa financiación europea que necesitamos para lograrlo.
¿Qué estáis haciendo desde la IDA para lograr el tan requerido empoderamiento de las personas con discapacidad en todo el mundo?
Solamente las decisiones, el nivel de las reflexiones y de los procesos que hacemos, para poder reunirnos dos veces al año, requiere que aprendamos unos de otros. Esos aprendizajes van permeabilizando a todos nuestros miembros.
A nivel global esas herramientas y formaciones de las que hemos hablado anteriormente, las trasladamos a lo regional, a lo local y las adoptamos en el interior de nuestras organizaciones. El ejercicio que hacemos aquí es importante replicarlo en las organizaciones de las que procedemos.
En el empoderamiento de la persona lo primero es el acceso a la información y lo que tratamos es que todo nuestro trabajo conectado con la ONU, con los cooperantes y con todos los actores del mundo, lo sigamos acercando a nuestros miembros. ¡Qué mejor manera de empoderar que con las formaciones que estamos realizando!.
Paralelamente al Programa Comité, tenéis previsto reuniros con el Comité Permanente entre Organismos (IASC) que es el principal mecanismo para la coordinación interinstitucional de la asistencia humanitaria y vela por el fortalecimiento de esta asistencia. ¿Cuáles son vuestras demandas y aportaciones para este comité para las personas con discapacidad que están inmersas en situaciones de crisis o emergencia?
La principal demanda es que podamos implementar al más alto nivel, y en territorios nacionales, las guías que hemos desarrollado y que definen la acción humanitaria inclusiva. Ahora es importante llevarlo a los países.
Para terminar, ¿es una prioridad la discapacidad psicosocial para la alianza?
En nuestro ejercicio de planificación estratégica, el tema prioritario es el de intervenir de manera más fuerte por la población mundial con discapacidad psicosocial porque todavía no está identificada, todavía está recluida, todavía está medicada, etc.
Por eso es el tema más pendiente. Entre los grupos subrepresentados están las personas con discapacidad psicosocial, con sordoceguera y con discapacidad intelectual. Y se ha convertido en uno de nuestros focos. Es por ello que en todo lo que hacemos incluimos a estas tres discapacidades subrepresentadas.