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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 17 de mayo de 2019cermi.es semanal Nº 346

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMI

“Para afianzar la Unión Europea y el sentimiento de pertenencia es muy importante progresar hacia la Europa de los derechos”

17/05/2019

Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa

La Europa soñada, la unión real y efectiva de un puñado de países empeñados en crear un bloque en Occidente, vuelve a buscar el respaldo firme de los europeos este mes de mayo. Entre los días 23 y 26, en votación directa, los ciudadanos de la UE27 elegirán a 705 diputados para formar el nuevo Parlamento. En lo relativo a los derechos de las personas con discapacidad, la sociedad civil todavía reclama cuestiones importantes, como es la creación de un Consejo Europeo de la Discapacidad, que además contribuiría a la transversalidad de la misma, “una vez que eres transversal y estás arriba, en la mente del legislador, estás en todas las políticas”, asegura Daniel García. Por lo demás, asegura que “parte del euroescepticismo proviene de que los ciudadanos no perciben la construcción europea como una unión de derechos”.

Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMIEn un panorama extraño, incluso difícil, como el que vivimos actualmente en la Unión Europa, ¿qué esperanzas tiene ante las elecciones del 26 de mayo? 
 
Todavía no ha muerto la Europa de los marcadores ni ha nacido la Europa social, y estamos en esa posición en la que dentro de la propia construcción europea laten dos pulsiones muy diferentes, la del mercado interior y la de la Europa de los derechos. No hemos sido capaces de dar ese paso a una Europa social, por eso creo que es tan importante que esta nueva legislatura sea la que aborde ya la construcción europea desde una perspectiva más social. Y otro punto muy importante y consecuencia de esto es que parte del euroescepticismo proviene de que los ciudadanos percibimos la construcción europea como algo de directivas y normativas y no como una unión de derechos. Es muy importante para afianzar Europa y el sentimiento de pertenencia progresar hacia la Europa de los derechos. 
 
¿El problema de la identidad europea es el principal obstáculo para que la unión sea más efectiva?
 
Hoy sentimos Europa casi como si fuese un banco, una estructura muy económica, no como algo de derechos, sentimental, y nos centramos en el mercado único y olvidamos todas las repercusiones en derechos que tiene la construcción europea. Y otro punto muy importante sería tener conocimiento de la relevancia que tiene en nuestra vida la construcción europea. Creo que no somos conscientes de que muchas de las decisiones en derechos provienen de la Unión Europea. Además, la construcción europea tiene también mucho de cultural, tenemos que ser conscientes de que la construcción europea también es un constructo cultural. 
 
¿Es el brexit un obstáculo para la cohesión social?
 
El brexit por una parte debilita y por otra fortalece. Fortalece porque los que se quedan dentro se sienten más a gusto, cómodos, pero debilita en el sentido de que nos hemos dado cuenta de que la UE es una construcción viva y te puedes ir de ella, no está escrita en las tablas. Pero la situación del Reino Unido es muy diferentes, no estaba en la Unión monetaria y no había un compromiso fuerte con la construcción europea, es una realidad histórica. 
 
¿Cómo evoluciona el pilar social europeo?
 
Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMILe falta permear en toda la construcción europea. Hay instituciones comunitarias que realmente tienen ese pilar como foco, pero la Europa de los derechos tiene que ser algo transversal y tiene que hablarse de la Europa de los derechos en la construcción del mercado común, en la construcción de las directivas bancarias, en todo. Hace falta dar el paso y creérselo de verdad. Creo que no hay ninguna política comunitaria que no hable de perspectiva de mercado único, pues no debería haber ninguna política comunitaria que no hablase desde la perspectiva de la Europa de los derechos. 
 
¿Qué hace falta para lograr esa transversalidad de los derechos, quizás voluntad política?
 
Creo que es un proceso natural en la incorporación de algo nuevo, hace falta tiempo, presión, no creo que haya una voluntad de negar esta importancia, simplemente hay que reafirmarla constantemente. No creo que sea un problema de falta de voluntad sino que todavía no está incorporado en el discurso y habrá que hacer esfuerzos, pedagogía y ser pesado y machacón y como sociedad civil recordarlo, advertir, no se olviden de la construcción comunitaria, no se olviden de los derechos, no se olviden de las libertades… no ha llegado a nacer realmente esta Europa de los derechos.
 
De ahí la importancia también de la sociedad civil y de su trabajo en colaboración con las instituciones europeas, ¿las entidades de la discapacidad cuentan con buen nivel de interlocución y representación en Europa?
 
Una de las reclamaciones precisamente del CERMI es la creación formal de un consejo de sociedad civil de la discapacidad. No está formalizado porque a veces las instituciones comunitarias están muy burocratizadas y tecnificadas. Esa tecnificación hace difícil la interlocución con la sociedad civil cuando no está tan organizado. Sin embargo, sí tenemos un ente potente como es el EDF (Foro Europeo de la Discapacidad), pero creo que falta esa formalización y es una propuesta del CERMI, la creación de un Consejo Europeo de la Discapacidad, si no lo formalizas al final se crea esa Europa de las dos velocidades. Creo que somos un sector con una buena interlocución y nosotros, a nivel nacional, con los europarlamentarios tenemos buena interlocución y es de agradecer también que sean receptivos y conscientes de la importancia de que la discapacidad esté en las políticas comunitarias. 
 
Precisamente, en ese sentido Ana Peláez, comisionada de Género del CERMI, aseguraba recientemente que España es un ejemplo para otros muchos consejos nacionales de la UE.
 
Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMIEn discapacidad somos un ejemplo, tenemos una sociedad muy organizada y civilizada y esta capacidad nació de habernos organizado y también se ha representado a nuestros europarlamentarios y ellos lo transmiten. Somos punta de lanza en el cambio, como algunos otros países, pero tendríamos que dar el paso de no ser un caso de éxito, de ser normalidad, normalizarse. 
 
La recuperación del voto en España para miles de personas con discapacidad es uno de esos ejemplos que podrían extenderse en Europa, donde todavía hay unas 800.000 personas con discapacidad que no pueden votar.
 
Vamos hacia un proceso en el que las personas con discapacidad somos ciudadanos plenos y del ‘status libertatis’, el ciudadano que tiene derechos y es capaz de participar en la construcción política de su país, de su Estado, y evidentemente de la construcción comunitaria. Creo que es básico porque además nos reconoce como ciudadanos de primera. Precisamente una de las propuestas del CERMI es la elaboración de un estudio europeo sobre los límites al acceso al voto, ¿cuántas personas realmente están privadas del derecho a voto?; y también ver cuáles son las causas que lo justifican. Y, aunque ninguna causa es justificable, mucho menos que sea una decisión meramente administrativa. Eso son casos dramáticos. 
 
Algunos de esos límites derivan de problemas de acceso universal. Como sabe, hace poco se aprobó la Directiva de accesibilidad, que no llega a recoger las demandas de la discapacidad, tal y como refleja el artículo de Yannis Vardakastanis, presidente del Foro Europeo de la Discapacidad, publicado en cermi semanal, ¿qué ha ocurrido con esa norma tan esperada y deseada?
 
Se han dado muchos pasos a favor de la discapacidad, pero han sido tibios, porque hay otros intereses en la cuestión comunitaria que han sido prevalentes al de la accesibilidad. Al final el acta es muy importante pero está limitada a unos ámbitos y hemos visto cómo la Europa de los derechos, en esa lucha entre intereses, no sale victoriosa. Los intereses del mercado interior, la libre competencia… prevalecen sobre la construcción comunitaria. 
 
¿Cree que se logrará en la próxima legislatura aprobar una directiva europea sobre igualdad de trato, a fin de reforzar la lucha contra la discriminación por razón de género, discapacidad, edad, origen, etc.?
 
Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMIQuiero creer que se aprobará. Son procesos muy lentos y hay muchos intereses en juego. Y aquí ocurre como en la directiva de accesibilidad, porque impacta transversalmente en muchas políticas y tiene efectos en políticas variopintas y tenemos que ser capaces de defender que ese impacto sea favorable. Probablemente la directiva no será la que reclamamos, pero será un paso más en la construcción de una Europa más social, de derechos y libertades. La libertad en un sentido social, no solo económico, que a veces vemos mucho la construcción comunitaria en sentido económico, derecho de mercados, derecho de propiedad, que son básicos y son origen de la construcción comunitaria, pero tenemos que ir más allá. Saldrá la directiva que no queremos, pero tendrá que haber una segunda directiva de igualdad de trato, lo mismo que habrá otra directiva de accesibilidad, y así seguir un proceso. 
 
El papel de los medios quizás es importante a la hora de transmitir la importancia de esa construcción europea, ¿cree que se está haciendo bien?
 
Hay una cierta opacidad hacia la sociedad de cómo se construye Europa y creo que ahí los medios tenéis una gran fuerza, que es la de aflorar la importancia de la construcción comunitaria en nuestro día a día y, sobre todo, que seamos conscientes de que es una relevancia positiva, porque parece que todo lo que viene de Europa es malo, cuando realmente para España ha tenido un impacto positivo. Pero además hay muchos derechos y libertades que vienen de la construcción comunitaria. El derecho comunitario es uno de los grandes protectores de las libertades que tenemos como ciudadano ante la Administración, de las libertades cívicas.
 
¿Europa mira a la Convención de la ONU sobre los Derechos de las personas con Discapacidad?
 
Una de las peticiones del CERMI precisamente es que el año 2021 sea el Año Europeo de las Personas con Discapacidad, porque se conmemora la ratificación de la CDPD por parte de la Unión Europea. De hecho, es el primer instrumento de derechos humanos que la UE hizo propio, la primera Convención Internacional de Derechos Humanos de la ONU que la Unión Europea ratifica como organización internacional con personalidad jurídica propia.
 
¿Y lo ha trasladado con la misma celeridad a sus políticas?
 
Daniel Aníbal García Diego, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del CERMIEstá en ese proceso y vemos cómo la Convención cada vez tiene un peso más importante y cómo se sienten vinculados legalmente a sus mandatos. Dentro de la UE, tanto como Unión como cada uno de sus países miembros, hay realidades muy diversas y por lo tanto no es fácil que llegue a permear, el derecho no tiene ese poder transformador que todos pensamos, tras una ratificación no todo se arregla de manera automática, es un proceso, cada vez va permeando más, pero no es un YA.
 
¿Sería importante lograr algún tipo de homologación en el reconocimiento de la discapacidad en la UE?
 
Nosotros defendemos que la discapacidad debe valorarse respecto a la CIF. Creo que tenemos que hacer una construcción a nivel nacional lo más cercano a lo que marca la CIF y la UE. Y no voy a proponer una tarjeta europea de discapacidad, pero sí al menos que haya un instrumento con el que una persona que tiene una discapacidad reconocida por un Estado miembro sea reconocido por otros países. Creo que sería importante esa movilidad interior. 
 
Resuma, por favor, en grandes líneas las principales reclamaciones del CERMI de cara a las elecciones europeas.
 
La transversalidad de la discapacidad es algo básico, una vez que eres transversal y estás arriba, en la mente del legislador, entonces estás en todas las políticas y todo se va arreglando, todo va llegando. La cuestión de género, de mujeres y niñas con discapacidad es básica, la erradicación de la esterilización forzosa, la perspectiva de género transversal… Y aunque suene a viejo, no puede haber ninguna política comunitaria que no piense en la accesibilidad universal. A veces olvidamos que la accesibilidad física está todavía sin conseguir y el acta europea no impacta sobre el entorno construido, uno de sus grandes déficits… La educación inclusiva es muy importante, la inclusión laboral, en la que tenemos que seguir defendiendo la necesidad de una cobertura específica de nuestro colectivo, dadas las tasas de inactividad y de paro. La construcción europea no puede permitir dos velocidades y dejar atrás a muchas personas, que es lo que hacemos.
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