Entrevista
Emilio Sáez, presidente de Feacem
“No es lógico que una empresa obligada a contratar al 2% de empleados con discapacidad no lo haga y sin embargo reciba contrato público”
23/12/2016
Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa
Tras cuatro años largos en su primer mandato como presidente de Feacem (Federación Empresarial Española de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo, CEE), Emilio Sáez ha sido reelegido hace escasos días y ya está inmerso en una dinámica de trabajo que continúa una línea de consolidación que es necesario culminar. Sus objetivos son los de siempre, porque todavía parece necesario demostrar que los CEE son empresas rentables, además de sociales, o que las grandes empresas no cumplen con una legislación de hace más de 30 años a favor del empleo para personas con discapacidad. Emilio Sáez está esperanzado con las recientes normas que favorecen el contrato social y sigue empeñado en demostrar que, de no haber existido los CEE, se habría tenido que inventar una fórmula similar.
¿Cómo cierra su primer mandato al frente de Feacem y qué planes tiene para el que acaba de iniciar?
Ha sido un mandato intenso. Partimos de una Feacem que venía de representar a los CEE desde un punto de vista de poca presión a la Administración, poca presencia territorial como organización y teníamos que desarrollar esa labor en estos pasados años, en los que se han creado las Feacem autonómicas, se ha desarrollado una labor formativa para personas con discapacidad que trabajan en los centros, se ha elaborado un catálogo de productos y servicios de nuestros centros para que las empresas y las administraciones que quieran contratarlos lo tengan más fácil, se han firmado convenios colectivos importantes para el sector, se han firmado relaciones comerciales con importantes empresas y entidades financieras del país, como el banco BBVA, un ejemplo a seguir como colaboración en materia de empleo, se han elaborado documentos y estudios importantes que demuestran que, de no haber existido los CEE se habría tenido que inventar alguna fórmula similar, porque si juntásemos a todos los trabajadores de los CEE, serían 70.000 trabajadores y casi 2.000 CEE, seríamos una de las empresas del Ibex 35 por magnitud, por lo tanto hay que tener muy en consideración este sector.
¿Sigue siendo necesario demostrar el papel de los CEE, la realidad de estas empresas de la economía social?
En Feacem representamos a los CEE de la economía social, de la iniciativa social, es decir los que están constituidos por organizaciones del entorno del
CERMI. De los 2.000 CEE que hay, somos apenas 500 en Feacem, una cuarta parte, sin embargo estamos generando la mitad del empleo, más de 30.000 puestos de trabajo. Por tanto hay que tener una consideración especial hacia este colectivo.
"Los CEE han sido el refugio que ha permitido que la tasa de actividad no solo no baje, sino que crezca un 13%"
¿Esa consideración especial será una de sus metas en esta nueva andadura?
Sí, porque estos últimos años, siendo años complejos, en los que persistía la crisis económica, social y política, y mientras se perdían muchísimos puestos de trabajo para personas con y sin discapacidad en el mercado ordinario, los CEE han sido el refugio que han permitido que la tasa de actividad no solo no baje sino que crezca, hasta un 13% más de empleados en estos centros. En 2012 había 62.000 personas y ahora estamos en las 70.000 personas con discapacidad empleadas en los CEE. Y aunque se ha facilitado el tránsito al mercado ordinario desde los CEE, lo cierto es que han venido de vuelta como efecto de la crisis económica.
"Estamos intentando transferir una idea nueva de empresa social adaptada al siglo XXI"
¿Cree que hay todavía demasiados prejuicios en torno a los CEE?
Incluso se piensa que son guetos donde solo trabajan personas con discapacidad y eso no es así, en un CEE hay un 70% de personas con discapacidad, el resto no lo son, pero en cualquier caso, siempre lo decimos, no nos oponemos a que las personas con discapacidad trabajen en las empresas ordinarias, pero es que a menudo regresan, retornan, por la situación de desasosiego que encuentran en el mercado ordinario.
Ahora bien, sí creemos que la nueva economía social, donde están los CEE de iniciativa social, las cooperativas de iniciativa social, las empresas de inserción… son empresas especiales que deberían tener un tratamiento especial, y en eso estamos trabajando desde las diferentes plataformas sociales, como Cepes, el CERMI o la Plataforma del Tercer Sector. Estamos intentando transferir una idea nueva de empresa social adaptada al siglo XXI.
Los CEE hacen su función, y aunque hay mucha presión externa tanto en Europa como en la ONU para que la empleabilidad de las personas con discapacidad sea cada vez más ordinaria, no podemos olvidar que tenemos una población compleja con unas discapacidades muy heterogéneas y que hacen que este tipo de recursos existan. Estamos trabajando para poner encima de la mesa planteamientos que mejoren la legislación que tenemos porque creemos que se ha demostrado que son empresas que trabajan con un carácter social y reinvierten todos sus beneficios, pero en definitiva crean empleo y deberían tener una mejor posición empresarial y relación con otras empresas y con la propia Administración. Y por eso estamos trabajando para que haya reservas de contratación pública.
Algo que ya se va logrando, de hecho ha sido así esta misma semana en Castilla-La Mancha, donde se ha acordado destinar un 6 por ciento de sus presupuestos a la contratación con CEE y empresas de inserción. ¿Afianzará esta decisión y otras similares que se van aprobando en otras comunidades autónomas la fortaleza de este sector?
Creo que sí, porque la propia Administración se ha dado cuenta de que puede refinanciar parte de las estructuras que hay creadas mediante contratación de servicios y productos, que a ellos en definitiva nos les costaría nada, porque limpiar sus edificios, lavar su ropa, comprar productos informáticos o cualquier otro tipo de necesidad que tiene la Administración, lo puede hacer tanto con CEE como con empresa ordinaria. Estamos trabajando para ofrecer servicios y productos de calidad y esa podría ser una vía de autofinanciación suficiente que podría eximir de la responsabilidad que tiene la Administración a la hora de financiar parte de estas estructuras. Creemos que puede ser una alternativa.
Y eso puede contribuir también a que el sector empresarial conozca mejor los CEE y los considere de una manera más profesional, desde un perfil empresarial, no solo como una iniciativa social o de responsabilidad corporativa, ¿no es así?
Claro, nosotros siempre hemos dicho que está muy bien que las empresas que tienen más de 50 trabajadores tengan que cumplir con la ley y contratar al 2% de personas con discapacidad, pero no ha habido un seguimiento para comprobar que se ejecuta correctamente por parte de los servicios de inspección.
"Creemos que la legislatura que viene va a ser muy negociadora y se va a poder llevar a buen puerto medidas importantes"
Esa labor de inspección para el cumplimiento de la Lismi es una de sus reclamaciones constantes, teniendo en cuenta también el constante incumplimiento, ¿verdad?
De hecho, proponemos que se cree un observatorio, una comisión evaluadora. No es lógico que una gran empresa con la obligación de contratar al 2% de empleados con discapacidad no lo haga y sin embargo reciba contrato público para ejecutar obra y servicio. Entendemos que las empresas, igual que tienen estar al corriente del pago de la Seguridad Social, o de Hacienda, debe de estar al corriente de cumplimiento de la legislación vigente, con esa contratación del 2%, y si no puede contratar, pues existen las medidas alternativas, la opción que suple esa necesidad.
Estamos en un país que para unas cosas miramos a Europa, pero también deberíamos mirar a Europa en la ejecución de la normativa existente, porque podríamos tener una mayor incorporación de personas con discapacidad en el mercado ordinario si hubiera una mayor relación entre los CEE y las empresas, podríamos tener líneas de negocio conjuntas, podríamos formar en CEE a trabajadores para su incorporación en las empresas… nosotros estamos abiertos a esas opciones y sobre todo, los CEE de la economía social, que no perseguimos nada más que tener la mejor opción laboral para nuestra gente y con las mejores posibilidades económicas, por tanto, como no existe el aspecto lucrativo, podemos estar abiertos a muchas opciones.
Creemos que la legislatura que viene va a ser muy negociadora y se va a poder llevar a buen puerto medidas importantes y vamos a poder explicarles bien qué es un CEE.
"Tanto Feacem como el CERMI apostamos por una nueva ley general de empleo de las personas con discapacidad"
En cuanto a normativa, entonces, ¿cree que existe todavía algún vacío legal en este ámbito o la necesidad de reformar alguna ley ya obsoleta?
Nosotros seguimos funcionando con la normativa que emanó de la Lismi, con el Real Decreto que desarrolla la regulación de los CEE de 1987. Ha llovido suficiente y se ha demostrado que es conveniente que se elabore una nueva legislación al respecto. Tanto Feacem como el propio CERMI, apostamos por una nueva ley general de empleo de las personas con discapacidad, que recogería todos los ámbitos, función pública, empresa ordinaria, CEE… y además lo decimos desde el punto de vista de que en estos años tan malos el presupuesto destinado a CEE se ha bajado entre un 40% y un 50%, el desequilibrio territorial que hay a la hora de aplicar la normativa es muy dispar y que en definitiva existe la necesidad de ordenar el sector, que hablamos de 70.000 personas.
Hay otras vías de financiación que pueden soportar el coste que esto genera, pero dicho esto, según los estudios que hemos elaborado cada euro que recibe los CEE retornamos un mínimo de 1,42 euros. Eso demuestra que creas empleo para 70.000 personas pero además aportas beneficios para la Administración, no es un coste, es otro de los mitos que hay que derribar. Y si además la Administración lo hace bien y va reservando contratos públicos, probablemente podrá reducir su partida presupuestaria en este sentido.
"De cada euro que reciben los CEE retornamos un mínimo de 1,42 euros"
¿Se ha abordado ya el cambio necesario en las líneas de trabajo de los CEE, aportando un mayor protagonismo a la tecnología, el empleo verde y la innovación social?
Ese es uno de los objetivos a corto plazo, necesitamos tener empresas mucho más innovadoras tecnológicamente, no podemos dedicarnos solo a prestación de servicios básicos, hay que ir a aspectos tecnológicos, a añadir valor, y eso tenemos que hacerlo fusionándonos y colaborando entre nosotros y con empresas ordinarias.
Necesitamos tener más presencia social y política en todo el Estado porque las Comunidades Autónomas legislan también y nos afecta directamente, además vamos a buscar una internacionalización mayor y vamos a ofrecer a las empresas ordinarias una posición más de relación comercial y facilitarles el cumplimiento de la ley e incluso que visualicen que trabajar con un CEE es rentable desde el punto de vista económico, se pueden ahorrar costes y además hacer una función social.
¿Quiénes son los grandes aliados de los CEE y qué alianzas nuevas son necesarias de cara al futuro?
El gran aliado es desde luego el sector de la discapacidad, las organizaciones, tanto ONCE, como Plena Inclusión, Cocemfe, Salud Mental… todas ellas, pero también la Administración. Nos quedan los agentes sociales, siempre ha sido difícil transferir la realidad y la importancia del sector a los agentes sociales, porque tanto la Patronal, que nos consideran competencia desleal, y no es así, de hecho tenemos relaciones comerciales con muchísimas empresas, como los sindicatos, que piensan que un trabajador con discapacidad está menos valorado en un CEE que en una empresa ordinaria, sin embargo el 70% de las personas que trabajan en un CEE están vinculadas al convenio del sector y solo un 30% está vinculado a un convenio específico de CEE, por tanto animamos a que se nos conozca y vamos a seguir trabajando en esa línea para que la futura empresa de economía social, en la que no solo estarán los CEE, estarán también empresas de inserción y todo lo que sea la parte social del mundo empresarial, estarán unidos para mejorar. No nos queremos bajar de ese tren.
"Estamos intentando transferir una idea nueva de empresa social adaptada al siglo XXI"