Síguenos en

  • Ir a Cermi en facebook.
  • Ir a Cermi en twitter.
  • Ir a Cermi en Linked in.
  • Ir a Cermi en Instagram.
  • Ir a Cermi en Youtube.

CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 23 de octubre de 2015cermi.es semanal Nº 186

Ir a Cermi en Instagram.

"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

RSC

Enrique Galván, presidente de la Comisión de RSE/Discapacidad del CERMI

“Tenemos que poner la discapacidad en la agenda de la responsabilidad social como un elemento que contribuye al crecimiento”

23/10/2015

Blanca Abella - Imágenes: Jorge Villa

Es el tiempo de la cooperación, del compartir, afirma Enrique Galván, y la responsabilidad social debe lograr que se difunda esta nueva cultura y debe contribuir a la formación de ciudadanos responsables en todos los ámbitos. Según el representante del CERMI, en este momento hay un “impulso positivo y optimista” que favorece estos cambios y la discapacidad debe participar en el proceso. “La ciudadanía consciente es un nuevo rol emergente”, asegura.

Enrique Galván, presidente de la Comisión de RSE/Discapacidad del CERMILa Responsabilidad Social Empresarial ya no es una novedad, sin embargo sí evoluciona con los tiempos, como todo, ¿qué se entiende hoy día por la RSE/Discapacidad?
 
La responsabilidad social la solemos vincular al mundo empresarial y a las organizaciones del Ibex. Uno de los objetivos que debemos marcarnos es que se vea la responsabilidad social como un modo de afrontar la realidad que compete a todo el mundo y que tiene que ver con las grandes empresas, las pequeñas, pero también con los colegios, las universidades, con la educación para el consumo, tiene que ver con las organizaciones de la discapacidad. La responsabilidad social se tiene que ver cada vez más como una contribución que viene del mundo empresarial pero que está llamado a ser un espacio común de cooperación entre los distintos agentes de la sociedad.
 
De hecho habla usted de responsabilidad social, pero no de responsabilidad social empresarial o corporativa…
 
Eso es, hubo un debate importante en la Estrategia española de la responsabilidad social de las empresas cuando desde la sociedad civil, del ámbito social de la discapacidad, empujamos para que fuera la estrategia de responsabilidad social de las organizaciones porque hay que dar una visión mucho más global de lo que supone como cambio de cultura. En uno de sus últimos informes, Forética habla de ciudadanos y consumidores conscientes y ya no pone tanto el foco en lo que son las empresas sino en cuál es la idea del ciudadano y del consumidor del futuro, que tiene como clave un perfil mucho más responsable. Se trata de pasar del consumismo voraz a ser un ciudadano responsable en todos los ámbitos, también como consumidor.
 
¿Es un cambio de mentalidad, de cultura, de valores?
 
Venimos de un momento de crisis, de cierto parón en la responsabilidad social pero sin embargo en este momento está teniendo un impulso positivo y optimista. Hay un elemento muy importante y es el motor que tiene que asumir el ámbito de las administraciones públicas, ahí el Inap está haciendo una tarea muy importante de difusión y la Dirección General de la Responsabilidad Social con todo el impulso de la Estrategia de Responsabilidad Social y el trabajo que se hace dentro del Cerse (Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas), pero eso realmente está en un estadio muy inicial. La legitimidad y el liderazgo de las administraciones públicas para impulsar la responsabilidad social es muy necesaria para que eso engarce con los distintos ámbitos sociales. No se entiende bien que en una administración pública no haya una concepción de lo organizativo, de los recursos humanos o de las personas, del trabajo con proveedores, de la relación con el entorno, si no tiene esas claves de responsabilidad social. 
 
Las administraciones deberían ser socialmente responsables en su origen, de partida, ¿no es así?
 
La responsabilidad social en su concepto tiene un ámbito de voluntariedad y de ejemplaridad. La administración pública sí tiene un plus de responsabilidad más que el resto porque también es la que provoca  las políticas que van a ayudar a aumentar esa responsabilidad social. Como ejemplo de las buenas prácticas que se han ido desplegando están las cláusulas sociales, la incorporación de distintos colectivos al ámbito de lo público (pero claro que venimos de muy atrás), o sea la incorporación de personas con discapacidad intelectual en una subcuota que estaba establecida en las administraciones públicas, aunque no se realiza la primera oposición hasta hace cuatro años. Venimos de un retraso muy grande en el cual hay que empujar y motivar a las administraciones públicas para que asuman su compromiso. Creo que hay un camino de mejora, una tendencia muy positiva, pero hay mucho que hacer. Por ejemplo, el trabajo que hace el Foro de Contratación Responsable es un ejemplo de la unión de las administraciones públicas para ayudar en esa vía. Otra herramienta es Bequal. Es decir, en muchas ocasiones, las organizaciones o las personas que lideran esas organizaciones necesitan esos apoyos, esas ayudas porque a lo mejor quieren alcanzar esos objetivos pero les cuesta encontrar los caminos y hoy por hoy sí que hay esas herramientas para ayudarles. 
 
Hablando de Bequal, ¿cómo está funcionando esta certificación  y el trabajo de la Fundación Bequal en el mundo de la responsabilidad social?
 
Enrique Galván, presidente de la Comisión de RSE/Discapacidad del CERMIEstá teniendo un resultado muy relevante, por el conjunto de organizaciones que se han interesado y que se han acreditado con Bequal. La herramienta de acreditación es tremendamente potente, es base para entender cuáles son los criterios por los cuales una organización es responsable con la ‘D’ de discapacidad y si vemos las organizaciones que ahora mismo lo tienen es un gran respaldo a un proyecto interesante, innovador y creo que pionero en el mundo. 
 
¿Cómo trabaja la Comisión de Responsabilidad Social del CERMI?, ¿cuáles son sus principales objetivos hoy en día?
 
Hay tres líneas de trabajo. Una es de incidencia política y tenemos un objetivo dentro del Cerse, y es que hemos propuesto que dentro del mismo haya un grupo específico de discapacidad. El objetivo es poner en la agenda de la responsabilidad social el ámbito de la discapacidad como un elemento que contribuye y aporta al crecimiento de las organizaciones, a la mejora de la competitividad de las empresas, a todo lo que tiene que ver con políticas que desde el consejo pueden ir luego desplegándose. En las comunidades autónomas, igualmente. 
 
Otro elemento importante es darnos a conocer como un sector relevante, como una oportunidad para las pequeñas y medianas empresas. Y también hay una tarea que tenemos que hacer y es que la responsabilidad social en las pequeñas y medianas empresas es posible hacerlo y es posible de la mano de la discapacidad. 
 
Y hay un tercer elemento muy importante, que es la responsabilidad social de nuestras organizaciones. Tenemos que ser los primeros que promovamos derechos y que asumamos la responsabilidad social como algo que nos compete. No se entendería bien que abogáramos por los derechos de las personas con discapacidad pero no fuéramos organizaciones que se preocuparan por lo sostenible, o que no promoviéramos la ética, la transparencia y el buen gobierno. Por tanto, nosotros tenemos una responsabilidad interna de mejorar, para así cumplir mejor nuestros objetivos y estar a la altura de lo que se pide hoy a cualquier organización.
 
El trabajo en equipo es importante, ¿funciona esta alianza en la Comisión del CERMI?, ¿qué alianzas cree necesario establecer a su vez como responsable de la comisión?
 
En la Comisión de Responsabilidad Social del CERMI hay un grupo de personas de las distintas organizaciones del CERMI que trabajan de forma muy compartida la responsabilidad social como un elemento de valor que tenemos que transmitir. 
 
Ahora nos queda por un lado vincularnos a organizaciones de  la responsabilidad social como hemos hecho con ‘Spainsif’ (Foro Español de Inversión Socialmente Responsable) ya que la inversión responsable cada vez está teniendo mayor auge porque los ciudadanos cada vez más buscan productos respetuosos con el entorno; también nos vamos a vincular a Forética y otro objetivo sería incorporar el grupo del Cerse y difundir la responsabilidad social dentro del ámbito del CERMI. 
 
Cuando hablamos de empleo en discapacidad, dentro y fuera del ámbito de la responsabilidad social, muchas empresas alegan que no encuentran candidatos y en las oposiciones públicas a menudo quedan plazas sin cubrir, ¿se puede hacer algo para evitar este problema desde la responsabilidad social?
 
Enrique Galván, presidente de la Comisión de RSE/Discapacidad del CERMILa responsabilidad social de las empresas está por encima del cumplimiento de la legislación. En muchas ocasiones, en las memorias de  responsabilidad social, cuando las organizaciones rinden cuentas, ubican el cumplimiento de la ley como un elemento de responsabilidad social y eso deberíamos llamar la atención como una mala práctica. 
 
En cambio sí es cierto que la responsabilidad social supone un espacio para la innovación y para buscar nuevas maneras de hacer con otros, y ahí es donde sí que se puede trabajar con las organizaciones para descubrir nuevos espacios de innovación, de mejora, donde encontrar oportunidades para la incorporación de personas con discapacidad. Porque en muchas ocasiones, ya los directores de personal tienen asignados los lugares donde pueden incorporarse las personas con discapacidad, frente a una evaluación de las competencias de las personas, sus talentos y las necesidades que tiene la organización. Con una mentalidad mucho más abierta, eso genera más oportunidades. Y también es cierto que las organizaciones, dentro de la responsabilidad social, tienen que entender cuál es la formación que a va a posibilitar la incorporación a las personas. 
 
Además del empleo, ¿de qué otra manera se puede promover la responsabilidad social en discapacidad de las empresas?
 
Hay que entender que en todos los procesos, o en la cadena de valor de una organización, se incorpora el ámbito de la discapacidad. Desde la posibilidad de ser proveedores de una organización, ser trabajadores, ser líderes de esa organización, ser inversores y, por supuesto, ser clientes. El abanico en el cual incorporas la variable discapacidad es un itinerario por todo lo que tiene que ver con la propia empresa. Por otro lado, también en la responsabilidad social se hace mucho hincapié en cómo las organizaciones se relacionan con su entorno y  los movimientos sociales, el movimiento de la discapacidad, es un agente relevante en la construcción de sociedades. Las empresas públicas, las empresas  privadas, las universidades  tienen una misión de construir comunidad, con la discapacidad tienen la oportunidad de hacer que esas comunidades sean mucho más inclusivas. 
 
¿Qué nota tiene nuestro país en responsabilidad social?
 
En responsabilidad social España es un país líder según Stefaan Hermans, Jefe de Gabinete de la Comisaria Europea de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral, Marianne Thyssen, y según expertos internaciones reunidos en un encuentro de Forética, España es un buen ejemplo en prácticas de responsabilidad social. Por lo tanto tenemos que estar orgullosos de eso. Eso significa que tenemos buenas prácticas que llaman la atención y son excelentes, pero no tenemos una realidad desplegada de la responsabilidad social, poco despliegue en el tejido organizativo. El reto actual es el de pasar de las buenas prácticas a la práctica cotidiana de  las organizaciones, de las empresas, de las universidades… lo que ocurre es que en el tiempo en el que estamos, tiempo de transición de un modelo industrial que ha hecho crisis a un nuevo modelo de sociedad, encaja perfectamente la responsabilidad social como un valor para el ciudadano, para la comunidad en la que vive y para las organizaciones que tienen que dar respuesta a las necesidades sociales.
 
¿Cómo se crea esa modelo y se extiende un concepto nuevo de sociedad?
 
Creo que es el tiempo de la cooperación, del compartir. Uno puede compartir bienes de consumo y productos, pero también valores. Y ahora mismo hay herramientas muy potentes para transmitir eso, las redes sociales, los trabajos en alianza entre organizaciones con ánimo de lucro y organizaciones de la economía social, el trabajo compartido con la administración pública… los proyectos, las acciones concretas son las que nos van a ayudar a que la responsabilidad social sea algo de todos. No tanto nuestros discursos sino la experiencia que tengamos de hacer, de construir con otros.
 
El concepto de responsabilidad, ¿se extiende también a la discapacidad?, ¿está la sociedad suficientemente concienciada en ese sentido?
 
Enrique Galván, presidente de la Comisión de RSE/Discapacidad del CERMILa agenda es cada día más compleja y se introducen muchas necesidades sociales. Lo vemos ahora con la inmigración, la exclusión… la discapacidad es una realidad que históricamente ha tenido un lugar que ahora tiene que compartir con otras realidades y en ese sentido también tiene que ser socialmente responsable al entender que la agenda es más compleja. Dentro de esa realidad, la discapacidad cada vez está siendo más incorporada en el ámbito de la sensibilización, pero es cierto que cuando la discapacidad es más compleja tiene una multiexclusión que tiene más riesgo de invisibilidad. En la discapacidad todavía queda mucho por hacer. Hay una gran bolsa de personas con discapacidad que se pierden en un mar de nadie, en el ámbito de la exclusión, en el ámbito penitenciario, las madres con  discapacidad en familias monoparentales, en la inmigración, en el sistema educativo, donde no hay itinerarios individualizados de seguimiento… y cuando das las oportunidades, las personas con discapacidad tienen unos resultados que les catapultan hacia la inclusión, y eso se observa cuando han mejorado los niveles de capacitación universitaria, cuando ha habido becas, apoyos, medios  para estudios universitarios, las personas han alcanzado puestos de trabajo a los que antes no accedían, y no era un problema de talento, era un problema de oportunidades. Por lo tanto la responsabilidad social sí es un lugar donde se puede generar oportunidad para que las personas al final contribuyan más, que sean contribuyentes netos en la sociedad en la que viven.
 
Estamos en una brecha histórica entre un modelo social y otro. Un modelo que tiene mucho que ver con lo tecnológico, con lo global (como los idiomas y la capacidad de movilidad de las personas) y hay una serie de competencias que todos los ciudadanos necesitamos ejercitar, que son las nuevas competencias para una nueva forma de  funcionar socialmente. Eso es una oportunidad cuando uno tiene acceso a potenciar esas competencias pero también es un gran riesgo para aquellas personas que por ejemplo no tienen acceso a las tecnologías. 
 
La discapacidad reclama derechos, pero también un espacio en el mercado, como un consumidor más, ¿no resulta increíble que algunas empresas todavía no sean conscientes de ese poder, de la cuota de mercado de la discapacidad?
 
El poder del ciudadano como cliente es un elemento cada vez más emergente y los ciudadanos con discapacidad serán los que pongan en valor su capacidad de compra pero también su capacidad reputacional hacia la  organización y otros colectivos también lo harán. La ciudadanía consciente es un nuevo rol emergente.
 
En septiembre de 2015, los Estados Miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático. La discapacidad se ha incorporado de manera transversal, ¿qué supone esta nueva responsabilidad?
 
Una tarea que tenemos que hacer en España, en el CERMI, es ver qué elementos de los objetivos de desarrollo sostenible tenemos que trabajar. En París va a haber un encuentro mundial sobre medio  ambiente y sostenibilidad y todo eso tiene que ver con nosotros. Como reto para las organizaciones de la discapacidad española es entender los 17 objetivos de desarrollo sostenible, cómo aplican a la discapacidad española y cuál es nuestro papel.
  • facebook
  • twitter
  • linked in
  • enviar a un amigo
  • imprimir noticia

Con el apoyo de:

  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Secretaría de estado de servicios sociales. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Fundación ONCE. Abre una ventana nueva.
  • CERMI. Innovación social en discapacidad. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Asuntos sociales, unión europea y cooperación. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Hablamos de Europa Abre una ventana nueva.

    ¿Dónde estamos?

    Calle Recoletos, 1 Bajo, 28001 Madrid - España