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CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 28 de abril de 2017cermi.es semanal Nº 255

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"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMI

“El 4 de diciembre es la hora marcada, la respuesta al ejercicio de responsable y dolorosa renuncia que hicieron las organizaciones de personas con discapacidad”

28/04/2017

Blanca Abella

Fefa Álvarez recuerda con gran cariño los debates primeros en torno a la accesibilidad, los que sirvieron para dar luz a la Lismi en 1982. Entonces parecía un reto inabarcable, aunque ya muchos sabían que sin la accesibilidad universal, “no es posible la participación, la igualdad de oportunidades o la vida independiente”. Este año 2017, el 4 de diciembre, finaliza el plazo legal para que todos los productos, bienes, entornos y servicios sean accesibles, según la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad, “es la hora marcada”, asegura esta experta, tantos años esperando han supuesto un enorme sacrificio, a su juicio, ya que sin accesibilidad, “es como si no tuviéramos los mismos derechos que los demás”.

¿Cuánto tiempo y esfuerzos ha dedicado a la accesibilidad en su faceta laboral?
 
Una parte muy importante de mi vida laboral y, directamente, la de los últimos años, ha estado dedicada a la amplia temática de la accesibilidad universal. Aunque, pensándolo bien, se puede decir que, de manera indirecta, la mayor parte de toda mi actividad laboral ha estado relacionada con ella.
 
Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMI"Me acompaña de forma permanente una mirada crítica y a la vez curiosa sobre cómo debería ser el mundo para ser accesible"
 
¿Y en su vida personal o privada?
 
(Sonrisas). Cuando una persona dice, como yo he dicho en tantas ocasiones, que su trabajo le gusta y es un compromiso personal, la respuesta está dada. Pero es habitual que, solamente hablando de cuando a alguien le gusta un trabajo, la mirada desde su conocimiento la lleve consigo a todas partes.
 
En mi caso, una mirada crítica y a la vez curiosa sobre cómo debería ser el mundo para ser accesible me acompaña de forma permanente. No puedo dejar de ver que "ese letrero no se entiende o no se ve", "esa rampa tiene una pendiente imposible", "las diapositivas no se ven", "el autobusero no ha arrodillado el autobús"… y también, en positivo, "vaya baldosas de botones tan bien fabricadas", "qué ascensor tan bien integrado en el conjunto", "qué buen sistema de aviso de emergencia en este baño"… Y, también está la constante pregunta: ¿cómo se debería hacer para que esto, lo que sea, imagina cualquier producto, servicio, etc., fuera utilizable por una persona en situación de discapacidad teniendo en cuenta … cualquier característica relacionada con el funcionamiento de las capacidades humanas.
 
"Si no se cumple el principio de accesibilidad no es posible hacer realidad los demás principios ni los derechos recogidos en la Convención de la ONU sobre discapacidad"
 
¿De qué hablamos cuando hablamos de accesibilidad?
 
¡¡¡Ufff!!! A mí personalmente me gusta incorporar siempre la palabra universal. Cuando hablamos de accesibilidad universal hablamos, para empezar, de un principio básico de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Lo que ocurre es que si no se cumple este principio no es posible hacer realidad los demás principios ni los derechos recogidos en esa convención.
 
Al hablar de accesibilidad universal nos referimos a las características que hacen posible que todo lo concebido, construido y realizado por personas para personas sea realmente para todas las personas; es decir, que pueda ser utilizado por cualquiera con independencia de la funcionalidad de sus capacidades en un momento concreto de su vida.
 
Hablar de accesibilidad universal es hablar de diseño para todas las personas, de ajustes razonables, de productos de apoyo, de…
 
A partir de ahí, la concreción sobre cómo lograr alcanzar la accesibilidad universal en cada situación conlleva referirse a conocimiento técnico experto y a la implicación de profesionales de sectores muy diversos. Solo es posible conseguirla haciendo realidad el trabajo de equipos multidisciplinares, pues cuando eso no ocurre tenemos soluciones parciales útiles únicamente a algunas personas.
 
"Cuando los productos, los servicios o los entornos no son accesibles, es como si no tuviéramos los mismos derechos que los demás"
 
¿Y de qué hablamos entonces cuando no existe esa accesibilidad universal?
 
Pues esta respuesta es bien sencilla. Cuando los productos, los servicios, los entornos… no son accesibles, hablamos de que las personas que tienen el certificado de discapacidad, y también muchas otras que se encuentran habitualmente con y en situaciones de discapacidad, son discriminadas, no están en igualdad de condiciones, no pueden estudiar, ni trabajar, ni relacionarse, ni…, en la práctica es como si no tuvieran, como si no tuviéramos, derechos o no los mismos derechos que las demás.
 
¿Cuáles han sido los proyectos mejor recordados o más valorados por usted en toda su trayectoria?
 
Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMIMe resulta difícil hacer este ejercicio de memoria, porque olvido todo con mucha facilidad y porque siempre le he dado la misma importancia a todas las cosas que me ha tocado hacer, fueran pequeñas o grandes acciones.
 
Recuerdo con gran cariño los debates que tuvimos, en la asociación que luego dio lugar a lo que hoy es la Cocemfe, sobre la accesibilidad (entonces no la llamábamos así) cuando se estaba elaborando la ley conocida como LISMI.
 
De hace también mucho tiempo, un proyecto importante, que para mí tuvo gran impacto y que me tocó abordar en los primeros momentos de mi etapa en lo que hoy es Ilunion Salud, fue el del asesoramiento en la concepción de la accesibilidad y en la dotación de los productos de apoyo del Pabellón de la ONCE en la EXPO 92 de Sevilla. Siempre digo que, exceptuando las soluciones basadas en las tecnologías de la información y la comunicación, aprendí más que en el resto de mi vida laboral sobre productos de apoyo y, también, sobre las dificultades de los profesionales de la arquitectura (bueno, por no generalizar, al menos de bastantes con los que me relacioné y me he relacionado después) para entender y dar respuestas a las necesidades de accesibilidad.
 
"Lástima que en la universidad se siga sin dar importancia a la formación en accesibilidad"
 
También recuerdo con especial cariño las primeras clases de accesibilidad en materia de edificación y urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, promovidas por personas a las que he perdido la pista, pero que fueron innovadoras, rompedoras… Lástima que en la universidad todavía se siga sin dar a esa formación la importancia que tiene.
 
En mi etapa laboral en la entidad denominada actualmente ‘Inserta’ un proyecto al que tengo especial cariño fue el que, para la accesibilidad en el mundo laboral, iniciamos con Repsol. Abrimos un nuevo camino al innovar en la forma de abordar la adecuación de los puestos de trabajo (posteriormente aplicado en otras empresas) y al mostrar en la práctica la importancia de considerar la accesibilidad en el inicio de un proyecto constructivo tan relevante como el de su sede actual.
 
Y, por terminar, de mi última etapa laboral, en la Fundación ONCE, lo que más valoro es la diversidad de proyectos tan diferentes unos de otros en los que me ha tocado participar con funciones también diversas –diseñar, coordinar, gestionar, asesorar, etc.-. No puedo dejar de agradecer la riqueza de conocimiento y amplitud de miras en relación con la accesibilidad universal que me ha aportado esa fecunda etapa.
 
¿Cómo valora esa labor que le encomendaron o usted misma propuso, para ser, actualmente, asesora del CERMI en accesibilidad universal?
 
Para mí fue y es un gran honor que me propusieran ser asesora en accesibilidad universal cuando lo único que había hecho era ofrecerme a colaborar de forma voluntaria cuando me jubilara. Lo que espero es poder servirles de apoyo en todo lo que necesiten, o como se suele decir, espero estar a la altura de las circunstancias.
 
Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMI"El 4 de diciembre es la hora marcada, la respuesta al ejercicio de responsable y dolorosa renuncia que hicieron las organizaciones de personas con discapacidad"
 
¿Es hora ya de la accesibilidad universal? Aunque viene siendo hora desde hace tiempo, pero parece que el reloj ya tiene una alarma puesta para poner límite a las barreras.
 
Nuestra legislación marca el día 4 de diciembre de este año 2017 como la fecha tope para que todos los productos, bienes, entornos y servicios sean accesibles de acuerdo a las condiciones básicas de no discriminación y accesibilidad universal (Ley general de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social).
 
Es la hora marcada, la hora en la que nos mostrarán la respuesta al ejercicio de responsable y dolorosa renuncia que hicieron las organizaciones de personas con discapacidad al marcar un calendario para que sus representadas pudieran tener una real igualdad de oportunidades, los mismos derechos que las demás. Esas organizaciones tuvieron en cuenta que no existían hadas con varita mágica que transformaran el mundo y lo hicieran accesible, que había que poner en marcha sistemas de formación, de gestión, creatividad y recursos económicos para lograr esa transformación, pero eran sabedoras de que cada día que pasara era un día de discriminación y de sufrimiento para las personas con discapacidad. Ahora toca conocer la respuesta de la sociedad a ese enorme sacrificio, a ese gran sufrimiento.
 
"Se requiere mucha energía todavía para que las personas con discapacidad dejen de pensar que los problemas derivan de sus características personales"
 
En ese sentido, ¿qué le parece la campaña del CERMI 'Horizonte Accesibilidad, 4-12-2017'?
 
Necesaria, me parece una campaña necesaria, una campaña de aviso a quienes tenían que haber dado las respuestas que comentaba anteriormente.
 
Es, igualmente en mi opinión personal, un recordatorio dirigido a todas las personas con discapacidad para que nos animemos a actuar; motivadora para quienes ya fueran activistas, pues siempre viene bien un apoyo y más uno de este tipo, y alentadora para aquellas que ni siquiera se permiten serlo. Se requiere mucha energía, todavía, mucho esfuerzo para que las personas con discapacidad o en situación de discapacidad dejen de pensar, pues todavía muchas lo piensan, que los problemas derivan de sus características personales y poco o nada se puede cambiar.
 
¿Cree que se logrará ese horizonte 4 de diciembre con el objetivo cumplido?
 
Pues no, nadie puede engañarse. Llegaremos al 4 de diciembre y habrá muchos lugares, servicios, productos,… inaccesibles. Pero ello no tiene que desmoralizarnos; al contrario, debemos intensificar algunas formas de actuar. Incrementar las acciones de denuncia es una de ellas. Otra es la de aumentar la formación en gestión de la accesibilidad puesto que hay mucha carencia en el conocimiento sobre cómo pasar de la teoría a la práctica en los múltiples campos, ámbitos, materias,… que permiten lograr la accesibilidad universal.
 
Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMI"Lo realmente sorprendente es que haya costado 35 años que se entienda que es necesaria una construcción inclusiva"
 
La accesibilidad en el ámbito de la construcción –urbanismo, arquitectura…, quizás en lo más evidente, se ha ido abriendo camino poco a poco, aunque cuesta mucho todavía, pero ¿qué ocurre con las demás barreras, no tan evidentes pero igual de discriminatorias?
 
Lo más llamativo desde mi punto de vista no es si en lo relativo a la construcción se va avanzando más o menos que en lo tecnológico, lo realmente sorprendente es que haya costado treinta y cinco años (o más) que se entienda que es necesaria una construcción inclusiva. Mi percepción es que en el ámbito tecnológico se ha comenzado a entender mucho antes, quizás no con todas las tecnologías, aunque sí en lo que se suelen denominar productos TIC. La prueba es que son, en general, los estudios informáticos o de telecomunicaciones en los primeros (y habría que confirmarlo, pero seguramente en los que más) se enseña sobre accesibilidad universal, a la par que sobre usabilidad, mientras que todavía son excepción las escuelas de arquitectura o de ingeniería de caminos o… en las que se incorporan estos estudios. A pesar de ello, tampoco parecen aplicarse esos conocimientos y en la realidad casi todo lo tecnológico resulta inaccesible. Además de en la rapidez en los cambios y en los desarrollos que caracteriza a esas tecnologías, cabría preguntarse si el problema no estará en que esa formación no tiene en cuenta que hay que aplicar los conceptos de diseño para todas las personas o en que, en la práctica, se desconoce cómo llevar a cabo una gestión continuada de los criterios de accesibilidad. No sé, esperemos que no se tarde tantos años en entender de verdad la necesidad de accesibilidad en todos los campos.
 
Ahora se hace algo más de hincapié en la accesibilidad cognitiva, ¿cómo debe introducirse esta nueva visión de la accesibilidad que muchos desconocen?
 
Lo que más cuesta comprender a la sociedad en general es que las funciones cognitivas deben ser tratadas de la misma forma que el resto. Se entiende y acepta, aunque todavía no en toda su extensión, que si la persona no puede andar debe llevar un bastón, una órtesis o una silla de ruedas o contar con asistente y, aunque ha costado, se entiende también que debe haber rampas o ascensores o…, pero se sigue sin entender que si la persona tiene dificultades para memorizar o para razonar (como se ha supuesto debe ser la forma lógica) deben aportársele entornos, productos,… comprensibles y, también, los productos y el personal de apoyo que precise.
 
En nuestro país, ¿cuál es el principal avance que hemos observado en los últimos años en cuestión de accesibilidad, en el aspecto legal y en el puramente formal o de aplicación?
 
A nivel legislativo hemos tenido innumerables avances en lo que a desarrollo legal se refiere. Destacaría el impacto del cambio de concepción aportado por la incorporación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
 
Yéndonos al apartado de la aplicación de la legalidad vigente, el mayor avance se da cuando se logra que los criterios técnicos que dotan de accesibilidad universal se incorporen al día a día de la actividad profesional. Un ejemplo, con independencia de todas las posibles críticas, podría ser la incorporación de criterios técnicos de accesibilidad, al mismo nivel que otros, en el Código Técnico de la Edificación. Y otro ejemplo, complementario del anterior y decisivo para su éxito, es la incorporación de criterios de accesibilidad en las actividades de gestión y control que ejercen las administraciones públicas; son ese tipo de actividades, ejercidas desde los municipios a través de sus técnicos, las que, con sus luces y sombras, están aportando mayores niveles de accesibilidad en la edificación y el urbanismo, en el entorno construido.
 
Fefa Álvarez, asesora de Accesibilidad Universal del CERMI"La sociedad entiende las reivindicaciones de las organizaciones de personas con discapacidad, pero entender así no mueve a actuar"
 
La sociedad, ¿entiende la importancia de las reclamaciones del sector de la discapacidad en la accesibilidad universal o solo se entiende cuando se vive de cerca?
 
Si me pongo a dar vueltas a lo que significa la palabra entender en su complejidad me quedo atascada… Voy a simplificar diciendo que creo que sí, que a nivel básico la sociedad entiende las reivindicaciones de las organizaciones de personas con discapacidad y sus familias, pero entender así no mueve a actuar. Cuando se vive de cerca o cuando se es capaz de trasladar, de compartir, vivencias, se puede lograr que entren en juego emociones que ayuden, si no se da un bloqueo, a actuar a favor de, que considero es lo que significa de verdad entender.
 
¿Y los gobiernos, las autoridades, tanto estatales, como locales, donde tanto y tan importante es lo que se decide en cuanto a las personas?
 
En la teoría, como vengo diciendo, ya se ha conseguido que se entiendan muchas de las reivindicaciones y es la práctica la que sigue fallando: problemas de formación, de gestión, económicos,… Como he hablado de otras de esas cuestiones voy a decir algo de las económicas. La falta de presupuesto que tantas veces se aduce como la más importante para no haber resuelto las carencias de accesibilidad es como una maldita muletilla. Pensar en las personas nos obliga a plantear soluciones, no a poner obstáculos, por ello cuando la respuesta es única y solo haciendo referencia a lo económico, a las leyes del mercado o cuestiones similares, reconozco que me afecta, me altera. Sí, claro, muchas veces se requiere dinero, pero en lugar de decir que no hay ¿por qué no se busca la solución para tenerlo? Hay dinero para muchas otras cosas ¿por qué no para la accesibilidad? Sin ella, insisto, no es posible la participación, la igualdad de oportunidades, la vida independiente…
 
"En las etapas formativas de quienes educan en la actualidad no se hacía mención a las personas con discapacidad y sus necesidades"
 
¿Cómo se entiende la accesibilidad en el campo de la educación, desde las primeras etapas escolares a las ya especializadas de universidad?, ¿qué debería hacerse en estos ámbitos?, ¿se debe impartir alguna materia sobre accesibilidad?
 
Me voy a centrar solamente en decir, como vengo repitiendo, que a nivel legal, en lo teórico, parece entenderse que la educación debe ser universalmente accesible, pero la realidad nos dice que no lo es en la práctica. Una de las claves puede estar en que quienes se ocupan de la educación, en sus diferentes etapas y funciones, no saben cómo dar respuestas a las necesidades, o no les formaron o les formaron mal. Que a la mayoría no les formaron es evidente; en las etapas formativas de quienes educan en la actualidad no se hacía mención alguna a las personas con discapacidad y a sus necesidades. Y cuando digo les formaron mal me refiero a que si cuando estaban estudiando les formaron en un modelo médico o en un modelo asistencial de atención a las personas con discapacidad, difícilmente podrán actuar entendiendo que la discapacidad no está en ellas, sino que surge en la relación con el entorno y que lo que hay que cambiar son sus comportamientos, sus actuaciones profesionales y ese entorno en toda su complejidad.
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