"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Mujer
Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres
"Que no haya mujeres en el 'Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad' es un retroceso tremendo"
22/07/2016
Beatriz Sancho - Fotos: Jorge Villa
La Fundación CERMI Mujeres lleva año y medio de andadura y, aunque con pasos pequeños, pero seguros, avanza con firmeza por las procesolas aguas de los derechos humanos donde se empeña, con vocación, tenacidad y abnegación, en incidir no solo a nivel nacional, sino europeo e internacional. Su coordinadora, Isabel Caballero, nos cuenta la radical importancia de su labor, dada la época que vivimos en donde los derechos conquistados, se pierden. Si un mensaje cala y ha de permear es, sin duda, el del enfoque interseccional. Veamos cómo lo explica esta experta en género y discapacidad.
Ha habido una serie de ejes que hemos considerado prioritarios. Uno, que es básico, es el de la violencia de género. Estamos ya ejecutando un programa de intermediación para mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de la convocatoria del IRPF. Este proyecto se emprende por la necesidad de formación y de información de los especialistas que están involucrados en la detección y abordaje de situaciones de violencia. Y uno de sus objetivos es hacer visible la necesidad de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia y que los recursos sean siempre accesibles.
Por otro lado, trabajamos los derechos humanos porque somos una organización de derechos humanos. De hecho, acabamos de anunciar un nuevo proyecto que comenzaremos en los próximos meses, apoyado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que también persigue la apertura del análisis, la formación y la reflexión de los derechos humanos desde el enfoque de la discapacidad y de género.
Todos nuestros proyectos concurren, es decir, crean sinergias unos con otros. Somos una organización de derechos humanos y, por tanto, tenemos que introducir ese enfoque crítico de los derechos humanos desde la discapacidad y desde las mujeres.
"En Europa existen prácticas de esterilización forzada, no consentida, no informada, a mujeres con discapacidad, y que llevan aparejadas una modificación de su capacidad o su incapacitación judicial, su muerte civil"
Además, el año pasado la FCM también asesoró en una investigación sobre inclusión social de mujeres con discapacidad en España realizada por el Observatorio Estatal de la Discapacidad. Y colaboramos, para una investigación similar, pero a nivel autonómico, con el Servicio Extremeño de Promoción de Autonomía Personal (SEPAP). Asimismo, con el CERMI participamos en la realización de la primera guía de inversión socialmente responsable y discapacidad para introducirle el enfoque de género.
También está abierto el plazo para participar en el I Concurso de Fotografía Generosidad 'No más esterilizaciones' y que es otra de las herramientas de la FCM para generar conciencia en la sociedad contra muchas prácticas que están asumidas y naturalizadas socialmente como protección para las mujeres. Esto está ocurriendo incluso en países como España, que tiene cierto nivel de respeto hacia los derechos humanos, y también en Europa. Existen prácticas de esterilización forzada, no consentida, no informada, a mujeres con discapacidad, y que llevan aparejadas una modificación de su capacidad o su incapacitación judicial, su muerte civil.
Y, ¿qué persigue este concurso al recabar imágenes que retraten esta realidad?, ¿denunciarla?
Exacto. Pero también pretendemos realizar una campaña internacional y llegar hasta Bruselas este año con las fotografías que sean seleccionadas y premiadas para poderlo denunciar a nivel europeo. De hecho, la convocatoria del concurso, las bases, que están en nuestro periódico digital, se han publicado en inglés para que puedan participar desde fuera de España también. La concienciación social que pretendemos con este tipo de iniciativas, es un buen complemento a los otros objetivos de formación.
"Pretendemos realizar una campaña internacional y llegar hasta Bruselas este año con las fotografías del concurso 'No más esterilizaciones' para poderlo denunciar a nivel europeo"
Otra iniciativa reseñable, sin duda, es el periódico político de nombre 'Generosidad' que mencionabas. Cuéntanos sobre la publicación, por favor.
'Generosidad' es un instrumento fundamental para dar visibilidad. Tiene un formato digital y nos gustaría que sirviera de punto de unión entre las propias mujeres con discapacidad y profesionales que estén interesados en derechos humanos, género y discapacidad. De hecho, recibimos peticiones de muchas mujeres de otros países que están interesadas en recibir el boletín y participar.
Posiblemente no se encuentre otra publicación de mujeres con discapacidad como 'Generosidad', que publiquen noticias de otras mujeres con discapacidad que vivan en otros países, o en la que se realicen reportajes en profundidad. Lo que nos distingue es nuestro ámbito, tan concreto, y, sobre todo, el enfoque interseccional. Tratamos de poner en conexión los distintos ejes de discriminación que existen.
Y es que trabajamos la discapacidad, pero como por género también se discrimina, utilizamos el periódico, 'Generosidad', para hacernos cómplices o eco de otros grupos que también están en situación de exclusión, y que también forman parte de las personas con discapacidad. De ahí que publicáramos artículos de las mujeres gitanas, por ejemplo. Además, nos interesa mucho el sector de las mujeres pobres, del tercer mundo, lo que está pasando con la sexualidad reproductiva en mujeres latinoamericanas... Son mujeres en situación de vulnerabilidad.
"Utilizamos el periódico, 'Generosidad', para hacernos eco de otros grupos en situación de exclusión, y que también forman parte de las personas con discapacidad"
Acabáis de constituir un grupo técnico de trabajo sobre violencia contra las mujeres con discapacidad. ¿Cuántas personas lo conformáis, que aportáis cada una de vosotras y en qué sentido ha quedado abierto a la posible participación de especialistas externas en esta materia? ¿Buscáis voluntarias? ¿Quiere incidir un poco en esto último, por favor?
Está abierto a todas las organizaciones de discapacidad que forman parte del CERMI y se ha buscado la ayuda de la Comisión de la Mujer del CERMI para detectar qué personal técnico de nuestra red está especializado en el tema. Hemos detectado que hay algunos recursos concretos, aunque no demasiados, que sí están funcionando en distintas entidades y la FCM no quiere trabajar estos asuntos de violencia de género en soledad, sino crear sinergias entre nuestras propias organizaciones.
Es decir, el grupo de trabajo estará integrado por todas las organizaciones del CERMI y queremos trabajar coordinadamente con personas que estén trabajando el empoderamiento de las mujeres con discapacidad, la violencia de género, la formación.
Contamos también con instrumentos fundamentales que aportan las organizaciones, como el observatorio o la estrategia para la prevención de la violencia de la ONCE o el trabajo realizado por Plena Inclusión en violencia de género que tiene, por ejemplo, pisos tutelados para mujeres con discapacidad víctimas de violencia. De esta forma, aunamos el conocimiento de las organizaciones y lo ponemos al servicio del proyecto.
¿Qué hay de esa posible participación de especialistas externas en esta materia?
Queremos contar con un grupo de expertos externos que supervise o nos asesore en algunas de nuestras iniciativas porque hay que tener en cuenta que el tema de la violencia de género es un tema muy complicado. Nuestra labor es incidir sobre todo en la formación, en la concienciación, porque a la hora de hacer el abordaje de una situación lo que podemos hacer es acompañar.
Por ejemplo, con la Fundación Konecta tenemos un convenio para la elaboración de una aplicación en el móvil o en las tabletas para generar conciencia y dar información a las mujeres con discapacidad sobre los recursos existentes en materia de violencia. De manera conjunta, participativa con este grupo de trabajo y los agentes externos podemos conciliar qué perfil le damos a la aplicación.
Vuelvo a 'Generosidad', a vuestro periódico político. En el último editorial, se critica y reflexiona sobre si es aceptable un 'Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad' sin mujeres. A título personal, como experta en género y conocedora de la realidad internacional, ¿cómo es posible? Si no es fruto de la casualidad, como se apunta al final del artículo, ¿a qué se debe?
Falta mucho camino por recorrer a la hora de trabajar el tema de la interseccionalidad, incluso en las esferas más altas, que se supone que son las instituciones que garantizan los derechos humanos. Naciones Unidas tiene, por un lado, una convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; una convención para las personas con discapacidad; otra contra la discriminación racial, y otra para los niños, y para los niños en masculino. Es decir, siempre se abordan las discriminaciones de forma separada, como si fueran departamentos estancos, líneas paralelas, que no se cruzan.
"Falta mucho camino por recorrer en el tema de la interseccionalidad, incluso en las instituciones internacionales que garantizan los derechos humanos"
Lo que ha ocurrido, que no haya mujeres en el 'Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad', es un retroceso tremendo porque va incluso contra la propia regulación de los comités que establece que tiene que haber un equilibrio de representación por género y de representación geográfica.
"Que no haya mujeres en el 'Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad' es un retroceso tremendo"
Precisamente, como el 'Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad' es uno de los más modernos, la convención, en su preámbulo ya habla de la necesidad de tener en cuenta las situaciones de discriminación a las que se encuentran sometidas las mujeres con discapacidad. Están el artículo 6 y 7 que dan esa visibililidad. La idea de la interseccionalidad dentro de esta convención, aunque no se cita específicamente, está implícita. Y es esa línea de trabajo la que ha realizado el comité en los últimos años, cuando sí había una representación mucho más equilibrada y cuando los temas de género se han abordado sistemáticamente, cada vez que se revisaban las políticas públicas de un país, siempre se hacía una pregunta referente a la desigualdad de género.
El hecho de que no se haya tenido en cuenta a la mujer a la hora de su composición, da buena cuenta del retroceso. Igual que en otros comités, por ejemplo en el de la mujer o en el comité de los derechos del niño, habrá también que trabajar para que la dimensión de la discapacidad esté siempre presente.
Ya Catalina Devandas decía cuando estuvo en España que en su mandato quería interconectar los derechos humanos de las personas con discapacidad con lo que otros comités están realizando. Las mujeres con discapacidad están todavía bastante invisibilizadas, aunque la Cedaw se ha pronunciado sobre su situación de vulnerabilidad.
"Habrá también que trabajar para que la dimensión de la discapacidad esté siempre presente en los comités internacionales de derechos humanos"
Desde una entidad pequeña como la FCM, ¿qué se puede hacer?
Se puede hacer muchísimo, y cada vez con más convencimiento porque nos damos cuenta de que se conquistan determinadas parcelas, que luego se pierden. La labor de denuncia y vigilancia de la fundación, de generar conocimiento, de formación, los contactos que tenemos con otras organizaciones, a nivel internacional, sobre todo europeo, la labor de la fundación haciendo investigaciones para que la gente sepa cómo estamos es muy importante.
¿Qué hubiera supuesto para las mujeres y niñas con discapacidad de todo el mundo que la directora ejecutiva de la FCM, Ana Peláez, hubiera resultado elegida el mes pasado como miembro del Comité para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer, dado que la convención homónima, dado que el citado comité, en su Recomendación general nº 18, en 1991, recalca en que las mujeres con discapacidad pueden ser objeto de una doble discriminación debido a su género y a su discapacidad, y han de ser consideradas un grupo vulnerable?
Ana habría llevado toda su experiencia como experta de otro comité, que es el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ese trabajo realizado durante tantos años lo hubiese podido trasladar a la Cedaw. Hubiese llevado un discurso crítico y un análisis de esas mujeres que están en los márgenes y no aparecen en ningún sitio. Es una gran pérdida y da cuenta de todo lo que tenemos que trabajar dentro del movimiento feminista, y que también hay que reivindicar el feminismo.
Ana hubiese llevado ese enfoque de la interseccionalidad del que hablamos siempre, habría trasladado la existencia de otras luchas de otras mujeres que están totalmente invisibilizadas, así como que esto no supone enfrentarse con otras mujeres, sino poner sobre la mesa otras demandas que no se tienen en cuenta.
Las mujeres no estamos lo suficientemente entrenadas para ver las distintas discriminaciones que se producen por otros factores, por otros ejes de discriminación. Ha sido una oportunidad perdida, desde luego.
En la actualidad, justo en estos momentos, ¿en qué proyectos estáis embarcadas? ¿Cuáles os traéis entre manos?
La creación de una red de mujeres con discapacidad internacional, básicamente de la Unión Europea. En Riga, el año pasado hubo una reunión de organizaciones de mujeres con discapacidad y este tema era un anhelo evidente porque hay muchos proyectos que se pueden poner en común y es fundamental.
Independientemente de nuestros diferentes orígenes culturales o políticos, resulta que la problemática es la misma. Por eso es importante trabajar de manera coordinada y hacer fuerza, sobre todo porque también tenemos instancias como la Unión Europea, a las que podemos presionar y que tienen que tomar partido.
Como única persona contratada, y coordinadora, ¿qué ha echado en falta en la FCM desde la creación? ¿Fondos? ¿Recursos humanos?
Los principios son muy complicados, lo tenía claro, somos una organización muy joven y a la hora de acceder a fondos y demás, ocurre que en muchas convocatorias exigen trayectoria, experiencia, etc., y eso ha sido un obstáculo, pero era previsible.
En toda andadura es preferible dar pocos pasos, pero seguros, y eso es lo que está haciendo la fundación. Camina con el ritmo al que puede, también teniendo en cuenta el contexto de crisis en el que nos encontramos. Pero sus pasos son pasos seguros y firmes para convertirse en referente en nuestro país, incluso más allá de nuestro país, en la defensa de los derechos humanos de las mujeres con discapacidad.
"Los pasos de la FCM son seguros y firmes para convertirse en referente en nuestro país, incluso más allá de nuestro país, en la defensa de los derechos humanos de las mujeres con discapacidad"
Durante todo el recorrido de la FCM, ¿en qué temas concretos de los que interseccionan género y discapacidad ha permitido al CERMI Estatal posicionarse con la creación de la entidad?
En realidad el CERMI ya llevaba un trabajo de muchos años, no es nuevo para la entidad trabajar en mujer y discapacidad. Existía ya la Comisión de la Mujer, que le ha permitido estar en instancias fundamentales, como es el Observatorio contra la Violencia de Género. El hecho de que ahora exista una fundación puede tener más impacto, pero el trabajo de género ya existía.
Hay determinados organismos en los que solo admiten organizaciones de mujeres y ahora nos permite también ser referente dentro del propio movimiento de mujeres, no como una organización mixta, sino como una organización específica, que defiende los derechos de la mujer con discapacidad.
¿Ha conseguido la FCM ya estar en los canales que se proponía donde se crea opinión y se toman decisiones en materia de género ya? ¿Estamos caminando hacia ello o falta mucho?
Falta. Se crea opinión y se toman decisiones, pero queda un largo camino para poder incidir en las políticas que se hacen en este país. Hay avances y retrocesos, pero depende en qué materia te muevas.
Sin embargo, ¿sí coincidirás en que la Fundación CERMI Mujeres se ha convertido en poco tiempo en el referente instrumental de actuación del movimiento CERMI para lograr la igualdad plena y efectiva de las mujeres y niñas con discapacidad?
Efectivamente, y allí donde no puede llegar el CERMI, porque es una organización representativa de derechos de personas con discapacidad y no específica de mujeres, pues ahí está la fundación, para servir de referente en esos entornos.
Desde la creación de la entidad, sinceramente, ¿has notado que más mujeres con discapacidad tengan voz propia?
El proceso es lento, pero veo que, al hacer la presentación territorial de la fundación en algunas comunidades autónomas, como Baleares, Castilla-La Mancha o Extremadura, los compañeros de los diferentes territorios nos trasladan el anhelo y el trabajo. Nos ha permitido también hablar con representantes, por ejemplo, de los institutos de la Mujer de las diferentes comunidades autónomas o de las consejerías involucrados en temas de igualdad. Viene muy bien que la fundación sea un referente, y esté en coordinación con los CERMIS Autonómicos y con los organismos públicos que trabajan políticas de igualdad. Como todos los inicios, se trata de un proceso lento, pero con pasos bien asentados. Poco a poco.
¿Cómo tienen que estar de cohesionados todos los CERMIS autonómicos y subirse a este carro sin excusas, sin dilación todas las organizaciones que componen en CERMI para conseguir la plena igualdad, que la mujer con discapacidad deje de estar discriminada por ser mujer, al menos, dentro del movimiento asociativo?
En la oportunidad que hemos tenido de hablar con presidentes y responsables de algunos CERMIS, existe interés en crear comisiones de la mujer allí donde no están plenamente consolidados. Es un trabajo ilusionante y quieren contar con el apoyo de la Comisión de la Mujer del CERMI y de la Fundación CERMI Mujeres para ponerlo en marcha, creando argumentos y proyectos comunes. Sirve mucho tener proyectos en común, aunque sean pequeños. Por ejemplo, el grupo de expertos y técnicos sobre el tema de la violencia. No podemos trabajar aisladamente, además hay un movimiento asociativo muy estructurado.
"Existe un interés en los CERMIS Autonómicos en crear comisiones de la mujer allí donde no están plenamente consolidados"
¿Cómo de importante crees que será el futuro de la mujer con discapacidad y de la Fundación CERMI Mujeres para el nuevo mandato de Luis Cayo Pérez Bueno como presidente del CERMI?
La presidencia del CERMI siempre ha mostrado su clara apuesta por trabajar temas de género y trabajar desde la intersección, es algo que he percibido desde el primer momento. Es un aliado, tener en la presidencia alguien de una organización que apueste por ello facilita muchísimo las cosas. Obviamente la fundación surgió como una apuesta del propio CERMI, por trabajar desde este enfoque especializado.
Para la Fundación, que el presidente del CERMI esté concienciado en este tema, más allá de que también haya que buscar liderazgos participativos, porque esto tiene calar en toda la gente, y de que haya que trabajar las desigualdades entre hombres y mujeres dentro del sector de las personas con discapacidad, es fundamental.
"Que el presidente del CERMI esté concienciado en los temas de género y discapacidad es fundamental"
¿Cómo te está haciendo crecer a ti, como profesional y en lo personal esta experiencia? ¿Qué te está aportando?
No tengo discapacidad, pero tengo gente muy cercana que sí la tiene, y llevo desde el año 99 trabajando los temas de género, derechos humanos, mujeres y discapacidad. Haber conseguido trabajar en una fundación que lleva estos temas dentro del CERMI parecía un reto difícil de conseguir hace 20 años. Que estemos aquí es un avance importantísimo. Queda mucho camino por recorrer pero estamos en el buen camino.
Yo soy feminista, tengo cierto activismo personal en este tema, es decir no es algo que me toque solo por trabajar sino que trabajo por el compromiso. Me enriquece no solo como profesional sino sobre todo como mujer que trabaja por los derechos humanos desde el puro convencimiento.
Abanderas esta lucha por cuestión de justicia, sin tener discapacidad, te pones fácilmente en nuestra piel...
Trabajamos por los derechos humanos, por personas, cada una en sus distintas situaciones.
