Entrevista
Laura Seara, experta y consultora en materia de igualdad y género, coordinadora del estudio de la FCM sobre 'Las mujeres con discapacidad en las sentencias de los tribunales españoles'
"A la hora del fallo judicial perduran los atavismos del modelo médico y protector que, en el caso de las mujeres con discapacidad, se convierte en patriarcal"
20/04/2018
Beatriz Sancho
La necesidad de estudios que exhiban las carencias, las irregularidades, las injusticias, el incumplimiento de normas que defienden los derechos humanos de las personas siempre es acuciante. Pero el apremio se vuelve obligación cuando, como destapa el estudio encargado por la FCM: 'Las mujeres con discapacidad en las sentencias de los tribunales', se demuestra que este sector de la población accede en desigualdad a la Justicia. Un ejemplo, entre tantos, la inexistencia de datos de internamientos voluntarios de mujeres con discapacidad. No se "cuentan", no nos "tienen en cuenta". Pero Laura Seara, coordinadora del estudio y consultora en Género e Igualdad, sí nos cuenta, cuenta que...
...ni hay futuro sin Igualdad; ni la discapacidad ha de ser asumida como vulnerabilidad, sino desde la necesidad de crear un nuevo orden que propicie, tanto como vigile, la participación sus personas; que las construcciones culturales, sociales nos marcan a las mujeres -más con discapacidad-, porque nos frenan y moldean los anhelos, porque nos encorsetan y nos avocan a la invisibilidad, porque nos dificulta las relaciones sociales o incluso la creación de una familia. ¡Cuánto más nuestro acceso a la justicia con tanto prejuicio cultural y proteccionista sembrado y abonado, que nos aparta de los espacios públicos!. Tanto, tanto cuenta la también exsecretaria de Estado de Igualdad de un tramo del gobierno de Zapatero. Lean. Cuenten. Cuenten ustedes para que nosotras contemos. Lean, cuenten, para que otros, otras lean y, a su vez, se cuenten leyendo los números que representan, para un día... no tener que leerse, que verse en ellos.
Estáis a punto de terminar un estudio para la Fundación CERMI Mujeres (FCM) sobre 'Las mujeres con discapacidad en las sentencias de los tribunales españoles'. ¿Podrías explicarnos en qué consiste la investigación, desentrañar con claridad su consistencia?
Se trata de un análisis de sentencias firmes que tienen como sujeto activo o pasivo a una mujer o niña con discapacidad, dictadas entre 2008 y la actualidad, dado que el estudio ha tenido como columna vertebral la
Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Es una investigación en la que ha trabajado un equipo con perfil jurídico y con amplios conocimientos en materia de igualdad.
¿Qué escollos habéis tenido que afrontar para concluir la investigación?
Ha sido muy difícil encontrar sentencias para analizar dado que las mujeres con discapacidad acceden muy poco a la justicia. Litigan muy poco. En muchos casos, la propia incapacitación legal las deja fuera, y si actúan lo hacen a través de sus representantes legales o del Ministerio Fiscal.
En los supuestos en los que no hay incapacitación legal, las mujeres con discapacidad tampoco acceden en condiciones de igualdad respecto a las mujeres sin discapacidad y a los hombres con discapacidad. Todavía hay carencias respecto a la información sobre sus derechos, al respaldo familiar, etc. Existen pocos medios económicos, y faltan los apoyos y ajustes adecuados en los procedimientos, tal y como señala la Convención.
Pero también es justo señalar que si bien la aplicación de la Convención es lenta, nos hemos topado con avances significativos, especialmente por parte del Tribunal Supremo. Aun así, en las sentencias analizadas pormenorizadamente en este estudio, se pone en evidencia las necesidades que existen en este sentido en los juzgados de nuestro país y en el propio sistema, la escasa formación del personal, etc.
"En los supuestos en los que no hay incapacitación legal, las mujeres con discapacidad no acceden en condiciones de igualdad respecto a las mujeres sin discapacidad y a los hombres con discapacidad"
¿Qué función tiene el estudio, para qué, si lo sabes, os lo han solicitado y qué uso, utilidad o beneficio posterior podrá tener para la FCM y para las mujeres con discapacidad?
La Convención propugna la sustitución de la anterior concepción médica de la discapacidad por un modelo social, basado en los derechos humanos. En el estudio demostramos que a pesar de que algunas sentencias recogen y señalan esta nueva concepción de la discapacidad, a la hora de emitir el fallo, perduran los atavismos del modelo médico y protector que, en el caso de las mujeres, se convierte en patriarcal.
El ordenamiento jurídico español no ha hecho los cambios y ajustes legales tras la entrada en vigor de la Convención y esto genera interpretaciones judiciales que vulneran la propia Convención de la ONU.
Pero tampoco se han adoptado las medidas legales para garantizar la protección de la integridad personal y evitar prácticas como el aborto forzoso y la esterilización forzosa, como de hecho hemos visto en varias sentencias analizadas en este estudio. Hemos puesto de manifiesto que a día de hoy se dictan sentencias en nuestro país en las que no se respeta la Convención.
"A pesar de que algunas sentencias recogen la nueva concepción de la discapacidad, a la hora de fallar perduran los atavismos del modelo médico y protector que, en el caso de las mujeres, se convierte en patriarcal"
¿Cuáles son las conclusiones principales del estudio?
Además de las ya citadas, debemos saber que respecto a la incapacitación jurídica, esta afecta más a mujeres que a hombres con discapacidad. Hay muchas razones que sujetan esta afirmación. Por ejemplo, las familias de mujeres con discapacidad, como mecanismo de seguridad, solicitan su incapacidad para someterlas a esterilizaciones y privarlas de sus derechos sexuales y reproductivos. Pero también lo vemos en que la cultura patriarcal considera a las mujeres con discapacidad más “desvalidas” y en absoluto capacitadas para tomar decisiones relacionadas con su salud, su patrimonio o cuidar a sus hijos e hijas. Y bajo ese supuesto manto protector, algunos juzgados las incapacitan y las matan civilmente.
"La cultura patriarcal considera a las mujeres con discapacidad más “desvalidas” y en absoluto capacitadas para tomar decisiones relacionadas con su salud, su patrimonio o cuidar a sus hijos e hijas. Y bajo ese supuesto manto protector, algunos juzgados las incapacitan y las matan civilmente"
Parte de los déficits que dificultan el acceso de las mujeres con discapacidad a la justicia radica en la falta de desarrollo de la legislación en materia social. Las medidas de sensibilización vinculadas a la información sobre sus derechos no son suficientes y, aunque no hemos podido estudiar las variables urbano/rural, sí estamos en condiciones de señalar que se han detectado dificultades de las mujeres con discapacidad para acceder a la justicia, y con la variable de ruralidad estas dificultades la incrementan exponencialmente.
Por poner otro ejemplo. Fue francamente difícil acceder a datos y estadísticas judiciales básicamente por que no existen. De hecho, nos pusimos en contacto con el
CGPJ para conocer datos concretos de internamientos voluntarios y nos respondieron que no existían esas estadísticas. En España se incumple la Convención en su Art 31.1 que determina que los Estados Partes deben recopilar la información adecuada, incluidos datos estadísticos y de investigación, que permita formular y aplicar políticas determinadas en la propia Convención.
En el proceso, si las hubo, ¿con qué anécdotas, situaciones o escenarios tanto agradables como desagradables os habéis topado que sean dignas de comentar, criticar o valorar por su singularidad?
Hemos sufrido mucho durante la fase de estudio. Son especialmente duras las sentencias analizadas sobre esterilización forzosa. Es terrible pensar que hoy el sistema avala la esterilización forzosa de una mujer con discapacidad que trabaja y lleva una vida razonablemente autónoma, solo porque su padre quiere vivir más tranquilo.
"Es terrible pensar que hoy el sistema avala la esterilización forzosa de una mujer con discapacidad que trabaja y lleva una vida razonablemente autónoma, solo porque su padre quiere vivir más tranquilo"
También es terrible que una mujer con síndrome de Down sea privada de su derecho al voto basándose en una actividad probatoria de los Tribunales insuficiente. Las comunicaciones y exploraciones no se realizan con las garantías, apoyos y ajustes que permiten a las mujeres con discapacidad comunicarse con un lenguaje sencillo, accesible y veraz, tal y como señala la Convención.
Hemos visto disparates como la indefensión de una mujer con discapacidad que ha sido denunciada y a la que se le priva de su derecho a la tutela judicial efectiva. A una madre a la que se le priva de la custodia de sus hijos por su discapacidad.
Pero es importante señalar que, durante el proceso de elaboración del estudio, tuvimos constancia a través de los medios de comunicación y de la propia Fundación CERMI Mujeres de casos escalofriantes que jamás llegaron a los juzgados. Insisto, las mujeres con discapacidad tienen serias dificultades para litigar.
La discapacidad, al igual que el género, es una construcción cultural que marca a las mujeres y las marca limitando sus posibilidades. Esta construcción social de género y discapacidad frena los deseos de las mujeres y moldea sus anhelos y posibilidades. Las encorseta y las recluye a la invisibilidad. Un ejemplo de ello son las dificultades que tienen las mujeres con discapacidad para establecer relaciones sociales o para formar una familia. En el acceso a la justicia también ocurre porque los prejuicios culturales apartan a estas mujeres de los espacios públicos.
"En el acceso a la justicia también ocurre porque los prejuicios culturales apartan a estas mujeres de los espacios públicos"
La discapacidad nunca debe ser asumida desde la vulnerabilidad, sino desde la necesidad de crear un nuevo orden, un nuevo modelo social que propicie y vigile a favor de una integración efectiva de todos los miembros de la comunidad favoreciendo su participación. Esta es la filosofía de la Convención y los poderes públicos no solo han de remover los obstáculos existentes como también señala nuestra Constitución, sino trabajar activamente en un cambio de modelo.
¿Qué hace de Red Talento Consultoras la empresa idónea para realizar este estudio para la FCM? ¿Cómo surgió el encargo de realizarlo?
Red Talento es una consultora especializada en género, políticas sociales y participación. Trabajamos en el ámbito de las administraciones públicas, las empresas y las organizaciones sociales y las socias tenemos un marcado perfil jurídico. Cuando la FCM nos planteó el reto, aceptamos de inmediato.
"La discapacidad nunca debe ser asumida desde la vulnerabilidad, sino desde la necesidad de crear un nuevo orden o modelo social que propicie y vigile su participación"
Fuiste secretaria de Estado de Igualdad durante unos meses en 2011, cuando era presidente del Gobierno José José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Qué ha significa para ti haber ocupado ese cargo, qué te ha aportado, cómo te ha enriquecido, qué fue lo más difícil que tuviste que abordar y lo más placentero?
Llegue al Gobierno del presidente Zapatero en 2009, procedente del Parlamento de Galicia, donde había estado ocho años y donde había ejercido de portavoz de Igualdad, y ponente en muchas leyes vinculadas a la igualdad y a la lucha contra la violencia de género. En 2009 me nombran directora general del Instituto de la Mujer, por lo que llegué con experiencia en políticas públicas de igualdad al hacer lo propio como secretaria de Estado de Igualdad en 2011.
Lo cierto es que fue una etapa inolvidable en la que viví momentos maravillosos pero también momentos delicados, muy duros. La aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo con un consenso parlamentario y social muy sólido es uno de los recuerdos gratos que guardo de esa etapa. Fue una Ley que respondió a nuestro tiempo, fruto de un proceso comedido y riguroso, en el que se contó con la opinión de todos los actores implicados, que se abordó integralmente, y que garantizó los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.
Es curioso porque los malos momentos también tienen relación con aquella ley. Una caterva incendiada lanzó ataques atroces a todo el equipo de Igualdad. Estábamos situadas correctamente, donde había que estar, cumpliendo nuestro cometido en defensa de la Igualdad como algo irrenunciable. Por eso no entendíamos nada, nos llamaban asesinas. Me llegaron a decir literalmente: “Tírate por una ventana”.
Queríamos cambiar el mundo, creíamos en los derechos humanos y en la Igualdad como un valor indisoluble de la libertad. Éramos jóvenes, habíamos aprendido de las mejores y nuestras metas estaban claras. Por ello, fuimos el blanco de ese sector minoritario, pero ruidoso que se manifestaba públicamente desacreditando y poniendo en cuestión todo aquello que pudiera suponer un peligro para su herencia de privilegios.
"Queríamos cambiar el mundo, creíamos en los derechos humanos y en la Igualdad como un valor indisoluble de la libertad"
¿Podrías hacernos un breve repaso de tu vida, por los hitos más importantes que te conectan con el tema de la Igualdad?
Me da reparo hablar de mi vida, pero sí puedo decirte que me siento una privilegiada por el hecho de haber tenido la posibilidad de dirigir una institución como es el Instituto de la Mujer, y después la secretaría de Estado de Igualdad en uno de los momentos más decisivos para el avance de las mujeres españolas. Hoy no entendería mi vida personal y profesional sin la igualdad como elemento central.
"Hoy no entendería mi vida personal y profesional sin la igualdad como elemento central"
¿De qué fruto nace tu vínculo con las mujeres con discapacidad? Tras la luz que arroja este estudio, ¿qué reseña podrías hacer respecto a la situación de las mujeres con discapacidad, la desigualdad que sufren, su exclusión, su invisibilidad, la vulneración de sus derechos?
La relación con mujeres con discapacidad está vinculada a mi trabajo en las políticas públicas de igualdad. Trabajamos mucho, y en varios programas directamente, con organizaciones de mujeres con discapacidad en sectores como el empleo, la cultura, la salud, etc. También procuramos que nuestro país, a través de las universidades y de las organizaciones de mujeres y de discapacidad, estudiara a fondo el asunto. La idea siempre fue el saber lo más posible para que las propuestas fueran las más acertadas respecto a su autonomía, su situación sociolaboral, cultural, económica, su sexualidad, su participación pública, su visibilización…
Ya como Diputada en el Congreso en 2011, fui nombrada por mi grupo: portavoz de la
Comisión de las Políticas Integrales de la Discapacidad. Fueron cuatro años de trabajo permanente y escucha activa del sector en los que traté de trabajar y conocer a fondo la situación de las mujeres con discapacidad. En nuestro país tenemos una sociedad civil bien configurada. Y uno de los sectores en el que el movimiento asociativo es más potente es el de la discapacidad. Son ejemplo para el mundo.
Virginia Woolf, Frida kalho, Anne Sullivan y Hellen Keller, María de Lejárraga… todas ellas fueron mujeres con discapacidad inmensamente brillantes. En España 1,4 millones de mujeres tienen una discapacidad reconocida. El primer reto es luchar contra su invisibilidad y trabajar para su doble empoderamiento: como mujeres y como personas con discapacidad.
Si este binomio se logra, todo cambiará exponencialmente para ellas. El sistema, a través de todos sus resortes, debe lograrlo. De no ser así, estaremos perseverando en una injusticia social histórica y cometiendo un grave error como sociedad, privándonos de sus aportaciones, de su talento, de sus experiencias... Las mujeres con discapacidad soportan con más virulencia que los hombres con discapacidad los prejuicios y los estereotipos que terminan por mudar su imagen social y la percepción sobre ellas.
"Si se logra el reto de luchar contra su invisibilidad y trabajar para su doble empoderamiento, todo cambiará exponencialmente para las mujeres con discapacidad. De no ser así, estaremos perseverando en una injusticia social histórica y cometiendo un grave error"
¿Podrá el compromiso social de las AAPP, las empresas y organizaciones, tal y como tiene fe Red Talento Consultoras, estrechar lazos con la ciudadanía para optimizar y crear eficientes servicios y políticas públicas, mejorar la competitividad y el bienestar empresarial y fortalecer el tejido asociativo del país?
Vivimos tiempos de mucha agitación, con un cuestionamiento constante del papel de las democracias, no de la Democracia. Y las democracias se afianzan en la medida en que somos capaces de ampliar los espacios de libertad y los derechos de ciudadanía. Esto no solo se consigue aprobando leyes, sino que además hay que cambiar mentalidades.
Hay que conseguir que los derechos formales, escritos en las leyes, formen parte de la esencia misma de las sociedades. Hay que conseguir que la ciudadanía integre como parte de su identidad esos derechos y libertades. Y en ese cambio de mentalidades, en ese traslado de lo formal a lo real, la sociedad debe contar con el apoyo de empresas como la nuestra, de perfil social, que acompaña a otras empresas, colegios profesionales, organizaciones, fundaciones y administraciones públicas en la búsqueda de acciones, programas, estudios, proyectos que avancen en igualdad, en derechos sociales y políticos, que se mejoren los canales de participación.
Cuando un plan de igualdad se implanta en una empresa o un proyecto sale adelante en un ayuntamiento, se está contribuyendo a gestionar mejor el talento, a generar más eficiencia, mas competitividad, más cultura, más derechos, pero también contribuimos a más felicidad individual y colectiva.
"Sin igualdad no hay futuro. No hay futuro económico, no hay sostenibilidad"
Sin igualdad no hay futuro. No hay futuro económico, no hay sostenibilidad. Dice la maestra Valcárcel que sin libertad no hay nada para las mujeres y que cuanto mayor es la carencia de libertad, su conquista se hace tan difícil como la de la igualdad, porque se trata de acceder a lo poco que existe, y que se niega a la mitad de la población, solo por su sexo. Por eso, y teniendo en cuenta los principios fundamentales de igualdad, libertad y solidaridad sobre los que se asienta la democracia, las mujeres hemos querido ser libres por ser iguales, y por ser libres no debemos ceder ni un ápice de igualdad.