"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
Miguel Carballeda, presidente de la ONCE y de Fundación ONCE
“Si no se comparte la suerte, uno realmente pierde la posibilidad de ser afortunado”
31/01/2018
Redacción - Imágenes: Jorge Villa
Miguel Carballeda habla de las suertes de la ONCE, tanto de la que acompaña al propio sorteo como de la que ha procurado la fortuna de esta unión de ciegos, que celebra su 80 cumpleaños atesorando una historia feliz y compartida. Sus referencias al “hermoso trabajo” que le forjó durante más de 9 años vendiendo el cupón son constantes. Agradece ese aprendizaje, que define como un auténtico máster porque le llevó al momento actual, que ha sido también un premio jamás imaginado. No olvida sus orígenes ni los de la entidad que preside, pero mira hacia adelante porque hay muchas revoluciones pendientes para todo el sector. Y asegura que es complicado tener una discapacidad, pero “si nos lo proponemos y lo hacemos entre todos, la vida es bella, muy bella”.
80 años es toda una vida y el cupón de la ONCE es marca España, totalmente. Ahora estamos vendiendo un montón de juegos y afortunadamente por la cuenta que nos trae para sacar este trasatlántico adelante, pero se sigue identificando a la institución con el cupón de todos los días y eso es muy importante, esa es la marca España social. Hay muchas cosas de las que este país, desgraciadamente, sobre todo en los últimos tiempos, no se fía y creo que se fía mucho de nuestros 20.000 vendedores en la calle, cada día, todos ellos con discapacidad, es una categoría dentro de los más de 70.000 empleos que tiene el Grupo Social ONCE. Cerramos el año pasado exactamente con 70.108, casi nada. Y hay unos 20.000 con una profesión que solo existe en este país, los denomino ‘los centinelas de la ilusión’.
Ahora que hemos hablado tanto, sobre todo en las últimas semanas, del problema de la soledad, lo hacíamos respecto a nuestro país y a los ciudadanos ya mayores que viven solos, lo hacíamos cuando hablábamos de esa intención del Gobierno del Reino Unido de crear una secretaría de Estado para la Soledad, nosotros tenemos en este país 20.000 personas con discapacidad que salen todos los días a la calle, con la cabeza muy alta, se sitúan en las esquinas, en las calles, en las plazas de los pueblos y ciudades, y entre otras cosas hablan un cuartito de hora con muchos ciudadanos que se acercan cada día para verlos. Los ciudadanos pueden comprar un cupón, a veces dos, pero en muchos casos no pueden comprar ninguno, sin embargo se acercan para mantener ese contacto con su centinela del barrio y hablan de sus cosas y hay alguien, en muchos casos ciego total, que les escucha.
"En el tercer sector quedan muchas cuestiones por afrontar para construir un mundo más comprometido socialmente que nos coja mejor armados, sobre todo a los más débiles"
Como presidente de la ONCE, ¿cree que hay alguna revolución pendiente o alguna asignatura fundamental que debe solucionarse en un futuro no muy lejano?
Siempre hay revoluciones y asignaturas pendientes y tenemos muchas desde el mundo de la discapacidad, cada una de nuestras organizaciones tiene viejos anhelos por encauzar, por resolver, y en el mundo del tercer sector en general quedan muchas cuestiones por afrontar y construir un mundo más comprometido socialmente que nos coja mejor armados, sobre todo a los más débiles, en caso de que volviéramos a sufrir una crisis, que puede venir en cualquier momento, y que al final acaba afectando siempre a los que menos culpa tienen, a los que están al final de la cola. Y este país se tiene que replantear esa situación y empezar a mejorar las posibilidades de los más humildes para que el reparto sea más justo.
"La tecnología nos ha cambiado tanto la vida que nos preocupa que la sociedad se olvide de nosotros"
Quizás una de las revoluciones más necesarias ha sido la tecnológica, ¿qué le ha aportado la tecnología a las personas ciegas y con discapacidad visual?
Nos ha cambiado la vida, ¿quién nos iba a decir hace algunas décadas que una persona ciega se iba a levantar el fin de semana e iba a poder acceder de inmediato, como una persona sin discapacidad, a la prensa del día, al momento, o que podría compartir las lecciones, los estudios de sus hijos para el lunes siguiente, o que un niño ciego podría compartir con sus padres lo mismo, sus inquietudes, sus juegos, sus lecciones para el lunes? Ha cambiado tanto, que nos preocupa que la sociedad se olvide de nosotros y sobre todo que entienda por favor que las tecnologías, tan importantes para la población en general, lo son aún más para las personas que tenemos alguna discapacidad, porque nos pueden cambiar el mundo y porque nos permiten seguir en el tren de la sociedad de la información, no quedarnos abandonados en cualquiera de las estaciones. Y os pido esa ayuda también a vosotros, a los medios de comunicación, para que seamos capaces juntos de contarles cosas a aquellos que diseñan y construyen las nuevas herramientas para que lo hagan pensando absolutamente en todos los ciudadanos, sin excepción.
"Ojalá llegue ya el Pacto por la Educación, y que lo haga con la participación del mundo de la discapacidad y de los que sabemos qué suponen las carencias del mundo educativo"
Hablando de olvidos, esta semana se ha celebrado un seminario sobre la reforma social de la Constitución Española. ¿Se olvidaron los padres de la Constitución, un poco, de las personas con discapacidad, como dijo alguien en este seminario?
Se olvidaron casi totalmente, pero hay que entender que era otro momento, que a lo mejor la discapacidad no estaba organizada como estamos ahora, debemos aprender también de eso y darle el valor que tiene a la organización, al valor de la unidad de las personas con discapacidad para defender nuestros intereses y lo que no se hizo en su día, tendremos que tratar de no escatimar ningún esfuerzo para que se haga a partir de ahora, tanto en la reforma como en la propia reforma del sistema educativo. Porque ahora se habla del Pacto por la Educación, ojalá llegue y que lo haga con la participación de los que estamos en el mundo de la discapacidad y de los que sabemos qué suponen las carencias que tiene el sistema educativo para los que tenemos una discapacidad.
Hay que darle una oportunidad a un colectivo que está haciendo un esfuerzo con mayúsculas y que es ejemplo en el aula para todos los alumnos, cuando hay un alumno con discapacidad en el aula y se le facilitan de forma equilibrada las cuestiones, con igualdad y derechos, al final eso repercute positivamente en todos los alumnos de esa aula y estamos construyendo sin duda un mundo mejor y creo que no estamos sobrados de estas cuestiones. Hablamos mucho de derechos, de oportunidades, hablamos muchísimo de esas carencias en los valores, pero ahí precisamente se ponen en valor, sobre el pupitre, mucha superación y valores de los chavales con discapacidad, de los que tiene que sacar el mejor partido el conjunto del aula, el conjunto de la ciudadanía, para que crezcan con esos valores construyendo una sociedad mejor.
¿Eso mismo se puede trasladar a las empresas? Es decir, ¿son mejores las empresas que incluyen en sus plantillas a personas con discapacidad?
Por supuesto, ese es el segundo paso. Cuando en las empresas coinciden directivos, con técnicos, trabajadores, que unas décadas atrás compartieron en el aula con toda normalidad su proceso educativo con alguna persona que tiene discapacidad y que se ha superado, no hay que explicar nada, lo sabe, y seguro que ellos se encargarán de dar oportunidades y no poner trabas, es simplemente cuestión de practicarlo cada día en el nivel y volumen adecuado, sin cortapisas.
"Estamos intentando que el Grupo Ilunion sea el mejor lugar de este país para poder trabajar"
Hablando de empleo, es muy importante que en esta situación en la que todavía seguimos superando la crisis, la ONCE ha seguido creando empleo.
Sí, la ONCE creó empleo para muchas personas con discapacidad, a través de nuestro grupo de empresas sociales Ilunion, y creó empleo en la propia ONCE, para personas que venían a ser vendedores, centinelas de la ilusión, con los que hicimos en torno a 1.000 contratos indefinidos, es un dato importantísimo. Y creamos empleo para personas que no tienen ninguna discapacidad y trabajan con nosotros en la casa, en el Grupo Social ONCE, en el Grupo Ilunion, que estamos intentando que sea el mejor lugar de este país para poder trabajar.
¿Cómo está evolucionando en España esta labor de inclusión laboral de las empresas y qué papel tienen la ONCE y la Fundación ONCE en esta tarea?
Creo que bien. Hemos leído algún artículo de prensa estos días sobre el comportamiento de las empresas y su implicación, su contagio, en todos los aspectos de responsabilidad y al final creo que todo eso tiene un cierto contagio de lo que podríamos llamar el efecto GSO (Grupo Social ONCE) y hablamos de algo que se ha producido en estos 80 años de historia de la ONCE. Es toda una vida concienciando para que las cosas cambien. La unión hace la fuerza y gracias a esa unión hemos podido compartir nuestra fuerza también con todo el mundo de la discapacidad de este país.
Hay decisiones que alteran toda esta labor, como puede ser el nuevo reparto del 0,7 del IRPF, que va a dificultar mucho la subsistencia de algunas organizaciones del tercer sector social, ¿qué cree que va a ocurrir?
Es algo que anunciamos en su día, a través del CERMI y de la Plataforma del Tercer Sector, y creo que va a dar muchos coletazos, porque van a seguir generándose problemas también en las comunidades autónomas. Ojalá no hubiéramos tenido que llegar a esta situación jamás, porque a la hora de repartir dinero, por muy bien que se haga, los problemas están servidos. Y todos sabemos de dónde parte, de una reclamación del Gobierno catalán que al final el tribunal admite, y que no entendimos nunca pero eso va a traer diferencias y conflictos entre la discusión permanente de las organizaciones y ahora los gobiernos autonómicos. Quizás haya que echarle una pensada a ser generosos y poner un poquito más que el 0,7% para volver a equilibrar esta situación. Es una cuestión de todos que el Gobierno debería pensarse, el Gobierno central y los Gobiernos autonómicos.
"Si no se cumple la legislación, el sector de la discapacidad tiene que evidenciarlo con mucha más fuerza, muchas más exigencia y, si es necesario, mucha más denuncia"
También, recientemente, el 4 de diciembre de 2017, terminó un plazo que tristemente confirma el incumplimiento de la legislación en materia de accesibilidad universal en todos los productos, bienes, entornos y servicios. ¿Cómo hemos llegado a esta situación y qué cree que se debe hacer ahora?
El CERMI insiste también en esa necesidad de denuncia y hace un llamamiento además a esa actitud de manera individual, ¿cómo se puede lograr que cada persona sea consciente de esa necesidad y reivindique o denuncie los incumplimientos?
Llevamos muchos años tratando de mentalizarles, con campañas de la ONCE y Fundación ONCE, pero también por todas las organizaciones de la discapacidad, pero no ha sido suficiente y tendremos que seguir incidiendo y tratando cada uno de nosotros y de nuestras organizaciones de convencerles, hablar más con los poderes públicos, hablar más con las empresas, porque cuando lo hacemos, nos entienden, y darles a entender a ellos también que estos datos han sido un auténtico fracaso de la sociedad española que tenemos que corregir y hay una parte de la sociedad civil con la que tenemos que trabajar y tiene que ayudarnos.
En todo este desarrollo, ¿qué papel ha representado el CERMI?
Muchísimo, porque andábamos un poco perdidos. En la ONCE pensábamos siempre que a nosotros nos fue bien por esa capacidad que tuvieron los ciegos, hace 80 años, para querer unirse y luego mantenerse unidos, un proceso de unión en todo el país, dificilísimo, y luego el mantenimiento en 80 años. Y lo que hicimos es tratar de contagiar y convencer a nuestros compañeros de las diferentes organizaciones de la discapacidad de que ese era el camino, de que teníamos que sentarnos, entendernos, organizarnos, y ser capaces de plantear juntos nuestras reivindicaciones. Y que esa unión nos daría la posibilidad de interlocución y nos traería fuerza y reconocimiento. Y así ha sido. Y creo que eso, la mayoría de las organizaciones lo han entendido y debemos de seguir trabajando, aunque tengamos dificultad, como cualquier otra organización de la sociedad, pero debemos seguir trabajando unidos y dar ese ejemplo para defender nuestros intereses. Creo que ha sido vital la capacidad de la ONCE de mantenernos unidos en el tiempo, ha sido lo que ha construido una organización única en el mundo.
"Es muy complicado tener una discapacidad, pero si nos lo proponemos y lo hacemos entre todos, la vida es bella, muy bella"
¿Cree que está superada ya la imagen de beneficencia que se relacionaba con las personas con discapacidad? ¿Qué imagen tienen las personas con discapacidad en la sociedad actual?
Eso ha cambiado radicalmente. De niño me acercaba de la mano de mi madre, en Pontevedra, cuando iba al mercado y se paraba a comprar un par de cupones al ciego del barrio. Era un ciego con unas gafas tremendas, negras, un bastón blanco de hierro que colgaba de su brazo, y a mí me imponía mucho y me quedaba a cinco o seis metros. Ahora tengo en mi despacho un cuadro con una imagen similar y lo hice para no olvidarme jamás de lo que ha sido esta casa, de lo que suponían los ciegos y de la evolución, de poder ir cambiando las cosas para mejorar el futuro de las personas ciegas en particular y de las personas que tenemos una discapacidad en nuestro país.
Es muy complicado esto de ser ciego, de tener una discapacidad. Tratamos de quitarle hierro, de hacer bromas, de reírnos de nosotros mismos para que no os asuste acercaros a nosotros, como me pasaba a mí con el vendedor de Pontevedra, pero sabemos que es difícil de llevar y lo sacamos adelante fundamentalmente porque tenemos clarísimo que si nos lo proponemos y lo hacemos entre todos, la vida es bella, muy bella.
Uno de esos temas pendientes por los que lucha el movimiento de la discapacidad unido es la reforma de la ley electoral para que todas las personas puedan ejercer su derecho a voto.
¿Qué hitos destacaría de estos 80 años de la ONCE?
La democratización de la ONCE es vital, fue el 19 de enero del 82. El país ya sabía de esto de funcionar en democracia pero a nosotros nos costó mucho, era una organización muy inmovilista donde quedaba mucha gente con cargos de responsabilidad que venían del proceso de la propia guerra civil y era muy difícil cambiar el rumbo de las cosas y poco a poco tuvimos que demostrarles que el país estaba cambiando y que nosotros no queríamos quedarnos al margen. Al final lo conseguimos y creo que fue vital para cambiar también el rumbo de la propia ONCE. Y cambió nuestra suerte.
Llegamos al 88 con una situación nueva y entonces quisimos celebrar el 50 aniversario y decidimos crear la mejor fundación, la mejor dotada del mundo, para la solidaridad con las personas con discapacidad de nuestro país, estamos hablando de más de 4 millones de ciudadanos con discapacidad en nuestro país. Si no se comparte la suerte, uno realmente pierde la posibilidad de ser afortunado. Y creo que ha sido vital para cambiar la suerte también del conjunto de la discapacidad en España.
Ha habido también situaciones muy difíciles en estos 80 años con el juego ilegal, ¿podremos olvidar algún día esta cuestión?
El juego ilegal nace porque a la ONCE le va bien, porque revolucionamos el mundo del juego y en este país hay una serie de espabilados absolutamente corruptos que aprovechan cualquier oportunidad de ese tipo, lo aprovecharon hace unas décadas y vuelven a hacerlo ahora. Y a veces la corrupción se extiende y llega también a compartirse desde el mundo político con los corruptos del juego ilegal. Espero que seamos capaces de entender esto y de no permitir, en un país moderno que tiene que ir viendo hacia el futuro que unos cuantos corruptos hagan juego ilegal, se lleven el dinero fuera de nuestras fronteras, perjudicando a los ciudadanos españoles, con discapacidad, que pagan sus impuestos y sufren en la calle esa injusticia.
