El CERMI acaba de publicar el documento ‘Crear un futuro mejor para las personas y el planeta: Una reflexión estratégica desde el movimiento asociativo de la discapacidad’, elaborado por la comisión del CERMI que usted preside, ¿por qué ha sido precisamente esta Comisión de Cooperación e Innovación Asociativas la responsable de esta labor?

 

Esto surgió de una reunión de 2012 con un seminario organizado por el CERMI sobre la necesidad de la convergencia de las organizaciones y a partir de ahí se creó la comisión. Me gustaba este trabajo porque era una preocupación que he tenido casi siempre, porque en la vida no se puede actuar como los malos compañeros, que ponían la mano para que no les copiaran en los exámenes. Se trata de compartir las experiencias, pero también los fracasos, para que sirvan de aprendizaje. Eso abarca todo el espectro de las ONG porque junto a la discapacidad, en el tercer sector, hay organizaciones de distinto calibre. Parecía entonces interesante reflexionar sobre las amenazas y oportunidades de futuro y ponerlas sobre la mesa, y eso es lo que hemos hecho.

 

¿El futuro está en las alianzas con otros sectores?

 

Claro, de hecho, volveremos a retomar las jornadas de buenas prácticas en materia de cooperación e innovación porque en las que ya hemos organizado lo que se ponía de relieve es que se colaboraba con frecuencia con organizaciones de fuera del sector, como pueden ser las ecologistas, y hay mucha cultura de este tipo que merece la pena poner en común. En el fondo es intentar sacar a las organizaciones de su zona de confort, dejar de pensar en “yo me ocupo de lo mío y lo hago lo mejor posible…” No, no. Hay que andar con las luces largas y ver cómo se está moviendo el mundo y qué fenómenos están concurriendo en este momento. La Agenda 2030, los Objetivos del Desarrollo, el auge del ecologismo, los movimientos feministas, etc. están ahí y no puedes darles la espalda, entre otras cosas porque es enriquecedor y el ideal es que lo abordes desde el convencimiento.

 

¿Cuáles serían las principales propuestas concretas que presenta el documento para crear un futuro mejor?

 

Profundizar en la actuación de las organizaciones de la discapacidad en los derechos sociales; la preocupación por el empleo; actualizar el propio proyecto de las organizaciones que permita sumar los principales movimientos sociales y ciudadanos en favor de derechos compartidos, que son retos transversales; una gobernanza de las organizaciones más mixta… son propuestas nucleares que abarcan todo.

 

Porque, ¿cómo podemos pensar que otras organizaciones que no son ni siquiera del tercer sector vayan a admitir los planteamientos de la discapacidad si la discapacidad no se impregna también de esos otros problemas? No hay otro remedio y además es bueno que sea así. No me puedo despreocupar de la pobreza porque estoy metido en la discapacidad, primero porque en la discapacidad también hay pobreza y, segundo, porque me siento apelado por los problemas sociales, sino, ¿dónde estoy?

 

Y esta importancia de la cooperación ya se trabaja muy bien, como hemos visto en ocasiones anteriores, en el mundo rural, donde las alianzas entre sectores se dan casi de manera natural, ¿no es así?

 

Y ahora que parece que la España rural y la España vaciada está cobrando más protagonismo, y esperemos que sea así, ahí hay un núcleo de posibilidades tremendas.  

 

La sociedad actual parece tener mayor disposición hacia los derechos humanos, ambientales o sostenibles, de igualdad… ¿se puede aprovechar de alguna manera esa tendencia?

 

Sí, pero ocurre que en España a veces se nos llena la boca y cuando llega la hora de poner las cosas en práctica es otro cantar. Esa presión social hay que llevarla al ordenamiento jurídico y luego hay que hacer que eso se cumpla, porque aquí se ha suscrito la Convención de la ONU sobre Discapacidad y puedes ver sin embargo los informes que hace el delegado del CERMI para los Derechos Humanos y la Convención, Jesús Martín, anualmente, sobre el grado de cumplimiento y dista mucho todavía de ser satisfactorio. 

 

Y luego hay elementos que se te escapan, y cuando tienes proyectos de modificación normativa en los que la clase política estaba de acuerdo, viene este baile político que se ha producido o este interregno de la pandemia y hay que volver a comenzar, hay nuevos actores en la política, etc., y lamentablemente hay que seguir luchando.

 

¿No estamos en un momento político adecuado?

 

Nunca encontramos la situación política adecuada, será porque somos inconformistas permanentes.

 

Este documento del CERMI estaba ya prácticamente terminado cuando comenzó la pandemia de coronavirus, ¿ha cambiado algo en este trabajo con la nueva y crítica realidad?

 

Analizamos esta cuestión y nos pareció necesario incorporar algunas reflexiones en relación con la pandemia, pero también estábamos convencidos de que el documento seguía teniendo validez plena porque los fenómenos que detectamos siguen estando, con independencia de la pandemia. Creo que es un documento que tiene mucho para reflexionar, que es lo que hemos querido, ahora el reto es que esa reflexión llegue a las organizaciones y vean que, por muy bien que lo estén haciendo, no pueden hacerlo solos porque a la larga se volverá contra nosotros.

 

La importancia de la colaboración, incluso la cooperación altruista, tan común en el sector asociativo de la discapacidad, como se comenta en este documento, se ha demostrado quizás de manera imprevista y contundente en la actual pandemia que vivimos.

 

Claro, el altruismo, que antes se llamaba beneficencia, hay que hacerlo bien, no basta con ser altruista, las cosas hay que hacerlas bien y eso requiere cierto poso de estudio y reflexión, y no solo debe hacerse en las grandes organizaciones sino también y, sobre todo, en las organizaciones que están a pie de obra y a las que muchas veces les faltan medios, de ahí la necesidad de integrarse con otras, sin perder su personalidad, su naturaleza ni sus objetivos primarios. Siempre pongo de relieve el mismo ejemplo, una mujer migrante y con discapacidad, ¿quién se ocupa de ella?, ¿la discapacidad?, ¿los movimientos feministas?, ¿los movimientos migratorios? Tiene que ser algo conjunto, ¿no?

 

¿Cuál es el recorrido que hará ahora este documento para llegue a buen puerto?

 

En este momento estamos preparando un resumen ejecutivo y lo publicaremos en la web del CERMI y queremos divulgarlo ampliamente porque el primer desafío de este documento y su utilidad es que sea conocido y para ello tiene que ser leído y discutido. Vamos a intentar la mayor divulgación posible también con infografías y que se vulgarice y la gente lo lea.