Síguenos en

  • Ir a Cermi en facebook.
  • Ir a Cermi en twitter.
  • Ir a Cermi en Linked in.
  • Ir a Cermi en Instagram.
  • Ir a Cermi en Youtube.

CERMI.ES semanal el periódico de la discapacidad.

viernes, 13 de enero de 2017cermi.es semanal Nº 241

Ir a Cermi en Instagram.

"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"

Entrevista

José Andrés Cano, presidente de Acime

“Queremos que más militares y guardias civiles con discapacidad se integren en Acime para tener más fuerza y lograr la reparación que merecemos”

13/01/2017

Blanca Abella

El nuevo presidente de Acime (Militares y Guardias Civiles con discapacidad) ha creado una junta bastante joven, “porque creo en la juventud, es necesario” y porque tienen más ganas de lucha, casi como José Andrés Cano a sus 71 años. Entre sus prioridades está la de fortalecer esta entidad logrando más adhesiones, más socios, y una mayor estabilidad económica recaudando más fondos. Sus preocupaciones se centran en el empleo, los apoyos, la vivienda, y en las cuestiones de honor, en defender y promover los valores que acompañan a las personas que decidieron trabajar en las Fuerzas Armadas o la Guardia Civil de este país.

José Andrés Cano, presidente de AcimeJosé Andrés Cano ha participado desde hace años en la construcción del tejido asociativo de este país, tanto desde su faceta de militar como en el ámbito de la geriatría, fundando una asociación en San Fernando. “Soy voluntario forzoso”, comenta entre risas. Pero en realidad no es así, y añade: “aquí nadie es forzoso, es algo altruista que hacemos porque nos gusta y creemos necesario aportar algo a la sociedad. Soy reivindicativo pero con lógica, no desde el absurdo. Con 71 años he aprendido que las cosas se consiguen mejor por las buenas que por las malas. Por las buenas te escuchan si pides cosas justas y necesarias”. 
 
Su vida cambió en el año 80, a causa de la Segunda Guerra Mundial, por el efecto de una de esas bombas que no llegan a explotar al ser arrojada en plena guerra pero que reaparecen de forma inesperada, casi 40 años después, en las redes de un pesquero gaditano. Era una bomba alemana y José Andrés formaba parte del equipo que debía elaborar un informe sobre ella. A pesar de que no tenía detonador, al abrirla deflagró por efecto de la descomposición de gases. “Resultamos afectados todos, a mí me quemó todo el cuerpo porque era la persona más cercana, me cayó mucho en los ojos y estuve un año ciego”. 
 
Estuvo dos años de baja, recuperó algo de visión, a pesar de que todavía hoy quedan partículas en sus ojos, y consiguió incorporarse a su destino, aunque con limitaciones, “rebajado de servicio, era una manera de estar casi inutilizado y perjudicaba a mis compañeros, no lo veía justo”. 
 
Al empeorar la capacidad visual de nuevo, ingresó en lo que eran las jefaturas de mutilados provinciales y ahí estuvo hasta 1991, “se disolvió el cuerpo y nos mandaron a retirados, entonces nació Acime”.
 

Crecer para fortalecer

 
José Andrés no participó en la creación de la entidad pero se integró en ella muy pronto y desde los inicios asumió cargos de responsabilidad. “En sus inicios Acime estaba un poco dormida, lo que hacíamos era celebrar el día del patrono y algunos otros actos más. Acime ha cogido fuerza desde que nos integramos en el CERMI, no fue una decisión fácil, pues hay gentes nostálgicas, pero otros vemos las cosas de otra manera, tenemos una visión juvenil, con ganas de lucha, aunque seamos mayores”.
 
Y la lucha continúa ahora desde la presidencia, donde hay muchas acciones que acometer. “Quiero implicar a las delegaciones y que empiecen a moverse más, pero sobre todo captar a más gente, entre la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas hay 21.000 personas con discapacidad, unos 700-800 nuevos al año, pero solo somos 4.000 socios en Acime, faltan muchos; no sé qué pasa pero quiero que crezcamos”. 
 
La unión hace la fuerza, lo sabe, por eso reclama más apoyos. “Queremos que cada vez más militares y guardias civiles con discapacidad se integren en nuestra estructura para tener más fuerza y representación con el fin de lograr la reparación que merecemos a todos los niveles, económica, sanitaria, prestaciones sociales, ascensos honoríficos, etc. Además de nuestros valores, es muy importante sentirse identificado dentro de un mismo colectivo, aunque sea tan heterogéneo. Y ya hemos hecho un cambio en los estatutos para que se puedan integrar con nosotros los familiares con discapacidad, hijos, madres, etc. ampliar el abanico”.José Andrés Cano, presidente de Acime
 

El empleo, los fondos, la mujer

 
Tiene muchas ganas y muchas ideas, pero sabe que lo necesario, ante todo, es contar con respaldo económico. “Tenemos que recaudar fondos. Ya he entrado haciendo recortes porque no he tenido más remedio, no porque me guste. Vamos a llamar a la puerta de varias fundaciones y espero que nos ayuden, y que también ayude Defensa, aunque sé que Defensa para estos capítulos apenas tiene nada, no es su labor. La ONCE, los programa del IRPF y otras fuentes ayudan a nuestro sostenimiento y a cualquier entidad de utilidad pública, con las devoluciones que hace Hacienda”.
 
En su primer día como presidente acudió al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, que estuvo presidido por la propia ministra de Defensa, Mª Dolores de Cospedal, donde se debatieron algunas propuestas de Acime, relacionadas con medidas de apoyo, puesta en valor, accesibilidad o el desarrollo de la carrera militar honorífica, así como al acceso a la vivienda del personal militar retirado. ”Hemos pedido unas cuantas cosas que ya estaban previstas y prácticamente, de diez nos han concedido siete y media. La idea es de colaboración y trabajo en común, creo que va a haber más colaboración todavía. Por otro lado, ya he acordado reunirme con el comandante de la oficina de discapacidad militar, que se ha creado hace muy poco y está empezando a funcionar, todavía no al cien por cien, pero creo que en este mes de enero vamos a reunirnos y firmar un convenio entre Acime y Defensa”. 
 
Pero una de las constantes batallas que debe afrontar desde sus comienzos esta entidad es la cuestión del empleo. “Nosotros queremos que estas personas sigan en su trabajo, aunque no sean útiles, en terminología militar, deberían seguir porque se puede, hay sitios en subdelegaciones de Defensa, en delegaciones, en la escuela… estamos empezando y hay que tener en cuenta que nuestras Fuerzas Armadas es pequeña y es difícil conseguirlo”.
 
Y en este sentido hay muchos matices, como o curre con aquellos soldados y marineros que tienen un compromiso por tres o cuatro años y en acto de servicio se accidentan, “entonces si la discapacidad no llega al 33% lo dejan en las FAS con limitaciones. Nosotros queremos que todos aquellos que resulten con secuelas por actos de servicios consigan automáticamente la permanente, porque si van a renovar el contrato no van a poder dar lo que piden en el psicofísico y se van a la calle… creo que este personal debía ser permanente automáticamente y luego destinarlo a otros menesteres, ya sean residencias, escuela, subdelegaciones… Hay mucho que hacer”.
 
Además, se muestra vehemente en la necesidad de introducir algunos cambios e iniciativas culturales y deportivas y en el papel cada vez más activo de las mujeres. “Ya tenemos mujeres, tenemos una delegada que está haciendo una labor muy buena, es la delegada de Aragón y La Rioja, que es muy joven y con muchas ganas de luchar, creo que será una futura presidenta de Acime”.
  • facebook
  • twitter
  • linked in
  • enviar a un amigo
  • imprimir noticia

Con el apoyo de:

  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Secretaría de estado de servicios sociales. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Fundación ONCE. Abre una ventana nueva.
  • CERMI. Innovación social en discapacidad. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de El Goberno de España - Ministerio de Asuntos sociales, unión europea y cooperación. Abre una ventana nueva.
  • Logotipo de la Hablamos de Europa Abre una ventana nueva.

    ¿Dónde estamos?

    Calle Recoletos, 1 Bajo, 28001 Madrid - España