ATA y el CERMI colaboran para impulsar el trabajo de los emprendedores con discapacidad, ¿por qué creen en ATA que es necesaria esta alianza?

 

El autoempleo es una salida laboral muy dura, pero tan válida como las demás y posiblemente la que mejor te permite conciliar tu vida personal con la laboral, desarrollar tu personalidad y creatividad y poner toda tu valía en un objetivo. Hay cosas que todos no podemos o no sabemos hacer. Pero cuando tú eres tu propio jefe, tú pones tus barreras, tú conoces tus límites y tú aprovechas todo tu potencial. Por eso es imprescindible colaborar con entidades como el CERMI. Debemos conocer qué necesitan los autónomos con discapacidad para sumar las propuestas de medidas necesarias para facilitar su autoempleo a las medidas que ya pedimos para el conjunto del colectivo. Lo que favorece a colectivos más pequeños siempre es positivo y engrandece a la mayoría. 

 

 

La tasa de autoempleo en personas con discapacidad es del 10,9%, frente al 16,3% del resto de población. Es posible que esta cifra aumente con la reciente ampliación de incentivos a autónomos con discapacidad sobrevenida, ¿qué otras medidas pueden contribuir a mejorar las cifras?

 

s posible sí, pero primero debemos hacer una labor intensiva de información para que se conozcan estos incentivos. El principal problema a la hora de emprender cuando se tiene una discapacidad sobrevenida o no es que la persona desconoce las posibilidades que tiene y muchas veces la principal barrera es una parálisis psicológica sobre lo que va a ser capaz o no de hacer. Ahí es donde entramos organizaciones como ATA y CERMI que debemos poner a su disposición toda nuestra capacidad de formación y asesoramiento. Por supuesto, la tarifa plana se ha consolidado ya como un arma muy valiosa en favor del autoempleo ya que las bonificaciones para autónomos con una discapacidad llegan a un periodo máximo de 5 años.

 

Las empresas de más de 50 trabajadores están obligadas a contar con una cuota del 2 por ciento de empleados con discapacidad, Esta incorporación permite eliminar falsos estereotipos asociados a las personas con discapacidad y demostrar su valía en el desempeño de sus puestos de trabajo. Variados y destacados son los incentivos que reciben las empresas por la contratación a la que están obligados. ¿Por qué no extender estos beneficios al autoempleo?

 

El CERMI considera que las medidas de apoyo al emprendimiento de personas con discapacidad no son suficientes y, además, son poco conocidas por sus potenciales destinatarios, ¿cómo se puede mejorar esta realidad?

 

La administración pone a servicio de los ciudadanos mecanismos de información, las asociaciones de autónomos hacemos todo lo que podemos y asesoramos a quien demanda nuestra ayuda, en ATA de manera gratuita. Los mecanismos están ahí, debemos aprovecharlos. Sólo participando en el sistema podemos cambiarlo y mejorarlo. Los autónomos con discapacidad necesitan que creamos en ellos para facilitarles el acceso a la tecnología, con financiación adaptada a sus necesidades, necesitan que las facturas se les abonen en tiempo para que los impagos no se conviertan en una barrera más a su iniciativa, necesitan mayor protección social… Por supuesto, destinar dentro de las campañas de formación y prevención de riesgos laborales una partida a informar sobre los incentivos del empleo y autoempleo para personas con discapacidad, sobrevenida o no, sería más que recomendable.

 

Desde su conocimiento y experiencia en el trabajo autónomo, ¿cómo se puede favorecer el emprendimiento de personas con discapacidad?

 

Hay que eliminar trabas en todos los sentidos. Es un mantra que repetimos una y otra vez pero no por eso es menos necesario. El acceso al mercado laboral también está condicionado por el nivel de estudios alcanzado por lo que lo primero es facilitar este paso previo con formación adaptada y adecuada. El mayor nivel de estudios alcanzados no sólo facilita la integración en el mercado laboral, sino que también permite obtener mejores salarios. Como definió la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad es imprescindible promover, proteger y asegurar en condiciones de igualdad todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas con discapacidad. Por supuesto la ayuda de las administraciones es fundamental.

 

¿Qué perfil define a los trabajadores autónomos en este país?, ¿cómo encajan en ese perfil las personas con discapacidad?

 

El perfil del autónomo español, el mayoritario, es un varón que se dedica al sector servicios y que tienen entre 40 y 55 años. Pero el del emprendedor, es más variado. Se ha notado una importante incorporación de la mujer al mundo del autoempleo. Y en sectores profesionales y técnicos como el sanitario o el de la educación. Las personas con discapacidad encajan perfectamente en ambos mundos porque no es cuestión del sector, es cuestión de las oportunidades. Y especialmente porque lo que hace falta para ser autónomo es constancia, creatividad, esfuerzo y que nos dejen hacer nuestro trabajo y nos paguen debidamente. 

 

¿Cuáles son las principales reivindicaciones actuales de ATA? ¿Incluye en las mismas la cuestión de discapacidad? ¿De qué manera?

 

Todas nuestras líneas de acción y reivindicación incluyen y mejoran los incentivos al autoempleo de las personas con discapacidad. Y se fijan especialmente campos de trabajo  como son la innovación, la segunda oportunidad, la mejora de la protección social y los incentivos económicos y bonificaciones para el inicio y consolidación de los negocios. El autónomo dinamiza la economía, mantiene con vida los pueblos de la España vaciada, asienta población y conserva cultura.