El Instituto cumple 40 años este 2019, ¿cómo fue su origen y qué sentido tenía entonces?

 

El origen no fue otro que las importantes reivindicaciones del colectivo de personas con discapacidad que pidió unas políticas públicas inclusivas y respetuosas con los derechos de las personas con discapacidad. En cierta manera propusieron y acordaron con el Ayuntamiento de Barcelona lo que inicialmente fue un patronato y ha acabado siendo un instituto para que se promovieran estas políticas públicas pensadas para y con las personas con discapacidad.

 

40 años después, la Convención de la ONU sobre Discapacidad es el referente fundamental, ¿qué cambios implica este nuevo paradigma?

 

Ahora que estamos a punto de cumplir estos 40 años y repasamos las fotografías de entonces, hemos visto en una de ellas que hay un eslogan que dice: Nada sobre nosotros sin nosotros. La Convención de la ONU viene a reforzar esta idea inicial pero sobre todo orienta las políticas públicas municipales porque Barcelona se adhirió también a la Convención en 2009 en un pleno municipal, y lo que ha hecho es orientar nuestras políticas públicas en materia de derechos de las personas con discapacidad, accesibilidad, inclusión laboral, autonomía personal, etc. Ha sido el guion que ha orientado a la política pública del ayuntamiento.

 

¿Existen institutos similares en nuestro país o en la comunidad autónoma?

 

A nivel de todo el Estado no conocemos entes u organismos parecidos, pero en Cataluña sí existen otros institutos municipales, pero están dirigidos sobre todo a gestionar servicios. El Instituto Municipal de Personas con Discapacidad de Barcelona es algo más singular porque no solo gestionamos servicios, que también, sino que de forma transversal intentamos influir sobre todas las políticas del ayuntamiento de Barcelona en diferentes materias, para que sean respetuosas con los derechos de las personas con discapacidad e inclusivas.

 

Tenemos además una singularidad y es que en nuestro consejo de administración están representadas las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento, hay un pequeño número de staff del Gobierno de la ciudad y luego hay 10 personas con discapacidad, miembros activos de nuestro consejo, miembros elegidos por la población de personas con discapacidad, que representan a diferentes colectivos de personas con discapacidad. Esta estructura está recogida en los estatutos, de hecho los que gestionamos el instituto estamos en minoría, tenemos que pactar y tenemos que consensuar todo lo que queremos. 

 

También tenemos un amplio abanico de relaciones con las diferentes entidades y federaciones, como Cocarmi, y otros espacios de relación; uno de los espacios más significativos es el 'Acuerdo ciudadano para una Barcelona Inclusiva', donde hay diferentes grupos motores de varios colectivos y entidades de personas con discapacidad que nos ayudan a diseñar políticas públicas.

 

A nivel de Cataluña, representamos al ayuntamiento de Barcelona en algunos órganos de participación, como el Consejo de Accesibilidad de Cataluña, ahora también hemos hablado con la Generalitat para formar parte del Pacto Nacional para las Personas con Discapacidad.

 

Entre los principios del instituto se encuentran definidos la Investigación y conocimiento de la realidad y de los problemas de las personas con discapacidad con el fin de vincularlas con el impulso de proyectos innovadores, ¿cómo se llevan a cabo estas investigaciones?

 

Hay diferentes tipos de investigaciones o innovación, de revisión de políticas, para saber qué se puede cambiar o mejorar. Una de ellas son los grupos internos de debate, donde hemos estado elaborando nuevos modelos, como los de atención a la infancia y la discapacidad y el modelo de asistencia personal para los proyectos de vida independiente. Se hace con los técnicos y personal del instituto, con las personas con discapacidad y profesionales de otros ámbitos. Pero también estamos realizando, conjuntamente con Cocarmi, y con la Universidad Pompeu Fabra, un nuevo estudio del coste de la vida para las personas con discapacidad en Barcelona. Se hizo uno en 2006 y ahora lo hemos actualizado. 

 

En estos años de crecimiento acelerado e invasión tecnológica y turística, ¿cómo conviven en Barcelona el desarrollo, el turismo, la accesibilidad y los derechos para todos?

 

Hay dos aspectos a comentar. Obviamente, el impacto turístico en una ciudad como Barcelona tiene sus efectos en toda la población, también para las personas con discapacidad. Pero lo que hemos visto es que quizás pueda tener efectos más beneficiosos que perjudiciales y también la ciudad ha hecho un esfuerzo importante en materia de accesibilidad y se está situando en el target de turismo accesible y al final es un beneficios para el conjunto de todos los ciudadanos.

 

¿Es Barcelona una ciudad accesible?

 

Nos hemos situado a nivel internacional como un ente referente en materia de políticas públicas para las personas con discapacidad y nos visitan representantes de ciudades de todo el mundo. Hace poco estuvimos con una Delegación de Amman, Jordania, y al salir por Barcelona, las personas que nos acompañaban lloraban de emoción de poder pasear por la calle sin obstáculos y utilizar el transporte público, visitar museos y teatros accesibles. Aunque también reconocimos que la accesibilidad comunicativa es uno de los grandes retos que tenemos que afrontar a nivel global, Barcelona a nivel particular. Aquí hay que poner mucha atención, además de no perder comba en el tema de supresión de barreras arquitectónicas y accesibilidad física, o sea la autocomplacencia nunca es buena y debemos mejorar, especialmente en algunas materias, en las que estamos en pañales.

 

Tal y como se reconoció en el congreso de CERMIS Autonómicos que se celebró el pasado mes de noviembre en Barcelona, las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental en la vida de las personas con discapacidad, ¿qué hace el Instituto en este campo, cómo promueve una tecnología accesible, por ejemplo en las web oficiales?

 

Estamos en un proyecto importante que impulsó el actual Gobierno, se trata de un Plan de accesibilidad de la ciudad de Barcelona, es un plan muy ambicioso en el que han colaborado trece equipos diferentes de ingenieros, arquitectos, tecnólogos y estamos analizando servicio por servicio (sanitarios, educativos, la vía pública, los transportes, etc). Dentro de este plan, una parte del análisis se dedica a ver qué accesibilidad tienen estos servicios en materia de información y de comunicación, y uno de los temas que analizamos especialmente son sus canales de comunicación, los clásicos o modernos, como las web. Al final analizaremos unas 50 webs de diferentes servicios, las más importantes, las que la ciudadanía más utiliza. 

 

Empezamos a tener resultados y son bastantes importantes y contundentes, nunca habíamos tenido un volumen de datos así como ciudad a lo mejor podemos mostrarlo a diferentes ciudades, porque una cosa que parece inabarcable no lo es tanto si hay una importante colaboración del conjunto de la ciudadanía. Además, en este plan de accesibilidad han estado trabajando 40 personas con discapacidad, para hacer todo el trabajo de campo, coordinación y análisis. 

 

¿Cómo trabaja o colabora el instituto en materia de inclusión laboral?

 

Estamos trabajando mucho con diferentes federaciones y asociaciones de la ciudad, nos dedicamos sobre todo a la inclusión en la empresa ordinaria. Hemos creado una red de inserción con siete asociaciones y ahora estamos trabajando en nuevos proyectos, uno de ellos es poner en marcha algunos de los kioskos cerrados de la ciudad y darles una nueva vida. Quizás vender prensa, darle mayor uso y que sea un proyecto de inclusión laboral de personas con discapacidad para que estén en un entorno vecinal, cercano, en un comercio tradicional, de vecinos.