"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
RSC
Entrevista a José Luis Ripoll, presidente de Honor de la Fundación Vodafone España
"No hay barreras insalvables"
13/03/2012
Blanca Abella
Volver la vista atrás produce vértigo, a menudo, sin embargo José Luis Ripoll lo hace con la tranquilidad que otorga el trabajo bien hecho, con la seguridad de que los caminos elegidos eran los buenos. Uno de esos caminos le ha llevado hacia la inclusión por medio de las nuevas tecnologías, lo que él define como una "herramienta normalizante e inclusiva". Un camino que, incluso desde su reciente jubilación, no quiere abandonar.
¿Cuántos años de su carrera profesional ha dedicado a la fundación o a temas relacionados con el tercer sector?
En 1995 como resultado de la adjudicación de la primera licencia de telefonía móvil digital privada en España, se creó Aitel Móvil S.A. Aquello supuso mi incorporación al equipo fundador con el objetivo de la puesta en marcha tanto de la compañía como de una fundación de carácter técnico-social. En definitiva, en parte 17 años de mi carrera profesional los he dedicado al tercer sector, hasta el momento, ya que no me he desvinculado ni de las instituciones con las que he trabajado codo con codo durante todos estos años, ni por supuesto, de las personas que las integran, con las que he establecido un vínculo de amistad que va más allá de los límites que el trabajo diario establece.
¿Qué le ha aportado a usted este tipo de trabajo?
La sensibilización hacia los grupos vulnerables, entendida como la importancia de integrarles en la “normalidad”, y en el sentido de utilizar las nuevas tecnologías como herramienta normalizante e inclusiva.
Por otro lado, el estrecho contacto con las Instituciones y Entidades sin Ánimo de Lucro, ha supuesto mi enriquecimiento a nivel personal.
Y usted, como profesional y como persona experimentada ¿qué ha aportado a este trabajo?
A lo largo de estos años he visto como ha evolucionado el sector de las TIC y creo haber entendido desde el principio que la aportación de la tecnología móvil para mejorar la calidad de vida de los grupos vulnerables, era inmensa y que se debía comenzar por esa sensibilización a la que me refería en la pregunta anterior.
Este, como cualquier otro trabajo, exige esfuerzo y trabajar a conciencia, o como me gusta decir, concienzudamente, lo que es la base de la ética profesional. También, y siguiendo las líneas tradicionales de un directivo, ha estado entre mis objetivos el motivar a equipos de trabajo, sin embargo y de forma más personal, he pretendido que, contra el sistema tradicional de conseguir que las personas hagan lo que tienen que hacer, he fomentado que quieran hacer lo que tienen que hacer.
Siempre hay tiempo para aprender, incluso tras años de experiencia ¿qué ha aprendido en su contacto con el mundo de la discapacidad?
Ha aprendido algo que todo el mundo debería tener presente en su día a día, que no hay barreras insalvables y que con el apoyo y la intención necesaria de querer hacerlo, se puede hacer. Me refiero al apoyo decidido de todas las organizaciones que representan a estos colectivos: Cruz Roja, CERMI, ONCE, CNSE, ASPAYM y otros muchos que nos han guiado y empujado hacia el propósito, utópico pero necesario, de hacer llegar la comunicación a todos sin exclusión alguna.
Y el contacto directo con los representantes de estas organizaciones, me ha enriquecido por su alegría de vivir, por su lucha contra las adversidades y por su sentido del humor. Nos acercábamos a ellos para ayudarles y ellos nos han ayudado más. Pretendíamos enseñarles nueva tecnologías y ellos nos han enseñado mucho más, como es el vivir con serenidad sus situaciones singulares.
¿Cuál es la labor más importante que usted ha conocido en la Fundación a favor de las personas con discapacidad?
Permíteme que me extienda en este punto. Dentro de la variada actividad de la Fundación el reto fundamental desde el primer momento, fue hacer llegar nuestra tecnología a los colectivos más vulnerables, sumamente numerosos, que podían quedar excluidos del privilegio de los avances de la comunicación móvil y utilizar la tecnología, primero de Airtel, después de Vodafone, para mejorar sus condiciones de vida.
Siempre he estado rodeado de un equipo humano compacto y bien cohesionado que ha sabido innovar con entusiasmo y convencimiento. Innovación es la palabra clave para nosotros. Esta en nuestro ADN, ya que desde nuestro operador, tenemos a nuestro alcance las más potentes herramientas para desarrollar productos y servicios útiles y devolverle así a la sociedad, un poco de lo que recibimos cuando eligen contratar los servicios de la operadora.
Por otro lado, no quiero dejar de mencionar a las instituciones educativas, a las universidades y a los equipos de investigación de toda índole, que han sido y son, nuestros socios en el desarrollo, la puesta en marcha y la difusión de los proyectos realizados.
Y por último, la consecuencia de toda esta labor de innovación, que no es otra que la integración, en el sentido de posibilitar el uso y manejo de las nuevas tecnologías, fundamentalmente móviles, a estos grupos. Se trata de una guerra de integración y de innovación continua que no tiene final ni a corto ni a medio plazo.
¿Qué le gustaría hacer antes de retirarse definitivamente? O ¿Cuál sería a su juicio la asignatura pendiente que le gustaría dejar resuelta?
Me pones en un aprieto, ¿Quién quiere retirarse definitivamente? Yo no, y por ello espero seguir trabajando. Ahora quiero y puedo, dedicarle más tiempo a la labor docente que llevo a cabo desde las universidades, como una de las tareas más nobles posibles de la actitud humana, lo que yo afronto como “pasar el testigo”.
A la par, pretendo mantener el contacto y la relación con los grupos de la discapacidad. Por ejemplo me llena de satisfacción el seguir vinculado al hospital de parapléjicos de Toledo; también quiero seguir impulsando las actividades deportivas desde el aeródromo de Ocaña, aportando mi granito de arena para fomentar que personas con movilidad limitada disfruten de la experiencia del vuelo sin motor.
Las nuevas tecnologías rompen barreras, pero también pueden levantarlas ¿se ha consolidado ya esa idea del diseño para todos y el acceso universal en el mundo de las TIC?
Como bien apuntas, las nuevas tecnologías rompen barreras y lo que tienen que hacer instituciones y administraciones es trabajar juntos para no levantarlas.
La idea del diseño para todos y el acceso universal, que hace unos años sonaba como un objetivo utópico y un recurso del discurso institucional, es hoy la senda que debemos seguir todos lo agentes que conformamos las empresas que trabajan con, por y para la tecnología.
La brecha digital, que comenzamos a comprender en los años 96-97, es una realidad traidora y movediza, y digo movediza, porque a medida que la vamos suturando, se nos van abriendo de nuevo, al ir accediendo a servicios más avanzados.
Desde la Fundación Vodafone España, con el inestimable apoyo de algunas instituciones del estado y que nos han ayudado de manera singular, hemos podido avanzar significativamente en la eliminación de barreras tecnológicas. En nuestro patronato han estado representadas estas instituciones desde su creación en 1995, y su presencia ha sido enormemente importante para sugerirnos líneas de actuación, respaldar nuestras ideas y encauzar muchas de ellas, siempre con ánimo positivo y leal.
¿Cómo afrontan la crisis en la Fundación Vodafone? ¿Existe otra forma de dirigir y orientar sus trabajos?, ¿han sufrido recortes importantes?
Afortunadamente y gracias a la generosidad de Vodafone España y Vodafone Grupo, no ha habido recortes en los recursos económicos que se inyectan en la Fundación.
Respecto a la forma de dirigir y orientar el trabajo, puedo decir que con más entusiasmo y mayor eficacia, y sabiendo que quien toma el relevo es Francisco Román, que desde sus nuevas funciones como Presidente de la Fundación Vodafone España, se seguirá trabajando en la misma línea, con un nuevo estilo e impulso en la labor ya iniciada.
Nuestra Fundación ha realizado muchos proyectos tecnológicos y sociales que han generado una enorme cantidad de conocimientos para dar respuesta a problemas y situaciones concretas. Ese patrimonio lo tenemos en las personas y en los proyectos y constituye el tesoro esencial de nuestra Fundación. Tesoro que estoy seguro que Francisco Román velará por su custodia y lo acrecentarán en nuevas aportaciones.
¿Han notado también cómo ese tercer sector está más necesitado, entre otras cosas, por la falta de pago de las administraciones?
Es un hecho que el recorte de subvenciones y ayudas, inevitable consecuencia de la necesaria austeridad que imponen los tiempos actuales, que repercute en los recursos de los que el sector de la discapacidad puede disponer, fomenta nuevas vías de búsqueda de recursos. Es ahí donde entramos las instituciones y es ahora cuando nuestra labor es más necesaria si cabe.
A costa de la crisis, por su culpa, o gracias a ella, ¿cree que cambiarán algunos conceptos de la sociedad, algunos sistemas, ideologías o formas de empresa, consumo y convivencia?
Así lo espero. Es ya una realidad que los hábitos de consumo han cambiado, lo escuchamos y lo leemos en la prensa a diario, lo vemos en nuestro día a día y en nuestro entorno más cercano, e incluso lo experimentamos en nuestra propia persona.
Es una condición inherente al ser humano el saber reinventarse, afrontar las adversidades, superar la alegría de tiempos pasados y el poco rigor en la asignación de los recursos disponibles. Está forma de “hacer” está necesariamente siendo sustituida por un mayor control del gasto, con una más cuidada selectividad en la asignación de recursos, redundando todo ello en una necesaria reordenación de todo el espectro de la actividad económica.
Sin embargo y desde esta nueva etapa de mi vida que es la jubilación, me invade la preocupación por la situación de nuestra querida España. Me duele en el alma todos estos parados, todos esos jóvenes a los que no les estamos dando las mismas oportunidades que se me dieron a mí, a mi generación. Esperemos que como en anteriores épocas de tribulaciones, las cosas cambien y que nuestro país, con Europa, reanude la senda de la recuperación económica con la desaparición de la tremenda lacra social que es la falta de empleo.
¿Hacia dónde cree que debe caminar ese tercer sector que tanto trabajo saca adelante y tan importante para el estado del bienestar? ¿Cómo cree que deben contribuir en esto las empresas y sus fundaciones?
El tercer sector debe seguir por el camino que con tanto acierto ha emprendido. Debe seguir sensibilizando a toda la sociedad y especialmente a las instituciones públicas para que sigan apoyando la innovación y la integración.
En cuanto a las empresas y sus fundaciones, el relativamente reciente concepto de responsabilidad corporativa irá incrementándose a medida que las instituciones privadas vayan apreciando en valor empresarial de contribuir a lo social. No todo es negativo en esta crisis, ya que gracias a ella o como consecuencia de la misma, son muchas las empresas que están adoptando con fuerza y motivación, las políticas de sostenibilidad que tanto a corto, medio y largo plazo contribuirán a mejorar los entornos de trabajo, permitiendo un crecimiento sostenible y razonable, fomentando un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles y finalmente, impulsando políticas sociales que benefician al conjunto de la sociedad.
