Entrevista
Teresa Palahí, comisionada de CERMIS Autonómicos y secretaria general de la Fundación ONCE
"Vienen tiempos de mujeres, estoy convencidísima"
Cambiar el hecho de que los puestos de responsabilidad estén ocupados por hombres es responsabilidad de todos y de todas y, para ello, algunos y algunas deberían de reprogramarse
09/09/2016
Beatriz Sancho - Fotos: Sofía González y Jorge Villa
A tres meses de cumplir dos años como comisionada de CEMIS Autonómicos y secretaria general de la Fundación ONCE, Teresa Palahí admite, satisfecha, estar justo donde quiere estar. Si se proyecta y sueña un futuro laboral que le permita seguir ese "aprendizaje constante" que disfruta tan "sinceramente", y se nota, sería contribuyendo socialmente, "incluso en mayor medida", en favor de personas más desfavorecidas. Puede verse en el Tercer Sector, pero velando, inevitablemente, por las personas con discapacidad, ya que la discapacidad, reclama adrede, "es transversal", va en su ADN y "no se puede desligar de mi persona".
Más de año y medio de camino andado por la Fundación CERMI Mujeres (FCM), desde tu perspectiva como mujer con discapacidad, también como comisionada de CERMIS Autonómicos y como secretaria general de la Fundación ONCE, ¿qué balance haces? ¿En qué habría que incidir? ¿Qué aspectos, además de los que tocan ya, e imaginando que tuvieran más personal, te gustaría que abordara una entidad como la FCM?
El balance es muy positivo, se ha hecho un trabajo inmenso y, además, continuado, con una visión y una misión muy clara contando con los mimbres con que se cuentan. Hay que felicitar a las personas implicadas y que trabajan en la FCM. La creación de la entidad es una de las mejores decisiones que ha tomado el CERMI. De cara al futuro, lo suyo es continuar su implementación en todo el territorio nacional, en todas las CCAA. Debe darse a conocer y los CERMIS Autonómicos deben implicarse con los agentes de la zona, trabajar con esos objetivos de favorecer el bienestar y la calidad de vida de las mujeres con discapacidad, y de avanzar en la igualdad de oportunidades y el ejercicio de sus derechos.
Para seguir trabajando en esa línea, tenemos que llegar a las mujeres con discapacidad de manera directa, hay que conseguir esa proximidad y que la mujer con discapacidad, esté donde esté en el territorio nacional, también en medios rurales, pueda percibir el apoyo de la FCM a través de red mediante, incluso, servicios que favorezcan su crecimiento personal para poder desarrollarse.
"Los CERMIS Autonómicos deben implicarse con los agentes de la zona, trabajar con esos objetivos de favorecer el bienestar y la calidad de vida de las mujeres con discapacidad, y de avanzar en la igualdad de oportunidades y el ejercicio de sus derechos"
Recientemente, te has convertido experta en Coach y experta en Inteligencia Emocional gracias al máster universitario de la 'Escuela de Inteligencia'. ¿Cómo podríamos incidir en el crecimiento y desarrollo personal de las mujeres con discapacidad? ¿Crees que este tipo de conocimientos, en caso de que hubiera dotación económica, subvención, o incluso voluntarios dispuestos, ayudaría al empoderamiento de la mujer con discapacidad, serviría para dotarla de una sólida autoestima, impulsaría su autonomía en todos los sentidos, les ayudaría a tomar sus propias decisiones y adueñarse de sus vidas?
Efectivamente. Lo que he aprendido me lleva a pensar que sí, ya que una de las carencias de muchas mujeres con discapacidad es, precisamente, la autoestima. Y la autoestima contribuye a que puedan empoderarse y hacerse valer y respetar. Tiene que poder realizarse y contribuir socialmente como cualquier persona. Ahí hay un campo por recorrer importante y con una estructura bien desarrollada y con un trabajo en red, contando con personal voluntario, que estoy segura de que lo encontraríamos, podríamos avanzar en ese aspecto de manera muy importante.
"En el campo de la inteligencia emocional hay un camino importante por recorrer y con una estructura bien desarrollada y con un trabajo en red podríamos avanzar en ese aspecto de manera muy importante"
¿Podría lograrse a través de cursos donde se las aliente a ese crecimiento personal, a dotarse de seguridad, a creer en sí mismas o desarrollar sus talentos como, por ejemplo, lo hace ya Cocemfe en las formaciones que realiza para mujeres que han sido víctimas de violencia de género?
Sí, perfectamente. Se deberían diseñar cursos y ofrecerse con continuidad para cualquier mujer con discapacidad. Estoy convencida de que todas las personas tenemos talento y lo que hay que hacer es despertarlo, hacerlo aflorar y esa oportunidad sería buena que se la diera la FCM.
Estrás conmigo si digo que todos los hombres y mujeres, con y discapacidad, tenemos un buen trecho, cada uno de nosotros, para poder crecer y cuánto más las mujeres con discapacidad dada la situación en la que nos encontramos.
Desde luego, todas las personas tenemos que trabajar mucho con nosotros mismos para crecer como personas y tenemos que estar dispuestos a aprender, el aprendizaje es una constante en la vida. Cuando hablamos de mujeres con discapacidad, teniendo en cuenta que el punto de partida, muchas veces, es de signo negativo, el trecho es todavía mucho más amplio.
Miguel Paraíso, compañero suyo de la ONCE, me comentaba el otro día en una entrevista que aún no se ha publicado, que si ciertamente, desde que él comenzó en la organización, ha existido un avance en la inclusión sociolaboral de la mujer con discapacidad, ha ocurrido "porque se ha lanzado al mundo laboral asumiendo dobles y triples tareas". Él achaca el problema a varios factores, uno la falta de conciliación y colaboración de los hombres. ¿Qué opinas al respecto?
Estoy totalmente de acuerdo con mi compañero y amigo Miguel. En el tema de la conciliación no se ha avanzado lo suficiente. El otro día leía un trabajo realizado con los trabajadores y las trabajadoras de Fundación ONCE en temas de Igualdad y, por ejemplo, en lo que respecta a la conciliación, a los hombres parece que no les acaba de afectar, como si la conciliación familiar fuera una cuestión solo de las mujeres. Ahí tenemos que avanzar. La responsabilidad tiene que ser compartida en una familia y la conciliación tiene que ocupar tanto a un hombre como a una mujer. E incluso desde el punto del crecimiento personal, la conciliación forma parte de ese desarrollo personal.
"En lo que respecta a la conciliación, a los hombres parece que no les acaba de afectar, como si la conciliación familiar fuera una cuestión solo de las mujeres. Ahí tenemos que avanzar"
¿Crees que las cuotas, como discriminación positiva para incluir laboralmente a la mujer, no son una forma de acomodarlas por "estética, imagen, maquillaje, aparentar"? ¿No sería mejor ayudarla contando con ellas en puestos de dirección, sin cuotas, demostrando por sí mismas su validez, su valor?
Sí, efectivamente. Será así cuando las cuotas no sean necesarias. Creo en las cuotas como palanca, precisamente, para conseguir el objetivo de que la Igualdad sea real y efectiva en todos los ámbitos de la vida y, por supuesto, en las empresas y las entidades. Estamos en entidades sociales en donde el porcentaje de mujeres trabajando es siempre muy alto, igual que ocurre en carreras humanistas.
A medida que vas subiendo en la escala de cargos, el número de hombres siempre suele ser bastante mayor. Si hacemos un repaso de los responsables en las entidades de la discapacidad encontramos que mayormente son hombres. Ahí existe también un camino por recorrer. Sin embargo, de forma natural, con ese empuje que hay que dar porque si nos relajamos vamos para atrás, avanzaremos. Vienen tiempos de mujeres, estoy convencidísima.
"Vienen tiempos de mujeres, estoy convencidísima"
Varias fuentes afirman que tampoco en la ONCE, buque insignia dentro del movimiento asociativo de la discapacidad, se da esta paridad requerida en los puestos de responsabilidad. Desde tu perspectiva, en la ONCE, en la Fundación ONCE, también en los CERMIS Autonómicos, en las entidades de la discapacidad en general, Teresa, sinceramente, ¿las mujeres tienen poder? Pocas mujeres que están en altos cargos en el movimiento de la discapacidad parecen tener Poder-Poder...
Debemos avanzar en puestos de gestión, de alta dirección. No se puede negar la evidencia, en los niveles más altos, como decía, están los hombres. Y será así en la medida de que no nos convenzamos todos de que esa igualdad tiene que ser real y no de apariencia. Hay una parte todavía de cosmética que sí debemos cambiar.
"No se puede negar la evidencia, en los niveles más altos están los hombres. Y será así en la medida de que no nos convenzamos todos de que esa igualdad tiene que ser real y no de apariencia. Hay una parte todavía de cosmética que sí debemos cambiar"
Pero esta imagen se repite en entidades, instituciones y, sobre todo, en consejos de administración y órganos de responsabilidad de todo tipo, no solo en entidades sociales. Muchos hombres que se quejan de ir a reuniones en las que solo lidian con más hombres. Un ejemplo sigue siendo el Tercer Sector, todos los puestos de responsabilidad están ocupados por hombres, y no así los empleos que ver con servicios sociales, que están ocupados por mujeres en más de un 90 por ciento. ¿Por qué, para qué, cómo es posible que sigamos consintiendo esto? ¿Dónde estamos las mujeres válidas, disponibles y con talento, dispuestas a conciliar, con hombres de nuestro lado dispuestos a que lo logremos? ¿Cómo llamar a esas puertas o colarnos dentro, demostrar nuestra capacidad y aportar nuestra diversidad, que es inmensa si trabajamos junto a ellos?
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y la que tú ofreces del Tercer Sector y entidades de todo tipo es la que es, y eso lo dice una persona con discapacidad visual (ríe). Los hombres y las mujeres deberíamos poder cambiarla. Pero la realidad es la que es y no podemos hacer responsables a los hombres, cambiar el hecho de que los puestos de responsabilidad estén ocupados por hombres es responsabilidad de todos y de todas y, para ello, algunos y algunas deberían reprogramarse.
"Cambiar el hecho de que los puestos de responsabilidad estén ocupados por hombres es responsabilidad de todos y de todas y, para ello, algunos y algunas deberían de reprogramarse"
¿Qué necesitan los hombres para despertar a este anhelo de las mujeres?
Necesitan ver a la mujer como su igual, que se merece el mismo respeto, que tiene que poder ejercer los mismos derechos y verla como una persona.
Y que sin tener en cuenta nuestro género, hay muchas mujeres que son mejores que muchos hombres que ostentan altos cargos. ¿Asumir eso les costaría, perderían algo?
Creo que su autoestima podría verse lastimada.
Llegado el caso, podemos ofrecerles formaciones de inteligencia emocional a ellos, y así salimos todos ganando.
Sí, sí, sí... (sonríe).
Hablando de diversidad. ¿Qué diversidad, desde el género si es posible, crees tú que aportaría la mujer con discapacidad en altos cargos dentro y fuera del movimiento asociativo? Por nuestra forma de pensar, que suele ser distinta de la de los hombres, por nuestra idiosincrasia común por ser mujeres, además de la diversidad singular de cada una de nosotras, ¿cómo no solo no nos admiten sino que no nos buscan?
Desde luego, el aporte que puede ofrecer una mujer con discapacidad en cualquier esfera (en una empresa, en una entidad, en un cargo de alta dirección, etc.) es tan grande que la mayor parte de la sociedad no puede siquiera imaginarlo. La riqueza que puede aportar una mujer con discapacidad desde otros puntos de vista: a la hora de analizar las cosas, el ejemplo de su capacidad de superación, de resiliencia, de solidaridad y de empatía hacia los demás, esa capacidad de cuidado, de trabajar por un bien común... es inmensa. Las aportaciones de una mujer con discapacidad son inmensas.
"El aporte que puede ofrecer una mujer con discapacidad en cualquier esfera es tan grande que la mayor parte de la sociedad no puede siquiera imaginarlo"
Luego deberíamos estar rechazando ofertas si se trata de enriquecer cualquier espacio existente en la sociedad, precisamente, porque no hemos estado, porque aún casi no estamos y por lo que podemos enriquecer...
Sí, en mi opinión sí. Además, hay un buen porcentaje de mujeres con discapacidad que están formadas en competencias y que, por tanto, lo que se merecen es la oportunidad de demostrarlo.
CERMIS Autonómicos, como comisionada de estas entidades, ¿en qué punto están las comisiones de la Mujer que, en teoría, ya deberían tener cada CERMI Autonómico. ¿Cuáles son los que más avanzados están y de qué modo pueden ayudar, cooperar, dar ejemplo a las restantes regiones para que consigan su materialización?
Nos queda camino por recorrer especialmente en los CERMIS más pequeños, que tienen menos estructura. La creación de la Fundación CERMI Mujeres está siendo un empuje muy grande, de hecho, estamos trabajando coordinadamente con la entidad y también con la Comisión de la Mujer del CERMI Estatal, con Marta Valencia, la presidenta.
¿No se pueden replicar las estructuras de las comisiones que ya están creadas?
Se pueden replicar siempre y cuando el CERMI Autonómico en concreto lo desee. Hay una relación de respeto mutuo entre el
CERMI Estatal y CERMIS Autonómicos, de igual a igual, y tienen que ser los segundos los que se tienen que convencer y desear replicar esas estructuras que en otros CERMIS Autonómicos ya existen y funcionan.
¿Cuáles son los escollos a los que se enfrentan para no haberlos creado o estar muy en el principio del camino?
Sobre todo la falta de estructuras. En los CERMIS Autonómicos medianos y pequeños son las mismas personas las que llevan absolutamente todo. Y muchas veces la figura de la mujer no está lo suficientemente representada respecto a la dedicación que pueda ofrecer a ese CERMI.
¿Quizás con más personal, con un mayor número de personas involucradas? Las agendas de todos los y las dirigentes de organizaciones de la discapacidad, tanto estatales como autonómicas, están verdaderamente copadas, doy fe.
Nuestras agendas están sobresaturadas, y se trata de un trabajo añadido al trabajo de la persona. Cuando hablamos de mujeres con discapacidad hay que tener en cuenta y sumar a su trabajo la casa, el CERMI... es complicado, y la organización propia personal, la gestión del tiempo aquí es fundamental.
Esa saturación no os da tregua, parece que no os queda vida para nada más. ¿Cómo se podría solventar que esa coincidencia de la pasión que uno tiene por su trabajo, por defender los derechos de las personas con discapacidad, por el activismo social, esa solidaridad intrínseca y esa abnegación con la que os entregáis por entero deje de afectar, de quitaros tiempo de vuestra vida personal, de la familia?
Insisto en la última idea de que debemos aprender a gestionar mejor el tiempo y ponernos nuestros propios límites, también a los demás, querernos un poco más y, especialmente las mujeres, dejar de ponernos siempre en último lugar.
La autoestima, referido a las mujeres, tiene que ver mucho con esto. Nos han educado diciéndonos que eso de quererse mucho a una misma no está bien, que lo que hay que hacer es querer a los demás y es muy importante quererse a una misma, y esto vale también para los hombres. Hay que quererse a sí mismo porque si no no se puede querer a los demás y, a partir de ahí, viene la autorrealización y el poder contribuir a la sociedad, que es fundamental para el ser humano.
"Hay que quererse a sí mismo porque si no no se puede querer a los demás y, a partir de ahí, viene la autorrealización y el poder contribuir a la sociedad, que es fundamental para el ser humano"
En los CERMIS Autonómicos que hay Comisión de la Mujer, ¿hay un cambio significativo de la participación de la mujer con discapacidad en la jerarquía de la entidad, de las entidades que lo conforman? Marta Valencia, por ejemplo, podría ser un ejemplo de que esto puede ocurrir.
Sí, es cierto. Y cada vez más en los CERMIS donde tenemos presidentas y secretarias generales, y mujeres que vienen empujando con fuerza. En esos casos, sí que se da un trabajo más sistematizado, más continuo en cuanto a las políticas en favor de las mujeres con discapacidad. Allí donde se crea un Comisión de la Mujer el trabajo de y por las mujeres con discapacidad se nota, se expande, es resonante y contribuye a que la mujer con discapacidad esté más presente mediante su participación en distintos órganos, incluso con la propia Administración por ese trabajo en red que hay que hacer con las entidades públicas.
"Allí donde se crea un Comisión de la Mujer el trabajo de y por las mujeres con discapacidad se nota, se expande, es resonante y contribuye a que la mujer con discapacidad esté más presente mediante su participación"
¿También repercutirá en encuentros, formaciones o empleos para otras mujeres con discapacidad que estén en la base, no solo en altos cargos?
Sí, y se consigue mediante una mayor proximidad con ellas, es así como se logran más servicios para mujeres con discapacidad y llegar hasta esa base que, es importante, necesita encontrar su espacio con otras mujeres con quienes hablar de las cosas que nos interesan, que nos importan y nos preocupan de una manera abierta.
Dentro de Fundación ONCE, como secretaria general, ¿cuál es tu reto o tus retos -de la organización y personales - dentro de tu mandato respecto a la mujer con discapacidad?
Seguir trabajando por la igualdad real y efectiva de las mujeres con discapacidad. Tengo la suerte de llevar los temas de igualdad en la Fundación ONCE y, en ese sentido, tenemos un 'Plan de Igualdad', que justo ahora vamos a renovar conjuntamente con Recursos Humanos para seguir avanzando.
Pero iría más allá, no me quedaría solo en el tema de la mujer con discapacidad, incluyo el de la diversidad en la plantilla de trabajadores y trabajadores de la Fundación ONCE porque acoge verdaderos y grandes talentos y, especialmente, a ellos y a ellas tenemos que facilitarles el camino para que puedan realizar sus aportaciones a la casa.
A nivel personal, hay un ámbito que a mí me interesa especialmente y que ha salido antes: la inteligencia emocional. De ella estoy aprendiendo cada día y es una pieza muy importante, clave y que debe tenerse en cuenta en las empresas, en las entidades, también en la Fundación ONCE, e incluso en la Educación y en el trabajo. Hay que hacerlo porque está demostrado que contribuye y facilita el desarrollo personal de las personas.
¿Y la meta o las metas, personales y profesionales otra vez, desde tu cargo de comisionada de CERMIS Autonómicos?
Como comisionada quiero lograr que la voz de la discapacidad se escuche en todo el territorio, y que avanzar en la cohesión necesaria para impulsar las políticas a favor de las personas con discapacidad en general y, especialmente, de las mujeres con discapacidad, y conseguir que esas políticas lleguen a la base asociativa para que se sienta más escuchada y representada por parte de las estructuras del movimiento asociativo de la discapacidad.
Personalmente, mi reto es que la presencia de las mujeres con discapacidad sea cada vez mayor en los CERMIS Autonómicos a través de las comisiones de la Mujer, de la Fundación CERMI Mujeres y que, efectivamente, se avance en la igualdad y los anhelos de las mujeres con discapacidad se puedan hacer realidad también.
"Mi reto personal es que la presencia de las mujeres con discapacidad sea cada vez mayor en los CERMIS Autonómicos a través de las comisiones de la Mujer, de la Fundación CERMI Mujeres y que se avance en la igualdad"
¿Hemos de ser peleonas, 'fielísimas' al tema de la Mujer?
Sí, en el tema de la Mujer debemos ser peleonas, leales, activistas y, además, de manera permanente y constante porque está demostrado que en el momento que dejas de pisar el acelerador o te relajas de esa atención permanente que debemos tener, se producen evidentes retrocesos.
Entonces, nada de zona de confort...
Para nada.