El tradicional ‘besamanos’ de este año, la ceremonia de saludo a los Reyes, fue el más restringido de la historia al contar únicamente con unos 150 invitados como consecuencia de la pandemia de Covid-19, frente a los 1.200 de hace dos años.

 

Asistieron casi todos los ministros del Gobierno, salvo la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que se encuentra en Italia para asistir a una reunión del G-20, y el ministro de Universidades, Manuel Castells, sin que su departamento haya informado del motivo.

 

El ministro de Consumo sí acudió al desfile en el Paseo de la Castellana y formó parte de la línea de saludo a los Reyes de España. Sin embargo, conocido por su republicanismo, después no acudió a la recepción en el Palacio Real ofrecida por los monarcas.

 

Otras autoridades del Estado sí participaron en el Palacio Real, como los presidentes del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Ander Gil; los presidentes del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo; y la mayoría de los presidentes autonómicos, salvo los de Cataluña y País Vasco, como es habitual en ellos, y los de Galicia y Castilla-La Mancha, al tener otros compromisos.

 

También estuvo el líder de la oposición, Pablo Casado, que accedió al Salón del Trono junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra. No faltó a la cita palaciega el líder de Vox, Santiago Abascal, y su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, así como Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, y su portavoz en el Congreso, Edmundo Bal. Dos de los políticos más emblemáticos del PP, Ana Pastor y Javier Maroto, también acudieron al ‘besamanos’.

 

Altos cargos de La Moncloa como el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Oscar López; el secretario de Estado de Comunicación, Frances Vallés; y el director general de la Presidencia, Francisco Martín, asistieron por primera vez a este encuentro tras los cambios que Sánchez hizo en su equipo el pasado mes de julio.

 

Sin embargo, no estuvo en esta tradicional recepción ninguno de los expresidentes del Gobierno, aunque sí fueron invitados. En cambio, asistieron el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán; la presidenta del Consejo de Estado, Teresa Fernández de la Vega; el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias y alcalde de Vigo, Abel Caballero; y el presidente del Centro Superior de Deportes, José Manuel Franco, así como el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

 

Entre los invitados de la sociedad civil acudieron el presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, y el del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno; la abanderada olímpica de Tokio 2020, Mireia Belmonte, así como la historiadora y académica, Carmen Iglesias; el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, (Fape), Nemesio Rodríguez; y el de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Juan Caño.

 

No hubo apretón de manos, todos los saludos fueron desde la distancia, con mascarilla y muy rápido, pues en tan solo 12 minutos terminó la recepción, que aún sigue marcada por la pandemia de Covid-19. Aunque el país se encuentra en riesgo bajo de contagio de coronavirus con un índice de menos de 50 casos cada 100.000 habitantes, Zarzuela sigue apostando por la prevención.

 

Tampoco hubo 'corrillos' con los políticos, los periodistas acreditados pudieron contemplar únicamente el saludo pero luego no pudieron acceder a alguno de los salones en donde estaban los invitados. Tampoco hubo ni comida ni bebida.