"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Pandemia Coronavirus
El movimiento CERMI apela a una “mentalidad fuerte, resiliente y robusta” para hacer frente a la incertidumbre actual
20/07/2020
El CERMI ha apelado este lunes, junto a los CERMIS Autonómicos, a “una mentalidad fuerte, resiliente y robusta” para hacer frente a una situación “terriblemente cambiante, de pequeños avances, pero retrocesos seguros” por culpa de la pandemia de COVID-19.
Así se ha puesto de manifiesto durante una reunión telemática mantenida entre el CERMI Estatal y los CERMIS Autonómicos, en la que se ha repasado la situación en los diferentes territorios de las personas con discapacidad y sus familias, así como de las entidades de la discapacidad, atravesada por la situación actual de la pandemia y sus consecuencias.
El CERMI Estatal ha alabado el papel que durante los últimos meses las entidades de la discapacidad han desempeñado en las diferentes comunidades y ciudades autónomas. A su juicio, “las organizaciones de la discapacidad han adquirido más que nunca el ‘estatus de imprescindibilidad’, ya que no tenemos a nadie más que haga de abogado y sostenedor de nuestra causa, pues si nos limitamos a esperar a las administraciones, vamos a desesperar”.
Como ha señalado la plataforma representativa de la discapacidad en España, para muchas familias, las organizaciones de la discapacidad son el último y único recurso al que pueden recurrir, sobre todo en situaciones tan difíciles como las que se han vivido y se viven por la pandemia.
Además, el movimiento CERMI ha subrayado la importancia de la interlocución con las administraciones públicas (estatales y territoriales), al tiempo que ha reclamado que se garantice la sostenibilidad del sector de la discapacidad, “seriamente comprometido por las gravísimas consecuencias sanitarias, sociales y económicas del coronavirus”.
Asimismo, tanto el CERMI Estatal como los Autonómicos han destacado la relevancia de “estar vigilantes y beligerantes” ante las situaciones de discriminación, reforzando la labor de incidencia política cuando desde las administraciones no se dé respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad y sus familias.
Por último, han apremiado a que se mantenga la agenda de avances hacia la igualdad de derechos y oportunidades, al tiempo que se encaran las nuevas necesidades desencadenadas por la COVID-19.