Con motivo de las fiestas, me animo a escribirte esta carta con la esperanza de que en algún momento adquieras forma y fondo y empieces a funcionar de verdad, que ya va siendo hora. Podría rellenar páginas y páginas con todo lo que se te está acumulando en los últimos años, pero para no agobiarte demasiado, he hecho una pequeña encuesta a mi alrededor y sólo voy a pedirte unas cuantas cosillas urgentes y que no pueden esperar más:

 

En primer lugar, como lo más importante es la salud a todos los niveles, mi amiga Carmen pide que liberes por fin unos cuantos fondos de esos que no gastas nunca para investigar y desarrollar centros de referencia, y los emplees en saber cómo se originan muchas enfermedades raras y trastornos como el autismo, encontrar tratamientos y terapias mejores, y generar nuevos modelos de intervención que aumenten la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias. Hace mucha falta, créeme.

 

Mi hija Eva quiere saber si te vas a ocupar de garantizar la accesibilidad de las estaciones de tren y metro, entre otros muchos lugares y entornos, porque desde que se ha roto un hueso del pie se ha dado cuenta de que en silla de ruedas el mundo es mucho más pequeño y los escalones mucho más altos. Ya puestos a soñar, si puedes apañarle una silla voladora sostenible y ecológica a buen precio, te lo agradeceríamos eternamente; ya sabes que las prestaciones no dan para mucho y están bastante anticuadas. 

 

Su amigo Álex acaba de entrar al Instituto, y resulta que no le adaptan las materias en el Bachillerato porque según la LOMCE los alumnos con TDA-H no tienen derecho a ello; me ha dicho que te diga que necesita una nueva ley educativa, y te propone que lo hables con tus colegas del Parlamento para ver si esta vez os ponéis de acuerdo y conseguís entre todos que dure algo más que un telediario. Sé que alcanzar un consenso en algo es para ti un concepto revolucionario, pero así es Álex: impulsivo, diferente y genial. Algo parecido dice mi vecina del quinto: resulta que su hija Lucía, de 8 años, se ha empeñado en ir al mismo colegio de primaria que su hermano, pero no le dejan porque le cuesta seguir el ritmo y no tiene apoyos para aprender a escribir. Por si te sirve de idea, garantizarle el derecho a una educación inclusiva y a elegir colegio estaría muy bien por tu parte y le haría mucha ilusión. 

 

Mi hijo Alberto desea encontrar un lugar donde aprender un oficio y hacer algo útil cuando termine el colegio dentro de seis meses, pero no encontramos plazas públicas ni recursos, y con la ley de Dependencia no nos podemos apañar tal como está. Por favor, si no te importa, métele mano de una vez, y así reduces también las listas de espera, que las colas son más largas que las de la Lotería de Doña Manolita en estos días. 

 

¿Qué más? Ah, sí: La hija de mi amiga Marta quiere presentarse a una plaza de técnico de laboratorio, pero las personas con Asperger no tienen derecho a reserva de plaza en el turno de discapacidad y te pide que lo regules. De paso, no estaría de más que te encargaras de poner orden y garantizar que efectivamente haya turnos y plazas para las personas con discapacidad, porque ya sabes que las administraciones y las empresas se resisten y cada uno hace lo que quiere en tu ausencia. Y puestos a hablar de las administraciones y de regular, te recuerdo que tienes pendiente adaptar la legislación española a la Convención de la ONU sobre las Personas con Discapacidad. Aprovecha ahora que viene el nuevo año para hacer propósito de enmienda y te pones con ello, porfa.

 

Se me termina el papel y me dejo muchas cosas, pero no quiero despedirme sin desearte un buen comienzo en tu andadura, que la asumas cuanto antes, y que lo hagas con empatía, seriedad y, sobre todo, compromiso con los colectivos más vulnerables. Ya sabes que a los padres y madres no nos importa echar una mano cuando hace falta: mismamente, lo hacemos siempre en estas fechas porque sabemos que los pobres Melchor, Baltasar y compañía no dan abasto con tanto regalo, pero sinceramente, hace ya más de 4 años que te estamos esperando, y estamos cansados de hacer tu trabajo las 24 horas del día. 

 

Que trabajes mucho en estas fiestas, y nos depares un próspero Año Nuevo 2020 a todos.

Un abrazo, 

 

Paloma Martínez Ruiz, Presidenta de la Confederación Asperger España