Entramos en un nuevo año con nuevos retos en todos los campos. Las entidades, las organizaciones, las empresas e incluso los gobiernos se plantean objetivos por cumplir, sueños a realizar. En mitad de esta vorágine que vivimos ante tanta noticia que nos puede afectar a todos, se inicia un año olímpico y paralímpico. El deporte sirve de bálsamo en un escenario lleno de incertidumbres.

 

El ser humano siempre se ha planteado retos por cumplir y una de sus obsesiones ha sido cuidarse el cuerpo y poder participar en diferentes disciplinas para desarrollarlo. Los griegos fueron los primeros que institucionalizaron los Juegos Olímpicos hasta que llegó su etapa moderna y uno de sus hitos fue dar visibilidad a las personas con discapacidad y crear los Juegos Paralímpicos que se desarrollan en la misma ciudad y en las mismas instalaciones. Barcelona 92 marcó un antes y un después en el deporte, fue un escaparate mundial de una ciudad y de un país, un ejemplo de la implicación de los voluntarios, de las ceremonias de inauguración y clausura, de su repercusión mediática a nivel mundial, del negocio que se movió en torno a este acontecimiento. No se han vuelto a celebrar los Juegos en España, Madrid perdió sus oportunidades o las ganaron otros, como Tokio este año. 

 

Los japoneses se han volcado en este acontecimiento, quieren que vuelva a tener una dimensión extraordinaria aunque la sanción a la delegación rusa por dopaje disminuya la presencia de este país tan importante para el movimiento olímpico. El deporte tiene que recuperar sus valores, como el esfuerzo, la superación, el respeto y la integración entre deportistas, da igual el color, la raza, la procedencia o su discapacidad. El atleta se enfrenta a sí mismo en representación de un país y en busca de la deportividad. 

 

La Carta Olímpica asegura que “el olimpismo es una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu”. En esta línea van a participar este verano nuestros deportistas olímpicos y paralímpicos. Allí estarán, Mireia Belmonte y Teresa Perales; Alejandro Valverde y Ricardo Ten; Rafael Nadal y Daniel Caverzaschi; Carolina Marín y Martín de la Puente; Rudy Fernández y Daniel Stix; Sergio Ramos y Antonio Martín Gaitán; Jesús Ángel García Bragado y Sara Andrés Barrio; Ana Peletiero y Susana Rodríguez. Dos delegaciones encabezadas por Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y Miguel Carballeda, presidente del Comité Paralímpico Español, que esperan ofrecernos muchas alegrías aunque lo importante sea participar. Como decía el pedagogo francés, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, el barón Pierre de Coubertin: “Lo mejor que tienen los sueños es que se pueden hacer realidad”.