Sólo el 32,5% de las personas con discapacidad física y sensorial utilizan Internet en su vida diaria. Esta cifra se aleja bastante de la registrada entre la población general, que se sitúa en el 75,1%. 

 

Otro dato. Este colectivo también utiliza el ordenador en menor medida que el resto de la ciudadanía (42,8%, frente al 72,7%) porque se enfrenta a importantes limitaciones a la hora de acceder a este tipo de tecnologías.

 

En lo que sí se igualan las personas con discapacidad y el resto de los ciudadanos es en el uso del teléfono móvil: las primeras lo utilizan el 91,8%, las segundas lo usan el 95,5%. Sin embargo, esto no significa que este colectivo maneje con asiduidad los smartphones: no son accesibles ni tampoco asequibles.

 

Estos son algunas de las conclusiones de un estudio sobre tecnologías de información y comunicación de la Fundación Vodafone, titulado “Acceso y uso de las TIC por las personas con discapacidad”.

 

Hay que seguir trabajando para disminuir las barreras que todavía suponen las tecnologías para los ciudadanos con discapacidad.

Las tecnologías tienen que servir para fomentar la inclusión social, para conciliar tecnología y discapacidad. 

 

Este trabajo profundiza en las facilidades y dificultades que tienen las personas con discapacidad física y sensorial de entre 18 y 64 años para acceder y utilizar tres tipos de tecnologías: el teléfono móvil, Internet (incluidas las redes sociales y la administración electrónica) y el ordenador.

 

Los principales problemas de movilidad de las TIC son su accesibilidad y su precio. En el caso del ordenador, un 37,4 por ciento del colectivo de personas con discapacidad no lo utiliza porque es muy complejo. Y el elevado precio de los ordenadores adaptados limita considerablemente su uso por este colectivo, ya que el 45,7% considera este producto demasiado caro para sus posibilidades. 

 

En relación con la Red, la principal razón por la que gran parte de las personas con discapacidad no la utilizan es sencillamente porque les resulta poco accesible: un 33% necesitaría un ordenador adaptado, un 24,4% ha intentado usarlo sin éxito y un 23,3% considera que su uso es muy complejo.

 

El uso de las TIC por parte de las personas con discapacidad más jóvenes (entre 18 y 30 años) está bastante generalizado, pero disminuye entre el colectivo de ciudadanos mayores de 45 años: el uso del ordenador e Internet se utiliza habitualmente entre los jóvenes (una media de un 70 por ciento), frente al escaso uso de los mayores (una media del 8 por ciento).

 

El uso de las redes sociales sí está difundido en el segmento de edad más joven: el 45,1% es usuario habitual de alguna red social, proporción comparable a la registrada entre población adulta española usuaria de Internet (51,8%).

 

Otra desventaja es la escasa utilización de la Administración electrónica: apenas un 32,1% de los usuarios con discapacidad emplean este tipo de servicios, un dato bajo por la mayor dificultad para acceder a Internet.

 

Solución: formar, informar y trabajar mucho. Estos deben ser los objetivos de las empresas de nuevas tecnologías y las administraciones públicas. Y es imprescindible que colaboren con las entidades representativas de las personas con discapacidad.