"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
La empañada luna del espejo de la comunicación (*)
Por Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del CERMI
22/11/2019
El mundo para las personas con discapacidad es, como para el filósofo, voluntad y representación. Voluntad y convicción sobradas en sí propias, que suplen y se imponen a la desconsideración y devaluación ambientales que pesan desde siempre sobre ellas; y representación, mucha carga de imagen personal y social, cómo son vistas por el entorno y cómo se ven a sí mismas. Los gestores y proveedores de imagen pública no son solo los medios, sino todos los gestores u operadores de comunicación, un universo harto más amplio, que contribuyen con lo que realizan y con lo que omiten a forjar la representación que la sociedad recibe y proyecta de las personas con discapacidad. Hasta ahora, en gran medida, y como reacción al déficit de presencia y a la adulteración de resultados (la imagen no es fiel), la atención de la discapacidad organizada siempre se había orientado al tratamiento de los medios respecto de las personas con discapacidad. Los análisis, los informes, las propuestas, el conocimiento de esta dimensión es ya dilatado. Pero no basta con saber cómo nos tratan, e intentar repararlo, tarea en la que estamos permanentemente; se impone conocer las condiciones de producción y gestión de la comunicación, y quiénes son y como actúan sus artífices.
En este punto, el conocimiento es mucho menor si lo referimos a la discapacidad. ¿Forman parte las personas con discapacidad de la cadena de la producción informativa como operarias? ¿En qué número, con qué relevancia; están, se las espera? ¿Es la comunicación un espacio amistoso para con las personas con discapacidad? ¿Las distorsiones en cuanto a una imagen social fiel provienen al menos en parte de su ausencia o escasa presencia en los mecanismos productores de comunicación? El infome Inclucom que sigue es la primera respuesta digna de tal nombre, a las interrogantes que hasta ahora estaban meramente planteadas o siquiera intuidas. Por eso hay que agradecer a sus promotores (DIRCOM, Fundación ONCE y Down España), que comiencen a poner número, nombre y rostro, a una realidad todavía ingrata que solo cambiará si sus destinatarias (las personas) con discapacidad adquieren el estatuto de participantes activas en la generación y proyección de su propia imagen. El espejo reflejará la imagen, si permitimos que la persona (con discapacidad) se asome a su luna, hasta ahora empañada.
* Texto del prefacio del “Informe Inclucom, estudio sobre la presencia de profesionales con discapacidad en el mundo de la comunicación”, elaborado por DIRCOM, de próxima publicación