Siglo Cero, la revista científica impulsada por Plena inclusión y coeditada actualmente con el Inico, Instituto Universitario para la integración en la Comunidad de la Universidad de Salamanca, es la más antigua difundida en lengua española sobre discapacidad intelectual o del desarrollo. La celebración de sus 50 años, que se cumplen en estos días, se extiende entre toda la comunidad científica y especialmente en el mundo de la discapacidad, que ha sabido traducir ese conocimiento técnico en pensamiento social y ha podido aplicarlo a la mejora de la calidad de vida y la inclusión de todas las personas.

 

El acierto definitivo de los impulsores de esta revista ha sido en todo momento la elección de sus responsables, de las personas que lograrían llevar Siglo Cero a un lugar de prestigio. El primero de ellos fue Alfredo Fierro, psicólogo, teólogo y filósofo. "Tenía una visión muy avanzada de lo que debía ser el análisis y la investigación de la discapacidad, de forma que no se perdiera en ningún momento la visión humana, porque cuando estábamos todavía absolutamente imbuidos en un modelo biológico, los únicos textos que se ofrecían a nivel internacional estaban en general muy basados en la investigación biológica de síndromes concretos, en la detección de nuevos síndromes, y sin embargo, esa visión de que además de la discapacidad, y por encima de ella, está la persona y que hay que atender sus necesidades, su autodeterminación y sus derechos, fue una visión clarísima que se tuvo con Alfredo Fierro", explica Javier Tamarit, miembro del consejo de redacción de Siglo Cero y del equipo técnico de Plena inclusión.

 

Siglo Cero nace en 1967 como un boletín de noticias de Plena inclusión (entonces Feaps), aunque ya desde estos comienzos incluía información de avances científicos internacionales y artículos de expertos españoles sobre distintas áreas de conocimiento, como derecho, educación, y posteriormente trabajo. El foco de la revista ha sido siempre la discapacidad intelectual y otras discapacidades del desarrollo, pero, tal y como explica Tamarit: "La revista ha tenido, tiene y seguirá teniendo, elementos de investigación y conocimiento de otras discapacidades, y es que cada vez se hace más necesario entender que el conocimiento proviene de fuentes muy diversas, por lo tanto, elementos de conocimiento, desarrollo y de innovación, que se puedan estar haciendo en otras discapacidades, revierten en otras personas que puedan tener otra discapacidad".

 

Alfredo Fierro asumió la dirección de la revista hasta el año 1992, cuando se hace cargo de la misma Miguel Ángel Verdugo, director del Inico (Instituto Universitario de Integración en la Comunidad, Universidad de Salamanca). El responsable de esta segunda etapa alaba también la labor de su antecesor y explica que la revista "desde sus inicios contaba con temas de interés práctico, en los primeros números se hablaba ya de familias, de sexualidad, de derechos de las personas y desde el principio es interdisciplinar (educación, psicología, trabajo social, derecho, medicina) y recoge todos los ámbitos de la vida de la persona y en todas las edades". 

 

En sus primeros años, Siglo Cero se distribuía sobre todo entre las organizaciones de la discapacidad intelectual y sus familias, pero en poco tiempo, "comienza a ser estudiada y utilizada en las universidades, por profesionales en congresos, seminarios... las características de los artículos se concentran en temas prácticos, con el objetivo de la mejora del bienestar de la persona, de su calidad de vida, la mejora en las familias, y quienes más la han utilizado han sido profesionales avanzados y el medio universitario, en carreras como educación, psicología, trabajo social, terapia ocupacional...", añade Verdugo. 

 

 

Y es así, según relata Verdugo, como poco a poco se fue construyendo un modelo de revista científica: "Y este modelo va progresando hasta las últimas décadas, en las que ya publicamos artículos revisados por pares (científicos de la misma rama, casi siempre dentro del anonimato, que realizan una evaluación del trabajo) y contamos con un consejo editor de más de 50 personas de distintos países y los principales investigadores que publican revistas científicas en España".

 

Siglo Cero es la única revista científica, en el ámbito de la discapacidad, con un recorrido de 50 años en los que mantiene un alto nivel de exigencia, de calidad. Según Javier Tamarit: "No deja de reconocerse la visión pionera del movimiento asociativo de abrir la puerta a la innovación y la investigación cuando todo era un erial en ese momento en España, porque las publicaciones científicas estaban sobre todo en el mundo anglosajón y en esos años acceder a un recurso en otra lengua y en otro lugar, no solo era cuestión de dinero". Y a ese acierto se une, según sus propias palabras, "el acierto en la elección de los directores de la revista, el primero, Alfredo Fierro, y el actual, Miguel Ángel Verdugo". 

 

La publicación siempre ha tenido un gran respaldo en el ámbito universitario y un gran prestigio, pero desde la dirección de Verdugo su repercusión aumentó y actualmente es conocida y reconocida en muchos lugares de EE.UU. y tiene una repercusión enorme tanto en la universidad como en la vida práctica y, sobre todo, en Latinoamérica, donde existe una importante vinculación con el mundo universitario y donde la revista es ampliamente demandada y reconocida. 

 

Durante muchos años, Siglo Cero distribuía más de 1.000 ejemplares impresos, que ya es una cifra enorme para una revista científica, pero en 2016 se decide hacerla on line, publicarla en Internet, abierta a todo el mundo y sin coste. "La repercusión que ha tenido es absolutamente positiva y de agradecimiento y para nosotros es de un retorno inmenso el que la revista llegue a más sitios, que sea más citada y que vayamos avanzando en los indicadores de impacto", explica Tamarit.

 

Según Verdugo, ya en 2018 Siglo Cero ha logrado un importante reconocimiento dentro del ámbito de las revistas científicas, al recibir una calificación Q3 por parte de Scopus, la mayor base de datos de citas y resúmenes de bibliografía revisada por pares. 

 

 

Cuenta Javier Tamarit que ahora se habla mucho de la investigación traslacional y la implementación, de sistemas que intentan generar puentes entre los conocimientos teóricos sobre investigación básica con la aplicación práctica de los resultados y, afirma: "De una manera modesta y con los medios que se tienen, Siglo Cero ha representado un permanente puente de paso entre la investigación, los datos y la aplicación, y uno de los mejores ejemplos es cómo los modelos teóricos de calidad de vida se han visto reflejados en prácticas reconocidas y buenas prácticas; ha tenido pues una aplicación decisiva en la inclusión de las personas con discapacidad y en su bienestar, sobre todo, en la calidad de vida".

 

En definitiva, Siglo Cero ha logrado un impacto permanente del conocimiento en la realidad de las personas y en su inclusión social, al fin y al cabo, en una sociedad más inclusiva. La revista de Plena inclusión, "abraza tanto el ámbito de la ciencia, de los datos, de las evidencias con la intención de que tenga impacto en el bienestar personal, y en el entorno de las personas, es decir que la ciencia no sea solo un conocimiento que se queda en el aire o solo para alimentar nuevos conocimientos, sino que redunde y se traslade a las prácticas reales que permitan un mayor bienestar de las personas", sentencia este experto.  

 

Coincide con esta teoría el actual director de la revista, que afirma que "Siglo Cero ha servido y sirve para la actualización profesional del conocimiento científico en universidades y en las organizaciones; esta revista ha unido esos ámbitos que a veces están tan dispares y nació con esa vocación de mejorar el bienestar de las personas y ahí se ha mantenido, cada vez con criterios científicos más asentados, con más rigor metodológico y esas características de crecimiento hacen que destaque, así como el rigor científico y la originalidad de los artículos". 

 

Y aunque durante muchos años ha sido la única revista científica centrada en la discapacidad intelectual y discapacidades del desarrollo, siempre ha sido referencia en todo el ámbito de la discapacidad, según Verdugo. E insisten estos expertos en subrayar que no es una revista general de la discapacidad, "pero sí es una revista que admite y celebra conocimientos que vengan de otras discapacidades y reviertan en el bienestar de todas las personas con discapacidad", afirma Tamarit. Y añade: "El conocimiento que sale de la discapacidad intelectual tiene repercusiones en el ámbito de las discapacidades en general pero también en otros ámbitos, como la educación, ya que para los docentes resulta de gran interés, o para el ámbito de la salud... es una de las razones de hacer la revista on line, para que llegara a toda la sociedad". 

 

Actualmente se publican cuatro números al año permitiéndose el acceso sin restricciones a todo su contenido. La principal lengua científica es el español, si bien se admiten artículos en inglés y excepcionalmente en francés.

 

En el marco del 50ª aniversario se ha editado un libro que incluye los 40 artículos científicos más representativos publicados en los últimos 25 años, que se entregará en un acto conmemorativo el 4 de diciembre, al que asistirá la comunidad de personas colaboradoras, lectoras y del consejo editorial que han hecho posible durante todos estos años que la revista sea una realidad.

 

Enlace para confirmar la asistencia al acto conmemorativo y consultar el programa

 

Enlace al artículo de opinión 'Cincuenta años de Siglo Cero' de Paulino Azúa, ex Director de FEAPS/Plena Inclusión