Reportaje
Guía para un uso no sexista del lenguaje
Lenguaje no sexista: correcto e inclusivo
18/01/2019
Blanca Abella
Las raíces de la discriminación lingüística están en la discriminación social. Así de contundente es la nueva ‘Guía para un uso no sexista del lenguaje’, elaborada por la Fundación ONCE, una nueva publicación que revisa algunos conceptos, añade recomendaciones y ejemplos prácticos e incluye como elemento innovador la conexión de la discapacidad y el género. Según Isabel Caballero, autora del capítulo sobre discapacidad, “las expresiones discriminatorias y excluyentes están tan naturalizadas en la cotidianidad de nuestro discurso que no llegamos a percatarnos de ellas”. De ahí la importancia y la necesidad de este tipo de publicaciones.
Tal y como queda recogido en l
a propia guía, el término sexismo designa la discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior a otro y, en este sentido, el lenguaje no es inocente. Así lo asegura Amalia Diéguez, patrona de la
Fundación CERMI Mujeres, para quien el lenguaje configura nuestra realidad y la transforma, “no es inocente” y por eso la guía es “un logro más en esta lucha continua por la igualdad de las mujeres”.
La ‘Guía para un uso no sexista del lenguaje’, elaborada por la
Fundación ONCE, con el apoyo del Fondo Social Europeo, actualiza y amplía la publicación ‘Guía para la utilización de un lenguaje no sexista’ que se editó en 2011. Pero además, esta nueva publicación revisa diversos usos habituales del lenguaje y propone alternativas no sexistas, con un enfoque práctico que incluye una atención especial al lenguaje en el ámbito del empleo, la formación y la inserción laboral.
Todo ello, bajo la estructura de cinco grandes capítulos, centrados en: 1 El sexismo lingüístico; 2. Cómo detectar y evitar el sexismo lingüístico; 3. El lenguaje no sexista en la documentación y comunicación de la organización; 4. El lenguaje no sexista en el ámbito laboral; 5. Discapacidad y lenguaje sexista, para concluir con Anexos de recomendaciones generales y ejercicios, así como con referencias bibliográficas.
Más que un asunto de corrección
El lenguaje es importante porque es la herramienta más poderosa de la inteligencia humana y la principal forma de comunicación y porque sirve para transmitir conocimientos e ideas, lo que significa que también educa.
José Luis Martínez Donoso, Director General de Fundación ONCE, en el prólogo de la guía, habla del lenguaje y el “enorme potencial que este vehículo principal de comunicación humana tiene para la creación de una sociedad más inclusiva”. Por su parte, Teresa Palahí, Secretaria General de Fundación ONCE, define el lenguaje como ese elemento que “contribuye a progresar en la igualdad entre mujeres y hombres”, y afirma: “Lo que no se nombra no existe y el siglo XXI necesita de todos y de todas”.
Tal y como se expresa en la propia guía, el lenguaje refleja los prejuicios sociales existentes y juega un papel fundamental porque no solo es un reflejo de los valores sociales, sino que influye en el comportamiento de las personas. Según Isabel Caballero, coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres y autora del quinto capítulo, sobre discapacidad y lenguaje sexista, “a pesar de los múltiples esfuerzos que han realizado en los últimos años para acabar con el lenguaje discriminatorio y de la aparición de múltiples guías de estilo que han visto la luz en diferentes ámbitos, sin embargo, seguimos utilizando el lenguaje de manera excluyente”.
Y esta persistencia se mantiene incluso después de que, por ejemplo, muchos organismos administrativos y legislativos, como la Unesco, el Parlamento Europeo y el Parlamento Español, entre otros, han dictado resoluciones, recomendaciones, leyes, órdenes ministeriales, etc., en las que se recomiendan la eliminación del lenguaje sexista. Así, en el Informe sobre el lenguaje no sexista en el Parlamento Europeo, del 13 de febrero de 2008, se dice que “la utilización de un lenguaje no sexista es más que un asunto de corrección”. Y así lo expone la propia guía, que concluye que el uso de un lenguaje no sexista no es solo el mero hecho de utilizar palabras o expresiones que no sean discriminatorias, sino también sacar a la luz la presencia y logros de las mujeres, constatar una realidad a menudo oculta.
A juicio de Isabel Caballero, “no se trata de una cuestión nueva en absoluto”, ya que “la teoría y prácticas feministas están impregnadas desde hace años de una postura crítica entorno al lenguaje”. Y en este sentido, afirma Caballero, se puede trazar un paralelismo con los movimientos de derechos humanos de las personas con discapacidad, ya que “también han realizado valiosas aportaciones al análisis del lenguaje desde otra perspectiva, por supuesto, pero con el mismo ánimo crítico y transformador”.
Discapacidad y lenguaje no sexista
La importancia de esta nueva guía, además del evidente valor que de por sí poseen este tipo de publicaciones y su difusión, es su propia estructura, en la que incluso vincula el lenguaje con el empleo y la discapacidad. La nueva edición contiene ejemplos prácticos y recoge tres objetivos prioritarios: detectar
y visualizar situaciones de uso inadecuado por sexista; poner sobre la mesa alternativas posibles y prácticas, y, situar el lenguaje como palanca para conseguir una sociedad inclusiva, “es una herramienta muy útil”, tal y como aseguraba en su presentación Patricia Sanz Cameo, vicepresidenta segunda de Políticas Sociales e Igualdad de la
ONCE.
Y en todo este estudio, si algo juega un papel fundamental son los medios de comunicación, evidentemente, pues son los principales protagonistas en los usos y costumbres del lenguaje, por eso “hay que tomar en consideración el uso que hacen los medios de comunicación y el impacto que esto tiene en la sociedad”, según afirma Isabel Caballero, que explica que “la Fundación CERMI Mujeres ha rastreado fundamentalmente el lenguaje periodístico para ofrecer a la persona lectora que se acerca a las páginas de esta guía ejemplos de mala praxis en los que se aúnan prejuicios machistas en torno a las mujeres y prejuicios en relación a las personas con discapacidad en general”. A su vez, se han rescatado buenas prácticas y consejos sencillos que permiten desterrar expresiones estigmatizantes, tales como “perturbada mental” o “sordomuda”, que a menudo son utilizadas en el lenguaje común con diversos significados.
Esta guía tan práctica de Fundación ONCE sigue una línea de trabajo abierta con el apoyo del Fondo Social Europeo, tras la ‘Guía para la incorporación de la perspectiva de género y discapacidad en la programación del Fondo Social Europeo’ publicada en 2017.
En definitiva, y en palabras de la coordinadora de la Fundación CERMI Mujeres: “Sin duda, el lenguaje inclusivo significa ponerse las gafas de la diversidad y ser conscientes de que el lenguaje construye pensamiento”.