Reportaje
Cocemfe: 35 años de historia
Reminiscencias de un viaje insondable de valor, voluntad y colaboración que continúa
11/09/2015
Beatriz Sancho
La historia de Cocemfe es la de personas con discapacidad con una "fuerza admirable", que no se han conformado con la situación que les ha tocado vivir y han querido participar y cambiar la sociedad, luchando para allanar el camino e integrar a otras personas en sus mismas circunstancias. Ha sido paralela a la historia del movimiento asociativo de la discapacidad en los últimos 35 años y, entre sus méritos, también están los de impulsar los avances en la inclusión social y laboral, así como la normalización de la vida de las personas con discapacidad orgánica y física.
Es parte de la retrospectiva rescatada por el actual presidente de Cocemfe,
Mario García, de los 35 años de historia de la entidad. Los celebramos este año. García, en su instantánea, no escatima palabras de elogio para sus predecesores y admite la importantísima labor que, antes que él, realizaron todos ellos como, por ejemplo, la consecución de que los diferentes gobiernos de la democracia hayan legislado a favor de las personas con discapacidad con medidas que han mejorado su acceso al empleo, a la educación, las prestaciones económicas, sociales y sanitarias que reciben o la incorporación de normas de accesibilidad en la construcción de edificios. "Pero todavía hay mucho por hacer", recuerda.
Asimismo, destaca el mandatario de
Cocemfe que estos avances, logrados por la intercesión de sus antecesores en el cargo que él hoy ocupa, respondieron a las necesidades más urgentes de cada época y que todos ellos procuraron que "nuestro sector recibiera la atención necesaria para mitigar las secuelas de su discapacidad, avanzar en su integración y la normalización de sus vidas". De hecho, señala que la lucha y compromiso de sus antecesores "nos ha llevado al lugar donde estamos, con claros avances si miramos atrás, tan atrás como los 35 años de existencia de Cocemfe".
Y es que el crecimiento de las asociaciones que representa Cocemfe ha sido espectacular desde su nacimiento. En la actualidad, está compuesta por 79 entidades que congregan a más de 1.600 asociaciones. Representan concienzudamente a las personas tanto con discapacidad física como orgánica y, por ser conocedores en primera persona de los problemas que les afectan, trasladan a los representantes políticos nacionales, autonómicos, provinciales y locales sus reivindicaciones. Esta interlocución, sin duda, les ha permitido tener una importante incidencia política desde sus inicios hasta hoy.
"La interlocución con los representantes políticos nacionales, autonómicos, provinciales y locales a permitido a Cocemfe tener una importante incidencia política desde sus inicios hasta hoy"
Precisamente, de este diálogo se desprenden los avances como la Ley de Integración Social del Minusválido, la famosa Lismi, en 1982; las prestaciones sociales y económicas para quienes no desarrollan actividad laboral; la regulación de los Centros Especiales de Empleo (CEE), la incorporación de normas de accesibilidad en la construcción de edificios, la aprobación de diferentes planes de acción y otros que han tenido en cuenta transversalmente a las personas con discapacidad. Por nombrar algunos.
Dicha interlocución política también ha dado resultados como: la jubilación anticipada de trabajadores con discapacidad; la Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal; la Ley de Protección Patrimonial de las Personas con Discapacidad; la ampliación de la Justicia gratuita a las personas con discapacidad y sus familias; la regulación de la promoción de la autonomía personal y atención a las situaciones de dependencia o las medidas alternativas a la cuota de reserva de empleo. Pero también ha permitido la protección de familias numerosas con miembros con discapacidad, la ley que regula el patrimonio protegido, el IVA súper reducido, planes de accesibilidad del transporte aéreo y ferroviario, y un largo etcétera.
Y es que Cocemfe "siempre ha procurado proporcionar a las personas con discapacidad física y orgánica servicios y apoyos de calidad y, como es lógico, para ello nos hemos tenido que adaptar a cada época", apunta García". Cuenta el presidente de la entidad que realmente han puesto mucho énfasis en negociar con las administraciones la legislación que les afecta como en la creación de empleo a través de su red de Servicios de Integración Laboral o en la construcción de infraestructuras. Pero que también se han volcado en la promoción del acceso a las nuevas tecnologías, en el turismo para todos, en la igualdad de la mujer con discapacidad, y en definitiva, "en el pleno ejercicio de nuestros derechos".
En referencia a su mandado, resalta Mario García que desde que llegara a la presidencia de Cocemfe en 1999, la entidad se ha centrado en la profesionalización de las entidades de discapacidad y en la inclusión laboral como "mejor vía de acceso a un nivel de vida digno y estable, que sirve de reconocimiento y de identidad social y uno de los factores que contribuyen a que la persona cree y participe en redes de relaciones sociales y personales". También en estos años, Cocemfe se ha dedicado "en cuerpo y alma a mejorar la autonomía personal y social por el retorno económico que conlleva y el enriquecimiento que aporta a la sociedad".
"Cocemfe se ha dedicado en cuerpo y alma a mejorar la autonomía personal y social de las personas con discapacidad física y orgánica por el retorno económico que conlleva y el enriquecimiento que aporta a la sociedad"
Sin embargo, aunque "el Estado de Bienestar, con déficits, ha ampliado la inclusión laboral de las personas con discapacidad, un tema tan vital para la normalización y dignificación de la vida de las personas con discapacidad, no ha conseguido la meta, ya que aunque ha supuesto avances, también retrocesos en los últimos años", y de ahí que tanto él, como el movimiento asociativo en general, no puedan "entusiasmarse" porque "aún queda mucho para la verdadera integración laboral y social".
"El Estado de Bienestar ha supuesto avances, pero también retrocesos y aún queda mucho para la verdadera integración laboral y social"
Muchos son los logros conseguidos por la confederación en el recorrido de su historia. Uno de ellos es la creación de una red de centros de atención integral para que aquellas personas que, por su gran discapacidad, no pueden trabajar, dispongan de un lugar adaptado donde vivir con todas las atenciones pertinentes. "De hecho, actualmente hay más de 1.500 personas viviendo permanentemente en los centros de atención integral de Cocemfe", concreta García.
UN FUTURO MEJOR SI...
Pero, insiste el presidente de la entidad en todo lo que aún "hay que reivindicar y conseguir todavía para las personas con discapacidad física y orgánica". Entre los objetivos primordiales para él están la modificación del actual copago confiscatorio de la Ley de Autonomía Personal y Dependencia por la que tan ferozmente está trabajando el propio CERMI. "De este modo", desgrana García, "las personas que lo necesiten recibirán prestaciones más apropiadas o accederán a un centro de atención integral adecuada a sus circunstancias personales, por ejemplo".
La inclusión laboral también es un reto para Cocemfe a día de hoy. En opinión de dirigente, son necesarias políticas de empleo que reduzcan "con firmeza las diferencias que existen en el mercado laboral y agilicen la incorporación de las personas con discapacidad". En este sentido, demanda trabajos de alta cualificación para ellos y que se forme a las personas con discapacidad desde la infancia en un sistema público de educación inclusiva que apueste "verdaderamente" por la escuela ordinaria y por el desarrollo de los más jóvenes.
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Son necesarias políticas de empleo que reduzcan con firmeza las diferencias que existen en el mercado laboral y agilicen la incorporación de las personas con discapacidad"
También insiste García se empecina en una justa renovación del catálogo ortoprotésico, en un nuevo baremo de discapacidad que valore a las personas trasplantadas y/o con determinadas enfermedades que en la actualidad no son reconocidas, pero que "son muy discapacitantes", y en una legislación que les proteja ante las barreras que "todavía, a pesar de nuestro trabajo, siguen siendo un problema a diario".
HITOS
En 1980 nació el Consejo Estatal de Minusválidos Físicos de España (Cemfe), germen del actual Cocemfe que se constituyó en 1988. Los inicios "no fueron fáciles", aseguran fuentes de la entidad, porque "nos enfrentábamos a la atomización del movimiento asociativo, ya que éramos pocas entidades y trabajando cada una por su lado". En aquella época, mejorar la calidad de la vida de las personas, sin duda debía de pasar por la unión del movimiento asociativo y ese, precisamente, fue el objetivo de la creación de Cocemfe: dotar a sus reivindicaciones de "mayor fuerza y aprovechar al máximo las sinergias de todas las entidades".
"El objetivo para crear Cocemfe fue dotar a sus reivindicaciones de mayor fuerza y aprovechar al máximo las sinergias de todas las entidades"
Cemfe se dotó, desde su primer año de existencia, de un medio de comunicación, y por tanto de expresión, para informar de la actualidad de las personas con discapacidad física y orgánica, así como recurso para denunciar vulneraciones de derechos de las personas de este sector de la población. Se trataba de la revista 'En marcha', que se convirtió en un punto de encuentro de las distintas asociaciones donde las personas a las que se representaban pudieran encontrar información útil, señalar errores de las administraciones públicas en sus políticas de discapacidad u ofrecer soluciones. Más tarde, daría paso al boletín digital de Cocemfe, una publicación semanal que aún perdura.
Muy pronto Cemfe fue declarada de "utilidad pública" e incluso el presidente del Gobierno de entonces, Felipe González, recibió a los representantes de la entidad. A los tres años se constituyó el 'Centro de servicios para minusválidos físicos', que hoy es la residencia de Cocemfe. Por toda su labor a favor de las personas con discapacidad física, en el 88 la
ONCE también reconoció a la entidad con el Premio ONCE.
Muy pronto, la entidad comenzó a organizar programas de vacaciones junto al Imserso, estrategias de creación de empleo mediante acuerdos con la Administración para financiar iniciativas empresariales y medidas de mejora para acceder al empleo público y ordinario, de formación y de apoyo a los CEE y al autoempleo. Además, en el 94 creó una asesoría jurídica para las entidades miembros e incluso comenzó a realizar cooperación al desarrollo en América Latina mediante lo que, en 2001, culminaría en la 'Red Iberoamericana de Personas con Discapacidad Física' (
La Red). Con ella, la entidad ha beneficiado a más de 220.000 personas con discapacidad y sus familias.
"En el 94 comenzó a realizar cooperación al desarrollo en América Latina beneficiando a más de 220.000 personas con discapacidad y sus familias"
A estos esfuerzos, hay que sumar la creación en el 96 de los primeros Servicios de Integración Laboral (
SIL) que de cinco iniciales hoy se ha convertido en una red compuesta por 71 oficinas y ha logrado la contratación de más de 90.000 personas con discapacidad. "Estamos orgullosos, pero somos totalmente conscientes de que hay muchas más personas con discapacidad que quieren trabajar y no lo hacen porque el mercado de trabajo les discrimine o no existen apoyos necesarios para promoverlo", asegura el presidente de Cocemfe.
Avanzando en el tiempo, sería en el año 97 cuando Cocemfe se sumerge en las nuevas tecnologías y pone en marcha su página web
www.cocemfe.es, que, poco a poco, se ha ido haciendo cada vez más accesible, más social e interactiva. También creó su fundación, Fundación Cocemfe (1999), la Asociación de Centros Especiales de Empleo (Aecemco) y que, según fuentes de la entidad, representa "un avance en la consolidación del fomento del empleo para las personas que representa, además del fortalecimiento su la inclusión laboral que, sin duda, es uno de sus objetivos prioritarios". En la actualidad, la Aecemco tiene 54 centros que emplean a 4.000 personas.
UNIVERSIDAD TÉCNICA DE COCEMFE
Si algo merece ser destacado entre la encomiable y ambiciosa labor que lleva realizando Cocemfe en sus 35 años de historia, es su férrea apuesta por la educación y profesionalización de los servicios que prestan sus entidades. Para ello, crearon en 2001 la Universidad Técnica de Verano, hoy
Universidad Técnica de Cocemfe. En un principio, se perseguía dotar de conocimientos, información y experiencias de carácter innovador que proporcionaran una cultura de gestión corporativa definida por la calidad de servicios, centrada en las personas, y que, además, se caracterizara por la agilidad y rentabilidad social. Los destinatarios fueron directivos, técnicos y voluntarios de sus entidades miembros para incrementar la adaptación y excelencia de sus entidades.
Sin embargo, el planteamiento de esta universidad fue adaptándose a las nuevas necesidades y, además de trasladarse de Totana (Murcia) a Madrid, por austeridad y mayor eficacia, se ha incorporado la posibilidad de formarse virtualmente para ampliar el número de estudiantes y resolver cuestiones de tiempo y movilidad. Los cursos, según fuentes de la entidad, se tratan de elaborar “a medida” y responden directamente a peticiones de las personas y entidades, así como a las necesidades formativas que detectan en el entorno sobre nuevas formas de hacer que aporten innovación y valor añadido al trabajo que realizan. Además de la cualificación que obtienen sus estudiantes, la Universidad Técnica de Cocemfe ha permitido la creación de lazos personales y se ha convertido en un espacio de encuentro común entre los trabajadores y dirigentes de las entidades.
"La Universidad Técnica de Cocemfe ha permitido la creación de lazos personales y se ha convertido en un espacio de encuentro común entre los trabajadores y dirigentes de las entidades"
Asimismo, Cocemfe, consciente de los apoyos necesarios para estudiantes con necesidades educativas especiales en las diferentes provincias, comenzó el año pasado a realizar proyectos en este sentido para la promoción del acceso a la Educación en igualdad de condiciones.
La historia de Cocemfe en estos 35 años ha dado mucho de sí y también pasa por la creación de los
Premios Cocemfe, del Servicio de Información Directa a Empresas (SIDE); organiza de jornadas de distinta índole; participa en celebraciones como la del Año Europeo de las Personas con Discapacidad (2003) o en la marcha 'SOS discapacidad' (2012); gana premios como la
Gran Cruz de la Orden Civil de la Solidaridad Social; se incorpora a la Red Europea de Lucha contra la Exclusión y la Pobreza (
EAPN España); ayuda con proyectos a personas con discapacidad residentes en zonas rurales; crea su propia Red de Responsables de Comunicación de sus entidades.
A nivel internacional, Cocemfe también avanza con el pasar de los años y llega a colaborar en diversos proyectos europeos para avanzar tanto en accesibilidad como en la inclusión de las personas con discapacidad como Uniaccess, USEM o Nodes. A la par, sigue desarrollando proyectos de cooperación internacional y también se ocupa, junto a otras entidades, de la implantación del Plan de Calidad según el modelo europeo de excelencia (
EFQM). Será en 2010 cuando obtenga el Sello de Compromiso hacia la excelencia europea 200+ por su sistema de gestión. Pero, además, desde hace años colabora con empresas de telefonía (como Vodafone y su fundación) para asesorarles en la personalización de soluciones de comunicación debido a las enormes posibilidades de general nuevas soluciones de movilidad que posibilitan una mayor autonomía para todos.
Precisamente por su interés en disminuir la brecha digital entre sus usuarios, Cocemfe realiza desde hace cuatro años proyectos específicos de alfabetización TIC para la mejora de la empleabilidad de las personas con discapacidad mediante las nuevas tecnologías. "Eso es justo lo que han conseguido hasta la fecha", aseguran desde la confederación, "cerca de 1.500 personas".
EN PRIMERA PERSONA
Adela Arroyo, que tiene poliomelitis, ha pasado la vida en Cocemfe. Comenzó a trabajar en la entidad en los años ochenta como recepcionista, cuando aún se denominaba Cemfe, y explica que tenía que desdoblarse en labores administrativas, de limpieza e incluso realizar entrevistas de trabajo. "Cuando llegué no había nada, teníamos montones de tierra en la puerta y no podíamos casi ni entrar. No había dinero para hacer nada, ni cocina en la residencia y cuando lo había, hacíamos lo imposible para hacer la compra". "¡Fíjate lo que ha conseguido Cocemfe como entidad!", exclama orgullosa, "siempre ha ido progresando".
Para Adela Arroyo, Cocemfe es "lo máximo para las personas con discapacidad porque se les guía cuando buscan trabajo, necesitan atención psicológica o planear la accesibilidad de sus vacaciones". Es mujer jubilada, con su enorme perspectiva, observa que la inclusión laboral y social de las personas con discapacidad ha avanzado "muchísimo" gracias a entidades como Cocemfe. "Antes no salíamos, no podíamos conducir y a mí, por ejemplo, me llamaban 'coja' por la calle, a modo de insulto", rememora Arroyo. "Ahora tenemos mucha más libertad, contamos con tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida que nos hacen la vida un poco más fácil, muchas más personas con discapacidad trabajan y son más independientes".
"Antes no salíamos, no podíamos conducir y a mí, por ejemplo, me llamaban 'coja' por la calle, a modo de insulto. Ahora tenemos mucha más libertad"
También testifica Arroyo que cuando entró en Cocemfe, prácticamente, no había mujeres y que ahora, en la residencia de la confederación, donde aún ejerce de voluntaria, son el 90 por ciento y "hay muchísimas en los Servicios Centrales. Casi todos los dirigentes y altos cargos han sido hombres hasta que en los últimos años, desde la década pasada, la mujer empezó a entrar masivamente a Cocemfe".
Adela Arroyo confiesa que se le pone "la piel de gallina" sólo de pensar que tiene que dejar Cocemfe definitivamente, su actual voluntariado. "Me va a costar una enfermedad salir de aquí porque Cocemfe es mi vida". Sin embargo, esboza sus próximos sueños también con cierta alegría porque espera "poder viajar y ver más mundo. Siempre me ha encantado viajar". Y viajará, como ella misma dice, "a donde la discapacidad se lo permita" gracias a su fortaleza y a su arrojo, y también al trabajo de entidades como Cocemfe, que procuran la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad física y orgánica, un acercamiento, cada vez más próximo, a la accesibilidad universal y una calidad de vida a sus usuarios. Todo ello gracias al esfuerzo de tantas y tantas personas, anónimas y no anónimas, que han poblado sus bases, sus medios y altos cargos, trabajando hombro a hombro y dejándose la piel para defender los derechos y los intereses de las personas con discapacidad, allanando calzadas físicas y mentales del entorno para los que están y para quienes les transciendan en tiempo y espacio.
LA MUJER Y COCEMFE
Pero Cocemfe también es una entidad que ha apostado por la igualdad, y prueba de ello es que celebró sus primeras jornadas de 'Mujer y discapacidad' ya en 2002. Destacan desde la confederación que la mujer con discapacidad ha estado presente desde los inicios del movimiento asociativo y que, por ello, también en Cocemfe. En este sentido, comenzaron a trabajar por "aquello que era fundamental para ellas: visibilidad, la lucha por sus derechos, la necesidad de tener un espacio activo o participativo en la sociedad".
"El esfuerzo de las mujeres con discapacidad se difuminaba en los albores del movimiento en la lucha común de las personas con discapacidad"
Sin embargo, constatan también desde Cocemfe lo que muchas féminas del movimiento asociativo ya han repetido en 'cermi.es semanal', que "el esfuerzo de las mujeres con discapacidad se difuminaba en los albores del movimiento en la lucha común de las personas con discapacidad". Pero han transcurrido las décadas, y con un movimiento asociativo ya estable es cuando la mujer con discapacidad comienza a reivindicar visibilidad y su propio espacio también dentro de las entidades. En Cocemfe argumentan que "se percibió enseguida esa necesidad de empoderar a la mujer con discapacidad".
"La mujer con discapacidad ha adquirido un papel importantísimo en Cocemfe debido a que es objeto de una múltiple discriminación. No se trata de sumar las discriminaciones que tienen las personas con discapacidad a las que tienen las mujeres, sino que supone una realidad muy distinta y específica". Lo afirma el presidente de la confederación.
"Resulta que hay obstáculos que impiden a las mujeres de nuestro sector asumir los roles que adoptan las mujeres sin discapacidad en la sociedad y en el entorno familiar. Pero si lo que queremos es su plena normalización e integración social, tienen que poder elegir cuál es su papel. Los movimientos de mujeres con discapacidad, dentro de Cocemfe y del movimiento asociativo en general, han contribuido a que las organizaciones tomemos conciencia de sus necesidades y dedicarles una especial atención, promoviendo encuentros y debates para determinar las necesidades específicas de este 60 por ciento de las personas con discapacidad que son mujeres".
"Los movimientos de mujeres con discapacidad, dentro de Cocemfe y del movimiento asociativo en general, han contribuido a que las organizaciones tomemos conciencia de sus necesidades"
Así, también en 2002, con la entonces Comisión de la Mujer, se organizaron unas jornadas de reflexión sobre la situación de la mujer con discapacidad en España titulado 'Oportunidades en femenino. Mujer y Discapacidad, propuestas para una década', cuyas conclusiones se recogieron en el '
Libro verde: Mujer y Discapacidad. Propuestas para una década', editado por la agencia de noticias Servimedia.
Ya en esta recopilación se denunciaba la doble discriminación que sufren las mujeres con discapacidad por ser mujeres y por tener discapacidad, y de ahí surgió como fruto un decálogo de medidas para mejorar la calidad de vida de las mujeres con discapacidad. Dado el interés de Cocemfe por esta problemática, las jornadas se incorporaron al programa de la Universidad Técnica de la Confederación un año más tarde, convirtiéndose, con el devenir del tiempo, en un importante foro de debate y reflexión que persigue, aún ahora, visibilizar sus reivindicaciones.
También respecto a las féminas con discapacidad, se han abordado desde entonces en Cocemfe temas que les conciernen como el empleo, los derechos sexuales y reproductivos, el reconocimiento y ejercicio de los derechos de ciudadanía en las mujeres con discapacidad o las medidas de acción para el cumplimiento de la
Convención de la ONU, entre otros.
De hecho, recuerda el mandatario de Cocemfe, que desde la entidad se ha promovido la creación de asociaciones de ámbito regional y estatal de mujeres con discapacidad, cuyo claro ejemplo es la 'Confederación Española de Mujeres con Discapacidad' (
Cemudis), así como la participación de la mujer con discapacidad en todos los ámbitos de la organización. Además, en la actualidad, justo en la última asamblea, han aprobado un código ético en el que se da especial relevancia a la igualdad entre hombre y mujeres con un apartado específico para que todas las actividades incorporen la perspectiva de género y los planes de actuación también den respuesta al mayor riesgo de vulneración de derechos al que están expuestas las mujeres y niñas con discapacidad.
"Cocemfe aprobó en su última asamblea un código ético que enfatiza la igualdad entre hombre y mujeres, con un apartado para que todas las actividades incorporen la perspectiva de género"
Cocemfe y sus miembros se han comprometido a aplicarlo. "Esto incluye también promover la paridad en los órganos de participación y decisión, contar con unos estatutos sin connotaciones sexistas, garantizar la formación en materia de género del personal y promover políticas de personal que favorezcan la conciliación entre la vida personal y profesional del equipo humano", insiste Mario García. Y como muestra de este compromiso, apuntar que la última Comisión Ejecutiva de Cocemfe, elegida en proceso electoral en el año 2012, consta de tres mujeres y tres hombres.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Pero hay temas incluso más graves y controvertidos que afectan a la piel y a la psique de las mujeres con discapacidad y que también suscita un enorme interés a la confederación y en el que, de paso, recordemos quiere volcarse con contundencia también la Fundación CERMI Mujeres. Nos referimos, sin duda, al de la violencia de género. Prueba de esta convicción de Cocemfe es la puesta en marcha desde 2010 del '
Programa de apoyo psicosocial y prevención de la violencia de género en mujeres con discapacidad' realizado junto a la Obra Social 'la Caixa'. "El programa persigue, entre otros objetivos, facilitar la recuperación psicosocial de las mujeres con discapacidad que hayan sufrido violencia de género, fomentar la prevención, empoderarlas, mejorar su autoestima y lograr que se liberen del sentimiento que tienen muchas de que se merecen ese maltrato precisamente por su discapacidad".
La adaptación de este programa específico para mujeres con discapacidad, realizada por uno de los miembros de Cocemfe, la citada Cemudis, tiene un sentido indiscutible: las dificultades específicas de la mujer con discapacidad (por el hecho de ser mujer y además tener discapacidad), que se une, en muchos casos según advierten desde Cemudis, a la "aceptación de la violencia como algo normal" o incluso "como un precio que hay que pagar por tener discapacidad". Y es que la violencia en estas ocasiones, continúan fuentes de Cocemfe, "es ejercida por el entorno familiar, por la propia persona que cuida a la mujer y esto hace que las mujeres se terminen convenciendo de que eso que no les gusta, por lo que se sienten humilladas, vejadas y maltratadas, es algo normal e inherente a la discapacidad".
"La adaptación de programas de prevención de violencia de género en mujeres con discapacidad es necesaria por sus dificultades específicas: ser mujer, tener discapacidad y aceptar, muchas veces, la violencia como algo normal o un precio a pagar por tener discapacidad"
Por ahondar brevemente en los entresijos y la relevancia de este programa, apuntar que desarrolla una serie de mecanismos para que las mujeres con discapacidad puedan mejorar por sí mismas y salir de su situación. Asimismo, el mero hecho de encontrarse en un entorno en el que todas las participantes tienen una situación común, donde pueden hablar, compartir, ver que no están solas, un lugar en el que se sirven de apoyo y de ayuda, es clave. Estos programas, además, sirven, muchas veces, para detectar casos más graves de violencia de género.
Algún dato: de las más de 1.300 mujeres con discapacidad que participaron en 2014 en los 39 talleres de apoyo psicosocial y 27 talleres de consolidación, se han realizaron 199 atenciones individualizadas y se han detectaron más de 170 casos de violencia, según Cocemfe. Lo mejor de este proyecto, afirman, es que disponen de ese punto de encuentro en el que hablan de situaciones personales. Otra loable gesta del programa referido, y que atañe al movimiento social de la discapacidad, es que "propicia incluso la constitución de asociaciones de mujeres con discapacidad". Así ha ocurrido ya en Madrid, Murcia, Galicia o Aragón donde, poco a poco, nuevas asociaciones inician su andadura", explican desde Cocemfe.
No en vano, el
CERMI ha puesto sus ojos en la labor de Cocemfe por su trabajo en beneficio de las mujeres con discapacidad. En este caso, resaltando su trabajo en su inclusión laboral. Lo hico hace dos años, otorgando a la entidad un premio “Cermi.es” por el proyecto 'Telecentros para la búsqueda de oportunidades de empleo' para mujeres con discapacidad, realizado junto a la Fundación Vodafone España. La razón fue que además de convertirse en un instrumento para potenciar la inclusión laboral de mujeres con discapacidad también propició la utilización de nuevas herramientas con las que mejorar su nivel de empleabilidad, facilitar el acceso a la administración electrónica, a recursos como páginas web de empleo o a buscadores de ofertas de trabajo utilizando las TIC, solventando las barreras físicas y sociales que aún hoy en día existen.
"Nunca se hace lo suficiente si nuestros objetivos no se han alcanzado. Se ha aumentado la visibilidad de las mujeres con discapacidad, pero su inclusión social y laboral, empoderamiento y participación aún es escasa"
Sin embargo, en palabras de Mario García, todavía no se hace suficiente desde el movimiento asociativo ni desde Cocemfe para dar visibilidad a la mujer con discapacidad y empoderarla. "Nunca se hace lo suficiente si nuestros objetivos no se han alcanzado", matiza. "En los últimos años se ha ido aumentando su visibilidad, pero su inclusión social y laboral, empoderamiento y participación es escasa", rubrica.
PROYECTÁNDONOS
¿Y el futuro de Cocemfe? Pasa, según su presidente, por "continuar con el cambio social que iniciamos hace 35 años y seguir innovando para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras de las personas con discapacidad física y orgánica". Tras la fuerte crisis, García aboga por caminar hacia la consolidación de las actuaciones de Cocemfe y recuperar el terreno perdido. Lo absolutamente perentorio, desde luego, es "luchar contra la discriminación y exclusión social". Porque "hay que reconocer que si en 35 años el avance ha sido brutal, a todas luces es insuficiente", concluye.
Sin duda, no todos los méritos, logros, presentes y futuras aspiraciones de Cocemfe caben en estas líneas, como esa otra amable red de voluntariado que ha creado Cocemfe recientemente con Afables para la atención puntual de personas dependientes, pero sí quepa esta amplia felicitación por tanto terreno conquistado, tanta persona capaz que lo compone y por esa defensa a ultranza por los derechos de las personas con discapacidad en una carrera irrefenable y valiosa, que dura ya 35 años. Celebramos vuestra labor, vuestro compromiso. Muchas gracias.