
"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Mujer
CERMI Madrid alerta del mayor riesgo que tienen las niñas con discapacidad de sufrir violencia y denuncia su invisibilización
23/11/2018
CERMI Comunidad de Madrid alerta del mayor riesgo que tienen las niñas con discapacidad de sufrir diferentes tipos de violencia y denuncia la falta de visibilidad de esta realidad y la escasa credibilidad que se les da en muchas ocasiones.
“Sabemos que la violencia contra la infancia es uno de los problemas sociales más invisibles en la actualidad; otro muy grave es la violencia que sufren las mujeres, y también sabemos que por tener una discapacidad tenemos un riesgo mayor de padecer esta violencia”, afirma la FCM, que advierte de que “aunque hay leyes de infancia y otras leyes que quieren protegernos, también hay leyes que no nos defienden. Las niñas con discapacidad somos niñas invisibles y olvidadas”.
El manifiesto recuerda que en España residen más de 50.000 niñas que tienen algún tipo de discapacidad, y que existen tratados internacionales que obligan a los Estados parte a proteger sus derechos humanos y fundamentales; a garantizar que se escuche su opinión sobre todo lo que les afecta y teniendo en cuenta su edad; garantizar asistencia adecuada a cada tipo de discapacidad y edad, y asegurar que puedan mantener su fertilidad sin ser sometidas a esterilizaciones forzadas. Entre estos tratados se encuentra la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Convención de los Derechos del Niño.
“Todo el mundo nos protege más de lo que necesitamos: en casa, en el colegio, en todas partes…Pero nadie nos ayuda de verdad a crecer y a convertirnos en mujeres independientes”, expone la FCM. En todo caso, precisa que “lo peor de todo es la violencia sexual que sufrimos, muchas veces incluso por quienes están a nuestro lado, que nos engañan fácilmente y dicen que mentimos y que les provocamos”.
En suma, la FCM reclama que se escuche la voz de las niñas con discapacidad; que se erradique por completo la esterilización y se impulse una adecuada educación sexual y sobre el autocuidado; apostar por una mayor formación de las familias y profesionales que tienen que cuidarlas, y crear espacios para que puedan participar en las organizaciones que las representan.